· Antropología

Reflexiones sobre el ego y la ascensión al Everest

Miguel Florian Kvarta, Grupo Rosarino de Actividades de Montaña

Edición: CCAM

Por Miguel Florian Kvarta, Grupo Rosarino de Actividades de Montaña -
Leyendo la page de facebook del Grupo Rosarino de Actividades de Montaña encontramos esta interesante reflexión de Miguel, sobre un artículo referido a la ascensión al Everest, que los compartimos con ustedes, los invitamos a contactarse a info@culturademontania.org.ar y compartir sus experiencias en nuestro Portal y Revista Digital de Montaña.
Dra. Cristina Barraza
Directora Editorial del CCAM

Montañistas esperando su turno en el Paso Hillary. Foto: Al Jazeera, www.nationalgeographic.com.es

Quería aclarar que esto no es montañismo, ya que el que no conoce de montaña lee este tipo de noticias (ver abajo), y piensa cualquier cosa, por ejemplo puede imaginar que el Everest es algún tipo de meta o sueño máximo para los montañistas, la realidad es que los que intentan el Everest no son montañistas, esa es la primera máxima que debemos tener en cuenta.

Sé que hay muchos de nosotros que lo ha intentado ó concretado, pero reconozcan que para hacerlo debieron pisotear su espíritu de montaña totalmente y fundamentalmente pusieron una gran cantidad de dinero para hacerlo. Algunos lo harán por razones comerciales (loables), de prestigio y otros por alimentar el interminable ego.

Hay varias razones para afirmar lo que digo

La primera, y la más evidente es la que surge de la lectura del artículo (ver abajo). Y no se trata del derecho de vivir ó morir como a uno se le plazca, o de practicar una actividad riesgosa, se trata de que el montañismo es una actividad donde la humildad, el respeto, la sensatez, la libertad, la belleza y el arreglarse solos son sus pilares fundamentales.

En el Everest como en otras famosas montañas como el Aconcagua, no hay respeto, no hay sensatez, no hay libertad, no hay belleza (no puede haber belleza en un cementerio), y menos que menos esta el hecho de valerse por sí mismos, sin ayuda de terceros contratados.

Todos sabemos que para intentar un Everest además de ser millonario, hay que contratar servicios, sherpas, usar oxígeno, usar escaleras de aluminio para cruzar grietas, usar cuerdas fijas instaladas por los trabajadores sherpas que son los verdaderos titanes de la montaña. No mientan mas, eso no es montañismo, puede llamárselo turismo de montaña ó tour del ego.

Cara Oeste del Everest. Foto: www.haciendofotos.com

Everest al límite, ascenso de montañistas. Foto: www.nationalgeographic.com.es

Campamento base del Everest. Foto: www.livingif.com

Pero dejemos eso de lado y vayamos al artículo

Un montañista no pasa por al lado de un cuerpo sin inmutarse y no es indiferente a bajarlo ó darle sepultura por su memoria y el de sus familiares; un montañista no pasa al lado de alguien que pide ayuda ó que esta en problemas y lo ignora.

Un montañista no le saca fotos a un muerto para mostrarlo en un artículo. ¿Qué pensarían ustedes si la persona de la foto fuera tu hermano, o tu padre? El artículo avergüenza, es una falta de respeto para esas personas que murieron allá y su memoria y los sentimientos de sus familias.

Artículos referidos al Everest

Más de 200 cadáveres son dejados en el Everest para alertar escaladores

A lo largo de los últimos 850 metros que preceden a la cima del Monte Everest han caído muchos alpinistas a lo largo de la historia. Es la llamada “zona de la muerte”, una región donde la aclimatación es prácticamente imposible y el oxígeno disponible se reduce tanto que cada minuto que pasa reduce las posibilidades de sobrevivir. Ahora un equipo internacional de investigadores, dirigido por médicos del Hospital General de Massachussets, ha investigado los motivos de cada una de las 212 muertes registradas en esta zona de alta montaña entre 1921 y 2006. Sus conclusiones se publican en la revista British Medical Journal.

Largas esperas en el ascenso al Everest traen peligros. Foto: Al Jazeera, Utmost Adventure Trekking www.elmolinoonline.com

Sherpas en la cascada de hielo del glaciar Khumbu del Everest en ruta hacia el campamento 1. Foto: Darío Rodríguez, Desnivel

Los datos analizados revelan que la tasa de mortalidad en estos 86 años ha sido de un 1,3%, y que la mayoría de los montañeros fallecidos mostraban síntomas como la confusión, la pérdida de coordinación física e incluso pérdida de conocimiento. Todo ello apunta al edema cerebral, es decir, la ruptura de los vasos sanguíneos del cerebro debido al exceso de altura. Sorprendentemente apenas se han registrado fallecidos por avalanchas o desprendimientos del hielo, especialmente en las últimas décadas.

Por otra parte, los investigadores han comprobado que entre los sherpas que viven en las faldas del Everest y que normalmente acompañan a los alpinistas, el número de fallecidos es mucho menor. “La mayoría de los sherpas nacen y pasan su vida a gran altura, por lo que están mejor aclimatados”, subraya el artículo publicado en BMJ, donde manifiestan su interés por estudiar a fondo la fisiología de estos individuos.

Los últimos 850 metros que preceden a la cima del Monte Everest es llamada “la zona de la muerte”, una región donde la aclimatación es prácticamente imposible y el oxígeno disponible se reduce tanto que cada minuto que pasa reduce las posibilidades de sobrevivir.

Fuente: Muy Interesante, www.curiosidadsq.com/2013/01/Cadaveroes-del-monte-everest.html

Uno de los rescates realizados en el Everest. Foto: www.conexionbrando.com

Rescate de los cuerpos, tras el alud en el Everest. Foto: Facebook de Claudio Martinez

200 Cuerpos sin Vida en el Monte Everest!

En el monte Everest hay más de 200 cuerpos congelados de gente que no logró su objetivo. La mayoría se encuentra en una zona llamada " la zona de la muerte" donde el aire es muy delgado y los exploradores se cansan muy fácilmente. Algunos cuerpos llevan nombres y las personas los utilizan como guías de ubicación. Este es el caso de "botas verdes" (foto de la derecha) que se encuentra allí desde 1996.

Fuente: www.taringa.net/post/paranormal/16158194/200-Cuerpos-sin-Vida-en-el-Monte-Everest.html