Este fuerte montañista, militar y meteorólogo, realizó en los años 40 importantes exploraciones y ascensiones, siendo además muy valorado por su compañerismo, integridad y lealtad
NOTA DE REDACCIÓN:
Entre las proezas de Víctor Manuel Svars se cuentan, no solamente haber escalado el Aconcagua en los primeros tiempos, sino también haber hallado en plena Cordillera de los Andes el siniestrado avión de nuestro héroe de la aviación Argentina, el Teniente Benjamín Matienzo. Gracias a él y sus compañeros, las alas de la Fuerza Aérea Argentina, también se posaron en la cumbre del Techo de América.
Nació un 14 de Septiembre de 1918, en la localidad de Punta de Rieles, Zapala, en la entonces gobernación del Neuquén en Argentina
Su padre se llamaba Pedro Svars ( 12 de junio 1888-26 de julio de 1976), él era un comerciante de origen rumano. Su madre, Sara Livandovsky( 14 de Septiembre 1895- 5 de Septiembre de 1960) de origen úngaro ella. Sus abuelos paternos fueron Fernando Svars y Rosa Slafinoro y sus abuelos maternos, Abraham Livandovsky y Ana Krisburk.
Por padecer de una enfermedad a corta edad, Víctor y su familia se trasladan a Buenos Aires con el propósito de hacer tratar al niño.
En la Gran Capital, realizó los estudios primarios en la escuela Número 12 del Distrito Escolar Avellaneda, a sus estudios secundarios los llevó a cabo en la Escuela Industrial de la Nación, Otto Krause, donde realizó el curso de Mecánica, durante los años 1936 y 1937.
Su sueño era ser Piloto, por tal motivo, se incorporó a la Escuela de Mecánica del Ejército Argentino el 1 de Febrero de 1940, como aspirante, cuyo compromiso pecuniario fue firmado por su padre Don Pedro Svars y dos testigos, Segundo Páez y Armando Bricola, refrendado por el Juez de Paz del Lugar.
El entusiasmo, por parte de Manuel, ¡era tal, que ya se veía surcando los cielos de la Patria como piloto militar y con esta idea se incorporó a la Fuerza Aérea!. Su padre firmó la autorización para que siga en la Escuela Mecánica del Ejército y Escuela Militar de Aviación, en el curso de suboficiales Pilotos Militares de Aviación.
Como aspirante, se destacó entre sus pares siendo calificado por el Jefe del Cuerpo de Aspirantes, Teniente Coronel Martín Teodoro Recio, con el siguiente concepto:
” Aspirante de muy buenas condiciones militares. Se preocupa constantemente por progresar. Correcto y respetuoso con sus superiores.Manda con energía y firmeza. Como jefe de grupo, se ha desempeñado correctamente, preocupándose por el personal a sus órdenes.Serio, leal y subordinado. Arrojado y buen gimnasta. Resistente a las fatigas.Buen camarada.Viste correctamente”.
Luego de casi dos años de instrucción militar, egresó el 31 de Diciembre de 1941, con el grado de Cabo, siendo entonces trasladado a la Base Militar de El Plumerillo, en la provincia de Mendoza y durante un corto período se trasladó a la provincia de Córdoba para finalizar su formación como militar.
De regreso a Mendoza, se encontró con el Suboficial Caffaro, quien había deseado ser piloto pero no pudo realizar el curso.y fue quien entusiasmó a Manuel para hacer el curso de Meteorólogo, actividad que le permitió realizarse y destacarse como tal durante su vida militar en actividad.
Pronto se contactó con integrantes del Club Andinista Mendoza, quienes lo entusiasmaron para incorporarse y realizar sus primeras actividades dentro del Club, teniendo como compañeros de esta actividad a destacados andinistas, como Manuel Pacheco, vencedor de una gran cantidad de cumbres en la Cordillera y Precordillera mendocinas, y quien se convirtió en su gran amigo. También estuvo a su lado para llevarlo a las montañas su camarada y amigo, Miguel Caffaro, quien le presentó al Presidente del Club,Humberto Re, con quien, con el tiempo, forjó una gran amistad.
En esta época, comienza su actividad deportiva,llevada a cabo todos los fines de semana, haciendo cumbre en cerros de la Precordillera y luego coronando los cerros que forman el Cordón del Plata, como los cerros Negro, Rincón, Plata, Lomas Amarillas, Vallecitos etc.de este modo, pronto le otorgaron la tercera categoría como andinista dentro del Club.
Víctor Manuel Svars nos relata cómo se organizó y ejecutó la Primera Expedición realizada por integrantes de la Fuerza Aérea Argentina, con integrantes también civiles, siendo ellos: Mario Caretta, Mario Pescarmona y Humberto Escobar, este último de origen chileno.
“ En el mes de Enero de 1947, según lo dispuesto por expediente del Comando de la Fuerza Aérea Argentina, se lleva a cabo la expedición conformada por el Suboficial Ayudate Miguel Caffaro, perteneciente a la Base Aérea Militar de El Plumerillo y el Suboficial Auxiliar Manuel Svars, del Servicio de Meteorología Aeronáutica y por un grupo de civiles, todos quienes actuaron entre el 9 de Enero y el 1 de Febrero de 1947 en la Cordillera de los Andes.
Dicha expedición fue antecedida por una preparación minuciosa en detalle de equipos, víveres, combustibles, medicamentos, instrumental, animales de silla y carga etc. a efectos de llevar a cabo la ascensión del Aconcagua y los distintos trabajos dispuestos por la superioridad.
El servicio de Meteorología Aeronáutica, realizó un plan de trabajos que se iban a realizar durante la expedición, ordenados por su jefe, el Vicecomodoro Medardo Gallardo, ofreciéndose a realizar otras tareas que sirvieran al Instituto Geográfico Militar, entregando el instrumental que fuera necesario y dando las directivas para llevar a cabo las tareas. También actuó, haciendo lo propio para efectuar estudios y observaciones durante el tiempo que durara la expedición el Instituto de Sanidad de Aeronáutica, a través de su Comandante Médico, Victorio Olguín.
Hubo también una segunda expedición de la que participaron : Ulises Rochetti, Héctor González Nogués, Vicente Cicchitti, Juan Gómez Castro, Rafful Boueri y Juan Merlo y pese a que no había habido un entrenamiento de conjunto “integrado” del grupo, quizá debido a la amistad y el conocimiento entre sus integrantes, hubo una armonía en la convivencia y en el desarrollo de las tareas impuestas por la expedición”.
Desde el punto de vista del escalamiento, ambas expediciones tuvieron éxito.
En la primera ascensión llegaron a la cumbre el día 20 de Enero, el Suboficial Ayudante Miguel Caffaro, quien actuó como guía y Humberto Escobar, andinista chileno de larga actuación en Alta Montaña, de reconocida capacidad y experiencia, quien además se destacó por su compañerismo. En esta oportunidad, se cumplió un acto de confraternidad argentino/chileno simbolizado en las banderas de ambos países desplegadas y depositadas,ambas, en la cumbre del Aconcagua.
En la segunda ascensión, la cima fue alcanzada el 27 de Enero por los suboficiales Caffaro y Svars y los señores Héctor Gonzáles, Vicente Cicchitti, Juan Gómez Castro y Rafful Boueri.
Al iniciarse el verano del año 1948, Manuel Svars forma parte de una nueva expedición al Aconcagua, quedando bajo su responsabilidad las comunicaciones de la expedición y la transmisión de las condiciones meteorológicas y pronósticos del tiempo. Esta vez, el grupo tenía representantes de tres países : Argentina, México y Chile.
Durante el inicio del período estival del año 1949, Svars organizó con datos que tenía en su haber, la búsqueda del siniestrado avión del joven aviador militar argentino, Teniente Benjamín Matienzo, quien se había lanzado a cruzar en vuelo la Cordillera de los Andes (aventura que concluyó al estrellarse con su avión al fondo de una angosta quebrada del río Las Cuevas y a pocos metros de la frontera internacional con Chile). Cabe destacar que los restos de este avión fueron objeto de intensas búsquedas a través de los años pero sin éxito, hasta que Manuel Svars organizara y dirigira su búsqueda.
En enero de 1952 participó de una expedición que hizo cumbre en el volcán Tupungato.
En 1955 contrae enlace ( a los 36 años de edad) con Cristina Yolanda Camusso, mendocina, conformando con ella una familia con tres hijos.
En 1959, integra una expedición que realiza la primera ascensión al cerro Matienzo.
En 1960, realiza la segunda ascensión al cerro Pircas.
Cerro Cuerno
Muy joven, a los 45 años de edad, en la plenitud de su edad y experiencia, se retira con el máximo grado de Suboficial Mayor de la Fuerza Aérea Argentina y se establece en la ciudad de Mendoza.
A raíz del acontecimiento con el avión de Matienzo y de sus ascensiones a los cerros, la persona de Manuel Svars fue tomando notoriedad y difusión y esto ocurrió tanto en el ambiente de montaña como en el ambiente periodístico.
En el período invernal de 1950, realizó un curso de esquí organizado por el Ejército Argentino, esto le dio mayor capacidad para moverse en la montaña en todo tiempo.
En 1964 es convocado nuevamente a prestar servicios a la Fuerza Aérea, actuando en esta fuerza hasta el año 1968 (fecha en que volvió a entrar en retiro).
El jueves 22 de Noviembre del año 2012, contando con 94 años de edad y siendo Suboficial Mayor Retirado, la Legislatura de Mendoza distinguió a Manuel Svars, neuquino de nacimiento, agradeciendo y distinguiéndole por su aporte y su vida destinada a las expediciones de montaña.
Alberto Rudy Parra, destacado andinista argentino nos relata de él : ” yo conocí a Manuel cuando ya estaba retirado, era amigo de mi padre, en salidas que hacíamos a la Cordillera, con la Peña de Andinistas Veteranos del Club Andinista Mendoza, Svars llevaba a su hijo adolescente, Adriel (hoy Coronel retirado) y compartíamos largas caminatas con amplias tertulias sobre su profunda experiencia en montaña. Era un gran personaje “.
También Rudy Pelliza habla de Svars diciendo : “ Recuerdo en una de las salidas que hice con Manuel, yo llevaba una cuerda y le di seguridad, como de costumbre en el descenso, él ya era una persona mayor y había perdido algo de seguridad y en esta ocasión, me hizo sentir apreciado y su trato era muy amable, él era una persona muy seria y respetada en el Club”.
Guillermo Pachi Offmann del Club Andinista Mendoza, decía : ”Su persona mostraba siempre un humor serio, él tenía unos años más que yo, cada salida debíamos compartir el almuerzo entre todos y cada cual llevaba su plato preferido.Manolo siempre repetía el mismo y a muchos o todos, no les gustaba ese plato que hacía Manuel, compuesto de una caballa acompañada de cebolla cortada en rebanadas muy finas a las que luego le agregaba un vaso de vino tinto, le colocaba aceite de oliva y lo mezclaba.La verdad que su aspecto, para los descuidados que no sabían, parecía un vómito pero a ese menú ya lo conocíamos, todos esperábamos que lo hiciera y era lo primero que nos servíamos y por supuesto, era lo primero que se acababa. Recuerdo también que con sus ochenta años, caminaba parejo a la par de los más jóvenes. Este ritual se repetía casi todos los domingos, fue siempre un ejemplo”.
Manuel Svars falleció a los 101 años, a las 00:40 hs de un 3 de Noviembre de 2019 en el Hospital Español de Godoy Cruz, Mendoza, como consecuencia de un Fluter auricular de baja respuesta ventricular, más insuficiencia renal aguda.
A su pedido, su cuerpo fue incinerado y sus cenizas fueron depositadas en el Cementerio Andinista de Mendoza en Puente del Inca.
Es bueno cerrar esta biografía dándole sitio a las palabras de su propio hijo Adriel Svars que reflexionaba así :
“ Manuel Svars fue un entusiasta generador de ideas e iniciativas que lo llevaron a concebir y luego protagonizar verdaderas gestas para su tiempo y circunstancias.
Escribir su nombre en un buscador de Internet nos conduce indefectiblemente al hallazgo del avión del Teniente Benjamín Matienzo, a la Expedición General San Martín al Aconcagua, a la primera exploración profunda de la Quebrada de Matienzo y el bautismo de cerros y accidentes geográficos, sin nombre hasta ese momento.
Siendo un hombre de la recién creada Fuerza Aérea Argentina, su pasión, fuente de felicidad y amistades, fue la montaña. A ella me condujo desde muy chico, logrando mis primeras cumbres, en parte a pie y en parte sobre sus hombros. Esa pasión se transmitió con fervor y ejemplo personal.
Formó una familia a la que cuidó y aglutinó hasta su último aliento a los 101 años. Manuel o Manolo, supo equilibrar su vida personal y familiar con su profesión y su verdadera pasión : caminar y disfrutar nuestras amadas montañas. Manuel Svars era mi papá”.-
Dedos del Cerro Dedos. Foto Claudio López
Centro cultural Argentino de Montaña 2023