Es la comisión de Auxilio más antigua de Argentina y sus integrantes, pioneros en la tarea de salvar vidas en la zona de Bariloche, han inspirado a Clubes de Montaña de todo el país en esta solidaria vocación de servicio
Este artículo fue publicado en la revista "Camping" en septiembre de 1966, en él ya se ve a los integrantes del CAX como precursores en esta labor solidaria.
"El verdadero montañista es, sin objeción posible, la más noble obra de Dios." A. F. Mummery.
El grupo, en medio del gran acopio de sogas, piquetas, clavos y mosquetones, pasó bulliciosamente en la tibieza del refugio la última noche previa a la ascensión. Cuando por la mañana se transformaron en sólo una diminuta y lejana hilera de lentas figuras, ya nadie podía predecir su suerte; aunque el éxito los coronara, el regreso siempre sería una incógnita.
Y siempre lo seguirá siendo, desde que el 14 de julio de 1860 (por buscar el antecedente más memorable del pasado) Edward Whymper tras lograr la cumbre virgen del monte Cervino (en los Alpes) pierde en el descenso a cuatro de sus compañeros de escalada, que caen para siempre en el vacío. A partir de ese momento el anecdotario de tragedias en la montaña se engrosó voluminosamente. La resultante siempre fue una inequívoca convicción: la imposibilidad de llegar hasta el herido y proporcionarle una mínima curación precipitó casi siempre en funestos desenlaces.
Pocos conocen al único grupo formal que en la Argentina cumple - honorariamente - con tareas de salvataje en la montaña; sin embargo, tiene una trayectoria de 22 años y son muchos los que hoy pueden contar cómo fueron salvados o rescatados: manos que les curaron, brazos que les alzaron; hombres, en fin, que les transportaron a través de glaciares, crestas graníticas y bosques húmedos.
La historia de la Comisión de Auxilio del Club Andino Bariloche arranca en 1934, en la época romántica del andinismo - ya que era rudimentario en su técnica pero increíblemente avezado en sus pretensiones -. Desde luego el cerro Tronador (3.464 mts.), dominador de la zona del Nahuel Huapi por su tamaño y esplendor, ofrecía un atractivo indudable con su cumbre invicta.
Un empeñoso escalador de entonces, solitario andariego, sin compañía alguna se lanza al ataque: triunfa la noche del 29 de enero de 1934. En esos días el cerro estaba acosado por varios escaladores que se encaramaban por los helados flancos: incluso una expedición italiana.
Germán Claussen, que en la noche del triunfo paseó su figura - ataviada con un largo sobretodo - hasta el alba, sobre la helada cumbre, fue precisamente quien junto con Otto Meiling (uno de los fundadores del C.A.B. y primer profesor de esquí) constituirían pocos después, la primera comisión informal de auxilio.
En el ventisquero Casa Pangue del Tronador, habían desaparecido dos de los escaladores italianos: Sergio Mateoda y Walter Durando.
La infructuosa búsqueda fue repetida varios días con idéntico resultado: el Tronador se había cobrado sus primera víctimas deportivas. Este hecho funesto impulsó más aún la consecuente creación de un cuerpo estable de salvataje.
Precisamente en la reunión del 19 de marzo de 1934 se forma en el Club Andino Bariloche una comisión de auxilio compuesta de "socios especializados en ventisqueros y alto alpinismo".
En las primeras épocas afortunadamente la labor de la comisión es esporádica. El socio Rodolfo Roth desaparece en el Cerro Puntiagudo (Chile) en septiembre de 1937; las sucesivas búsquedas fracasan y recién al ano siguiente los comisionados Meiling y Wechler recuperan el cuerpo.
Las demás actividades consistieron por entonces en habituales traslados de esquiadores luxados o quebrados.
Apenas comenzada la década del 50, la proliferación de campamentos en el Parque Nahuel Huapi y la irrupción de grupos numerosos - no siempre experimentados - en la montaña, provocó un número mayor de accidentes y obligó por lo tanto a que la comisión permaneciera entrenada y día a día perfeccionara sus equipos.
Actualmente cuando se hace necesario reclutar a la Comisión, un llamado por LU8 Radio Bariloche aglutina en pocos minutos a sus miembros en la encalada sede del Club - a pocos metros del Centro Cívico de Bariloche -. En vehículos privados y la mayor de las veces en sucesivas avanzadas, estos samaritanos ataviados con camperas amarillas, parten equipados de transmisores, medicamentos, camillas, víveres, sogas, etc.
Todos han dejado inconclusa la tarea del día o apenas tuvieron tiempo de despedirse de sus hijos. Igualmente ignoran a ciencia cierta el tiempo que demandará la misión que voluntariamente emprenden, pero no están para preguntar o exigir, sino para darse.
Curiosamente, de entre las anécdotas destacables, los socios suelen memorar las que nada tienen que ver con andinistas accidentados: en agosto de 1955 un avión monomotor Stimson matriculado en Gral. Roca parte del aeroclub Bariloche, y al no llegar a su destino se hace motivo de sospechas. La conjetura de que se ha estrellado en los cerros de la región cobra poco a poco vigor. La nieve blanda de esos días iba a complicar las cosas, y sumada a la incertidumbre del lugar preciso del accidente iba a prolongar la búsqueda durante casi un mes de penosas caminatas y ascensiones. Finalmente, el hallazgo y una sorpresa: ni rastros del piloto Alberto Mullally. El avión desarmado y recuperado fue trasladado desde la montaña hasta el aeroclub. Víctor Enevolsen, miembro de la Comisión por aquéllos años, calificó la desaparición del piloto como verdaderamente misteriosa. Pero sin lugar a dudas, su cuerpo habrá quedado insepulto en algún cañadón del cerro Meta.
Tarea similar emprendió la comisión en mayo de 1957 cuando un avión Viking de L.A.D.E. se estrelló contra los faldeos del cerro Pontoneros. Se fue al rescate en una noche lluviosa iluminados por antorchas; inútilmente: ningún sobreviviente.
Quizás la tarea más importante que obligó a la comisión a un gran despliegue de sus hombres comenzó el 22 de mayo de 1960. Bariloche sólo recibe un sacudón del gran terremoto que ese día asoló a Chile (y una gran ola recorre el lago Nahuel Huapi y se estrella contra el muelle de la ciudad, desapareciendo allí los señores Frattini y Kempel).
Los cataclismos no intimidaron a los camperas amarillas (entonces aún no uniformados) ;cruzaron la frontera esa misma noche y luego prestaron su auxilio en Peulla, Puntiagudo, Osorno y otros lugares, siendo la primera fuerza de salvataje que llegaba a la zona chilena afectada.
Desgraciadamente varios de sus mismos miembros perecieron en la montaña: Heriberto Schmoll, que fuera presidente de la Comisión, fue sepultado por una avalancha de hielo en el cerro Paine (enero de 1954) cayendo en esa oportunidad junto con otro miembro de la samaritana legión: Toncheck Pangerec.
El cerro Tronador se cobró la vida de Wenceslao Clerch; y hace dos años la comisión encontró dificultades para reunirse: debía ir al rescate de uno de sus adalides y veteranos miembros; pero la tarea era sumamente ingrata, ya que Gregorio Ezquerra había quedado definitivamente derrotado en el cerro López.
Últimamente, la semana de la nieve impone en la fiesta invernal del cerro Catedral la posibilidad de que la Comisión reclute algunos fondos, principalmente los ingresos de un igloo donde se despacha vino caliente y panchos; ingresos que se suman a donaciones públicas y privadas, lo que ha permitido ir adecuando los elementos con que debe contar para las tareas de rescate.
Presidida por Bartolomé H. Olivieri, actualmente la comisión aspira conseguir medios de movilidad; una forma de agilizar sus movimientos. Muchos sin duda se prestarán a colaborar.
Este grupo de hombres es mirado con simpatía, una simpatía que solo conoce las limitaciones que impone la reducida difusión de sus tareas. Quizás entre las máximas aspiraciones de un andinista está el poder brindarse íntegro al compañero en dificultades y es así que muchos son los andinistas que aspiran a integrar el grupo de la Comisión de Auxilio (CAX).
La Comisión de Auxilio del Club Andino Bariloche (CAX) funciona desde 1934. Es un equipo de rescate voluntario que reúne a diferentes personas de Bariloche (andinistas, méicos, ingenieros, etc) que se prestan al servicio e la comunidad para rescatar a cualquier persona que tenga inconvenientes dentro el Parque Nacional Nahuel Huapi. Son alrededor de 50 los integrantes de la CAX que no reciben ningún tipo de beneficio por su participación salvo, a veces, el agradecimiento del rescatado.
Ante un accidente o extravío de una persona < en la montaña >, comuníquese con alguno de las siguientes personas o instituciones:
CLUB ANDINO BARILOCHE
Teléfono guardia CAX: (0294) 15 4636960
VHF: 148450
Teléfono: (0294) 442-2266 o 442-4579
Correo electrónico: info@clubandino.org
Jefe de la CAX: Claudio Fidani 0294 15 4323654
Sub jefe de la CAX: Iván Bonazalza: 0294 15 4557719
Tel: 452-7966
Refugio Frey: (0294) 15 4355222 o 15 4678111
Refugio Meiling: (0294) 15 421-3921 y (0294) 15 420-9712
Refugio Laguna Negra: (0294) 15 460-3879
Refugio Jakob: (0294) 15 432-3654
Refugio Neumeyer: (0294) 442-8995
Refugio López: (0294) 15 458-0321
Refugio Agostino Rocca: 0294-154-378444
Tel: 103 ó 442-8276 ó 442-9324
VHF:149.335
Tel: 105 ó 442-2479
VHF: 155.675
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