Todo se reavivó cuando en el verano del 2012, dos montañistas extranjeros extrajeron sin autorización los buriles que había instalado la expedición italiana, liderada por Cesare Maestri en su discutido ascenso de 1970 a la cara sudeste del Cerro Torre, en el parque Nacional Los Glaciares, en la provincia de Santa Cruz
Nombrar a Cesare Maestri es sinónimo de polémica entre montañistas de la Patagonia Austral. A 42 años de su controvertida expedición,dos norteamericanos removieron 125 de los 350 buriles que él había instalado con su famoso compresor en 1970.
Por el hecho ambos fueron detenidos, se les secuestró el material histórico y el pueblo de El Chaltén los declaró “persona no grata”. La historia comienza en 1959 cuando Maestri, junto al austríaco Toni Egger (un excelente escalador en hielo) y su compatriota Cesarino Fava (quien residía en Argentina), emprendieron la difícil ascensión de lacara este del Cerro Torre (3.133 m). Hasta ese momento, la ascensión se catalogaba como “una escalada imposible”.
La expedición sufrió muchos inconvenientes que terminaron con la vida de Egger, quien fue arrastrado por una avalancha durante el descenso. Maestri se salvó con la ayuda de Fava y tiempo después afirmó haberalcanzado la cima.
La opinión pública manifestó sus dudas, ya que el único testimonio de su ascenso se encontraba en la cámara de Egger, artefacto que supuestamente desapareció en la avalancha, pues el cuerpo del austríaco fue encontrado recién en 1975.
Once años después Maestri regresó como jefe de un nuevo grupo, con el objetivo de escalar la arista sudeste en invierno.
El equipo de escaladores de primer nivel contaba con material técnico de última generación Para la época.
Consultado por su regreso, Maestri respondió que si existían dudas de su ascensión del 59, quedarse de brazos cruzados les daría la razón, la única forma de disipar los fantasmas era subir el Torre otra vez.
La expedición, conocida como “Campiglio 70”, estaba conformada por Cesare Maestri, Carlo Claus, Ezio Alimonta, Pietro Vidi, Renato Valentini y Cesarino Fava.
Un grupo anglo-argentino, de la cual participó el argentino José Luis Fonrouge, intentó seguir. Un año antes la misma ruta, pero no lo consiguieron. Entre las causas estaba el equipamiento de anclajes a través de buriles en forma manual, lo que representaba un trabajo muy arduo. Maestri tuvo la idea de utilizar un compresor de aire para acelerar la perforación necesaria en la colocación de los anclajes. La empresa Atlas Copco les brindó un compresor diseñado para realizar perforaciones en la roca cada 20 segundos. El aparato pesaba más de 70 kg, a lo que se le sumaban las dos pistolas perforadoras, las piezas de recambio, la manguera para el aire, las cuerdas y el malacate para izarlo. En total, el equipo superaba los 180 kilos.
A mediados de mayo de 1970, la expedición llegó a la Patagonia en la previa del invierno. Les tocó sortear el despiadado viento patagónico, sumado a nevadas casi todos los días. Las temperaturas oscilaban entre -20 y -25 ºC. De los 54 días que estuvieron en la zona, sólo seis fueron buenos y tuvieron que vivaquear 28 noches en hamacas aseguradas a la pared.
La petrolera Agip Petroli destinó a la expedición un helicóptero de grandes dimensiones y una avioneta, con lo que pudieron trasladar todo el equipo, incluyendo un refugio prefabricado que fue instalado en el glaciar Torre.
Algunas semanas después, el refugio estaba tapado por varios metros de nieve. A principios de julio, el gas y la comida comenzaban a escasear, la fatiga dominaba sus cuerpos y el severo clima daba sus coletazos en la moral.
Fue así que el 10 de julio decidieron abandonar la escalada.
El italiano se quedó en el país y esperó la primavera en la provincia de Santa Cruz. Gracias a los esfuerzos de Gendarmería Nacional logró trasladar los víveres y combustible a la zona que hoy es El Chaltén, donde se estableció a la espera de buen clima.
Desde allí trasladó el material hasta el refugio armado algunos meses atrás en el cerro. Esta segunda etapa de la expedición fue integrada por Ezio Alimonta, Carlo Claus, Daniele Angeli, Carlo Baldessari, Juan Pedro Spikerman, Fausto Darozzi y el propio Maestri.
En el campamento base se construyeron cuevas de nieve en la ladera donde se almacena viveres y equipo.
Foto: Del libro dos mil metros de nuestra vida, Cesare Maestri y Carlo Claus
El clima fue favorable y, luego de tres semanas de trabajo duro para recuperar las cuerdas fijas incrustadas en el hielo, alcanzaron el punto más alto al que llegaron en la salida previa. A pesar de que hacía tres meses que el compresor estaba congelado, por haber permanecido a la intemperie, arrancó en el primer intento. La moral se mantuvo bastante estable, gracias al inusual buen clima durante esos días en el sur patagónico.
El 1 de diciembre alcanzaron el Headwall (ubicado en la parte superior de la pared), pero notaron que habían olvidado en el campamento base los clavos para las fisuras de la roca. Por ello, decidieron taladrar casi 200 m, que en su mayoría podrían haberse equipado con clavos comunes. Cerca de la medianoche de ese mismo día, y faltando sólo 50 m para terminar, resolvieron vivaquear colgados en la pared. Al otro día el clima empeoró mientras realizaban el último largo de la escalada.
Maestri, liderando la cordada, decidió que escalarían sólo hasta el comienzo del hongo somital de hielo. Al descender rompieron los anclajes del último largo y dejaron el compresor anclado en la pared, en la mítica vía que llevaría su nombre.
Al volver a su patria, Maestri fue duramente criticado por el uso del compresor y la colocación de más de 350 buriles, algo que nunca se había realizado hasta la fecha.
La esperanza del italiano de limpiar su nombre se disipó rápido, al notar que se lo mencionaba en otro fracaso y sus métodos eran fuertemente cuestionados por los montañistas del mundo.
Nuevamente quedó sumido en la controversia, ya que no escalaron el hongo somital, aludiendo que podía desmoronarse en cualquier momento.
A finales de enero de 2012, la cordada integrada por Jason Kruk (canadiense) y Hayden Kennedy (estadounidense) tomaron por su cuenta la decisión de retirar 125 de los 350 anclajes, instalados en 1970 por la expedición de Maestri. Argumentaron que las acciones del italiano fueron una total atrocidad. Según ellos, el uso de clavos y de maquinaria pesada fue escandaloso.
Afirmaron que la arista sureste era “realizable” en “buen estilo” incluso en los años 70, y que Maestri le quitó esa posibilidad a futuros montañistas.
La respuesta no se hizo esperar. Desde el Centro Andino El Chaltén comunicaron que “los escaladores norteamericanos Jason Kruk y Hayden Kennedy son declarados “Persona No Grata” en El Chaltén”, acusados de faltar al respeto de una comunidad que ya se había manifestado en contra de la extracción de los buriles puestos por Maestri. Tal vez sea necesario aclarar que cuando
Maestri taladró la vía, en el valle aún no existía una población estable y que si alguien quisiera hacer algo parecido en el futuro, el pueblo se manifestaría masivamente en su contra.
En 1975 se encontró el cuerpo desaparecido del compañero de Maestri en el glaciar del Torre, en el cual no se encontró la famosa cámara con las fotos de la cumbre, contribuyó este hecho a afirmar que no habían realizado toda la ruta a aquellos que no aceptan la palabra de Maestri sobre la primera ascensión del Torre.
1º 31 de enero de 1959 Cesare Maestri y Toni Egger Pared norte
2º 2 de diciembre de 1970 Maestri-Claus-Alimonta (sin subir al el hongo), Vía del Compresor
3º 13 de enero de 1974 Ferrari, Conti, Chiapa y Negri Vía Ragni
4º 15 de enero 1977 John Bragg, Jay Wilson y Dave Carman Vía Ragni
5º 4 de enero de 1979 Jim Bridwell y Steve Brewer, Vía del Compresor
6º 25 de noviembre de 1983 Ermanno Salvaterra y Mauricio Giarolli, Vía del Compresor
7º 27 de diciembre de 1983 Daniel Anker y Thomás Wuschner, Vía del Compresor
8º 14 de diciembre de 1984 Elio Orlandi y Livio Rigotti, Vía del Compresor
9º 23 de enero de 1985 Alan Kearney y Beda Fuster, Vía del Compresor
10º 23 de enero de 1985 Hans Barnthaler y Manfred Lorenz, Vía del Compresor
Se encuentra entre Argentina en la provincia de Santa Cruz y Chile en la región de Magallanes, de 3102 metros de altura, se encuentra en la frontera este del Campo del Hielo Continental Sur, es una aguja de granito coronada por un impresionante hongo somital que se genera no tanto por la nieve caída como por el congelamiento de la humedad que trae los violentos vientos del pacífico y que queda atrapada en las paredes de esta montaña, el acceso más rápido es a través del Chaltén, pueblo argentino fundado en 1985 por motivos de soberanía y que hoy se ha convertido en un lugar de gran importancia turística, donde es visitado por montañistas, excursionistas y viajeros de todo el mundo.
Su cara occidental está cubierta por una casi constante costra de hielo, producto de la condensación de la humedad proveniente del oeste. La cara norte es quizás la más peligrosa a causa de la constante caída de material. La sur es la más técnica y difícil, con sectores extraplomados. El complejo nivel de dificultad presente en todos sus flancos, sumado a la gran inestabilidad climática, hacen que este cerro esté reservado para ser escalado por los más experimentados montañistas.
Ubicado justo sobre el borde oriental del Campo de Hielo Sur, se encuentra entre los parques nacionales Bernardo O’Higgins de Chile y Los Glaciares de Argentina, dentro del grupo de picos de la zona de El Chaltén, posee la segunda mayor altura de todo este grupo después del Fitz Roy. Conforma junto con los cerros Egger y Standhardt un cordón montañoso propio al suroeste del Fitz Roy que es particularmente azotado por el mal tiempo proveniente del Pacífico, por lo que pasa la mayor parte del tiempo cubierto. Este cordón se prolonga hacia el sur, en cordón Adela.
Fuente: - Revista "Weekend", Marzo de 2012
- Wikipedia
- www.andeshandbook.org
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