Montañismo

El gobierno de la provincia de Mendoza incentiva a que sus comprovincianos visiten el Aconcagua

Solo el 30% de los visitantes del Parque Provincial son mendocinos

Carla Romanello

Edición: CCAM



Aconcagua

Solo el 30% de los visitantes del Parque Provincial son mendocinos

- 24/12/2013 -
- Por Carla Romanello -
 

Del 30 por ciento de andinistas argentinos y del Mercosur que llegan al Coloso de América, menos de la mitad son mendocinos. Difusión local y visitas escolares, algunas de las herramientas para incrementar este flujo.
 

Camino a Plaza Francia, Aconcagua. Foto: www.clubandinososneadoexpediciones.blogspot.com.ar

 

Entrando por Horcones, pasando lago Espejo y por la majestuosa laguna de Horcones, ya se respira un aire distinto.

Desde la quebrada del Durazno el recorrido se transita a pie bordeando el río Horcones, pasando por caminos de piedras, subidas y bajadas, pero siempre en un majestuoso marco en el que a lo lejos -y de a ratos- se puede apreciar el Aconcagua.
Si bien el trayecto por el día

-que realizó Los Andes- finaliza en Confluencia, los andinistas que desean llegar a la cima del cerro continúan hasta Plaza de Mulas esperando el momento ideal para subir.

Es el Parque Provincial Aconcagua, una de las 17 áreas naturales de la provincia, a la que año a año llegan miles de turistas argentinos y extranjeros, pero la que pocos mendocinos realmente conocen.

Los mismos trabajadores de la zona dicen haber visto franceses, polacos, estadounidenses, suizos, cordobeses, porteños, entre otros, pero cuentan que son escasos los comprovincianos que llegan hasta allí.

“Los mendocinos no tienen cultura de montaña, prefieren las arboledas. Para conocer optan ir al Sur o a otros lugares antes que su propio territorio”, son algunas de las conclusiones que esbozan.

Celso Boccolini, subdirector de Turismo de Las Heras, aportó las estadísticas de esta realidad: “En el municipio sacamos la cuenta de que los visitantes son 70% extranjeros y 30% argentinos y del Mercosur.

Vista de la Pared Oeste del Aconcagua. Ruta a la cima Sur. Foto: www.animalderuta.wordpress.com

 

Pero de ese total 70% son de Buenos Aires y del Mercosur y sólo 30% mendocinos”, precisó el funcionario. Es decir que en la temporada 2012/2013 en la que llegaron en total 5.550 andinistas (a realizar ascenso y trekking), sólo 500 fueron mendocinos.

Desde la Dirección de Recursos Naturales (dependiente de la Secretaría de Medio Ambiente, que próximamente pasará a ser el Ministerio de Tierra, Ambiente y Recursos Naturales), reconocen la situación y aseguran estar comprometidos para cambiarla.

“Entendemos que en lo local hay que difundir y fomentar no tanto el ascenso, sino el trekking corto, el trekking largo y la visita de la familia, para que no sólo vengan los deportistas”, expuso Pablo Portuso, coordinador de Áreas Protegidas quien indicó que por años el sesgo natural desde la postura de protección ambiental pretendía limitar el acceso al turismo para garantizar la conservación.

“Pero ahora la visión es distinta, más ecosistémica, queremos pedirle a la gente que venga, visite y aproveche esa oportunidad para transmitir valores ambientales. Para que los mendocinos se comprometan en el cuidado primero tienen que conocer, valorar y después querer”, subrayó.

Una de las soluciones que postularon desde Las Heras son reformular programas de escuelas de senderismo, ofertar las montañas en el turismo social e invitar a las escuelas.

“De esa manera, fomentamos el desarrollo local de las 6 villas que hay entre Uspallata y Las Cuevas, donde viven 12.000 personas y 250 prestadores de servicio”, apuntó Buccolini.

Campamento Cólera, Aconcagua. Foto: www.commons.wikimedia.org

 

Pueblo de carpas

Llegar hasta Confluencia no requiere demasiada experiencia por lo que es apto para cualquier mendocino con estado físico promedio. Luego de una caminata de aproximadamente tres horas acompañada de una buena hidratación, se asciende al campamentos situado a 3.400 msnm.
Allí unas 25 carpas amarillas, verdes, rojas y de otros colores, reciben al visitante que debe pasar por un chequeo médico para continuar.

“Confluencia es un campamento de aproximación donde se recibe mucho turismo que va a hacer el ascenso al Aconcagua, se contiene la gente y se la aconseja”, explicó Javier Giménez, guardaparque encargado.

“Ahora que estamos en temporada alta, se está empezando a recibir más flujo de gente, esperamos tener una temporada exitosa y que muchos andinistas logren su sueño que es hacer cumbre”, remarcó y detalló que normalmente las personas pasan allí dos noches para aclimatarse (que el cuerpo se acostumbre a la menor cantidad de oxígeno).

En lo que va de la temporada ya han contabilizado 900 montañistas que tienen dos opciones: armar su propia carpa o contratar (en general previamente) algunos de los prestadores de servicios presentes. Si optan por la segunda alternativa pueden ser atendidos por los llamados “campamenteros” como Martina Morales Neumman (25).

“Llevo un mes y cinco días acá y estoy a cargo con una amiga del campamento. Cada día atendemos a la gente que viene según lo que haya contratado. Algunos sólo ocupan el baño, otros vienen a dormir y los últimos a los que también les preparamos la comida”, comentó inmersa en sus tareas cotidianas dentro de la carpa-cocina. Es la primera vez que toma este trabajo y aunque extraña se siente muy satisfecha con la experiencia.

“Al principio cuesta, pero después te vas acostumbrando, vas conociendo a los demás campamenteros y se arma una familia con la que convivís en un lugar maravilloso”, destacó la chica que estará arriba hasta marzo cuando finalice la temporada.

Aconcagua a la altura del Refugio Independencia. Foto: www.animaderutal.wordpress.com

 

De todas las latitudes

Leonardo Rubio viajó desde Estocolmo, capital de Suecia, para cumplir el sueño de escalar el Aconcagua. “Llegué hacer tres días a Mendoza y ayer (por el jueves) subí a Confluencia”, cuenta combinando inglés y español. Esta ascensión será para él su propio regalo de cumpleaños: “Ya había estado en Barriales, en San Juan, y había pensado en subir el Aconcagua. Pero como no había podido antes, ahora que cumplí 50 me lo regalé a mí mismo”, relató el hombre que viaja sólo y subirá sin guía.

Enrique Ovejero (43) fue otro de los que ayer descansaban en Confluencia. “Soy de Córdoba y vine por primera vez en el ’88 cuando no había guardaparques que cuidaran la zona. La verdad que lo veo mucho mejor y con excelente atención”, manifestó.

En esta oportunidad, el andinista llegó dispuesto a subir el cerro el Cuerno. “La verdad es que el Aconcagua me volvió a enloquecer y me gustaría volver con el grupo que tengo allá en mi provincia”, deseó.

Jason Kruk y Hayden Kennedy en la cima del Cerro Torre tras su ascensión de la vía del Compresor en mejor estilo. Foto: Jason Kruk

La Canaleta y a la izquierda arriba la cima del cerro Aconcagua. Se bordea por la derecha hasta salir a un hombro y luego se cruza a la izquierda buscando el filo y la cima. Foto: www.animalderuta.wordpress.com

 

Jason Kruk en el momento de la ascención. Foto: Hayden kennedy

Cumbre Cruz y vista a la pared Sur del Aconcagua. Foto: www.argentinasmountains.com.ar







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