· Medio Ambiente · Impacto Ambiental

¿Es el fracking el camino?

Nos propusimos investigar sobre el polémico tema del fracking, donde las opiniones hoy están divididas, invitando al lector a reflexionar sobre la importancia de cuidar y valorar lo nuestro

Cristina Barraza

Edición: CCAM



- 06/05/2018 -


Últimamente se han acrecentado las  noticias acerca de nuevos reclamos de la población de la Provincia de Mendoza sobre los peligros que implicaría la instalación, en esa provincia, de la técnica de extracción de gas y petróleo en la forma no convencional, mediante el uso del fracking. Estos reclamos se agregan a los que, desde hace varios años atrás, se vienen realizando en distintos lugares de nuestro país, con diferentes resultados.

Técnica del fracking en ejecución. Foto: www.mendozapost.com

 


Nos propusimos entonces indagar sobre el tema del fracking, para conocerlo, un poco más profundamente, y encontrar, de esa manera, una visión propia del tema.
 

El fracking es una técnica que permite mejorar la extracción de gas y de petróleo del subsuelo, haciéndolo de una manera no convencional, a través de la provocación de fracturas en la roca del interior de la tierra liberando así el combustible. Ante la demonización del petróleo, cada vez se consume más gas natural (ya que emite menos gases de efecto invernadero). Pero en la extracción de éste se usa a menudo la técnica del fracking, lo que destroza paisajes por muchas zonas del planeta. Las empresas buscan desesperadas yacimientos de gas natural para no quedarse sin negocio. Algunas de estas reservas con casi inaccesibles. Es en estos casos cuando se recurre al fracking.
 

En Estados Unidos, se ha usado y se continúa usando mucho y ha sido cuestionado por diversos estudios, que señalan, no sólo su impacto medioambiental, sino también el peligro que supone para la salud. La extracción de gas de esquisto mediante fracturación hidráulica ya ha tenido un fuerte impacto económico en Estados Unidos, a tal punto que este país podría lograr autosuficiencia energética en 2035, según la Agencia Internacional de Energía.
 

Se calcula que la técnica del fracking se usa en el 60% de los pozos de extracción que están abiertos en la actualidad.
 

Según sus defensores, es una técnica que da respuesta a la creciente demanda de energía con recursos más limpios que el carbón. Sus detractores lo consideran un grave riesgo para la salud y el medioambiente: el fracking, para algunos la nueva frontera en materia de combustibles, promete polémica por años por venir.

Proceso de fracking. Foto: www.e-veracruz.mx


¿Cómo es la técnica del fracking?
 

La fracturación hidráulica o fracking es una técnica que permite extraer el llamado gas de esquisto, un tipo de hidrocarburo no convencional que se encuentra literalmente atrapado en capas de roca, a gran profundidad. Luego de perforar hasta alcanzar la roca de esquisto, se inyectan a alta presión grandes cantidades de agua con aditivos químicos y arena para fracturar la roca y liberar el gas, metano. Cuando el gas comienza a fluir de regreso lo hace con parte del fluido inyectado a alta presión.
 

La técnica de fracking  es inyectar miles de metros cúbicos de agua, arena y un coctel de productos químicos a las profundidades de la tierra en forma vertical y horizontal. Ese golpe de presión genera canales que posibilitan que los recursos se hagan espacio entre las rocas y migren hacia la superficie.
 

La fracturación hidráulica no es nueva. En el Reino Unido se utiliza para explotar hidrocarburos convencionales desde la década del 50. Pero sólo recientemente el avance de la tecnología y la perforación horizontal permitió la expansión a gran escala del fracking, especialmente en EE.UU., para explotar hidrocarburos no convencionales. Las inyecciones en el subsuelo para extraer petróleo datan de 1860, en la costa este de Estados Unidos, mediante el uso de nitroglicerina. En 1930 se utilizaron ácidos en vez de explosivos.

En 1947 comienzan los estudios para la posible utilización de agua. Este método empezó a aplicarse industrialmente en 1949 por la empresa Standard Oil, pero fue la Mitchell Energy, la compañía de George P. Mitchell, considerado como el padre del fracking, que logró la primera fracturación hidráulica comercial en época tan reciente como 1998. La Agencia Internacional de la Energía (AIE) ha señalado que “Estados Unidos se convertirá en el mayor productor mundial de petróleo en 2018 gracias al extraordinario crecimiento del crudo no convencional y pronto superará la producción de Arabia Saudí.”
 

En  el caso de los hidrocarburos no convencionales como el gas y el petróleo de esquisito para extraerlos son necesario fracturar la roca. El shale gas, gas de esquisto o gas de lutitas en español, es un gas similar al gas natural que se utiliza desde hace años en hogares, industria, comercio y vehículos. Se le considera un hidrocarburo no convencional porque su extracción requiere de tecnologías no convencionales como es el fracking. El shale gas se compone entre un 90% y 95% de metano, si bien es cierto que su contribución al efecto invernadero es 21 veces mayor que la del CO2, también es cierto que su participación en la atmósfera es 220 veces menor. El shale oil, petróleo de esquisto o petróleo de lutitas en español, es igual al petróleo que se extrae cerca de la superficie, pero se halla a profundidades a veces mayores a los 3 kilómetros. La diferencia de ambos hidrocarburos con sus pares convencionales radica en que se encuentran incrustados en formaciones rocosas de baja permeabilidad, a profundidades que pueden superar los tres kilómetros y su extracción requiere de tecnología no convencional como es el de la  fracturación hidráulica.
 

La fracturación hidráulica no es nueva. En el Reino Unido se utiliza para explotar hidrocarburos convencionales desde la década del 50. Pero sólo recientemente el avance de la tecnología y la perforación horizontal permitió la expansión a gran escala del fracking, especialmente en EE.UU., para explotar hidrocarburos no convencionales. Las inyecciones en el subsuelo para extraer petróleo datan de 1860, en la costa este de Estados Unidos, mediante el uso de nitroglicerina. En 1930 se utilizaron ácidos en vez de explosivos. En 1947 comienzan los estudios para la posible utilización de agua. Este método empezó a aplicarse industrialmente en 1949 por la empresa Standard Oil, pero fue la Mitchell Energy, la compañía de George P. Mitchell, considerado como el padre del fracking, que logró la primera fracturación hidráulica comercial en época tan reciente como 1998. La Agencia Internacional de la Energía (AIE) ha señalado que “Estados Unidos se convertirá en el mayor productor mundial de petróleo en 2018 gracias al extraordinario crecimiento del crudo no convencional y pronto superará la producción de Arabia Saudí.”

Proceso del fracking. Foto: www.sgerendask.com


¿Cuáles son los riesgos?
 

El fracking sigue generando protestas no sólo en EE.UU. sino en otras naciones como el Reino Unido y Argentina, y está prohibido en Francia y en el propio estado de Nueva York.
 

Los detractores del fracking apuntan entre sus principales riesgos la posible contaminación del agua tanto por aditivos químicos como por fugas de metano, el gas que se extrae de la roca de esquisto, y la ocurrencia de sismos.
 

En su informe de 2012, la Academia de Ciencias del Reino Unido, la Royal Society, señaló que los riesgos para la salud, la seguridad y el medio ambiente "pueden ser manejados en forma efectiva en el Reino Unido siempre y cuando se implementen las mejores prácticas operacionales, que deben ser aplicadas y monitoreadas", según explicó a BBC Mundo uno de los autores del informe, Richard Selley, profesor emérito de geología del petróleo en Imperial College en Londres.
 

Varios estudios científicos confirman (uno elaborado por investigadores de la Universidad de Duke, otro realizado por la Universidad de Cornell) que, además de la contaminación, el fracking requiere de  varios miles de litros de agua (lo que ya de por sí es una aberración que se inyectan a alta presión en los yacimientos encerrados en la roca densa del subsuelo para  liberar el gas natural. Esos compuestos químicos, que rompen o diluyen la roca, contaminan el terreno y los acuíferos subterráneos y se producen gases de efecto invernadero, sobre todo, metano, más dañino para el cambio climático que el CO2.Por último, se utilizan sustancias tóxicas como el benceno, el plomo y otros productos químicos que han sido catalogados como cancerígenos.
 

Si bien se recomienda   que la primera porción del entubamiento en el caso del fracking debe estar recubierta de una triple capa de acero y cemento para proteger los acuíferos, más superficiales que la capa de roca de esquisto, ello no siempre se realiza adecuadamente, y se afirma por los expertos en el tema que las mejores prácticas operacionales sólo pueden minimizar riesgos, no eliminarlos  y se sabe que aún hoy al menos el 5% de los nuevos pozos que están siendo construidos en Estados Unidos tienen fugas de metano. Otro punto de vulnerabilidad de la infraestructura se evidencio  en inundaciones en Colorado, EEUU.

Técnica de fractura hidraúlica para extraer petróleo. Foto:
www.mendozapost.com

¿Qué aditivos químicos se usan?
 

En países como el Reino Unido y España, las compañías están obligadas a divulgar la lista de aditivos químicos que utilizan.
 

En Estados Unidos, en cambio, cada estado decide si las empresas deben hacer pública esa información, aunque la industria estableció una base de datos de carácter voluntario en el sitio Fracfocus.
 

Uno de los principales problemas apuntados por los críticos es qué sucede con las llamadas aguas residuales.
 

Una vez que comienza a fluir el gas, entre el 25% y el 75% del fluido de fracturación con aditivos que fue inyectado a alta presión vuelve a la superficie, según señaló el año pasado en su informe sobre fracking la Royal Society.
 

Uno de los problemas más delicados es cómo almacenar o disponer de esas aguas residuales, también llamadas aguas de reflujo.

"La toxicidad potencial de las aguas residuales es difícil de evaluar debido a que muchos aditivos químicos usados en el fluido de fracturación hidráulica son secreto comercial no divulgado", dijo a BBC Mundo Trevor Penning, jefe del centro de toxicología de la Universidad de Pensilvania.

Yacimiento Vaca Muerta. Foto:
www.bbva.com

¿Quiénes se benefician actualmente con el fracking?
 

La Administración de Información Energética de Estados Unidos, (Energy Information Administration EIA), publicó la estimación más utilizada por analistas de los recursos técnicamente recuperables de gas de esquisto a nivel mundial.
 

Países como China, Argentina, México y Argelia poseen recursos considerables, pero por el momento Estados Unidos, con su vasta industria petrolera, cuenta no sólo con más de una década de experiencia en fracking para hidrocarburos no convencionales sino con prácticamente un monopolio en el dominio de la tecnología.
 

Desde 2005 se perforaron con fracking unos 6.000 pozos para extracción de gas, según Susan Brantley, directora del Instituto de la Tierra y Sistemas Ambientales de la Universidad Estatal de Pensilvania.
 

En el Reino Unido, Richard Selley asegura que, dado que la producción de crudo del Mar del Norte está en declive, "sería irresponsable para un gobierno no promover la extracción de gas de esquisto".
 

En el caso de América Latina, donde varios países han firmado acuerdos con empresas estadounidenses para explotación de hidrocarburos, grupos ambientalistas expresaron preocupación por el posible uso e impacto de la fracturación hidráulica. Vaca Muerta es la principal formación de shale (petróleo y gas de esquisto) de Argentina y una de las más importantes del mundo. Sus características geológicas y la inversión extranjera que está llegando a esta formación hacen soñar a los dirigentes que  Vaca Muerta es una fuente de petróleo tan rica y productiva como lo es la Cuenca Pérmica en EEUU.
 

Lo que preocupa es que en Sudamérica las empresas, aprovechándose de la falta de poderío de las administraciones hagan explotación afectando el medio ambiente. La opinión de expertos en el tema es que  los gobiernos latinoamericanos deben establecer sistemas de monitoreo con técnicos competentes absolutamente distantes desde el punto de vista económico de las compañías involucradas y, de esa manera,  minimizar los riesgos.

No a la exploración de petróleo no convencional, con el uso de Fracking en Río Negro. Foto:
www.350.org

¿Dónde se ha prohibido el fracking ?
 

En Francia la técnica de fractura hidráulica fue prohibida por el parlamento el 30 de junio de 2011. En Bulgaria, el 18 de enero de 2012. En mayo de ese mismo año, el gobierno alemán decidió detener temporalmente sus planes de implementación de la fractura hidráulica. En España, en 2012 y 2013, las comunidades autónomas de Cantabria y La Rioja, respectivamente, prohibieron la fractura hidráulica en su territorio y Valle de Mena (Burgos) se declaró municipio libre de fractura hidráulica. Suiza ha prohibido el uso de la tecnología mediante una moratoria nacional. En Italia dos proyectos de explotación de gas de esquisto fueron paralizados, uno mediante la protesta social y un segundo por el propio gobierno. En Irlanda del Norte, en 2011, el parlamento votó a favor de una moratoria de dos años sobre la fractura hidráulica. El senado lo avaló en junio de 2017. En Irlanda, en 2013, el gobierno estableció una moratoria informal de dos años sobre la explotación del gas de esquisto.
 

En Estados Unidos, algunos estados y ciudades han prohibido el uso de la técnica. Es el caso del estado de Vermont en 2012. Ese mismo año el estado de Nueva Jersey prohibió el depósito de residuos procedentes de la extracción de gas de esquisto en su territorio. Otros estados y ciudades han declarado moratorias para la fractura hidráulica, entre ellos el estado de Nueva York.
 

En Inglaterra, la primera ministra Theresa May, en 2016, decidió quebrar la moratoria y dar un impulso al fracking, y de paso a la energía nuclear, al tanto que suprimía el Departamento de Energía y Cambio Climático. Una de las primeras licencias concedidas fue a la compañía Cuadrilla en el condado de Lancashire, precisamente el escenario de la batalla contra el fracking que fue realizada por grupos ecologistas.
 

En Argentina la Provincia de Entre Ríos ha prohibido por ley, en abril de 2017 este tipo de extracción, siendo así la primera provincia en legislar  en contra del fracking. Existen también varios municipios que lo han prohibido como: Viedma, Valle Medio, Cinco Saltos y Villa Regina, en Rio Negro.

Entre Ríos contra el fraking. Foto:
www.biodiversidadla.org

Defensas al fracking


Los defensores del fracking destacan que la contaminación del agua resulta improbable, ya que la fracturación hidráulica tiene lugar a gran profundidad -por debajo de los acuíferos- y que los productos químicos que se utilizan están totalmente regulados.
 

Al tiempo, apuntan que el riesgo sísmico es muy improbable, ya que con dos millones de pozo abiertos mediante esta técnica desde 1960, apenas se han producido dos sismos de una intensidad prácticamente imperceptible.
 

Por ejemplo España está dividida, en  Cantabria, se han opuesto a la técnica, y en  el País Vasco, la ven con buenos ojos. Es evidente que España se encuentra  a la mitad, entre defensores y detractores. En apoyo de su uso se opina que   España necesita un suministro energético seguro, continuado, sostenible y de bajo impacto ambiental que contribuya a sostener el desarrollo económico y la fuente ideal podría ser el gas esquisito, el extraído por fracking, ante la ausencia de otras fuentes limpias.
 

España importa en la actualidad casi el 100% del gas y el petróleo que consume y lo hace de países inestables mientras que en  la Cordillera Cantábrica las reservas de gas esquisito podrían alcanzar miles de millones de metros cúbicos y en el País Vasco ya existen 13 pozos de investigación.
 

Mendoza libre de fraking. Manifestantes contra la iniciativa del Gobierno provincial en Malargüe. Foto:
www.elsol.com.ar

Los defensores elogian la reactivación  económica, a partir de la atracción de inversiones, la creación de puestos de trabajo, aumento de competitividad y la mayor recaudación. Para ello se basan en dos referencias: en Estados Unidos ya hay 600.000 personas que trabajan en el sector y en el Reino Unido podría crearse más de 75.000 puestos de trabajo.
 

Por ejemplo,  Luis Suarez, anterior Presidente del Ilustre Colegio de Geólogos de España (ICOG) afirmo que el fracking es compatible con la protección del medio ambiente. "Somos contrarios a posiciones maximalistas de fracking si, fracking no, nosotros decimos, '¿fracking? depende...” Y agrego “Somos favorables a la investigación de los territorios para buscar hidrocarburos no convencionales pero cumpliendo de manera taxativa la legislación ambiental que viene de la Unión Europea por medio de directivas que son introducidas en el derecho interno por la legislación de impacto ambiental".

Por su parte, Enrique Aracil  doctor en Ciencias Geológicas y profesor asociado del Departamento de Geodinámica. Facultad de Ciencias Geológicas de la Universidad Complutense de Madrid, opina que: “Se trata de una actividad que, emparejada con el beneficio económico, conlleva un riesgo, como la gran mayoría de las actividades que actúan sobre el terreno. Pero también es cierto que durante la última década se ha producido una evolución y mejora en todas las fases y en todos los aspectos implicados: perforación y aislamiento del pozo, control de la fracturación existente y generada, consumo de agua, aditivos, depuración y gestión del agua de retorno. Trabajar sólo en las zonas geológicamente aceptables, hacerlo con garantías y cumplir las exigencias harán que cada vez se esté más cerca del riesgo cero.”

Protestas contra el fraking en Alvear, Mendoza. Foto:
www.hoysanrafael.com

Conclusión
 

Considerando lo que se ha comprobado respecto a los riesgos ambientales producidos  por las  explosiones, escapes de gases, contaminación de acuíferos, aumento de probabilidad de terremotos, ocupación de grandes extensiones de terreno, contaminación acústica y emisión de gases de efecto invernadero y lo que se sabe sobre las consecuencias en la salud  humana debido principalmente a la contaminación del agua y del aire, podemos concluir que la actividad, que potencialmente puede ser beneficiosa para un país, y eventualmente para parte de la población, solamente debería utilizarse en aquellas naciones bien organizadas,   con gran conciencia ecológica, con fuertes e independientes controles de seguridad, con normativas claras y con una justicia independiente dispuesta a aplicar severamente las condenas a aquellas empresas que violen la ley.

Esas condiciones están ausentes, por el momento,  tanto en América Latina como  en nuestro país, circunstancia  que transforma en necesario el control que puedan ejercer los ciudadanos, como ocurre aquí y en tantos otros lugares del mundo, en defensa de los territorios que habitan, denunciando y requiriendo las acciones gubernamentales necesarias para que el fracking no produzca  efectos no deseados o asimismo, para para que no se utilice en caso de que las condiciones de máxima seguridad  no estén dadas. 

Perforaciones de pozos para realizar fracking. Foto:
www.mendozapost.com


 Fuentes: - www.bbc.com
                    - www.ecologiaverde.com
                    - www.sgerendask.com
                    - www.elfederal.com.ar
                    - www.opsur.org.ar
                    - www.lainformacion.com
                    - www.conclusion.com.ar
                    - www.elpais.com
                    - www.unosanrafael.com.ar


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