En la provincia de Buenos Aires se encontraba un paraíso escondido para realizar la escalada en roca con paredes de más de 200 metros
En este artículo escrito de 1989 para la Revista Weekend, el prestigioso montañista e historiador Jorge Gonzales, nos invita a descubrir Sierra de la Ventana y sus rutas las que lamentablemente hoy se encuentren vedadas en su mayoría para los que amamos la escalada Es una lástima que por falta de organización y unión, perdamos la oportunidad de acceder a las paredes que se encuentran más cerca de Buenos Aires (550 Km) las cuales con casi 200 metros de altura, fueron wl lugar en que se entrenaron escaladores de la talla de José Luis Fonrouge, Carlos Comesaña y otras leyendas del montañismo argentino.
En medio del encanto serrano una excelente palestra natural para bisoños escaladores. Rutas y grados de dificultad.
A una hora de caminata de en la intersección de los arroyos San Bernardo y San Diego, se encuentra una zona de escalada tradicional: "del Tres Picos o de las Piletas". Aquí, la recomendación para el iniciado comienza con los llamados "departamentos", una serie de bloques rectangulares apoyados unos con otros y separados lateralmente por chimeneas de distinto ancho y constitución sólida. Tienen buena verticalidad y el suficiente espacio como para que varias cordadas puedan trepar al mismo tiempo, a pocos metros una de otra. Es posible practicar pasos de IIº y IVº, técnica de oposición en las chimeneas, colocación de clavos, bajadas en rappel y maniobras de soga. La roca es de calidad y se comienza a escalar desde el mismo arroyo. Ninguna de las rutas supera los tres largos de cuerda y se pueden bajar fácilmente por el costado izquierdo.
Remontando el río, justo al pie de las paredes, se ve claramente un bloque errático que, por su forma (un cuadrado casi perfecto) se le conoce como "la piedra cúbica" o "el cuadrado". Una de sus caras, presenta una ruta de menos de tres metros de largo, sin ninguna exposición pero de bastante dificultad. Tres o cuatro tomas muy pequeñas precedidas de un paso largo y algo de equilibrio, serán necesarios para llegar arriba limpiamente.
Las "lajas invertidas" distantes unos 700 metros de la piedra cúbica - siempre río arriba - son para escaladas cortas de 30 metros que resultan ideales para el aprendizaje.
Hay mucha exposición y poco riesgo, siempre que no esté mojada la pared. Se trata de lajas planas superpuestas que alcanzan gran verticalidad (cercana a los 75°) y forman un extraplomo en cada corte. La roca resulta frágil y algo quebradiza, pero se pueden colocar clavos en las grietas que las surcan de abajo hacia arriba o trepar directamente usando sólo nueces y stopers.
En la ruta "normal" una especie de diedro ayuda en la progresión y se han colocado unos clavos que pueden usarse después de comprobar su estado. A ambos costados de esta vía, existen otras dos tan atractivas como aquélla, pero con algo menos de dificultad. El descenso se puede hacer mediante un rappel corto o dando un rodeo breve por la derecha hacia el río.
Cumplidos estos pasos progresivos, se puede intentar la normal del techo, para lo cual hay que situarse al pie de la pared en un pequeño diedro (sólo dos bloques de alto) que nace a la derecha. A continuación, sobre una pared vertical, se encuentra una serie de fisuras anchas donde sucesivamente se progresa con manos y pies. Luego de unos 5 metros de escalada libre con buenas tomas, se alcanza el primero de los dos escalones o balcones que tiene la ruta.
El largo siguiente será un poco más expuesto y sobre roca buena, con tomas confiables, y la tranquilidad que dan los veteranos clavos. Se llega al segundo escalón. Hemos superado cerca de 40 metros y ahora nos separan de la hendidura que hay debajo del techo, alrededor de unos 30 metros que son los más expuestos. Nuevamente la pared y las tomas son buenas. Estamos a 100 metros del suelo. Luego de un tramo de IVº de dificultad y un paso de Vº, quedamos en una travesía que nos coloca justo en la hendidura, acostados en ella y apretados entre dos grandes bloques. Cuando nuestro compañero llegue por la izquierda del techo, saldremos hacia arriba y habremos logrado nuestra primera "gran pared".
Remontando el río que encontramos en el "dique" - pequeño embalse que cruza el camino de acceso al camping - daremos con un hermoso frente, bastante limpio y de buena roca como para escaladas que promedian los dos largos de soga y el IVº de dificultad.
De derecha a izquierda (hacia la gran cascada) los problemas aumentan y quedan aún muchas rutas por resolver. En ese orden, es conveniente empezar por la pared de la extrema derecha que tiene pasos de IIIº superior y clavos puestos. Luego, hay una ancha chimenea con un bloque empotrado en la salida que obliga a un paso de mucha exposición, algo extraplomado.
La pared que sigue, tiene muchas variantes, especialmente espolones de gran verticalidad y un diedro delicado. La roca es confiable, aunque en los sectores en que se presenta en láminas se puede romper con facilidad. Las cordadas que se quedan al pie de las rutas, se ven expuestas a la caída de piedras. Por ello hay que estar atentos y algo separados de la base mientras otros estén escalando.
Hacia la cascada propiamente dicha, la humedad y el musgo hacen sumamente peligrosa la estabilidad en esa roca. Todo el gran paredón que continúa hacia la izquierda es más alto, bastante vertical y poco escalado. Presenta un diedro interesante con pasos de Vº y una fisura prácticamente recta hasta la salida, de dificultad sostenida, que promedia el IVº superior.
Muchas veces encontramos aquí pastos que "ensucian" la ruta y pequeñas cornisas con tierra que la hacen peligrosa.
Si a la altura en que tuerce el arroyo a la derecha y seguimos en la dirección que traíamos, vamos a transitar por suaves lomadas hasta dar con otro cañadón cerrado, surcado por un arroyo. Su cauce nos lleva a la Fuente del Bautismo, una suerte de olla o pileta con un pequeño salto de agua. Cerrando el valle se ve nítidamente una fisura de unos 80 metros de altura que resulta tentadora. Se trata en realidad de una chimenea que presenta un bloque empotrado aproximadamente en la mitad donde se puede hacer un relevo instalando un seguro natural. Si uno supera la Fuente del Bautismo por la derecha, da con el valle paralelo y más alto por donde sigue descendiendo el arroyo. Después de un trayecto corto, se ve un diedro de roca rojiza y gris que tiene un largo de cuerda.
Es una escalada muy interesante tanto superando las pequeñas tomas de una de sus paredes como salvando la salida extraplomada de la izquierda. Si volvemos al punto donde el arroyo del camping tuerce hacia las paredes, podemos internarnos en dirección contraria, hacia la izquierda, por un valle que pronto llama la atención por la forma en que se encajona. En el primer tramo, hay rutas cortas y muy extraplomadas, al punto que caen a pique sobre el río. Hacia el fondo, a unos 40 minutos de marcha, se puede ver a la izquierda una sucesión de placas invertidas, que forman una suerte de "explanada" de poca inclinación pero interesantes para la práctica de adherencia.
Cuando uno ingresa por el campamento base, al pie del sendero señalizado que conduce al Hueco de la Ventana, encuentra posibilidades magníficas de escalada con cortos acercamientos. A la altura de la primera estación del sendero, uno puede volcarse hacia el valle de la izquierda caracterizado por un manchón dé álamos. Hay escaladas de 2 a 3 largos', posibilidad de hacer boulder y el marco adecuado que quiere el escalador.
Volviendo al pie del sendero del Hueco, otro camino de huella lleva a la derecha y en 15 minutos se está bajo la "gran laja". Son 25 metros verticales y lisos, que luego se pueden descender con un vertiginoso rappel. A la derecha, los 10 metros seguros de un contrafuerte son ideales para entrar en calor y dar las primeras clases de movimientos sobre la roca a los iniciados.
En dirección a la laja, una chimenea permite aplicar las técnicas de oposición y, hacia la derecha, la verticalidad del primer largo es excelente para un control de la progresión, los movimientos de equilibrio, la técnica y la exposición a la altura.
Dentro del Parque Provincial, también hay objetivos de interés en el valle que está sobre el refugio de la Reserva Integral. En este caso, hay que ingresar al Parque por su entrada principal, donde está la administración y dar aviso de la intención de caminar hacia el refugio o la Cueva del Toro. Pero la opción de más atractivo, la ofrece el llamado Hueco de la Paloma.
El sendero se interna a la altura del primer manchón de pinos que se ve a la derecha de la ruta en dirección a Tornquist, a unos 6 kilómetros del motel. Partiendo del campamento base, se está en 3 a 4 horas de marcha en el fondo del valle. Se va dejando a la derecha la Garganta del Diablo, mientras se divisa un cerro de suaves contornos en forma de montura.
Centro cultural Argentino de Montaña 2023