Montañismo

Polémica sobre la protección de los glaciares Argentinos

Si queremos protegerlos de sustancias contaminantes, hay que estar atentos sobre el impacto ambiental a la hora de construir obras o autorizar actividades de explotación minera o petrolera




Hace pocos días  el Gobierno presento  el Inventario Nacional de Glaciares, un hito que pone fin a un pasivo en materia de política pública ambiental. Se trata de un paso imprescindible para el cumplimiento de la ley de presupuestos mínimos para la preservación de los glaciares y de los compromisos globales que la Argentina ha suscripto.

Los datos confirman a la Argentina como el segundo país del continente sudamericano (después de Chile) en términos de extensión de sus glaciares, y entre los 15 mayores a nivel mundial. Foto: www.ambito.com


El inventario es una herramienta fundamental para conocer y conservar nuestros recursos hídricos estratégicos. Identifica y caracteriza glaciares y periglaciares que actúan como reservas hídricas de nuestro país y cuenta con información necesaria para su adecuada protección, control y monitoreo. La tarea fue  realizada por el Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (IANIGLA), cuyo director, Fidel Roig, definió la tarea llevada a cabo como "titánica" y se inició en diciembre del 2015 con menos del 10% del inventario realizado a esa fecha.
 

Los glaciares cordilleranos significan un 70% de la reserva hídrica de todo el país: cualquier actividad que allí se desarrolle requiere de una profunda reflexión política y científica sobre sus verdaderas consecuencias.

El icono de los glaciares es sin duda el Perito Moreno. Sin embargo la cantidad de glaciares que tenemos en el país es enorme y diversa: son exactamente 16.968, unos 8.484 kilómetros cuadrados cubiertos de hielo desde Jujuy hasta Tierra del Fuego y las Islas del Atlántico Sur, una superficie equivalente a 40 veces la Ciudad de Buenos Aires.

Los glaciares atraviesan nuestra cordillera como una espina dorsal de hielo, con diferentes tamaños y características de acuerdo a cada región. Desde el Noroeste hasta el norte de San Juan, la aridez de los Andes desérticos limita su formación a pequeños parches en los picos más altos.

En los Andes Centrales las precipitaciones producen glaciares de mayor tamaño y son muy frecuentes los glaciares cubiertos por rocas. En el norte de la Patagonia, siguen creciendo las lluvias, disminuye la altura de la cordillera y aparecen los glaciares de cráter ubicados  en las paredes  que rodean la boca los volcanes.

Mapa de la zona de los glaciares de Argentina. Mapa: www.animalderuta.com
 

El retroceso del glaciar Upsala, en imágenes de 1928 y 2004. Foto: www.ambito.com


En el sur, hasta las cuencas santacruceñas del río Gallegos y río Chico, las precipitaciones de entre 5.000 y 10.000 mm anuales permiten el desarrollo del Campo de Hielo Patagónico Sur (2.662 km2 están en Argentina). Esta región incluye varios glaciares de descarga, que desprenden témpanos de hielo en los grandes lagos patagónicos, incluyendo el famoso Perito Moreno. Ya en Tierra del Fuego y las Islas del Atlántico Sur se encuentran glaciares pequeños.
 

Los datos confirman a la Argentina como el segundo país del continente sudamericano (después de Chile) en términos de extensión de sus glaciares, y entre los 15 mayores a nivel mundial. El top 3 de glaciares nacionales está ubicados en la provincia de Santa Cruz. La lista lo encabeza el Upsala con una superficie total del 785 km2, seguido por el Viedma (737 km2 de superficie) y el Perito Moreno (244 km2 de superficie).

Pero además, el estudio servirá para poder cuantificar el retroceso que sufren nuestros glaciares, debido al efecto del cambio climático y otros fenómenos, una variable constatada a nivel mundial por el World Glacier Monitoring Service. Según sus estadísticas, los glaciares de todo el mundo se redujeron significativamente en la década de 1940, disfrutaron de condiciones estables alrededor de la década de 1970 y desde mediados de los '80 volvieron a sufrieron un marcado descenso hasta el presente.

Como señala el informe, el inventario permite contestar preguntas básicas como ¿Cuántos glaciares hay en el país? ¿Qué superficie ocupan? ¿Dónde están ubicados?, pero deja en suspenso a la vez nuevos interrogantes a dilucidar: ¿Cuál es volumen de hielo almacenado en ellos? ¿Cuál es su contribución a los caudales de los ríos andinos? ¿Cómo serán afectados por el calentamiento global?

El Perito Moreno, el más icónico de nuestros glaciares. Foto: www.ambito.com

Glaciar Viedma cada vez con menos nieve y más escombros sobre el mismo. Expedición a Hielos Continentales 2004.
Foto: Mauricio Bianchi


La ley

El inventario estaba ordenado por la Ley de Glaciares 26.639 que en el artículo 15º -“Disposiciones Transitorias “establece que en un plazo no mayor a ciento ochenta días deberá realizarse el Inventario Nacional de Glaciares, donde se individualizarán todos los glaciares y geoformas periglaciares que actúan como reservas hídricas existentes en el territorio nacional, sobre aquellas zonas en las cuales se estén desarrollando actividades prohibidas expresamente en el artículo 6° de la ley 26.639.
 

La Ley 26.639 de la Nación Argentina, más conocida como Ley de protección de glaciares, fue aprobada el 30 de septiembre de 2010     por un dividido Congreso de la Nación y pasaron ocho años entre su sanción y la finalización del inventario, con una innegable demora por parte del Ejecutivo a su realización.

En 2008, una ley anterior, de la diputada Marta Maffei, que también tenía por objetivo la protección de los glaciares, había sido aprobada por mayoría en la Cámara de Diputados, pero Cristina Fernández, como presidente de la Nación Argentina vetó esa ley. En 2010 Miguel Bonasso presentó un nuevo proyecto que el mismo reconoce como muy similar al de la diputada Maffei. A su vez el senador oficialista Daniel Filmus presentó otro proyecto.
 

Finalmente el Congreso de la Nación aprobó la ley  hoy vigente  y en octubre de 2010 se promulgó. Esta ley conjugó la propuesta del diputado Miguel Bonasso (basada en la de Maffei) y con la de Daniel Filmus, aunque Bonasso se había opuesto a los cambios.
 

La ley 26639 fue reglamentada por el decreto 207/2011 el 28 de febrero de 2011 y establece los presupuestos mínimos para la protección de los glaciares  y del ambiente periglacial con el objeto de preservarlos como reservas estratégicas de recursos hídricos para el consumo humano; para la agricultura y como proveedores de agua para la recarga de cuencas hidrográficas; para la protección de la biodiversidad; como fuente de información científica y como atractivo turístico constituyendo a los glaciares como bienes de carácter público.

Prohíbe la liberación de elementos contaminantes y la exploración minera e hidrocarburífera en los glaciares y periglaciares; y ordena realizar un inventario de glaciares completo cada cinco años, y a que, antes del 30 de marzo de 2011, se relevarán las zonas prioritarias, donde existen emprendimientos industriales.​

Glaciar Upsala. Foto: www.fotoseimagenes.net

Glaciar Spegazzini, Parque Nacional de los Glaciares, Argentina. Foto: www.curiosoando.com

Trabajo de campo del Ianigla para inventariar los glaciares de Argentina. Foto: IANIGLA


La polémica

Durante años se optó por esconder la tensión natural que existe entre el desarrollo productivo y el cuidado del ambiente. Es por eso que se evitó avanzar con el inventario, desfinanciándolo, para no abordar los temas de fondo y los conflictos que surgen del uso y el acceso a los recursos naturales.
 

Las actuales autoridades   celebraron el inventario, pero la justicia y los activistas medioambientales lo consideran incompleto, y continúa la polémica.
 

El Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (Ianigla), responsable del inventario, siguió criterios internacionales a la hora de inventariar sólo las masas de hielo mayores a una hectárea.
 

Sin embargo, en noviembre de 2017,  el juez  Sebastián Casanello, titular del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 7, procesó a funcionarios del Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (IANIGLA) y de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación por el delito de delito de abuso de autoridad (art. 248 del CP), en tanto incumplieron con lo establecido en la Ley de Presupuestos Mínimos para la Preservación de los Glaciares y del Ambiente Periglacial (Ley 26.639, promulgada en octubre de 2010) y los principios consagrados en la Ley General de Ambiente (25.675).

El juez sostuvo que crearon un documento (“Cronograma y Fundamentos de Ejecución”) en clara contradicción con la ley nacional 26.639, el cual impidió que fueran inventariados, conocidos, y por lo tanto protegidos, muchos cuerpos de hielo existentes en la zona Lama-Veladero donde se asienta la mina “Barrick Gold”, zona que por su extrema aridez hacía aún más necesaria la preservación del agua.

Además, Casanello les atribuyó el haber retenido información y demorar la publicación del Inventario Nacional de Glaciares, como así también postergar los trabajos que debían efectuarse en la zona, la cual era “prioritaria” conforme la ley debido a la existencia de la mina. Sebastián Casanello se ha vulnerado la Ley de Glaciares, que explicita en su artículo 2 la protección de todos los cuerpos de hielo "cualquiera sea su forma, dimensión y estado de conservación".

Rumbo al camping Piedra del Fraile, Dario Bracali y Guillermo Martin, Expedición al Volcán Lautaro, Patagonia Chilena. Foto: Fernando Rampezzotti

Limite inferior del glaciar Marconi. Foto: Guillermo Martin

Glaciar del Caballito, en la provincia norteña de San Juan. Foto: M. Castro, Inventario Nacional de Glaciares

Portezuelo Alto del Rio Plomo, parte de la historia del lugar, descubierto por Federico Reichert a comienzos del siglo XX. El “glaciar colgante”, es un rebalse de hielo del mismo Ventisquero Rio Plomo. Foto: Glauco Muratti


La discusión es clave porque de ella dependen varios proyectos mineros. Afecta también a la polémica mina de Veladero, en la provincia norteña de San Juan, que registró dos derrames de cianuro en los últimos años cuando era operada por la canadiense Barrick Gold. En el dictamen emitido por Casanello el pasado diciembre, se reúnen testimonios de legisladores, científicos y extractos de estudios ambientales de la provincia de San Juan y de la minera Barrick Gold que hablan de la "presencia de permafrost", típica de ambientes periglaciares, en la zona de explotación de Veladero, ahora en manos de la empresa chino-canadiense Andina del Sol.

En la Provincia de San Juan tres investigadores de la Universidad Nacional con sede en  esa ciudad  (UNSJ) realizaron un estudio comparativo de imágenes aéreas para conocer los cambios producidos en el ambiente de los Andes desérticos en los últimos 17 años.

El principal objetivo de la investigación fue dimensionar el impacto de las minas Veladero y Pascua Lama, ubicadas al noroeste de la provincia de San Juan, sobre los glaciares y diversas geoformas del ambiente glaciar y periglaciar de esas latitudes.
 

En igual sentido la glacióloga Ana Paula Forte, integrante del equipo, manifestó que “El impacto  es pronunciado. Los glaciares y manchones de nieve han sufrido importantes retrocesos durante los últimos 17 años, de tal manera que un significativo número de manchones de nieve permanente han desaparecido. Mientras, el ambiente periglaciar, por estar más ampliamente desarrollado en la zona, ha sufrido la mayor cantidad de afectaciones".
 

Por su parte los defensores de la metodología utilizada  opinan diferente "Resulta extraño que institución que más ha hecho por la protección de los glaciares se vea acusada de favorecer la actividad minera", dijo a EL PAÍS en diciembre de 017  Ricardo Villalba, el extitular del IANIGLA, actualmente  procesado" por Casanello “ Estamos shockeados porque hemos aplicado estándares científicos aprobados por toda la comunidad internacional", agregó. El inventario realizado por Villalba recibió el respaldo de numerosos colegas y ayer obtuvo también el aval gubernamental. El Ejecutivo actual cree que a la ley le faltan precisiones; los ambientalistas subrayan que es muy clara. No se descarta que vuelva a discutirse en el Congreso.

Desde el Paso Huemul se contempla el glaciar Viedma “descargando sus hielos”
en el lago del mismo nombre. En esa zona rocosa es donde los turistas llegan en embarcaciones
para hacer trekking sobre este glaciar. Expedición a Hielos Continentales 2004. Foto: Mauricio Bianchi

Guillermo Martin ascendiendo por el Glaciar Marconi en medio de la tormenta, Expedición al Volcán Lautaro, Patagonia Chilena. Foto: Dario Bracali

Guillermo Martin ascendiendo por el Glaciar Marconi en medio de la tormenta, Expedición al Volcán Lautaro.
Foto: Dario Bracali


Conclusiones

El inventario es, esencialmente, un instrumento orientado a la protección de las fuentes de agua potable y a generar un desarrollo que no comprometa nuestros recursos estratégicos. Los glaciares son agua, un elemento vital para un desarrollo sustentable de todos los argentinos y aquellos que integren las futuras generaciones, y por lo tanto deben ser cuidados. De ahora en más, si no se cumple con un drástico recorte de emisiones contaminantes que logren limitar el aumento de la temperatura global, los escenarios que proyecta los principales organismos, como el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) nos dejan a las puertas de escenarios con fuertes impactos sobre los glaciares, con trastornos en la evolución del paisaje, conflictos en el suministro de agua dulce y aumento del nivel de los mares.

Por eso, contar un mapa detallado de cada uno los glaciares examinados a lo largo de 12 provincias es decisivo, si se lo atiende, para protegerlos de sustancias contaminantes y tener en cuenta el impacto a la hora de construir obras de infraestructura o autorizar actividades de explotación minera o petrolera.

Además de las reservas vitales de agua dulce están en juego la conservación de la biodiversidad, la preservación de una fuente clave para la información científica y valiosos atractivos turísticos.

A partir de este momento las provincias cuentan con una herramienta que permite definir qué actividades pueden realizarse y cuáles no. Seguramente será necesario precisar algunos aspectos de la norma para evitar ambigüedades o potenciales conflictos de aquí en adelante.
 

Trekking sobre el Glaciar Perito Moreno. Foto: www.mundobelissimo.blogspot.com.ar

 

Fuentes: - www.ambito.com
                    - www.es.wikipedia.org
                    - www.lanacion.com.ar
                    - www.elpais.com
                    - www.losandes.com.ar
                    - www.cij.gov.ar







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