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La Cordillera de San Buenaventura, 2008. Provincia de Catamarca
Tras los pasos de Walter Penck

- por
Guillermo Almaraz -

Es la frontera natural del altiplano. Separa la Puna de Atacama de las cuencas salinas que se ubican al sur. Fue explorada en 1913 por Walter Penck, alcanzando algunas de sus cumbes. 

En los Andes de Atacama, sobre los 26º 45’ de latitud sur se encuentra la cordillera de San Buenaventura. Su orientación es oeste - este y sus principales picos son el Dos Conos (5880 m), Bertrand (5207 m), Pabellón (5331 m) y Chucula (5760 m). Políticamente separa los departamentos catamarqueños de Antofagasta de la Sierra y Tinogasta y geográficamente es el límite sur de la Puna. Identificada en los croquis primigenios de la zona e incluida en los mapas que fueron realizados por las comisiones de límites fue tenida en cuenta como un claro punto de referencia en la región.

Mapa de ubicación de la Cordillera de San Buenaventura, Catamarca

Mapa de ubicación de la Cordillera de San Buenaventura,
Provincia de Catamarca, Argentina

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El primer explorador en recorrerla fue el geólogo alemán Walter Penck, que se desempeñó entre 1912 y 1914 a las órdenes del gobierno argentino. Su espíritu alpino lo llevó a complementar su actividad profesional con escaladas a las magníficas montañas que recorrió. Puntualmente en San Buenaventura logró los primeros ascensos del Chucula, designado en la cartografía de la época como Negro Muerto y dos de las cumbres menores del Pabellón.

Una visión de las crestas nevadas de San Buenaventura

“16.5.1913: El viento zonda se calmó y la tarde se presenta algo más clara. Allá al oeste se levanta La Palca y más allá veo las cadenas de San Buenaventura, frente al lugar de Carachi Pampa. Sus crestas poseen todavía nieve y yo estimo que tiene unos 5500 m. de altura.” (Extracto del Diario de Walter Penck)

Cordillera de San Buenaventura
Cordillera de San Buenaventura

Avanzamos por la ruta 60 hacia el paso internacional de San Francisco. Nuestra idea es hacer noche en Las Grutas y luego estudiar que se puede subir desde allí. Debido a que ya estamos en otoño (abril de 2008), el frio se hace sentir pero el cielo está claro. Esperemos que se mantenga un tiempo mas.

Al otro día con Eduardo Namur decidimos ascender el Falso Morocho (4464 m) que se encuentra al SE de Las Grutas. En su cumbre sabemos que existe una gran apacheta de casi tres metros de altura construida por Walter Penck en 1913. El ascenso es suave y descansado, una leve brisa nos impulsa hacia arriba y en ocasiones sentimos la liviandad del aire ya que hace pocas horas que nos hallamos en la altura. La cumbre llega imperceptiblemente y nos asombramos con la construcción realizada hace 95 años.

Cumbre Falso Morocho
Cumbre Falso Morocho

Desde este punto tenemos una vista total de la cordillera San Buenaventura, identificamos cada uno de sus cumbres Dejamos nuestro testimonio y leemos la impresión de Penck al pisar el punto donde hoy estamos:
“12-12-1913. Me encuentro en una elevación, bastante alta, y tengo frente a mi uno de los paisajes mas extraordinarios que he visto en mi vida. Allá el Ojos de las Lozas (Incahuasi) y su vecino el San Francisco. Al norte se desplaza un terreno, algo llano y muy grande que finaliza en un borde. Estas son las lisas estriba­ciones del Negro Muerto.” (Extracto del Diario de Walter Penck)

El Negro Muerto

El cerro Chucula es uno de los picos mas altos de la cordillera de San Buenaventura. Fue ascendido por Walter Penck en diciembre de 1913 y en sus relatos lo denomina Negro Muerto. En la cumbre erigió una imponente pirca similar a la que vimos en el Falso Morocho de mas de dos metros de alto. Su ascenso fue realizado desde un campamento en el valle de San Buenaventura en las ladras norte del cerro. Una vez en el valle y ya regresando, escribió unas palabras en su diario de cara a la realidad del deporte de las cumbres en aquella lejana segunda década del siglo pasado: “Tampoco creo, que nadie vaya en búsqueda de mis latas y tarjetas, depositadas en los cerros y nevados. En este país se habla del andinismo, pero no lo practican. En unos tres meses más estaré en Buenos Aires y en unos seis meses nuevamente en Europa”

Chucula desde Pabellón
Chucula desde Pabellón

Mas de 87 años pasaron para que alguien escalara el Chucula, el 26 de abril de 2001 otro europeo solitario hollaba la cumbre, en este caso era el francés Henri Paul Barret, que enamorado de la cordillera de los Andes y de sus posibilidades de exploración ha recorrido incansablemente los recodos mas ignotos de esta porción de los Andes. Ante la sorpresa de encontrar según sus propias palabras “una magnífica torre de mas de 2 metros de alto”, apenas tomó unas fotografías y según su costumbre no depositó testimonio ya que no era el primer ascensionista.

Vinieron luego varios intentos argentinos por “lograr el primer ascenso” debido a que la falta de información hizo crecer la leyenda de que el Chucula era virgen. Tres grupos lo intentaron infructuosamente y finalmente Darío Bracali lo escaló en 2005 por la ruta de Barret, desde Las Grutas.

El Pabellón

“26.12.1913: Gracias a Dios, volvemos a la civilización. De los viajes, montañas, puna, alturas, geología, etc. estoy curado. Por suerte terminé hoy mis trabajos. Estuve en la cumbre del Pabellón y en otra, ya que en total existen tres cumbres en el mismo cerro. Por lo tanto falta otra cumbre más”

En julio de 2008 y luego de participar de los festejos del primer año del Museo de Alta Montaña Los Seismiles en Fiambalá, enfilamos hacia la cordillera. El objetivo era el Pabellón, esa cresta puntiaguda que se eleva en medio de la cordillera de San Buenaventura.

Ascenso al Pabellón
Ascenso al Pabellón

Una noche en Cazadero como para aclimatar algo y el 10 de julio nos fuimos para Las Grutas. En la fría madrugada del día siguiente salimos hacia la lejana cumbre Nicolás Pantaleón, Javier Echenique y yo. Enrique Pantaleón nos esperaría con la cena cuando regresáramos.

Avanzamos por una quebrada al y llegamos a una explanada a mas de 4600 metros limitada por un contrafuerte que rodeamos por su izquierda (oeste) hasta otra hondonada nevada que nos llevaba a las laderas sur del Pabellón. El gran protagonista era el frio y los suaves rayos solares no lograban dominarlo. Sabíamos del ascenso de Penck y teníamos el deseo de encontrar alguna prueba de su paso, pero también conocíamos la historia de un español que la última temporada había afirmado escalarlo. También había información de al menos un grupo argentino que lo había intentado sin dejar claro si habían hollado la cumbre.

Los últimos metros fueron de un esfuerzo importante, entre grandes bloques que requerían algunos sencillos pasos de escalada, complicados por la altura y el frio. Luego recorrimos el estrecho filo cumbrero con una escalofriante caída hacia su ladera este.

Dos Conos desde Pabellón
Dos Conos desde Pabellón

Los tres juntos pisamos la cumbre, aunque mis compañeros habían llegado antes esperándome para compartir el primer paso del hombre es este olvidado lugar. Ni una piedra sobre otra en una estrecha plataforma de no mas de dos por dos. El GPS indicó 5424 metros, todo este sector de la cordillera está señalado con algo mas de 40 metros menos en la cartografía oficial. Dejamos nuestro testimonio y una pequeña apacheta y con el sol cayendo atrás de los nevados emprendimos el regreso. La noche se acercaba y teníamos que volver a Las Grutas.

“Ya no tenemos más luz. Solamente hay oscuras y azuladas sombras. Apenas distingo la nevada cresta del Negro Muerto y la cumbre del Pabe­llón. En algunas quebradas reluce  el color rojizo. Y ya en este instante es absorbido todo tipo de relieve, todo se hundió en un color violeta oscuro, ¡ya es de noche!” (Extracto del Diario de Walter Penck)

Las otras cumbres

El Dos Conos es la cumbre mas alta de San Buenaventura, su primer ascenso lo protagonizaron Mathias Rebitsch y Sergio Domicelj en marzo de 1965 desde la laguna San Francisco. En la misma expedición Anders y Verena Bollider con el arriero Victor Bustamante escalaron el Bertrand. En 1995 Marcelo Scanu logró el segundo ascenso hallando el testimonio de los primeros escaladores. En esa ocasión tomó contacto con Bustamante en Fiambalá quien casi lloró al ver los comprobantes. También escribió a la dirección dejada en el documento de cumbre y fue Verena quien contestó. Así se enteró que había enviudado y mantenía frescos los recuerdos del la lejana expedición de 1965.

Nicolás Pantaleón en la cumbre del Bertrand
Nicolás Pantaleón en la cumbre del Bertrand

Fotos: Guillermo Almaraz

 
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