Este artículo fue publicado en el Numero 1 de la desaparecida Revista "Cordada" , en diciembre de 1994, bajo el título: El Señor de la Patagonia.La entrevista fue hecha por Diego Sánchez y Gustavo Balmaceda, quien en aquel entonces tenía un negocio de venta de equipamiento de montañismo llamado Messner Expedition.
"Recuerdo aquel año 1994, cuando Casimiro dió una conferencia en el CENARD, Centro de Entrenamiento Nacional de Alto Rendimiento Deportivo, fue un viernes y me avisaron a último momento, lo acompañó José Luis Fonrouge, conmemorando los 20 años de la ascensión de la ruta noroeste al Cerro Torre (1974 -1994) del Club Andino Italiano, el grupo las Arañas del Lecco y parte de lo que dijo en esa ocasión puede leerse en esta histórica entrevista."
Alex Guillermo Martín
Un grande, simplemente un grande. Con la sencillez de este término se puede definir a un ser fuera de serie. A sus 54 años demuestra cómo no estar de vuelta de la montaña. La apertura de una nueva ruta en Patagonia, este verano, es prueba clara de ello. Un libro abierto. Enseña, aprende y sin posturas habla de todo: el Torre, Maestri, Messner, Fonrouge, la ética, los sponsores, Tomo Cesen y la sur del Lothse... mostrando su faceta más importante: la humana.
¿Hace cuánto que escala por el mundo, Casimiro?
Casi treinta años que vengo a la Patagonia, además hice Perú, Himalaya, Alaska. Pero Patagonia me gusta más, me descansa; aún cuando estoy cansado, estoy contento.
¿Querría venir a vivir a Patagonia?
Tantos años que así lo quiero. Lo que pasa es que tengo un trabajo que me ata, una fábrica, no muy grande, pero que necesita atención. Tengo un chico grande que se ocupa de eso.
Quizás es la respuesta que está esperando y se puede venir.
Sí. Me gustaría tener un campo, no muy grande, un lugar de vida, no para trabajar, trabajo tengo en Italia, pero sí un trabajo que de un sentido a la vida. Y la montaña cada año me gusta más, los años pasan y todavía me siento bien, no me falta fuerza física, pero antes andaba mejor.
¿Qué edad tiene?
Cincuenta y cuatro años, y no tengo problemas. Lo importante es seguir teniendo interés en algo y la montaña me reconforta, es mi manera de vivir.
¿Cómo empezó a interesarse en esta zona?
Yo soy del pueblo de Lecco, una pequeña ciudad que tiene una historia alpinística que se inicia con Cassín, luego otra generación, la de Carlo Mauro. Este último fue con la última expedición del Padre D'Agostini cuando escalaron el Sarmiento. El se enamoró de Patagonia y en 1965 me vine con él.
Anteriormente, en 1957, había intentado el Torre del lado oeste con Walter Bonatti. Fue la primera vez que se intentaba. Cuando lo vi dije ¡No! Tiene razón Terray cuando se refiere a esta cumbre. Terray en 1952, después de subir al Fitz dijo que "Esta es la única cumbre en el mundo que puede ser el amor platónico de cualquier alpinista".
Estoy de acuerdo con lo que expresó. Luego pasaron los años y vine a intentar la cumbre con Mauri.
Casimiro Ferrari
Expedición Italiana de 1975 al Alpamayo, con Casimiro Ferrari
Intentamos el Torre y fracasamos, pero personalmente volví muy contento, confirmando lo expresado por Terray. Dejé de pensar en el Torre, pero Mauro constantemente me preguntaba: "¿Cuándo vamos al Torre?". Le respondía que no, que no quería volver a intentarlo, porque tenía dificultades que no podíamos resolver, no poseíamos la técnica suficiente para hacer esa montaña imposible. Cuando dije esto había periodistas presentes y publicaron a la semana siguiente un artículo en un diario, en el cual había también una entrevista a Cesare Maestri que dijo: “No es una montaña imposible, pero hay algunos alpinistas que no tienen posibilidad de hacerla”. Estas palabras me cayeron muy mal; me enoje mucho.
Así que entre Maestri y Mauri lo "ayudaron" a intentarlo.
Sí, esa era una generación loca que salía a intentarlo todo.
¿La técnica era reemplazada por el ímpetu?
Por supuesto, eran épocas de técnica escasa. Para mí el Cerro Torre era imposible y después de cinco años fui nuevamente. En esa época fue que comenzó el piolet tracción, porque con una piqueta sola no se podía subir, así que empezamos a utilizar otra más.
¿Cuál fue la ascensión más difícil que realizó?
Como dificultad en roca fue el pilar este del Fitz Roy (Chalten); pero más peligrosa el Torre, eso es otra cosa porque se necesita más capacidad, más convicción. A mí me salió el Torre porque yo lo vivía todos los días, de día y de noche. Vine aquí como Jefe de expedición de mi grupo "Las arañas del Lecco", que tenían interés en el pilar este del Fitz Roy y yo dije no, mejor vayamos al Torre, porque es un problema italiano terminarlo. Al Fitz volvimos en 1976, lo subimos en estilo alpino en 7 días con 1000 metros de pared hasta la cumbre. Es la única ruta que aún no se ha repetido. El Fitz es técnicamente difícil; a mi modo de ver, toda la pared y los 500 metros finales del Torre son demasiado peligrosos.
¿Alguna vez superó sus propios límites?
En el Torre pasé mis límites.
¿Qué sintió al concluir el problema del Torre?
No me gustó llegar a la cumbre, ahí terminó mi sueño, porque uno no vive de montaña, vive de sueños.
Subir a una montaña es, en cierto modo, una conclusión de un esfuerzo deportivo, pero mejor es cuando te concentras y la soñas. No es como una escalada de fin de semana. Esto es distinto, cuando pensás en algo en forma seria y lo logras se termina todo.
¿Qué hay después del Torre?
Pienso que después del Torre no viene nada. Es la conclusión de la montaña. Luego fui a la oeste del Makalú, una pared como el Fitz pero a 8000 metros y fracasamos a 7500. Nunca fui con el interés del Torre.
¿Alguna vez fue amigo de Maestri?
Sí, aunque nunca salimos juntos a la montaña. No tenemos el mismo modo de verla, pero yo lo estimaba mucho, él fue un ejemplo de vida, de trabajo. Lo malo fue que tuvimos cosas, como esa del Torre. No quiero polemizar con Maestri, lo comprendo y lo justifico en los motivos por los cuales el intentó la pared con el compresor. La verdadera historia del compresor es que él se fue con este aparato porque la "Atlas-Copeo" puso mucho dinero y él lo aceptó. Quería ir al Torre a saldar una deuda y por la necesidad de esta plata se perdió un poco de valor alpinístico o de valor ético. Pero Maestri era un hombre de gran valor, no sólo por el Torre sino por tantas cosas realizadas. Lo que no me imaginé nunca es que cayera tan bajo con esta historia; el tenía capacidad para subir sin el compresor.
¿La "Atlas-Copeo" tenía dinero que valía la ética?
El por este motivo fue muy criticado, todo el mundo le cayó encima, pero él no era así, era un hombre que valía igual sin salir al Torre con compresor. Era un alpinista respetado a nivel mundial. Para mí no influyó en nada en su trayectoria.
¿Para usted, el nombre de Maestri siempre fue sinónimo de respeto?
Absolutamente sí. En una oportunidad lo encontré en una feria deportiva en Milán, cuando me vio se dio vuelta, se fue a otro lado; lo busqué y le dije que no tenía problemas con él y me expresó que él tampoco conmigo; terminamos tomando algo juntos. No puedo decir que es un amigo, pero siento mucho respeto por él. Maestri es de una generación anterior a la mía, diez años no son muchos pero hay una diferencia.
¿Pero, por qué pareció siempre que eran enemigos?
Porque se metieron los ingleses. Iban a mi casa a grabar para ver si yo hablaba mal de él o de la historia de Toni Egger.
Egger era mi amigo y mi esposa lo era más. Era un buen hombre, respetadísimo en el ambiente, tenía mucho valor y se seguía poniendo en el medio el Torre, en cualquier porquería se ponía el Torre. Como esa película "Grito de Piedra" en la que también estuvo Messner metido en este comercio. El no tiene la culpa, pero salió muy mal.
¿Se trató de trazar un paralelo entre esta película y la historia del Torre?
Sí, pero les salió mal. Alguien puso esta idea, seguramente un alpinista; pero les salió mal.
¿Cómo se pagó la expedición al Torre?
La pagaron algunos amigos. Recuerdo que era el mes de marzo, el club no tenía plata porque habían construido un nuevo refugio y habían pagado una expedición al Himalaya. Así que con un amigo organizamos una cena para 100 personas. El presidente del club preguntó cómo pensábamos pagar aquella cena, yo le dije no sé, la pagarán ellos.
Cenamos y al final de la cena se me acercó un amigo, representante de Fiat, preguntando la razón de la invitación. Le dije que el club necesita plata, sin más me preguntó si 2000 dólares estaban bien. Sí le dije, si todos ponen 2000 está bien. Así que con los papeles en la manos nos pusimos delante de él y aceptamos la donación, de pronto fueron apareciendo otros, al final de la noche habíamos juntado 60.000 dólares, pagamos la cena, la expedición y además trajimos 3000 dólares de vuelta.
¿Alguna vez escaló en solitario?
No, cosas importantes no, lo hice pero no me gusta. Estuve por hacerlo en el cerro Grande en Patagonia, pero me encontré con chicos de Buenos Aires que nunca habían escalado antes; uno de ellos, Damián, quiso acompañarme, le presté el equipo y pudimos escalarlo. Lo más complicado fue rapelar pero después de tres rápeles aprendió bien y no tuvimos problemas.
¿Cuál es su opinión sobre Messner?
Messner es un hombre inteligente, muy comercial. Ahora todo es comercial, antes no tenía sentido serlo, no se hablaba de sponsores.
Y pensar que se hablaba tan mal de Bonatti, Maestri o Mauri que escribían alguna nota en algún diario, obtenían tres pesos y decían que se vendían, que ya no era puro. Ahora es todo igual, todos hacen lo mismo. Acaso ¿estaba mal antes? Yo prefiero no hacerlo, no me gusta, aunque en ciertas ocasiones es necesario. Si no lo necesito, mejor.
Y no es sólo Messner, es una época, cualquier fábrica necesita alguien que le levante las ventas. Otro tema es que uno se vende mal, aunque gane buen dinero.
En una oportunidad presencié una conferencia de Messner, por la cual ganó 6.500 dólares. Durante esa proyección mostraba como antes de llegar a la cumbre comía un queso de una fábrica de Trente. Una cosa es ganar plata y otra es venderse. Yo prefiero escalar un poco menos, pero salir más tranquilo.
¿Extraña esa escalada más pura?
Esa escalada ya no existe. La pureza la dan las épocas. Existen algunos alpinistas que hacen las cosas de una manera distinta, a la vieja usanza y, personalmente, me gustan estos tipos. Una vez fui a Ferrino a buscar carpas, quería pagarlas y me dijeron: "te las damos gratis si nos garantizas la cumbre". Yo no puedo garantizar ninguna cumbre y cuando salgo no me gustan estos problemas...
¿Se puede fusionar la ética y el resultado con sponsors?
Si el sponsor que se tiene es grande y le da el valor a esta forma de escalar, puede ser.
¿Qué nos puede decir de Tomo Cesen y la Sur del Lothse?
Para mí no cambia en nada la opinión sobre Cesen, porque no pongo en duda a ningún alpinista, sino se podría decir que toda la historia del alpinismo es mentira.
¿Qué opina de la indagatoria que le hicieron a Cesen por esta cuestión?
Eso es muy malo, porque cualquier "macana" que uno va diciendo ya se transforma en un personaje. En lo que respecta al tema, Tomo Cesen, considero que alguien miente, otro no cree y a algunos les conviene decir que subió y a otros no.
Otra vez la plata, ¿no?
Sí. También existen otras razones. En mi casa estuvieron parando unos polacos, entre ellos Kukuczka y me preguntaron cuál era el motivo por el cual yo iba todavía a la montaña, si tenía mi fábrica, mi coche nuevo... No me daba cuenta que me quería decir. Desde el punto de vista polaco, ruso o yugoslavo, salir a las montañas más importantes es resolver un problema de vida, es otro modo de ver a la montaña. No pueden volver a su país sin hacer cumbre, porque no te dan el pasaporte para volver a salir. A veces se comprende el motivo por el cual deben llegar sí o sí a la cumbre.
¿Cómo ve la Patagonia de acá a diez años?
Creo que va a traer mucha gente y, por consiguiente, traerá problemas turísticos. Patagonia necesita gente que sepa como es el turismo, como es el andinismo, alguien tiene que ser el responsable de esta zona para cuidarla. Hace 5 años atrás se lastimó mi señora en el Campamento Maestri, y ni siquiera había camilla en el helicóptero que nos ayudó a salir.
El Chaltén fue una buena idea, tener guías, equipo de rescate, gente que salga a caballo a recorrer la zona, con sueldo, pero ahora hay un pueblo que, en su mayoría, no sabe qué es el andinismo, que solamente buscan un sueldo. Existen capitales privados que pueden servir, pero no se usan, además no nos llaman escaladores sino que nos llaman mochileros, que es una palabra que rebaja. No veo mal que cobren, pero que compren material de rescate, aunque sea que hagan baños. La basura no hay que dejarla por ahí, hay que llevársela. Hay gente que no tiene idea qué es la naturaleza. No hay guías de escalada, casi nadie conoce las montañas de adentro.
La Patagonia no tiene que ser solamente el Fitz y el Torre, acá no se le dá el valor que realmente tiene la zona.
¿A quién no le gustaría hacer el Fitz o el Torre? La lealtad a la naturaleza no se debe perder, tiene que ser la misma de siempre.
¿Qué opina de las tarifas que cobra Chile en el Paine?
No entiendo como pueden hacerlo. Como italiano, te digo que gracias a un italiano, Chile tiene un parque nacional. Ese hombre fue Guido Monzino, primer escalador en hacer la torre Central. Monzino compró el campo y luego dio como donación el lugar para hacer un parque nacional. Y ahora si voy tengo que pagar...
Aunque pasen 200 años, al Paine no voy por principios.
Esto no es mérito de Pinochet o del turismo, esto es mérito de un pionero que fue a esas tierras y las hizo conocer; se desconoce la verdadera historia.
La Palestra, como escuela ¿sirve?
Sí, si no te limitas solamente a medirte según los grados. Algunos se limitan solamente a medirse por grados y piensan que si no haces una 7a. - que yo no lo hago -, no sirven. Esto no vale, piensan que si no lo hacen no pueden hacer otra cosa y no es justo. Acá hay gente que piensa que la escalada pasa por la Palestra nada más, simplemente porque no conocen otra cosa.
Vivo en una ciudad donde la montaña es una cultura, cada uno sale con su familia o amigos a hacer diferentes cosas, a algunos les gusta el 2- y 3Q grado, es parte de su vida.
Cuando contaba con doce años debía ir a la escuela y por escalar no asistía a clases. En el camino me encontraba con gente que estaba trabajando en el campo y no eran de mi familia, me decían ¿tenes todo?, ¿tenes los clavitos?, ¿sabes hacer los nudos?... En una ocasión un viejito me dio unos clavos con los que arrastraban troncos y me dijo que también los podía usar en la pared. Con esto te quiero demostrar que había una cultura.
A mi madre le gustaba que escalara, aunque no decía nada, salía orgullosa por las calles conmigo porque yo seguiría con la tradición.
Para mí el alpinismo es más que una pasión, es educación. A veces mi mujer, cuando me ve mal, me pregunta cuando voy a salir a la montaña, como no tengo buen carácter quiere que salga. Me gusta caminar por la montaña, salgo con la mochila, duermo bajo las estrellas y me vuelvo más relajado. Si no saliera no podría aguantar y creo que aguanto porque salgo seguido, y el trabajo me da de comer pero la montaña me da de vivir.
¿Qué opina de los escaladores argentinos?
Les falta una parte de cultura, pero no les falta capacidad. Esto no es de ahora, antes no había una cultura fuerte por la montaña. Creo que acá es más competitivo que en Europa, aunque no lo dicen, creo que internamente hay mucha. Soy amigo de Fonrouge, es un escalador que admiro por la forma en que escaló, pero, me parece, que no transmitió esa forma de escalar.
¿El escalador argentino, en general, esconde sus experiencias?
Algunos sí. Acá me pasó algo que en otro lugar no me había ocurrido y no me gusta decir esto, pero algunos me demostraron que no querían escalar conmigo, tienen miedo que les quite el mérito de la ascensión. Y esto lo digo con disgusto, pero así lo sentí, verdaderamente.
También te digo que soy amigo de Cassin, que tiene 85 años. Cuando vamos a la montaña el personaje es él y yo estoy contento igual. Cuando fuimos a Perú, 28 años atrás, yo hice la ruta y todavía se la conoce con su nombre.
¿Qué piensa del Indoor?
Esto es como el alpinismo, si vos crees en el indoor, los haces siempre aunque no salgas a la montaña. Quizás no tenga el interés en el alpinismo pero es bueno. Es lo mismo que un atleta de los 100 metros y uno de los 10.000...
De todos modos hay escaladores deportivos que lograron cosas importantes en alpinismo...
¡Seguro! Marco Pedrini era un escalador deportivo de primer nivel, aunque no le gustaba la competición porque se tensaba mucho debido a su carácter aprensivo.
¿Pedrini se rió de Maestri cuando logró la misma ruta solo?
No, no se burló de él, subió encima del compresor como si fuera una moto porque así era él, libre, sin importarle Maestri, por su carácter no era capaz de burlarse, no era capaz de hacer estas cosas. Yo me encontraba en El Chaltén cuando él salió solo al Torre, salió tres veces, la primera solo, luego su compañero lo filmó.
¿Qué relación tiene con Cassin?
En la actualidad muy buena, años atrás no. Cuando vinimos al Torre todo el grupo pensó -incluso yo- que Cassin estaba viejo. Como jefe de expedición asumí la responsabilidad de no traerlo, sin darme cuenta que para él hubiera sido un premio venir al Torre, por esa decisión se enojó conmigo. Al año siguiente, en una expedición al Himalaya del equipo italiano a la cara sur del Lothse, no quiso que yo vaya, aunque él era una persona muy capaz, la expedición fracasó. Entonces, un año después del Lothse, el grupo entero de las Arañas de Lecco, unas 50 o 100 personas, incluidas familias, salimos hacia las Dolomitas y aún no nos hablábamos. El quería hacer un intento a la ruta Bruno de Tassis y como yo estaba al lado, le dije: "Si quieres un compañero y te parece bien, voy yo” Después fuimos juntos a esa y otras rutas, ahora somos amigos.
Es cierto, aquello que a veces la montaña que tendría que unir, desune...
Sí, a veces la fortuna de lograr una cumbre se interpone en la amistad. Tampoco tiene sentido, que porque no se tiene la capacidad de antes, no salir, sino se puede hacer un 6º grado se puede hacer un 3º grado o ir caminando, no importa... Si uno tiene la montaña adentro no se pierde el interés, si esto se pierde es porque la montaña, en realidad, era sólo un motivo para sentirse importante.
¿Qué diferencia encuentra entre el alpinismo y la escalada deportiva?
En el alpinismo te sirve la experiencia, son años de ponerte a escalar y conocerte. En la deportiva es un estado atlético de energía, de vista, de reflejo más que nada. El alpinismo, además, necesita varias combinaciones, tranquilidad, meditar bien, no solamente una dificultad técnica sino una dificultad mental, dificultad organizativa, como se prepara un vivac, como afrontar mejor las cosas, como bajar, la mayoría se lastiman cuando vuelven.
¿La temporada pasada usted hizo una nueva ruta en Patagonia, no?
Sí, la Mermoz en la pared este, una pared de 650, 700 metros; una linda pared con tres vivacs intermedios.
Volviendo al tema de los sponsors ¿piensa que la escalada en la cual la amistad sea más importante que la competencia comercial puede dar mayores resultados?
Sí, en los grupos que no se conocen bien, cuando se los une, unos siempre están celosos de los otros; aunque no parece que es así, hace cuarenta años que ando en la montaña y sé que es así. La montaña es pura, limpia, pero el hombre no y menos el alpinista.
¿Cuál es el motivo para salir a la montaña?
Cada uno sale a la montaña por un motivo distinto: algunos porque les gusta esa vida, el alba, una linda pared; a otros les gusta salir para realizar ascensiones, porque son más ambiciosos; otros para medir su valor, no todos van con el mismo objetivo. Inclusive amigos de años tienen motivos diferentes y salimos juntos. En Perú me pelié con un amigo, al pie de la pared y salimos igual. Estuvimos cuatro días unidos en esa pared por la misma cuerda, peleamos por otra razón, pero nos unía el mismo interés por la montaña.
¿Sucede que al compañero con el cual uno compartió una cumbre no se lo vuelve a ver?
A mí no me gusta eso, a mi me gusta seguir siendo amigos. A veces se pierden amigos porque no le salen las mismas cumbres que a uno y eso provoca recelos que terminan en separación.
¿Tiene pensado volver al Himalaya?
Sí, quizás la primavera que viene si sale un grupo bastante fuerte a la oeste del Makalú, me voy. Solamente para andar por el Himalaya, aunque para hacer una ruta normal de un 8000 es un gasto muy grande y pagar un sueldo para salir a la montaña no me gusta, si se le paga directamente al que te ayuda sí. Yo me fui al Makalú sin agencia de por medio y le pagaba directamente al que me ayudaba, le daba tres dólares por día y estaban contentos. En cambio, la agencia les daba un dólar y se "comían" los otros dos. Según pasaba los pueblos, cambiaba de porteadores, de esa manera todos los pueblos podían cobrar algo, aunque en algunos casos no les interesaba el dinero, pero sí algo de equipo, porque algunos no sabían el valor de la plata y se manejan por trueque.
En Perú, quería comprar un corderito cuando quise pagarlo no sabían del dinero, querían algo a cambio. No sabía que darles, así que les ofrecí equipo, lo miraron, me dijeron que un anorak era un corderito. Esto ya casi no se ve en el mundo y es muy interesante, ahora en todos lados saben que el turista tiene plata, y hasta para sacar fotos, en ciertos lugares, te tratan de sacar algo, esto es lo que descompone un poco las cosas.
Fonrouge dice que la muerte de un escalador le quita méritos a su carrera. ¿Qué opina de esto?
Es una suerte vivir, a veces vas caminando y te cae una piedra encima de la cabeza y estás muerto.
Creo que Fonrouge se refería a tipos de errores que un alpinista de cierto nivel no debería cometer nunca.
Pienso como Fonrouge, pero no me sale decirlo así. Uno mismo piensa "Yo un error de esos no voy a cometer".
¿En alguna oportunidad salió con miedo o con presentimiento a que pasara algo?
Sí. Esto pasa cuando uno traza un objetivo, a uno se le pasan cosas por la cabeza cuando hay que pasar debajo de un serac, si algo se cae en ese momento, se acabó. Fonrouge, cuando hizo la supercanaleta, tuvo valor y cabeza, porque si cae una piedra de 4 o 5 centímetros desde arriba a 2000 metros estás encajonado ¿adonde te escapas? Pero él es un tipo tranquilo. La supercanaleta puede ser una ruta fácil pero es muy peligrosa, las condiciones en esa pared pueden cambiar de pronto y ahí está la cabeza.
¿Vio algo en Patagonia que le gustaría hacer?
Varias rutas, en montañas no tan conocidas pero difíciles: el Rizzo Patrón, la pared del Murallón, toda la cadena del Moreno en las que hay rutas como en las Grandes Jorasses, estuve en el Marconi, al pie observé una ruta de mixto en roca descompuesta, pero que en invierno es posible, puede ser una ruta como la norte del Cervino, el Pierre Giorgio tiene rutas que no se conocen, de 700 a 800 metros, en las que no se queda nada de nieve pegada. Lo intentó Michel Piola y no lo pudo lograr. Me gustaría hacerlo, pero con alguien joven, para poder enseñarle.
¿De quién aprendió?
De nadie en especial, pero de todos un poco, en esos tiempos había a quien emular.
Falleció Casimiro Ferrari (1940-2001)
El alpinista italiano, para algunos el primero en subir al Cerro Torre, ingresó gravemente enfermo el pasado mes de julio en Río Gallegos
El alpinismo internacional ha perdido a uno de sus grandes nombres. El italiano Casimiro Ferrari, para algunos el primero en ascender realmente al Cerro Torre en 1974, falleció el pasado 2 de septiembre en Lecco (Italia), después de ser trasladado en avión desde la localidad de Río Gallegos, Patagonia (Argentina), donde fue ingresado en un hospital el pasado mes de julio gravemente enfermo, según informaba el diario local 'La Nación'.
El pasado mes de julio, un helicóptero del Ejército argentino tuvo que evacuar urgentemente a Ferrari de su residencia en Santa Cruz, operación que se convirtió en un complicado rescate. La gran acumulación de nieve, que había mantenido bloqueado al alpinista italiano durante varios días, dificultó enormemente el aterrizaje del helicóptero. Casimiro Ferrari, que hace algunos años lo dejó todo para trasladarse a su querida Patagonia, dirigía la estación turística Punta del Lago, a orillas del lago Viedma, a los pies del Cerro Torre y Fitz Roy.
Cuando visitó por primera vez las graníticas agujas patagónicas junto a Carlo Mauri en 1965, Casimiro Ferrari cerró para siempre su vínculo con esta región del cono sur argentino. Simplemente quedó deslumbrado, y desde entonces su actividad alpinística estuvo estrechamente ligada a las cimas más importantes de Patagonia.
En una de ellas, el Cerro Torre, Ferrari trazó en 1974 la línea más destacada de su trayectoria, la 'Vía dei ragni', para algunos la primera ascensión íntegra a esta técnica y comprometida aguja. Quince años antes, en 1959, tras un buen número de intentos frustrados -uno de ellos a cargo del propio Carlo Mauri y Walter Bonatti en el 58- otro escalador italiano, Cesare Maestri anunciaba la conquista de esta espigada torre (cara NO, 1.200 m, ED), durante la que su compañero de cordada, el austriaco Tom Egger, fallecía al precipitarse al vacío. Sobre la veracidad de esta ascensión todavía hoy existen dudas.
De hecho, y para zanjar el asunto, Maestri volvió al pilar sureste del Torre en 1970 para trazar la conocida como 'Vía del compresor' (1.200 m, ED), pero no llegó a la cumbre. Tuvieron que pasar cinco años para que el americano Jim Bridwell y Steve Brewer completaran la vía hasta la cima, colocando plomos en fisuras casi inexistentes (5.10, A3).
Un año antes, en el verano austral del 74, Casimiro Ferrari, Daniele Chiappa, Mario Conti y Pino Negri trazaban la conocida como vía 'Ferrari' ('Vía dei ragni', 1.200 m, VI/A2, 85º) en la cara oeste. Además de resolver esta comprometida vertiente del Torre, algunos consideran que ésta fue la primera vez que se pisó realmente su cima.
Fue una victoria forjada durante cuatro años. En 1970, Ferrari ya realizó una primera tentativa junto a Mauri a la vertical cara oeste del Cerro Torre, y aunque éste se mostró nuevamente invencible, Casimiro establecería las conclusiones técnicas que en 1974 le llevaron hasta la cumbre de 'la más espectacular convulsión geológica que la corteza terrestre haya lanzado hacia el cielo', tal y como Lionel Terray definió el Torre.
Desde entonces, su trayectoria alpinística estuvo estrechamente ligada a las agujas patagónicas, aunque también dejó su huella en montañas tan emblemáticas como el Alpamayo. En 1975, al frente de un grupo italiano, trazaba la 'Ferrari' a su elegante pared sudoeste, ruta que hoy siguen la mayoría de expediciones guiadas a esta montaña peruana. Posteriormente, Ferrari volvió a Patagonia y fijó su vista en el vecino Fitz Roy, y en febrero de 1976 abría su pilar este (1.200 m, VI/A2) junto a Vittorio Meles, después de 17 días en la pared.
Casimiro Ferrari (Ballabio, Italia, 1940), 'el cóndor italiano' o 'el patagónico' para los argentinos, ingresó con 21 años en el prestigioso grupo alpino Ragni di Lecco, y posteriormente en el Club Alpino Italiano. Incluso sus méritos alpinísticos le valieron un importante reconocimiento a nivel oficial (fue condecorado en 1977 con el título de Caballero de la República de Italia). Pero desde hace unos años, dejó su tierra natal y a su familia para cumplir un sueño personal: vivir en Patagonia.
Lo hizo realidad a orillas del lago Viedma, donde se dedicaba al agroturismo dirigiendo la estación Punta del Lago. Una ocupación que le brindaba la posibilidad de hacer amar a sus visitantes una tierra en la que él, según una entrevista publicada en marzo de 2000 en 'La Nación', 'descubrió su verdadero valor', y en cuyas 'paredes de granito y de hielo alcanzaba la libertad física e interior'.
Nacido en Lecco en 1940, comenzó a una edad joven a trabajar como montañista. A los 18 años se unió al grupo de montaña Ragni di Lecco, y a los 21 Club Alpino Académico Italiano. En 1965 se dirigió por primera vez a América del Sur con su amigo Carlo Mauri, un viaje que marcó de manera indeleble su carrera posterior.
En 1969 subió el Jirishanca con la expedición Cassin. En 1974 se produce lo que se considera su mejor empresa: la primera ascensión al Cerro Torre, a lo largo de la pared del oeste en aquel entonces nunca realizada, llevada a cabo en 1974 con Mario Conti, Daniele Chiappa y Pino Negri.
Siguieron en los años posteriores la pared Sur-Oeste del Alpamayo con la expedición de Busnelli, la cara este de Fitz Roy, junto con Vittorio Meles en 1976, y la cara noreste del Cerro Murallon, con Carlo Alde y Paolo Vitali.
Su última gran subida es en 1994 cuando, con cincuenta y tres años y harto de que el cáncer que siete años más tarde daría lugar a su muerte, se subió a la pared del Este de la Aguja Mermoz.
1960: Apertura de la "forma de las arañas" en Torrione Magnaghi Sur (Grignetta, Lecco ) con José Conti (26 de abril)
1960: Repetir la calle Brandler-Hasse (N de la Cima Grande di Lavaredo ) con Nando Nusdeo.
1961: Grave accidente mientras repite en invierno en el camino Panzeri Magnaghi torre sur: arrastró al espacio por la caída del compañero, corrió para más de 40 metros.
1961: Repetir la calle Tissi ( Venezia Torre )
1961: La repetición de Cassin ( Torre Trieste )
1963 Primera repetición de invierno de Pablo VI (Tofana) con feliz Anghileri
1965 En primer lugar la repetición de invierno Norte Borde de Pizzo Badile con Aldino Anghileri y Pino Negri
1966 Primera ascensión absoluta a Monte Buckland (1600 m Tierra del Fuego). Envío compuesto por Carlo Mauri, Giuseppe Pirovano, Guido Machetto, Cesare jueces, Gigi Alippi 1966 Sal l ' Aconcagua
1968 Apertura de la "Via dei Ragni" al Cuernos de Medale (31 de marzo-1 de abril) con Guerino Cariboni
1968 Apertura de la "vía CAI Belledo" en globo de aire caliente (Grignetta) con Guerino Cariboni, Pino Negri, Carlo Mauri.
1968 Apertura de la "Via dei Ragni" a la Gran capuchino (29 de junio-1 Julio) con Aldo Anghileri, Pino Negri, Carlo Mauri, Guerino Cariboni ( "a través de Lecco" según el libro de Monte Bianco CAI-TCI 1994.
1969 Nueva ruta en la cara oeste de la Jirischanca con Riccardo Cassin, Airoldi Navidad, Gigi Alippi, Giuseppe Lafranconi, Annibale Zucchi, Sandro Liati.
1970 Participa en el intento de la Ragni di Lecco, al oeste del Cerro Torre.
1972 Nevado Huantsan Oeste, la pared oeste. Estrenado en la cumbre (Perú Cordillera Huayhuash) con Gigi Alippi, Sandro Liati (CAI envío Gallarate )
1973-1974 Cerro Torre. El envío de la Ragni di Lecco a la pared oeste. Componentes: Casimiro Ferrari (líder de la expedición), Pierlorenzo Acquistapace ( Canella ), Gigi Alippi, Daniele Chiappa, Mario Conti ( Zenin ), Claudio Corti ( Marne ), Giuseppe Lafranconi, Mimmo lanzetta, Pino Negri, Ernesto Panzeri, Sandro Liati (médico) Ángel Zoia. En el pico (14 de enero, 1974): Casimiro Ferrari, Mario Conti, Daniele Chiappa, Pino Negri.
1974: Primera invierno Messner-Holzer Wall Street SE Castillo Busazza con Vittorio Meles.
1975: Alpamayo, SO pared primer ascenso ( "Via dei Ragni", ahora conocido como " canaleta Ferrari") con Pinuccio Castelnuovo, Sandro Liati, Pino Negri, Angelino Zoia y Danilo Borgonuovo
1976 Fitz Roy, primera ascensión de la "columna de oriente" con Vittorio Meles ( "sin duda la cara de la roca más bella del mundo", según Giampiero Motti)
1977 Se monta Kenia y Kilimanjaro, con Luigino Airoldi, Gigi Alippi, Mario Conti, Emilio Valsecchi (Cub), Sandro Liati.
1979 Nevado Sarapo nuevo camino para la pared OS con Giuliano Maresi, Vittorio Meles, Maurizio Scaiolli (Diabolik), Sandro Liati, Bruno Lombardini (CAI envío Ballabio)
1984 Cerro Murallon, el centro de espuela pilar NE Alde con Carlo y Paolo Vitali (intentos también han participado Fabio lente y Marco Ballerini)
1985 Primer repetición italiana del camino franco-canadiense de ' Ama Dablam (Giuliano Maresi, Bruno Lombardini, Carlo ALDE, Mario Panzeri, Danilo Valsecchi )
1986 Cerro Norte, primera ascensión a la pared este con Giuliano Maresi
1987 Intento de Shisha Pangma
1987 San Lorenzo, la variante directa de la arista NE con Aníbal Borghetti, Danilo Valsecchi, Maurizio Villa.
1988 Cerro Riso Patrón premier e invierno con Bruno Lombardini y Egidio Spreafico durante la primera travesía invernal del Hielo Patagónico lograr con Carlo Buzzi, Giuliano Maresi, Luciano Spadaccini, Aníbal Borghetti, Luigi Corti.
1989 San Valentin, estimular el nuevo sistema operativo por el primer invierno nunca con Giuliano Maresi, Egidio Spreafico, Carlo Buzzi.
1991 Makalu cara, West. El envío de Lecco arañas con Lorenzo Mazzoleni, Marco Negri, Mario Panzeri y Salvador, Darío Spreafico. El intento se detendrá en alrededor de 7.050 metros.
1992 Aguja Bífida, borde este de Manuele Panzeri y Corrado Valsecchi
1993 Cerro Grande, al sur de la pared con Damian Fridman
1993 Cerro Hemul con Gastone Alde
1994 Aguja Mermoz Pared Y con Martin Cevallos
Los intentos de la cara noroeste del Cerro Piergiorgio
El 31 de de diciembre de, de 1996 inauguró el " Rifugio Carlo Mauri " en Punta del Lago
Centro cultural Argentino de Montaña 2023