Una ascensión de misterio y autodescubrimiento
Escalar en solitario es encontrar la exquisitez en esta actividad, cometer un error tendría consecuencias peligrosas y es esto lo que la hace un desafío diferente que cuando realizo normalmente escaladas en cordada con compañeros y aseguramientos en la progresión.
El desafío esta en como relacionarse con uno mismo, esto implica el lograr una relación con la soledad, de equilibrio y tolerancia; y con la montaña de empatía y respeto, buscando los tiempos en relación al itinerario proyectado y aceptando lo que sentimos y percibimos de la aventura que hemos elegido.
Muchos me preguntan por qué arriesgarse y les contesto que solo haciéndolo podrían entender el por qué, es ante todo una experiencia personal de búsqueda donde lo importante es el presente, buscando lograr un estado de atención y armonía.
Cuando elijo esta clase de expedición dónde el único encuentro con otro ser humano es a través de mi memoria emocional, me siento acompañado todo el tiempo, por la naturaleza, Dios o la Pachamama, es difícil de expresar con palabras, se percibe el placer de permanecer en un lugar alejado de la civilización teniendo momentos de encuentro de reflexión y tranquilidad.
Comenzó un año antes, cuando mi amigo Christian Vitry después de un rico almuerzo en su casa en Salta charlando de aventuras, tomando un café en la sobremesa, me contó de cuando realizaron en el año 1986 la Primera Ascensión de la Canaleta Argentina del Palermo junto a Antonio Zuleta y Emilio Gonzáles Turu. Esta ruta tiene para él, un contenido profundamente emocional pues mientras ellos realizaban la escalada su madre Argentina Di Bello de Vitry fallecía en la ciudad de Salta, luego de una larga enfermedad, entonces por iniciativa de Antonio Zuleta fue bautizada “Canaleta Argentina” en homenaje a la madre de Christian; él me comentaba que le llamaba la atención que desde entonces nadie la había vuelto a subir, esto despertó mi instinto de Aventura.
La Canaleta Argentina del Palermo se encuentra en el Nevado de Cachi que está situado al Suroeste de la capital de Salta, a 186 Km. de la misma yendo por la ruta provincial 59. Este cordón montañoso está compuesto por nueve cumbres, cuya altura máxima es el Libertador de 6.380 mts. se desarrolla en sentido Norte-Sur, con una distancia aproximada de 20 Km. de longitud, en este espacio es donde se encuentran todas sus cumbres.
Lo interesante del Cachi es la diversidad de escaladas que se pueden realizar, desde roca, hielo o ascensionismo, además posee la particularidad de haber sido un centro de peregrinación en la época del Imperio Inca por lo cual encontraremos en muchas de sus cumbres santuarios de altura como también restos de construcciones con una antigüedad de más de 500 años, es importante respetar y cuidar nuestro patrimonio pues de ello depende de que las próximas generaciones puedan disfrutar de este valioso legado.
Todos aquellos que quieran escalar y explorar en la zona les recomiendo que consulten la Guía El Nevado de Cachi escrita por Christian Vitry de Ediciones Palloni. El que exista nos proporciona la posibilidad de disfrutar la zona y poder acceder a la experiencia de un montañista que la ha recorrido por décadas, es una herramienta fundamental que posee información de las rutas, el clima, como también de arqueología e historia.
Elegí el mes de mayo, siendo la mejor época para ascender en hielo en la zona por tener el tiempo estable, aunque las horas de luz son cortas (8 hs. a 18 hs.). Ingrese por las Pailas que se encuentra a una altura de 3300 mts. y a 20 Km. del pueblo de Cachi.
Fui ascendiendo lentamente pues vivo en Buenos Aires y la idea era aclimatar y darle al cuerpo el tiempo de que desarrolle mas glóbulos rojos en la sangre y de esa manera lleve oxigeno a las distintas zonas de mi cuerpo en un ambiente donde cuanto más asciendo, mas enrarecido esta el aire, si no lo hiciera de esta manera podría apunarme (mal de altura) y en consecuencia tener un edema pulmonar o cerebral, digamos que la ascensión que realice en 7 días, si hubiera estado aclimatado la podría haber realizado en 2.
Cuando uno aclimata es esencial tener paciencia y ascender escuchando al cuerpo, de ello depende el éxito de una expedición, me conozco pues he aclimatado muchas veces y creo que el cuerpo posee una memoria vivencial, lo importante es hacer movimientos lentos y no acelerarse aunque nos sintamos muy bien, es normal en la aclimatación sentir algún dolor de cabeza leve, despertarnos a la madrugada como si nos ahogáramos (abnea), sentir el rostro hinchado (edema), si estos síntomas y signos se agravan es fundamental descender inmediatamente para nuestra seguridad.
En los 6 días de ascensión realice 5 campamentos en un entorno bellísimo donde en las inmediaciones de las vegas (diminutos valles) con hermosos arroyos de agua cristalina y formaciones rocosas que semejan a castillos y fortalezas donde viven vizcachas de montaña con su pelaje largo y esponjoso como únicos acompañantes curiosos en la travesía, esto salpicado con restos de antiguas construcciones que parecieran recobrar vida cuando el sol se ocultaba. El ultimo campamento lo arme a 5000 mts. a 200 metros más abajo del anfiteatro Kühn, desde allí la idea era salir a la madrugada y realizar la escalada.
El día anterior hice la prueba y me levante, el frio era mordaz y como la carpa era muy baja tenía que terminar de vestirme en el exterior con temperaturas bajo cero, fue difícil, fui casi corriendo hasta la base de la canaleta pues quería probar mi nivel de aclimatación, cuando uno escala con técnica, el grado de aclimatación tiene que ser mejor que el que realiza ascencionismo, pues la atención en una escalada en los movimientos, observación de la ruta y la auto evaluación de las elecciones que tomamos, es fundamental estar presentes y sentir que nuestro cuerpo, mente y emociones se integran en una dinámica de atención continua, mientras que el que realiza la ascensionismo puede pensar en otra cosa mientras camina o parar a recuperarse cuando lo elija.
Estudie el itinerario, me percate que a partir de las 11 de la mañana cuando el sol comenzaba a calentar las rocas, empezaban a caer piedras por la canaleta y en su parte superior y mas expuesta, corría viento arrastrando nieve y hielo. A la tarde llame por el handy a la comisaria de Cachi avisándoles que al día siguiente realizaría la escalada y la ruta elegida, esto lo había hecho todos los días, es importante avisar el itinerario antes de realizar la escalada, hoy en día es obligatorio hacerlo en el pueblo de Cachi.
Al séptimo día me levante a las 5 de la mañana con una temperatura de -10° C, desayune dentro de la carpa, había hecho te el día anterior y comí unas galletas, después a vestirme sin poder sentarme pues la carpa es súper baja, salí del campamento a las 6 hs. sintiendo mucho frio, llegando a la base de la Canaleta a las 8 hs. cuando la luz del sol se hizo presente, el tiempo era inestable y nuboso, cosa positiva pues si a la canaleta no le da el sol, está más apta y segura para escalarla.
El comienzo de la escalada es mixto con una superficie tipo pedrero y nieve que está a 40 grados, es muy amplia y si uno se ubica a los costados está seguro de las piedras que caen, el comienzo de la escalada es como una primitiva danza interminable, estás haciendo lo que amas y moves tus piernas y la piqueta bailando con la montaña, había elegido traer solamente la piqueta de travesía, hubiera sido mejor las técnicas pues se veía más arriba pasos de 60 grados en hielo.
Cuanto más ascendía la canaleta mas se estrechaba, el peligro constante de las caídas de rocas de todas las medidas imaginables, se hacía más expuesto, después de 7 horas de escalada sin ningún descanso a las 15 hs. llegue al final de la misma ascendiendo 700 mts de desnivel con una inclinación de hasta de 60° y pasos de hielo cristal que al clavar los grampones o la piqueta caían al vacio.
Luego comencé el descenso por la misma ruta del ascenso y después de 3 extenuantes horas estaba nuevamente en la base, justo con los últimos rayos de sol comencé la caminata rumbo a la ansiada carpa, la linterna empezó a fallar y sumado al gran cansancio el camino de 2 horas se convirtió en 3, finalmente luego de 15 hs. sin parar a las 21 hs. me encontraba en mi campamento tomando una sabrosa sopa y con muchas ganas de meterme en mi bolsa de dormir y descansar.
Al día siguiente desayune abundantemente y levante el campamento, el día era hermoso con pocas nubes y casi nada de viento, tenia ganas de quedarme a descansar todo el día, pero elegí volver, avise por handy que había regresado y estaba bien y que en menos de 2 días calculaba estaría en Cachi, baje sin parar y llegue hasta el valle principal donde ya se divisa Cachi adentro, esa noche saboree una sopa y dormí a la intemperie mirando las estrellas.
Al día siguiente a la mañana ya estaba en Cachi adentro, donde me esperaba en su camioneta color azul Antonio Mercado (que en ese entonces era Director del Museo de Arqueología de Cachi) de allí nos fuimos a almorzar y después de 9 días sin hablar con nadie era un placer compartir charlando mi experiencia, esa misma noche en el museo dicte un Taller de Primeros Auxilios utilizando Medicina Tradicional China que resulto un éxito y al otro día regrese a la ciudad de Salta.
Lista del Equipo llevado: Grampones automáticos, botas plásticas, piqueta de travesía, soga de 20 metros de 8mm, un aro de cinta tubular de 1 metro, un mosquetón chico con seguro, carpa Makalu, toda la ropa usada también fue Makalu, termo, calentador multifuel, marmitas, botiquín, Anteojos, antiparras, bolsa de dormir y cubre bolsa Makalu, handy, GPS, cámara de fotos, música y un buen libro.
Esta es la historia sobre lo que me ocurrió en el Cachi mientras realizaba la escalada a la Canaleta Argentina, aquí lo comparto con ustedes.
Cuando llegue al pueblo de Cachi mi intención era reunirme a cenar con Antonio Mercado antes de comenzar la expedición a la Canaleta Argentina al día siguiente y preguntarle datos de la zona, ya que el es un gran conocedor y montañista, me sorprendió cuando compartió su angustia frente a la pérdida de su amigo Alejandro Lewis a quien el lo sentía como su compañero de montaña, me conto que no había querido volver a ascender ninguna montaña más desde su muerte.
Le pregunte como había sido el accidente, me conto que ocurrió en el ultimo campamento en el Volcán Sajama (la cumbre más alta de Bolivia), su compañero de cordada era Pablo Maciel, otro escalador salteño, cuando se levantaron a la madrugada a realizar la cumbre el tiempo era pésimo, Alejandro insistió en ir igual y Maciel no quiso pues le pareció que era peligroso, Alejandro tomo la decisión de ir solo y nunca mas volvió, le comente que con el tiempo seguramente iba a superar su perdida.
Había conocido a Alejandro 6 meses antes de su muerte en la ciudad de Salta, en aquella oportunidad me comento su proyecto y me entrego una carpeta con la presentación del mismo que era la de subir a las montañas más emblemáticas de Sudamérica y al mismo tiempo dar a conocer un proyecto de Turismo Cultural de integración. Al final de la cena me despedí de Antonio y quedamos que si podía, cuando avisara por handy de mi regreso iba a buscarme con la camioneta, le di las gracias y me aboque a mi desafío.
Cuando estaba escalando en la Canaleta Argentina a eso de las 12:00 hs., escuche que me llamaban por mi nombre, GUILLERMO, GUILLERMO!! seguí abocado a lo que hacía, sabía que no había nadie en la zona y seguramente era una alucinación auditiva, igual cuando pude mire al costado y no había nadie, seguí escalando y a la hora aproximadamente volví a escuchar GUILLERMO, GUILLERMO, GUILLERMO!!! esta vez con más fuerzas mire un segundo al costado y vi a un escalador que tenía una campera color azul, me pareció muy raro en cuanto pude acomodarme en un lugar seguro volví a mirar y no había nada, me dije a mi mismo, mucha adrenalina, viento e imaginación y seguí sin darle importancia.
A la vuelta de la escalada con un gran cansancio, estaría a 1 hora de donde se ubicaba mi carpa ya llevaba 14 horas sin parar de actividad, me senté a recuperarme y cuando miro hacia adelante veo una silueta pues ya casi no había luz, y siento que quien estaba en frente mío era Alejandro, le pregunto en voz alta si es el y percibo de alguna manera que sí. Le vuelvo a preguntar en voz alta, si quería decirle algo a su amigo Antonio y siento que me dice "perdónalo", al instante me despierto del ensueño y me levanto y me dirijo hacia la silueta y me encuentro que eran dos rocas superpuestas que con la oscuridad semejaban a la de un hombre parado, me digo a mi mismo que cansado que estoy, sabiendo que en estas situaciones de agotamiento la mente entra en un estado alterado de alucinación y prosigo mi marcha hacia la tan ansiada carpa.
A la mañana del segundo día descendiendo por el amplio Valle que lleva hasta Cachi Adentro, veo en la lejanía un pequeño punto azul y me alegro, pues creo que es la camioneta de Antonio, me encuentro primero en el camino con un grupo de andinistas de Salta que se dirigen al Pilar de las Pailas el fin de semana y les cuento de mi aventura, al los 5 minutos llega por el mismo camino Antonio con su camioneta, los andinistas lo saludan y prosiguen su camino.
Me quedo a solas con Antonio en el vehículo, veo un termo y le digo mientras volvemos que tomemos unos mates y empiezo a prepararlo, le cuento que me paso algo extraño en la montaña con respecto a Alejandro Lewis y si quiere que se lo cuente, y el accede. Le relato lo que me ocurrió en la canaleta y luego cuando regresaba a la carpa la alucinación que tuve supuestamente de Alejandro que me dio un mensaje para el: "perdónalo", cuando termino veo en su rostro una expresión extraña y me disculpo si hubo algo de lo que dije que lo ofendiera; el me responde que no hay ningún problema y que me agradecía el habérselo contado. Entonces me cuenta que en el grupo de andinistas que nos habíamos encontrado estaba Pablo Maciel y que no lo había visto desde antes del accidente, el había sido el compañero de Alejandro y lo había dejado ir solo a la cumbre…
Es un misterio lo que ocurrió solo sé que sentí que le entregaba el mensaje de Alejandro a Antonio, "perdónalo".
Para realizar esta aventura fue indispensable llevar el mejor equipo y que fuera liviano para lo cual la empresa de Makalu Outdoors, diseño especialmente una carpa ultraliviana para una persona que pesa 1Kg además de toda la ropa y equipo usado en la expedición.
En Mayo del 2005, Guillermo Martin, realizó como la primera ascensión a la Canaleta Argentina del Palermo en solitario. Nevado de Cachi, Provincia de Salta.
En el año 1986 Christian Vitry realizó la primera y única ascensión de la Canaleta Argentina del Palermo junto a Antonio Zuleta y Emilio Gonzáles Turu.
Centro cultural Argentino de Montaña 2023