Por segunda vez,Guillermo Tibaldi, submarinista y ex comandante del ARA San Juan, realiza un acto de sacrificio y reivindicación.En está ocasión llevó a cabo una expedición, uniendo a pie Mar del Plata con Tierra del Fuego, en homenaje al submarino desaparecido y a sus 44 tripulantes, quienes perdieron la vida a bordo del mismo en el año 2017
En una muestra más de profunda admiración y respeto, el Capitán de Navío retirado Guillermo Tibaldi emprendió una travesía titulada "Desde su muelle al fin del mundo", recorriendo más de 3.000 kilómetros a pie (corriendo-caminando) desde Mar del Plata hasta Puerto Almanza en Tierra del Fuego. Esta expedición, que duró más de 133 días, fue un homenaje emotivo a los 44 tripulantes del submarino ARA San Juan que perdieron la vida en 2017 y llevó adelante varios objetivos.
La motivación de Tibaldi proviene de su conexión personal con el submarino ARA San Juan, donde pasó la mayor parte de su carrera como submarinista, lo recibió y embarcó apenas su arribo al país y llegó a ser su Comandante entre 2002 y 2003.
La pérdida del submarino, ocurrida el 15 de noviembre de 2017, no sólo fue una tragedia nacional sino también una herida personal para Guillermo. El submarino desapareció en el Atlántico Sur, y los esfuerzos para localizarlo mantuvieron en vilo a todo el país. Cuando finalmente se confirmó la pérdida total, el dolor fue indescriptible.
En el 2019, Guillermo decidió rendir homenaje a los tripulantes de una manera que reflejara tanto su profundo respeto por ellos como su capacidad de sacrificio y perseverancia. A cuenta que Mar del Plata no tenía un MEMORIAL a sus compañeros decide realizar la que llamó EXPEDICIÓN HOMENAJE AL SUBMARINO ARA SAN JUAN Y SUS 44 TRIPULANTES “Desde su muelle a lo más alto de la Patria”; en esa oportunidad unió (corriendo-caminando) desde el muelle del submarino en la Base Naval Mar del Plata, hasta la cumbre del Aconcagua, cubriendo 1600 km a pie y los 6962 mts. del Coloso de América. Fue la primera vez que alguien sube al cerro desde el metro cero. Su travesía que convocó miles de personas, generó el memorial que hoy se encuentra frente a la Base Naval Mar del Plata y que invita a los familiares a recordar en un lugar físico que representa a sus seres queridos. Esta REVISTA DIGITAL realizó un detallado artículo de esta gesta. https://revistadigital.culturademontania.org.ar/articulo/646cc8cffc0d3efac6f6e402
Pero Guillermo no quedó conforme con esto. El Puerto Almanza Tierra del Fuego - luego de la zarpada del Submarino de la Ciudad de Ushuaia el 8 de noviembre de 2017 y remontar el Canal Beagle- fue el último lugar en que se pudo saludar desde tierra a su tripulación aún en la parte alta de la vela en superficie. Así nació la idea de esta travesía monumental. La expedición comenzó el 6 de julio de 2024 y culminó el 15 de noviembre de 2024, coincidiendo con el Día Nacional de la Memoria de los 44 Héroes del submarino. Su objetivo era no sólo correr-caminar más de 3000 km en memoria de los tripulantes, sino también llevar su mensaje de honor y respeto a través de todo el país, erigir un MEMORIAL en ese lugar y donar 3 pañales por cada kilómetro recorrido – en nombre de sus camaradas- al hospital público de la última ciudad en que los tripulantes recorrieron sus calles (Ushuaia).
Organizar una travesía de esta magnitud no fue tarea fácil. Guillermo pasó meses planificando cada detalle, desde la ruta a seguir hasta la logística de suministros. Para ello, contó con la colaboración de varias instituciones, empresas y personas que compartían su visión y deseo de rendir homenaje a los tripulantes del ARA San Juan. Entre ellos, destacaron antiguos compañeros de la Armada, amigos y familiares, así como voluntarios que se ofrecieron a ayudar en diferentes etapas del viaje.
El equipo de apoyo de Guillermo se encargó de coordinar los puntos de descanso, proveer alimentos y agua, y asegurarse de que las condiciones de seguridad fueran óptimas. Además, se gestionaron paradas en varias ciudades y pueblos a lo largo de la ruta, donde Guillermo realizaría actos conmemorativos y charlas para mantener viva la memoria de los tripulantes.
La expedición comenzó con una ceremonia en el muelle de Mar del Plata, donde Guillermo recibió el apoyo de numerosas personas, incluidos familiares de los tripulantes y miembros de la comunidad naval.
Con una mezcla de emoción y determinación, Guillermo dio sus primeros pasos hacia el sur, iniciando así una de las aventuras más significativas de su vida.
Desde el principio, quedó claro que este viaje sería un desafío físico y emocional. Durante los primeros días, Guillermo recorrió terrenos relativamente planos y disfrutó de la calidez de los encuentros con personas que se acercaban a saludarlo y expresarle su apoyo. Sin embargo, a medida que avanzaba, los desafíos comenzaron a intensificarse. Es de señalar que debería cruzar la Patagonia invernal en el que sería el invierno más crudo en décadas.
A lo largo de su viaje, Guillermo se encontró con personas de todos los ámbitos de la vida. Desde trabajadores rurales hasta empresarios, todos mostraron interés y admiración por su noble causa. En muchos pueblos y ciudades, fue recibido con aplausos y vítores, convirtiéndose en una figura inspiradora para muchos.
En cada localidad, Guillermo realizó actos conmemorativos, llevando consigo banderas y mensajes de apoyo que le entregaban en su camino.
Los encuentros más emotivos surgieron en ciudades donde viven familiares de los tripulantes - Necochea, Punta Alta y Sierra Grande - donde las familias que habían perdido a un ser querido en el ARA San Juan se reunieron con él. Estos encuentros no sólo reforzaron la importancia de su misión, sino que también le dieron fuerzas para continuar, sabiendo que su esfuerzo resonaba en los corazones de aquellos más afectados por la tragedia.
La travesía no estuvo exenta de desafíos. Guillermo tuvo que lidiar con condiciones climáticas muy extremas, desde granizo y tormentas de nieve, en la Patagonia hasta días muy lluviosos y vientos que superaron los 100 km por hora en las regiones más al sur.
Cada etapa del viaje requería una planificación meticulosa, asegurándose de tener suficiente agua, comida y refugio en el minicamper que lo acompañaba para sobrevivir durante las noches. Debido a que realizaba 35 km por día, debió pasar en la Patagonia hasta 7 días sin ninguna ciudad para aprovisionarse. Además, enfrentó dolores físicos y lesiones, desde ampollas en los pies hasta músculos adoloridos, pero su determinación nunca flaqueó.
Emocionalmente, el viaje fue igual de desafiante. A lo largo de los días solitarios, Guillermo reflexionaba sobre las vidas de los tripulantes del ARA San Juan y sobre el impacto de su desaparición. En muchas noches frías, se encontraba bajo el cielo estrellado, recordando las historias y los rostros de aquellos que estaba homenajeando. Estos momentos de introspección le dieron fuerza y claridad, ayudándole a continuar incluso en los días más difíciles.
Otro de los momentos más destacados de la travesía fue la llegada de Guillermo a alguna ciudad: Necochea, Bahía Blanca, Viedma, Puerto Madryn, Comodoro Rivadavia, Caleta Olivia, Puerto San Julián, Cte. Luis Piedra Buena, Río Gallegos, Río Grande, allí fue recibido con una ceremonia especial organizada por la comunidad local. En estas ocasiones, Guillermo tuvo la oportunidad de reunirse con autoridades municipales y miembros de la Armada, quienes le expresaron su admiración y gratitud por su esfuerzo. Durante las ceremonias, se llevó a cabo un sentido homenaje, seguido de un emotivo discurso por parte de Guillermo. Asimismo pudo brindar 22 charlas a lo largo del camino en escuelas y lugares en que se lo convocó.
En ellas remarcó la importancia del cuidado del mar, los Intereses Marítimos, como así también contó cómo se maneja un submarino desde el punto de vista técnico y humano. También debido a su amplia experiencia deportiva, pudo dejar un mensaje de la importancia de llevar una vida sana y orientar a otros deportistas sobre la forma de progreso.
Después de 133 días de incansable caminata, Guillermo llegó finalmente a su destino : Puerto Almanza. Este pequeño y remoto puerto, conocido por su belleza natural y su tranquilidad, fue el lugar perfecto para culminar su homenaje. Al llegar, fue recibido con una muy importante ceremonia liderada por la Armada Argentina y un grupo de personas que habían seguido su viaje a través de las redes sociales y los medios de comunicación.
La emoción era palpable; Guillermo había logrado lo que muchos consideraban imposible. Los que deseen pueden ver los avances de esta expedición en sus redes : Instagram: guillermo_tibaldi y Youtube: Canal Tibaldiway. En esta última plataforma en 15 Capítulos resume en tremendas imágenes los 133 días de travesía a pie.
Guillermo en Puerto Almanza concretó la inauguración de un MEMORIAL, instalado en la Escuela 44 Héroes del Submarino ARA San Juan, un símbolo de su viaje y de su compromiso con la memoria de los submarinistas.
También realizó la donación de 10.500 pañales para el Hospital Regional de Ushuaia. Esta ceremonia no solo marcó el final de su travesía, sino que también subrayó la importancia de recordar y honrar a aquellos que sacrificaron sus vidas.
La travesía de Guillermo Tibaldi es un testimonio del poder del recuerdo y la capacidad humana para honrar a los caídos a través de gestos significativos y personales. Su recorrido de más de 3.000 kilómetros a pie no solo fue un homenaje a los tripulantes del ARA San Juan, sino también un recordatorio de la resiliencia y la fuerza del espíritu humano.
A través de su viaje, Guillermo inspiró a muchas personas a no olvidar a los héroes del ARA San Juan y a valorar el sacrificio que hicieron. Su historia es un ejemplo de cómo una sola persona puede hacer una diferencia significativa y cómo los actos de homenaje pueden conectar a las comunidades y fortalecer el sentido de unidad.
En un mundo donde las tragedias a menudo quedan relegadas al olvido, la dedicación de Guillermo Tibaldi es un faro de esperanza y un llamado a la acción para todos nosotros. Su travesía nos recuerda que, aunque el camino sea largo y lleno de desafíos, la memoria y el homenaje son herramientas poderosas que pueden mantener vivo el legado de aquellos que ya no están.
La expedición "Desde su muelle a lo más alto de la Patria" y "Desde su muelle al fin del mundo" no sólo son un testimonio del espíritu indomable de Guillermo, sino también un recordatorio de la importancia de honrar y recordar a aquellos que han hecho sacrificios significativos por nuestro país. A través de su arduo trabajo y dedicación, Guillermo Tibaldi ha dejado un legado de unidad y respeto que perdurará en el tiempo.
En momentos de tragedia, como lo fue la pérdida del ARA San Juan y su tripulación, es crucial que como sociedad encontremos formas de mantener viva la memoria de los caídos. Guillermo Tibaldi, con su travesía, nos ha mostrado una manera de hacerlo que combina la acción con el homenaje, el esfuerzo físico con la reflexión emocional. Su viaje no fue sólo un recorrido geográfico, sino también un viaje de introspección y de conexión con la memoria de los 44 tripulantes.
Los homenajes como el de Guillermo son fundamentales para que las generaciones futuras comprendan el valor del sacrificio y la importancia de recordar. Las cápsulas del tiempo dejadas en los MEMORIALES de Mar del Plata y Puerto Almanza son un símbolo de este compromiso con la memoria, un recordatorio tangible de lo realizado. Ambas CÁPSULAS DEL TIEMPO serán abiertas a 50 años de la tragedia y darán a la luz las instituciones, empresas y personas que fueron parte de estos dos tremendos homenajes.
Centro cultural Argentino de Montaña 2023