En un Bariloche diferente donde la aventura al Tronador se realizaba con técnicas muy distintas a las de hoy, Provincia de Rio Negro
Luego de largo tiempo de entrenamiento, decidí desde Bariloche, subir al Cerro Tronador.
Transcurría el mes de Enero del año 1955, fue yendo en tren a Bariloche, donde conocí a Peter Bruchhausen y Rudy Milla, quienes serian mis compañeros en mi primera ascensión al pico argentino, este ascenso no tuvo dificultades, hicimos cima sin inconvenientes, en un hermoso día.
En 1958 intentamos el segundo ascenso en el mes de febrero acompañado por mi compañero Grosso, llegando al refugio (antiguo) donde hicimos noche, en la ascensión Grosso cayo en una grieta pero lo pudimos sacar, estaba hundido hasta la cintura lo sostuve, según la técnica usual, es decir hundir la piqueta en el glacial y con la soga sobre la espalda lo extraje lentamente.
Proseguimos la ascensión hasta la depresión para finalmente hacer cumbre dejando latitas con nuestros nombres. Al regreso a Bariloche Clerch un guía anoto nuestros nombres en el libro del CAB con las siguientes palabras."Será la única ascensión de la temporada".
En 1959 hicimos el tercer ascenso, busque compañeros en Bariloche, y después en un paseo por Chile, Osorno, Pucón y otros, volvimos al Tronador, buscando la ruta de la vertiente mirando al este,y a las siete de la mañana comenzó el ascenso partiendo desde el refugio. El glacial presentaba un cuadro de numerosas grietas cuyos puentes eran endebles a tal punto que en la mitad del glacial, Clerch cayo en una de esas peligrosas grietas, este fue un intento fallido, pasando sobre la rimaya dos veces seguidas en el mismo día, hasta que decidimos regresar, años después Clerch cayo en una de esas peligrosas grietas y quedo allí, lamentablemente nunca se encontró su cuerpo.
Entre otras aneadotas recuerdo a Thomas Kralj (esloveno) cuya hermana y cuñado administraban la hostería de Pampa Linda acostumbraba a ir al Glacial Negro y en uno de sus salidas, cayo en una grieta y falleció no pudiendo rescatarlo.
Una vez un montañista alemán intento subir al pico internacional, junto un guía del CAB sin poder hacer cumbre, el andinista alemán entro en pánico, el guía puso clavos y un mosquetón asegurándolo y dejándolo allí, bajo rápidamente al refugio a buscar ayuda. Cuando llego al refugio se desato una tormenta y al día siguiente cuando lo fueron a rescatarlo, no lo encontraron. La imprudencia del guía desemboco en que fuera apartado del CAB.
En la actualidad el cerro Tronador sigue suscitando atracción para todo montañista, a tal punto que cada año se repiten las excursiones a sus cimas desde la primera ascensión de Clausen en 1934.
Centro cultural Argentino de Montaña 2023