Hazaña de escaladores del Ejército Argentino en el monte Kun de 7.077 metros de altura en el Himalaya Indio
Este es el relato de la expedición en la que nueve efectivos de las tropas de montaña del Ejército Argentino, en una misión conjunta con el Ejército de la India, realizaron el ascenso al monte Kun
CCAM
Prensa Ejército
Edición: CCAM Septiembre 2025
En el imponente escenario de la cordillera del Himalaya, una expedición sin precedentes forjó un nuevo capítulo en la historia del montañismo militar. El Monte Kun, en el Himalaya de la India, no es solo una cumbre elevada; es un terreno donde la planificación, la técnica y la experiencia en altura se ponen a prueba al máximo. Para los montañistas argentinos que participaron en la expedición, cada jornada fue un desafío que combinó exigencia física, conocimiento técnico y respeto absoluto por la montaña. Nueve efectivos del Ejército Argentino, en una misión conjunta con sus pares de la India, escalaron y conquistaron la cima del Monte Kun, un coloso de 7.077 metros de altura.
Una postal de la hazaña: Tropas de montaña del Ejercito argentino con colegas de la India. (Foto: Cortesía Departamento de Comunicación Ejercito Nacional)
Entrevista a miembros del Ejercito Argentino: Expedición Himalaya al Monte Kun en la India
Esta hazaña, bautizada como "Expedición Himalaya 2025", no solo representó un triunfo deportivo y logístico, sino también un poderoso símbolo de cooperación internacional y de la formidable capacidad de las tropas de montaña argentinas.
"El civil no sabe lo importantes que son las fuerzas militares de montaña… Es necesario un ejército fuerte para que el país sea fuerte." comentó uno de los miembros de la tropa en la entrevista con el CCAM. (Foto: Cortesía Departamento de Comunicación Ejercito Nacional)
Para el Centro Cultural Argentino de Montaña es un privilegio narrar los detalles de esta proeza que unió a dos naciones en la cima del mundo y haber tenido la oportunidad de entrevistar a uno de sus participantes.
“Fue una expedición al Monte Kun, que tiene 7.077 metros. Compartimos la montaña con militares indios, cuya aproximación era completamente distinta: disciplina rígida, estructuras pesadas y jerarquía estricta. Nosotros íbamos desde la técnica y la movilidad, buscando eficiencia sin perder seguridad”, recuerda el montañista. (Foto: Cortesía Departamento de Comunicación Ejercito Nacional)
El origen de un sueño de altura
El camino hacia el Himalaya comenzó mucho antes de pisar suelo indio. La semilla de esta expedición se sembró en la Cordillera de los Andes, en un riguroso proceso de selección que se inició en septiembre de 2024.
El reparto de cargas y la planificación de las jornadas exigieron coordinación constante. Mientras los militares llevaban materiales para varios días, los montañistas ajustaban peso y ritmo, adaptándose a las condiciones cambiantes de nieve, roca y viento. La logística fue la base sobre la que se construyó la seguridad y el éxito de la expedición. (Foto: Cortesía Departamento de Comunicación Ejercito Nacional)
El Ejército Argentino lanzó una convocatoria abierta, de la cual se preseleccionaron 41 efectivos de distintas unidades de montaña. Durante 20 días, estos aspirantes fueron sometidos a una intensa etapa de evaluación en Mendoza, que incluyó ascensiones progresivas a cerros de más de 4.000 metros, así como exhaustivos controles médicos y estudios para analizar su adaptación fisiológica a la altura.
La operación arrancó formalmente el 23 de julio, cuando la patrulla indo-argentina partió desde Kumathang/Kargil rumbo al valle de Safat, a unos 3900 metros de altura. (Foto: Cortesía Departamento de Comunicación Ejercito Nacional)
El objetivo era claro: conformar un equipo de élite, capaz de enfrentar las condiciones más extremas.
De ese grupo inicial, se eligió a la patrulla titular de nueve integrantes, junto a dos suplentes. Este equipo representaba la diversidad y el federalismo del Ejército Argentino, con miembros provenientes de provincias como Buenos Aires, Mendoza, Salta,Jujuy, Córdoba, Chubut y Santa Fe.
El Monte Kun demostró que la montaña iguala a todos: militares y deportistas compartieron el respeto por la altura, el frío y el terreno impredecible. La combinación de logística eficiente, aclimatación gradual y progresión técnica segura permitió que la expedición avanzara día a día hacia la cumbre. (Foto: Cortesía Departamento de Comunicación Ejercito Nacional)
Para estos soldados, la misión era más que un desafío profesional; era la culminación de años de preparación y un profundo amor por la montaña.
El ascenso al Kun no solo fue una cumbre alcanzada, sino un reporte completo de experiencia en alta montaña, donde la técnica, la preparación y el trabajo en equipo definieron cada jornada y cada paso hacia la cumbre. (Foto: Cortesía Departamento de Comunicación Ejercito Nacional)
Tras la selección, el entrenamiento se intensificó. La preparación no se limitó a lo físico. La patrulla se sometió a una preparación técnica en la Escuela Militar de Montaña en Bariloche, donde se perfeccionaron en técnicas de autorrescate, trabajos en glaciar y el manejo de equipos específicos de alta montaña. Además, la capacitación incluyó un entrenamiento de altura en los cerros Aconcagua y Tupungato, en la provincia de Mendoza, que sirvió como un simulacro vital para lo que les esperaba en el Himalaya.
La hazaña coincidió con el Día de las Tropas de Montaña: 5 de Agosto. (Foto: Cortesía Departamento de Comunicación Ejercito Nacional)
La expedición se inscribió dentro del cronograma de actividades por el Día de las Tropas de Montaña y fue producto de un proyecto binacional planificado durante más de un año. (Foto: Cortesía Departamento de Comunicación Ejercito Nacional)
Los nueve protagonistas de la hazaña
Cada uno de los miembros de la patrulla aportó su experiencia y su historia personal a la expedición, haciendo de este logro un triunfo colectivo. La delegación argentina estuvo compuesta por:
La expedición, que recibió el nombre de "Himalaya 2025", comenzó formalmente el 23 de julio. (Foto: Cortesía Departamento de Comunicación Ejercito Nacional)
Mayor Ramiro Antoñana: El líder del grupo, proveniente de Lobos, Buenos Aires, y asignado al Comando de Brigada de Montaña VIII en Mendoza.
Capitán Rodrigo Orellano: Originario de San Carlos, Mendoza, y miembro del Batallón de Ingenieros de Montaña 6 en Neuquén.
Suboficial Mayor Pedro Rodríguez: De Tartagal, Salta, y perteneciente a la Compañía de Cazadores de Montaña 8 en Puente del Inca.
Suboficial Principal Néstor Maidana: Nacido en San Salvador de Jujuy, también parte de la Compañía de Cazadores de Montaña 8.
Suboficial Principal Juan Bustos: Originario de Puente del Inca, Mendoza, y miembro de la Compañía de Cazadores de Montaña 8.
Sargento Ayudante Víctor Giordano: De Luque, Córdoba, y representante del Regimiento de Infantería de Montaña 16 en Uspallata.
Sargento Ayudante Carlos Villafañe: Proveniente de Esquel, Chubut, y con funciones en la Escuela Militar de Montaña en Bariloche.
Sargento Primero Oscar Oro: Nacido en Cienaguita, San Juan, y perteneciente al Regimiento de Infantería de Montaña 11 en Tupungato.
Sargento Primero Diego Alegre: De Capitán Bermúdez, Santa Fe, y de la Escuela Militar de Tropas Montadas en Buenos Aires.
Estos nueve hombres, uniendo la experiencia de distintas unidades y geografías, conformaron el núcleo de una misión que trascendió las fronteras.
Uno de los factores críticos fue la organización y transporte de materiales. Los militares contaban con equipo pesado y campamentos estructurados, mientras que los deportistas priorizaban ligereza y eficiencia. Cada pieza de equipo fue calculada: ropa, botas, crampones, piolet, cuerdas, alimentos energéticos y elementos de primeros auxilios. (Foto: Cortesía Departamento de Comunicación Ejercito Nacional)
El Centro Cultural Argentino de Montaña entrevista a dos de los miembros del equipo
Presentación de banderines oficiales representativos de la expedición. (Foto: Cortesía Departamento de Comunicación Ejercito Nacional)
Entrevista a miembros del Ejercito Argentino: Expedición Himalaya al Monte Kun en la India
El Mayor Ramiro Antoñana, destacó varias lecciones aprendidas:
Organización y Operaciones: El ejército indio, al estar en operaciones constantes en zonas como Siachen y Cachemira, demuestra una gran eficiencia y cohesión. Poseen una división especializada que agrupa a los mejores en diversas disciplinas (paracaidismo, buceo, montañismo) y financia sus actividades de gran envergadura. Esta estructura fomenta la excelencia y un entrenamiento permanente, con grupos de élite que rotan constantemente.
Mayor Ramiro Antoñana (Ejército Argentino), Alex Martin (Presidente del CCAM) y Sargento Primero Diego Alegre (Ejército Argentino). Foto: Natalia Fernández Juárez
Durante la entrevista en Regimiento de Patricios, Buenos Aires, al Sargento Primero Diego Alegre y el Mayor Ramiro Antoñana. Miembros de la expedición del ejército argentino al Himalaya. Foto: Natalia Fernández Juárez
Logística y Adaptabilidad: Un aspecto logístico que llamó la atención fue el uso de ganado de porteo contratado a civiles locales, lo que facilita el transporte de equipo pesado a los campos base. En cuanto a la comida, la dieta india, muy picante, fue un reto para la delegación argentina, que tuvo que complementar con su propia comida deshidratada.
El ataque final a la cumbre se realizó a las 00:15 hora local, luego de semanas de preparación logística, aclimatación y trabajo conjunto con las fuerzas indias. (Foto: Cortesía Departamento de Comunicación Ejercito Nacional)
En la foto: Parte del equipo de La India. El equipo que se animó a llevar a cabo dicha travesía estuvo compuesto por 67 integrantes: 17 efectivos del Ejército de la India, 9 del Ejército Argentino, 11 miembros del equipo de rescate en avalanchas, y el resto conformado por porteadores y personal administrativo de apoyo. (Foto: Cortesía Departamento de Comunicación Ejercito Nacional)
Ritmo y Aclimatación: Se evidenció una gran diferencia en el estilo de marcha. Mientras que los indios caminan a un ritmo muy rápido sin apenas descanso, la delegación argentina prefiere hacer pausas regulares para recuperarse e hidratarse. El militar explicó que esta práctica del ejército indio, aunque muestra su fortaleza, puede llevar al agotamiento. También se observaron diferencias en la aclimatación, que los indios tienden a acelerar, a veces con ayuda de medicamentos para la presión, mientras que los argentinos optan por un proceso más gradual.
Se instalaron 3 campamentos hasta llegar a la cumbre. (Foto: Cortesía Departamento de Comunicación Ejercito Nacional)
Equipamiento y Procedimientos: Se destacó la robustez y funcionalidad del equipo proporcionado por los indios, como las carpas y la vestimenta especial, así como la utilización de cuerdas de plástico de fabricación local para las vías fijas. Sin embargo, hubo ciertas discrepancias en los protocolos de seguridad, ya que los indios a menudo trabajan con menos medidas de seguridad, lo cual sorprendió a los argentinos, acostumbrados a protocolos más rigurosos.
"En cuanto al equipo necesario, todo lo que necesitabas te lo daban, tenían camperas y botas (triples usábamos todos), de marcas reconocidas." comentó uno de los miembros de la expedición en entrevista con el CCAM. (Foto: Cortesía Departamento de Comunicación Ejercito Nacional)
Liderazgo y Toma de Decisiones: Un momento crítico fue cuando, en la fase final de la expedición, el nuevo jefe de la delegación india decidió dividir al grupo en dos equipos para el ascenso a la cumbre. Esta decisión, tomada por razones de seguridad debido al tamaño reducido de los campamentos de altura, generó malestar entre los militares argentinos, quienes querían subir juntos. A pesar de la falta de comunicación y el desacuerdo inicial, el grupo argentino tomó la iniciativa de subir en su totalidad, logrando la cumbre y demostrando su capacidad y unión.
"Cuando salimos de Argentina nos dijeron: ‘regresen todos’, no es tan importante que hagan cumbre, como que regresen todos los que se van. Todo se cumplió bien, y logramos la cumbre todos juntos ¡Gracias a Dios!" Recuerda uno de los miembros de la tropa de montaña. (Foto: Cortesía Departamento de Comunicación Ejercito Nacional)
La cooperación binacional: Un lazo de hermandad en las alturas
Por primera vez en la historia, el Ejército argentino llegó a la cima en el Monte Kun del Himalaya, a 7077 metros sobre el nivel del mar. (Foto: Cortesía Departamento de Comunicación Ejercito Nacional)
La "Expedición Himalaya 2025" fue un ejercicio de colaboración total con el Ejército de la India. El equipo argentino se unió a una delegación india para formar una patrulla de 67 efectivos en total, incluyendo un equipo de rescate, porteadores y personal administrativo. La misión, de 45 días de duración, comenzó el 23 de julio, con el traslado de la patrulla indo-argentina hacia el valle de Safat.
Nuestros soldados, junto a camaradas del Ejército de la India. (Foto: Cortesía Departamento de Comunicación Ejercito Nacional)
La colaboración no se limitó a la coordinación logística. Ambos ejércitos compartieron conocimientos, tácticas y experiencias. Los militares argentinos, con su vasta experiencia en el Aconcagua, el pico más alto de América, aportaron su pericia en el manejo de condiciones extremas. A su vez, se beneficiaron del conocimiento local de los guías y expertos indios, habituados a las peculiaridades del Himalaya.
Para ser parte de la exclusiva patrulla del Ejército que representó al país en India, los militares debieron atravesar un exigente proceso de selección y entrenamiento. (Foto: Cortesía Departamento de Comunicación Ejercito Nacional)
Previo a esta expedición se hicieron actividades en el Aconcagua para conocerse y compartir estrategias de trabajo. (Foto: Cortesía Departamento de Comunicación Ejercito Nacional)
Esta interacción en el campamento base y durante el ascenso fue un intercambio cultural y profesional. Se fortalecieron lazos de camaradería que, en un entorno tan hostil, son tan vitales como el equipo de escalada. La misión se convirtió en un hito de la diplomacia de la defensa, consolidando la cooperación bilateral entre Argentina e India en un escenario de alta complejidad geográfica.
"Entre los 4.500, 4.800 metros de altura entre Himalaya y Aconcagua se percibían diferencias sobre el apunamiento, por ejemplo, allá la vegetación a esa altura es diferente. Vimos animales pastando, huevos, corderos, chivos, y no sentimos la altura, nunca tuvimos dolor de cabeza. Allá a 6.400 metros de altura descansamos bien, cuando el el Aconcagua a 6.200 metros de altura te cuesta descansar, es una realidad, de hecho a esa altura aquí la cabeza empieza a martillar en cambio allá no sentimos eso." Recuerda uno de los miembros de la expedición en la entrevista con el CCAM. (Foto: Cortesía Departamento de Comunicación Ejercito Nacional)
El camino hacia la cumbre: Obstáculos y superación
La expedición no solo buscó un logro deportivo, sino también evaluar el rendimiento del personal y el equipamiento en condiciones extremas, fortalecer la interoperabilidad con el Ejército Indio y consolidar el prestigio argentino en operaciones de montaña. (Foto: Cortesía Departamento de Comunicación Ejercito Nacional)
El ascenso al Monte Kun no fue una tarea fácil. La montaña, con sus 7.077 metros de altura, representa un desafío formidable incluso para los escaladores más experimentados. A medida que la expedición avanzaba, el equipo se enfrentaba a las dificultades inherentes a la alta montaña: el frío intenso, los vientos huracanados y, sobre todo, la escasez de oxígeno. Cada paso era una batalla contra el propio cuerpo y la mente.
“Aprendés que el montañismo de alta montaña es tanto ciencia como arte: logística, observación, técnica, disciplina y adaptación constante. Cada decisión, desde la carga hasta el paso final, cuenta. La montaña no perdona errores, pero enseña a quienes la escuchan”, concluye el militar argentino entrevistado por el CCAM. (Foto: Cortesía Departamento de Comunicación Ejercito Nacional)
El Ejército argentino subrayó el carácter federal de la patrulla. (Foto: Cortesía Departamento de Comunicación Ejercito Nacional)
El 28 de julio, se estableció el campamento base a 4.515 metros sobre el nivel del mar, un punto vital para la aclimatación. Los días siguientes se dedicaron al reconocimiento del terreno y al acondicionamiento de los campamentos intermedios, una labor minuciosa y esencial para el éxito de la misión. Finalmente, el ataque a la cumbre se inició en la madrugada del 5 de agosto, con la luna como única testigo.
“La montaña es una escuela que nunca te deja de enseñar, más aún si consideramos que tenemos una montaña extensa e imponente, como la cordillera de los Andes” (Foto: Cortesía Departamento de Comunicación Ejercito Nacional)
Tras días de ascenso y superación, los nueve miembros de la patrulla argentina hicieron historia. A las 00:15, hora local, el equipo alcanzó la cima, convirtiéndose en los primeros soldados argentinos en conquistar un pico de esa envergadura en la cordillera del Himalaya. En la cumbre, la bandera celeste y blanca flameó junto a la de la India, un momento de inmenso orgullo que demostró el valor y el espíritu indomable del soldado argentino.
Aclimatación día a día
Un grupo de militares alcanzó la cima del Monte Kun a las 00:15 hs (hora Argentina) de el martes 5 de agosto, 2025. (Foto: Cortesía Departamento de Comunicación Ejercito Nacional)
La altura del Kun obligó a un proceso gradual de aclimatación:
Primeros días: aproximación a la base y reconocimiento del terreno. Caminatas cortas y progresivas para permitir al cuerpo adaptarse a la disminución de oxígeno.
Campamentos intermedios: establecimiento de campamentos a distintos niveles, alternando subidas y descensos ligeros. Esto favorece la aclimatación y previene el mal de altura.
Jornadas críticas de altura: ascensos a secciones más altas del Kun, con énfasis en ritmo constante, hidratación y control de signos de fatiga o mal de montaña.
Cumbre: la jornada final combinó resistencia física, concentración y ejecución técnica de maniobras mixtas. Cada paso estaba medido, cada movimiento coordinado para mantener seguridad y eficiencia.
Todos sus miembros se desempeñan en las diversas unidades que la Fuerza tiene a lo largo y ancho de Argentina. Por lo tanto, también tienen diferentes perfiles profesionales, aunque con un común denominador: a todos los une la montaña. (Foto: Cortesía Departamento de Comunicación Ejercito Nacional)
La aclimatación no solo se mide en metros ganados, sino en control de energía, respiración y estado físico, esenciales para enfrentar pendientes de nieve e hielo.
La historia de esta hazaña del Ejército argentino en el Himalaya se remonta al año 2024, cuando una propuesta llegó a los escritorios de las máximas autoridades del Ejército argentino: en el marco de los intercambios de defensa entre India y Argentina. (Foto: Cortesía Departamento de Comunicación Ejercito Nacional)
Progresión técnica del ascenso
Parte del equipo que se llevó a la expedición fue exhibido en la ceremonia de bienvenida. (Foto: Cortesía Departamento de Comunicación Ejercito Nacional)
El Kun presentó terreno mixto: roca, nieve y hielo, lo que demandó técnicas específicas:
Pendientes de nieve: uso de crampones y piolet, pasos firmes y anclajes seguros.
Secciones rocosas: progresión con cuidado, buscando puntos de apoyo estables y evitando exposición innecesaria.
Maniobras mixtas: combinación de técnicas de nieve y roca, con aseguramiento mediante cuerdas fijas en zonas críticas.
Esta expedición refleja el compromiso con la formación profesional se buscó reforzar las capacidades técnicas en alta montaña, entrenar a el personal argentino en escenarios exigentes y seguir consolidando el trabajo conjunto con fuerzas amigas. (Foto: Cortesía Departamento de Comunicación Ejercito Nacional)
La jornada de ascenso a la cumbre comenzó a las 22 (hora de India) del lunes 4 de agosto y se completó con éxito a las 17:30 del día siguiente, estuvieron allí cerca de media hora y luego de celebrarlo, comenzaron el descenso. (Foto: Cortesía Departamento de Comunicación Ejercito Nacional)
Cada etapa fue planificada con precisión, alternando descansos, verificación de equipo y evaluación de condiciones climáticas. La seguridad dependía de la correcta ejecución de estas maniobras y del conocimiento técnico del equipo.
“Reciban el reconocimiento de todo el Ejército Argentino, porque esta patrulla con su desempeño nos ha recordado que allí donde haya un desafío siempre habrá un soldado argentino dispuesto a enfrentarlo con la frente en alto”. Con estas palabras los recibió el Jefe del Ejercito. (Foto: Cortesía Departamento de Comunicación Ejercito Nacional)
El regreso a casa y el reconocimiento nacional
En el Edificio Libertador, se realizó la ceremonia de despedida de la patrulla argentina. (Foto: Cortesía Departamento de Comunicación Ejercito Nacional)
Con la misión cumplida, la patrulla emprendió el descenso y el viaje de regreso. El 13 de agosto, el grupo fue recibido en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza por sus familiares y la Banda Militar “Tambor de Tacuarí”, en un emotivo reencuentro que marcó el final de la travesía. Su logro no pasó desapercibido en las más altas esferas del país.
El objetivo era claro: conformar un equipo de élite, capaz de enfrentar las condiciones más extremas. (Foto: Cortesía Departamento de Comunicación Ejercito Nacional)
Al día siguiente, el 14 de agosto, la patrulla fue recibida por el Presidente de la Nación, Dr. Javier Milei, en la Casa Rosada. En la reunión, a la que también asistieron el Ministro de Defensa, Dr. Luis Petri, y el Jefe del Ejército, teniente general Carlos Presti, los expedicionarios compartieron sus experiencias y entregaron al Presidente la bandera que los acompañó hasta la cumbre, firmada por todos los integrantes. El Presidente, en un gesto de reconocimiento, elogió el valor histórico de la expedición y la consideró un "Orgullo argentino".
El haber trabajado en conjunto con la Fuerza India nos permitió abarcar una realidad bien distinta a la nuestra. (Foto: Cortesía Departamento de Comunicación Ejercito Nacional)
Este logro es un testimonio del profesionalismo y la dedicación del Ejército Argentino. No solo fortaleció los lazos de cooperación con la India, sino que también elevó el prestigio del país en el ámbito de las operaciones de montaña. La hazaña en el Monte Kun quedará grabada en la historia como un ejemplo de resiliencia, trabajo en equipo y el inquebrantable espíritu de superación que caracteriza a quienes se atreven a desafiar las cumbres más altas del planeta.
"Fue una muy buena experiencia para ambos grupos, siempre se aprende algo nuevo de las experiencias de los demás." Concluye el miembro de la tropa de montaña del Ejercito argentino en la entrevista con el CCAM. (Foto: Cortesía Departamento de Comunicación Ejercito Nacional)