El escenario: Monte Kamet, de 7.756 metros, en el Himalaya del Garhwal, India.
Los actores: Frank S. Smythe, R.L. Holdsworth, Eric Shipton, Lewa, comandante Beauman, capitán E. Birnie, doctor C. R. Greene y Kesar Singh.

Ubicación del Monte Kamet en la India

Los antecedentes:
1855: Los hermanos Schlagintweit, alemanes, hacen un intento al Kamet.
En 1906, el doctor Longstaff y Mumm, retroceden ante el Glaciar Kamet Este.
En 1910, C. F. Meade explora la Cara Oeste en compañía de Pierre Blanc y Alexis Brocherel.
1911: tentativa a la Cara Oeste del capitán H. Morris Slingsby y el capitán Crespigny.
También de 1911 es el intento de Meade, Justin Blanc, Franz Lochmatter y Jean Perren.
1913: Slingsby regresa al Kamet. No tiene éxito.
Otro regreso en 1913: Meade, con Pierre Blanc, remonta el Glaciar Kamet Este y alcanza un collado a 7.000 metros, que será denominado Collado Meade.
1920: el doctor Kellas y el teniente coronel Morshead, siguen el itinerario de Meade, pero no llegan más alto que aquel.

La historia:

La expedición sale en dos grupos de Ranikhet, que se halla a 140 kilómetros al sur del Kamet, en el mes de mayo de 1931.

La marcha de aproximación acaba el 5 de junio, y el campamento base queda instalado a 4.800 metros de altura, sobre el Glaciar de Raikana, que baja de la cordillera al nordeste del Kamet.

Campamento en el Kamet

La escalada empieza el 8 de junio. Greene, Holdsworth, Smythe y Shipton salen para montar el campamento I y alcanzan la lengua terminal del Glaciar Kamet Este después de una penosa marcha sobre una capa de nieve blanda.

El glaciar es remontado durante ocho kilómetros hasta el punto donde se interna en la estrecha garganta que Longstaff había creído amenazada por los aludes.

El campamento I se instala en la entrada de esta garganta; a unos 5.500 metros de altura.

Al día siguiente instalan el campamento II a 5.700 metros.

En el transcurso de la subida al campamento III, cuya ruta exploran los europeos el día 10 de junio, surgen las primeras dificultades importantes debidas a la empinada pendiente que se pronuncia cada vez más, y el viento que se ha levantado.

Esta jornada es dura y la ascensión se lleva a cabo en medio de la niebla. El campamento III queda instalado a 6.300 metros.

Frank S. Smythe

La ascensión se ha hecho extremadamente difícil y expuesta, y al llegar a la primera vertiente de hielo no solo hay que tallar peldaños para los pies, sino también presas para las manos. A estas dificultades glaciares siguen otras rocosas, y la escalada de una muralla de granito debe ser efectuada sobre unas mínimas y escasas presas.
El arreglo de esta vía exige tres días de esfuerzos, siendo necesarias dos jornadas únicamente para la talla de de los peldaños en la última pendiente. El paso de los porteadores hasta el campamento IV, a 6.700 metros, es facilitado por unas cuerdas fijadas en clavijas.

El emplazamiento del campamento V, a 7.200 metros de altura y 70 más arriba del Collado Meade, no es alcanzado hasta el 20 de junio.

El ataque a la cumbre se decide para el día siguiente. Lo llevarán a cabo dos cordadas, compuesta una de ellas por Shipton y Lewa, y la otra por Smythe, Holdsworth y Nima Dorje.

La noche es muy fría y los sacos de dormir quedan recubiertos de hielo. A las ocho de la mañana parten las dos cordadas a su jornada definitiva.

La nieve sostiene bien al principio, pero luego las condiciones cambias y su avance se torna desesperadamente lento. Nima Dorje va demasiado cargado, se detiene, y luego de descansar un instante, baja hacia el último campamento.

Smythe quiere abandonar la carga de Nima Dorje, pero Lewa, que sube muy bien, la recoge y prosigue la ascensión con sus tres compañeros.

Les falta poco para alcanzar la arista bajo la cumbre, después de un trabajo difícil que consiste en barrer una capa de nieve blanda para encontrar el hielo duro en el cual pueden tallarse sólidos peldaños.

Llegan por fin a la arista y hallan de nuevo al sol, que había desaparecido tras la altura. La arista es aguda, y a veces es preciso cabalgar sobre ella, pero la cumbre está muy próxima, oculta por un pequeño resalto de nieve que inquieta a los hombres. Tan cerca del éxito, ¿qué es lo que habrá tras aquel resalto? ¿Esconderá acaso una brecha vertical, imposible de franquear?

Pero el resalto solo ocultaba una suave depresión antes de la cumbre. Los ingleses tienen entonces un gesto cuyo valor sabrá apreciar todo alpinista: se apartan y hacen pasar delante a Lewa. El primero que pisará la cima del Kamet será un porteador.

“Es lo menos que podíamos hacer – escribe Smythe – para honrar a estos hombres magníficos a los cuales debíamos el éxito de nuestra expedición”

Son las 16:30 horas del 21 de junio de 1931: Smythe, Holdsworth, Shipton y Lewa se encuentran en la cumbre más alta conquistada hasta esa fecha.

Monte Kamet, Himalaya del Garhwal, India

El frío empieza a hacerse sentir y la fatiga cae pesadamente sobre los hombres, que contemplan el espectáculo de lejanas montañas en torno suyo.

“El silencio y la sensación de soledad son casi aterradores” nos cuenta Smythe.

Hasta la caída de la tarde no llegan los alpinistas al campamento y allí se dan cuenta que todos sufren congelaciones de diversos grados. Las de Lewa son tan graves que tienen que amputarle las primeras falanges de los dedos de los pies.

El 22 de junio de 1931, Birnie, Greene y Kesar Singh, repiten la ascensión.

Los miembros de la expedición no bajaron inmediatamente hacia Ranikhet, sino que exploraron primero la región del Kamet, realizando ascensiones a varias cumbres, y alcanzaron las fuentes del Ganges.

El regreso a Ranikhet tuvo lugar el 13 de agosto de 1931.

Argentinos en el Kamet:

El 6 de setiembre de 1998, los argentinos Gerardo Castillo y Fernando Molina, junto con un grupo de escaladores indios, alcanzan la cima del Kamet, por la ruta normal.

Formaban parte de una expedición dirigida por el veterano del Himalaya Ulises Vitale, y lo acompañaban Adrián Cangiani, Valentín Ugarte (h), Alfredo Dallasta y los ya citados Gerardo Castillo y Fernando Molina.

Cara Sur Este del monte Kamet

Bibliografía:

- Expediciones al Himalaya, de Guy Marester.
- Enciclopedia de la Montaña, de Juan José Zorrilla.
- Los Techos del Mundo, de Richard Sale y John Cleare.
- Argentina, 50 años en el Himalaya, de Marcelo Espejo.