Entrenamiento · Seguridad y rescate

Reflexiones sobre el uso de dispositivos de orientación en el montañismo

Es cierto que el GPS y los Tracks son instrumentos de importancia para tener en nuestro equipo pero debemos saber emplearlos eficientemente y con responsabilidad a la hora de preparar la logística de una expedición o viaje, teniendo en cuenta varios factores al momento de utilizarlos.

Glauco Muratti

Glauco Muratti

Edición: CCAM Septiembre 2024



El uso de tracks del GPS

 

Comúnmente, se recalca que recorrer la montaña utilizando un dispositivo satelital mejora la seguridad pero ¿Es siempre así o se deben tomar precauciones? ¿Qué ocurre con los tracks? ¿Es plenamente seguro seguirlos?

 

Semejante huella. ¿Quién necesita un track? (Denali)

 

Hoy están disponibles aplicaciones de orientación que ya no requieren un dispositivo específico: cualquier móvil tiene incorporado un GPS y es posible seguir el propio trayecto sobre una imagen que simula (incluso tridimensionalmente) el terreno, como observarse uno mismo en el entorno desde el cielo, aquel ideal con que los antiguos construyeron los primeros mapas. 

Uniendo la serie de puntos que un dispositivo obtiene durante una marcha, resulta una línea que se puede compartir en un archivo.

Así nace la posibilidad de seguir trayectos ajenos. 

 

Mapa de la sierra al Oeste y Norte del pueblo de La Cumbrecita

mediante el tradicional método de curvas de nivel.

 

Mapa de la sierra al Oeste y Norte del pueblo de La Cumbrecita.Una fotografía tomada desde un satélite.

 

Mapa de la sierra al Oeste y Norte del pueblo de La Cumbrecita.Tiene aquello a lo que solían recurrir los mapas antiguos: la simulación del juego de luces y sombras que el sol genera en la superficie.

 

Estos tres mapas corresponden exactamente al mismo sector, los tracks son idénticos, lo que ha cambiado es la cantidad de información que se ha expresado acerca del entorno sobre el que se desarrollan.

 Si cualquiera de estos mapas es georreferenciado (se le dan coordenadas geográficas a los cuatro vértices del rectángulo) en el celular va a ser posible saber exactamente dónde nos encontramos. Con variantes y algo más o menos de detalle, es lo que hacen todas las aplicaciones de orientación, las gratuitas y las pagas.

Parece perfecto, sin embargo…

Un trazo salvador

 

El track es una simplificación extrema y muy atractiva: una línea sobre una imagen que simula más o menos esquemáticamente, el entorno que, en términos de este tipo de orientación, no reviste demasiada importancia: lo fundamental es la línea, de lo que se trata es de no apartarse de ella.

No siempre se marcha de día, a veces hay niebla, un sitio nevado y con niebla es de cuidado. Pero… allí está el trazo salvador que suponemos nos dice casi todo lo que necesitamos saber.

Es una línea democrática, le habla no solo al experto, también al que por primera vez camina por la montaña.

Muchas dudas desaparecen: solo una rápida mirada y en un instante sabremos si estamos en el trayecto o no. En todo caso, habrá que corregir para situarnos otra vez en el tranquilizador vector, dando por hecho que es lo correcto, que al final nos llevará a puerto. 

 

Dichosos del track para descender de la cumbre del Volcán Maipo

 

Mientras dure la huella en la nieve no necesitamos tracks (Matterhorn); pero después, cuando se llega a la roca…

 

Nieve y niebla, combinación de cuidado. Tiempos previos al GPS (Cordillera Blanca y Cordillera Real)

 

Nieve y niebla, combinación de cuidado. Tiempos previos al GPS (Cordillera Blanca y Cordillera Real)

 

Amanece y queda atrás esa noche en la que se hubiera deseado apoyarse en un track

 

Lo que ignoramos

 

Sin embargo, de esa línea ignoramos mucho. ¿Está trazada sobre un camino ideal o el que recogió los tracks se había extraviado? ¿En qué condición geográfica se recogieron los datos satelitales? ¿Qué capacidad y experiencia tenía el autor? ¿Se supone que el trayecto correcto para un experto lo es también para un novato? ¿Cree que lo que para alguien estuvo expedito lo estará también para otros? 

Nada de eso aparece en esa línea, atractiva, tentadora y salvadora. 

Tiempo atrás un guía de montaña observó que, en el ascenso de la vía normal al Volcán Lanín, una pareja se exponía insensatamente a un sector donde era visible la caída de piedras. 

¿Qué ocurrió? Sencillamente que en vez de mirar la montaña seguían un track que había sido levantado cuando la montaña estaba cubierta de nieve y no caían rocas.

Sin hablar de lo habitualmente contrario: un track que se levantó en verano tardío u otoño sobre terreno despejado se vuelve peligroso cuando a fines de primavera hay tramos de nieve dura en pendiente, condición que suele encabezar las estadísticas de causas de accidentes. 

La montaña y la meteorología cambian, no solo de año en año y de estación en estación, a veces de hora en hora. Lo que de tarde es una sencilla vega puede a la mañana ser una trampa sobre hielo cristal. El cómodo traspaso matinal de un arroyo puede transformarse en un vadeo casi imposible al que habrá que buscar alternativas. 

Los glaciares se mueven, la superficie cambia según el estado atmosférico: ¿Es seguro confiar en un track antiguo? ¿Cuánta precisión podemos reclamar a un GPS siendo que la diferencia entre pisar firme y caer dentro de una grieta, es a veces de centímetros?

 

La vía normal del Volcán Lanín

 

Un glaciar, cambiante de hora en hora. Los guías de los Alpes decían que solo un estúpido se encordaba de mañana en un glaciar ¿Y de tarde? ¿Podemos pasar ciegamente siguiendo el track que recogimos en la madrugada? (Glaciar Sureste de Los Gemelos).

 

 

En un glaciar la diferencia entre un paso seguro y caer dentro de una grieta puede no estar en el rango de precisión del track

 

 

Moraleja, baterías y responsabilidad

 

El track no es infalible, está bien dudar, jamás renunciar a analizar el paisaje.

 

Recíprocamente, cae de maduro: hacer público un recorrido es una responsabilidad. Debería pensarse un poco antes de subir un track, porque quien use esa información no va a cuestionar, tenderá a seguirla confiado. Al final del recorrido, antes de subirlo, habría que preguntarse, por ejemplo, si había sectores expuestos que pudieron haberse evitado, si el trayecto era el ideal o fue erróneo.

Un aspecto a tener en cuenta es que el uso del GPS incrementa el gasto de batería, la cantidad de horas remanente desciende y si el dispositivo se apaga, quedaremos -de golpe- como Hansel y Gretel, sin miguitas de pan. 

Como la situación suele darse en los descensos, después de haber pasado el día mirando un display en vez del entorno, no podemos pedir demasiado, las posibilidades de perdernos aumentan: el paisaje salvador y fiel estará disponible (si no hay niebla o noche), pero solo para quien sepa descifrarlo.

Video

 

VIDEO: En sitios así, por más advertencias que se hagan, el track va a transmitir muy poco de la realidad.

 

 

El equivalente a las miguitas de pan que Hansel y Gretel dejaban en el bosque, nuestras tenues y frágiles huellas que un poco de viento o de nieve hacen desaparecer (Cabecera Estero Mardones, Chile)

 

El paisaje. ¿Hasta dónde somos capaces de descifrar esta partitura? (Quebrada Chorrillos)

 

¿Con senderos tan marcados para qué seguir un track? (Alto Tupungato)

 

¿Seguimos un track incluso al vadear? (Río Taguas)

 

¿Todo es lo mismo?

 

¿Es lo mismo comprender la montaña, analizar el paisaje, tomar decisiones en el terreno que seguir un track ajeno?

La respuesta cae de madura.

Está claro que -mientras no se dañe el entorno- cada uno tiene derecho a moverse por la montaña como le plazca, si se elige orientarse exclusivamente con un display digital, nada que objetar.

Hay que ser realistas: una vez que se dispone de una facilidad es casi heroico renunciar a ella. Cuando hay un puente o una tirolesa, hasta dónde somos capaces de no usarlo, entrar al agua y vadear?. Cuando vamos de regreso, tarde y cansados en un sector complejo: ¿Renunciamos a sacarnos las dudas mirando la línea que trazamos camino de ida?

Por eso, no se trata de méritos, hay que verlo de otra manera. 

Es más bien que no todo es lo mismo. O dicho de otro modo, que todo tiene su precio.

Y ya estamos cerca de ese asunto no resuelto.

Aquella razón última por la que el hombre sube a las montañas ”porque están ahí”. 

Si es que hay una o varias, si cambian de persona en persona, con los años, con las culturas.

Decía Gastón Rebuffat "pronto el auténtico lujo será poder perderse".

Muchos creen que, en una especie que -como toda la vida- se desarrolló en la incertidumbre, existe una necesidad atávica de sentir la inferioridad de condiciones que imponen montañas inmensamente más poderosas, antiguas y grandes. 

Es intraducible, pero a la primer pregunta ronda otra: 

¿Con tanta tecnología nos hacemos trampa a nosotros mismos? 

 

Lo esencial de la orientación: ¿Dónde estamos? El GPS tiene respuesta (Quebrada del Chorro de Agua).

 

El sueño de Rebuffat ¿Cuántos tuvimos el enorme lujo de perdernos en los tiempos románticos del Ojos del Salado?

 

A veces sigo a mi sombra, a veces viene detrás. Un humano entre las cósmicas magnitudes de tiempo, tamaño y poder de las montañas 

 

 

Reglas, ética, restricciones y belleza 

 

Por último, recordamos que nuestra actividad, a diferencia de los deportes convencionales, no tiene reglas, tiene ética, la que el andinista imagina para sí mismo, a la que se atiene. 

Una ética que, como decía Lito Tejada Flores, es frecuentemente una serie de autorestricciones, no usar esto, subir sin lo otro, alejarse de las certezas.

Y, aunque muchos no lo crean, de esa ética deriva una estética poderosa: a veces hay implicada una belleza casi artística.

En una línea de ascenso, un trayecto audaz y veloz, una travesía. En el minimalismo, en una temporada desfavorable, el acceso más prolongado o en el apego casi insensato a nuestras propias reglas, suele haber un logro de imaginación.

Subir el mismo cerro, en la misma época y por la misma vía puede ser una gris repetición o un bello diseño. 

Porque está claro: no se trata de lo que se hace sino de cómo se hace. 

 

 


| COMENTARIOS(2)


04/09/24 07:58
Andres kark :
Excelente Glauco!!!. Muy interesante, saber leer la montaña, saber leer una carta topográfica y saber utilizar un GPS. También muy importante tu acotación. Fijarse fecha del track y condiciones meteorológicas en esa fecha. El criterio suma a la hora de tomar desiciones.

03/09/24 10:20
Nico Novero :
Brillante Glauco. Que bueno es poder aprender a leer la montaña y descifrar los tiempos de la naturaleza para saber por donde debemos movernos.

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