Leo Martínez, luego de un grave accidente, retomo el esquí y las competencias. Su nueva meta son los Juegos Paraolimpicos de Corea 2018
Inspirador ejemplo de superación de un esquiador argentino
- 24/08/2015 -
Esquiador, instructor de esquí en el Centro Valle de las Leñas de Mendoza, Argentina, que en el 2005 y con sólo 25 años sufrió un accidente realizando un salto del esquí. Lo de dejó sin movilidad en sus piernas. Leo no se dejó vencer y la tragedia, más que desanimarlo, lo motivó a ser mejor y buscar en su vida un nuevo camino.
Ayudado por su familia, sus amigos, los incondicionales de la habitación 35 del Centro de Esquí Valle Las Leñas (Tali, Juaco, Simón y Guido), y apoyado en su voluntad de hierro, Leo salió adelante.
Con humildad y el espíritu intacto nos enseña que CUANDO SE QUIERE SE PUEDE...
Luego del accidente, ¿cómo y cuándo empezaste a esquiar de nuevo?
Empecé a esquiar en el 2007, un año después del accidente, con la ayuda de mi hermano Andrés. Organizando eventos para juntar fondos y con la ayuda de varios amigos de Andorra, España fue quien compró mi primer silla adaptada para esquiar.
Y así retomé el esquí. Primero aprendiendo en Venus, pista fácil del Valle Las Leñas; despacio, tranquilo, ya que tenía una cirugía muy complicada que me fija 7 vértebras.
En el segundo año pasé a Minerva, pista intermedia, y ya, en el tercer año, me animé a pistas de mayor dificultad, inclusive fuera de pista.
De ahí no paré hasta los Juegos Parolímpicos del 2010, en los cuales participe.
¿Qué sentiste cuándo te pasó... impotencia, rabia, ¿por qué a mi?
No, la verdad es que no sentí nada de eso porque me pasó haciendo lo que me gustaba, que era SALTAR EN LA NIEVE, en mi lugar: la Montaña; distinto hubiese sido por un accidente de auto.
Y tuve que salir adelante por mí y por los que quería. En un momento pensé que no iba poder volver donde mis amigos y, sin embargo, acá estoy esquiando nuevamente en mi lugar en el mundo, con mi gente.
Quizás no es la misma sensación que esquiar con los pies, pero aprendí a sentir la misma libertad con la silla, esa pasión que genera este deporte. Volví a disfrutar de la montaña.
¿Sos un ejemplo?
Trato de ayudar a los que tienen un problema similar y que intentan aprender a ser independientes. Quiero que vean que uno puede superarse a si mismo en cualquier circunstancia.
Cuando estuve en los Juegos Paralímpicos me sentí un afortunado. Gente en condiciones mucho peores que la mía estaba allí con brazos amputados o eran no videntes y dije " Yo que tengo brazos, ¿cómo no voy a poder? "
¿Cuál fue tu mayor desafío?
Después de los Juegos de Canadá, lo más impactante fue el Pentatuel, que consiste en cinco disciplinas: natación (10 km), kayak (15km), cuatriciclo (70km), pedestrismo y ciclismo (27 km) que uní con una handbike.
Fui el primero en hacerlo en silla de ruedas. Cuando me inscribí me dijeron "vos estas loco, gente parada no puede..". Yo sólo pedí intentarlo, llegué muerto, pero lo hice. La repercusión en la gente fue increíble.
¿Qué otras actividades realizás?
En un principio diseñé remeras con la leyenda Try Again, (intentarlo de nuevo), con lo que junté fondos para cambiar mi silla a una más moderna. Con mi hermano fabricamos esquíes fuera de pista "2 Co", por Dos Cojones. Cuando me pasó lo del accidente me dije y me comprometí a salir con DOS COJONES, de ahí la marca.
También hago wakeboard asiduamente en verano, mi otro deporte por excelencia. Y creamos con Andrés ¨El Cable¨ un Parque de Agua que instalamos en San Rafael, Mendoza, Argentina, para que la gente pueda disfrutar este deporte.
También organizamos algunas otras actividades a beneficio, como por ejemplo la maratón de Pinamar, que patrocina la Fundación Red Bull Wins for life, de la que fui embajador para juntar fondos para LA INVESTIGACIÓN DE LA CURA DE LESIONES MEDULARES.
¿Cuál es tu objetivo HOY?
Ir a los JUEGOS DE COREA 2018, para lo que tengo que entrenar y hacer puntos, lo que implica viajar a Europa y EEUU a distintas competiciones. Por suerte, luego de mucho esfuerzo, conseguimos la subvención del ENARD y la FASA para pasaje, estadía y transporte.
Destaco también el apoyo incondicional del Centro Valle Las Leñas que me facilita los medios para entrenar en sus pistas.
Así que, con mi entrenador Martin Cavnagui y la encargada del Comité Paralimpico, estamos enfocados en este nuevo desafío.
También me gustaría hacer el cruce a Chile en algún momento.
¿Qué rescatás de esta experiencia que te tocó vivir?
Que HAY QUE SEGUIR PARA ADELANTE, de lo malo sacar lo bueno. No hay que rendirse nunca y seguir disfrutando. Yo por lo menos quiero seguir disfrutando de la MONTAÑA, de mis amigos, eso es lo que me gusta y me llena el espíritu... Jamás perder la esperanza...
Fue una entrevista especial; al terminar me llevé la sensación de haber hecho un reportaje a un amigo, de haber aprendido mucho y de poder transmitir que la vida siempre vale la pena. ¡¡¡Gracias Poke!!!
Esto es Espíritu de Montaña...
Fuente: www.primerafila.com.ar
Vancouver 2010 fue el primer Juego Paralímpico de invierno de la historia en contar con deportistas argentinos. Los pioneros en la nieve fueron los esquiadores Juan Ignacio Maggi y Leonardo Martínez que competieron en Canadá en el 2010.
La clasificación no fue fácil. Ambos atletas llegan a la cita olímpica gracias a sendos Wild Card (invitación especial) otorgados por el Comité Paralímpico Internacional y gestionados por el Comité Paralímpico Argentino (CoPAR) y la Federación Argentina de Ski y Andinismo (FASA). Sin dudas, este debut olímpico puede celebrarse tanto como haber subido al podio. Como condición, Maggi y Martínez debieron participar de la Copa de Europa en la ciudad de Piztal – Austria, donde sellaron su pasaporte a Canadá.
El malargüino Leonardo “Poke” Martínez, ex instructor de ski de la Escuela de Valle de Las Leñas, que hace tres años sufrió un accidente que lo dejó en silla de ruedas. Hoy, sigue haciendo lo que más le gusta y junto con su compañero de equipo se entrenaban hasta cinco horas por día con la cabeza puesta en las pistas de Vancouver. Ambos participaron en esquí alpino. Este es uno de los deportes más “adaptables” para personas con discapacidad: tiene 17 variedades y lo practican deportistas ciegos, discapacitados mentales o motores.
El equipo argentino lo completó Valeria Grandinetti, jefa de la delegación. ¿Pensar en una medalla es una utopía? “Sin antecedentes logramos la clasificación, que es el sueño más grande de un atleta. Ahora los principales rivales somos nosotros mismos”, explicaba Leo en aquel momento. Por mi parte no hay ninguna posibilidad de una medalla, creo que mi triunfo fue abrir el camino. Estamos seguros de que en adelante vendrán muchos más”.
El deporte argentino dió un paso gigante en su desarrollo.
Fuente: www.weblogs.clarin.com
Centro cultural Argentino de Montaña 2023