Montañismo

Ascensión invernal al Monte Olivia en la provincia de Tierra del Fuego

Este hermoso gigante de hielo y roca de 1.326 msnm se encuentra al este de la ciudad de Ushuaia, y próximo a la costa norte del canal Beagle

Pablo Ruiz

Pablo Ruiz

Edición: CCAM



La idea de subir el Monte Olivia en condiciones invernales se  empezó a gestar en el verano  anterior, cuando lo había ascendido, por la ruta normal, con la cordada de Eric Matías Fabián, que por cierto fue una de las cordadas más jóvenes que pudo alcanzar la cumbre de este Gigante de hielo y roca de la Patagonia Sur.

Primer largo del filo noroeste de la Ruta Normal  del Monte Olivia

Ubicación del monte Olivia, Ushuaia, provincia de Tierra del Fuego


“Aun recuerdo aquella mañana en que en plena aproximación en el Olivia ya se me empezaba a resentir mi lesión en la rodilla y basto un resbalón en la laja escarchada para dejarme fuera de aquella ascensión que resulto exitosa “

Viajando en mi auto a Mendoza a escalar en roca en Arenales pensaba en las laderas de roca y las canaletas del Olivia, en cómo sería ese mismo ascenso con condiciones de escalada mixta, el peligro de avalanchas, sin los típicos anclajes naturales en las rocas y con la nieve polvo característica  de Ushuaia en estos últimos tiempos, la cual no posibilita demasiado hacer anclajes de hielo.

“Pablo me iba contando por donde andaba y que andaba haciendo durante su viaje, le conté que andar solo por las rutas sirve, y mucho, para pensar y repensar lo cosas que uno mismo se cuestiona. Yo lo había hecho ya un par de veces, pero este año las rutas Argentinas me encontrarían en un viaje al NOA bien acompañado, el mío esta vez sería un viaje diferente”

Mientras viajaba por la legendaria Ruta 40 Patagónica pensaba en cada una de las fisonomías que se presentan en este cerro y cambian las situaciones en invierno.

Luego cuando volví en Marzo a Ushuaia, tuvimos que hacer la cuarentena de la pandemia Covid 19 y vivimos momentos en que solo podíamos mirar desde las ventanas, y con el zoom de las cámaras fotográficas, como el Monte Olivia se iba tiñendo de blanco. Con los compañeros de cordada de Ushuaia compartíamos audios de particularidades de las diferentes rutas que se presentan en esta montaña emblema de la Provincia de Tierra del Fuego, Malvinas e Islas del Atlántico Sur. Sumergidos en esa incertidumbre que nos atravesó durante la cuarentena, donde la muerte rondaba tan cerca y la soledad del sur se hacía sentir, el calor de los mates y las charlas virtuales con las cordadas fueron las herramientas para mantener latente ese anhelo de escalar esta montaña nuevamente. 

“Subir el Olivia no estaba en mis planes, mucho menos en este contexto de pandemia, en donde mis pensamientos se enfocaban en lo más inmediato: Salud, trabajo, afectos”

Ruta de la Canaleta Central del Monte Olivia y Treking a la Ventanita (Formación de roca que
parece a una ventana en el filo Norte del Monte Olivia

Vista parcial de la ruta de asención al monte Olivia desde la cumbre del cerro Cortez

Estudiando desde la cumbre del cerro Cortez las condiciones para la asención al día siguiente


Los preparativos

En la Provincia de Tierra del Fuego logramos erradicar los contagios del virus y las autoridades estatales, luego de muchos reclamos y petitorios, habilitaron las actividades de montaña. En ese momento nos encontramos con Daniel Cueto, un joven montañista idóneo de la Provincia, ayudante y precursor de la diagramación de varias sendas de trekking en los Bosques Andinos Patagónicos Australes, y coincidimos en empezar nuevamente a entrenar y levantar el nivel que la cuarentena había disminuido. Empezamos haciendo una variante al canaleton surestes del Cerro Godoy, con una escalada mixta de 4to grado, que salió directamente atrás de la cumbre. Después de varias consultas con el ambiente de escalada de la Provincia logramos identificar que este ascenso era una variante que se unía a otra ruta hecha por una cordada de Guías del Sur hace un par de años atrás.

“Había pasado ya tiempo sin ponerme mi equipo, tiempo de caminatas, travesías, acampes, viajes y cuarentenas. En parte por la rodilla y parte porque se me presentaban estas salidas en las que lo técnico no era lo principal”

Fue en este ascenso, mirando desde la cumbre al Gigante de hielo y roca, que considerábamos subirlo en condiciones totalmente invernales. Daniel tenía sus dudas por la capacidad técnica que él había alcanzado, aparte porque hacía un año atrás tuvo que bajarse del límite del bosque de este Monte, a causa de un problema de rehabilitación de la rodilla derecha. Pero poco a poco la idea lo fue entusiasmando.

Nuestra bandera flameando entre el frio y las escarchas y de fondo, el coloso vestido de blanco

Amanece sobre las laderas del cerro Cortez

Ascenso al Monte Olivia, Tierra del Fuego


“Me encontraba el día anterior en la cumbre del cerro Cortez y mirando hacia el Olivia me llega un audio de Pablo, mañana seria el gran día! En el Cortez había notado que la nieve fresca se había volado con el viento de los días anteriores y que  la posterior helada había consolidado la nueve remanente, buenos eran los indicios”

Durante el mes de Julio la Patagonia, de norte a sur sufrió una ola polar, se podía ver  en las noticias como los ganados de las estancias y puestos quedaban atrapados en las nevadas, y  cubría a  los pobladores de la zona andina y mesetaria de la Patagonia,Tierra del Fuego no quedaba exenta. Acá registramos temperaturas  de 18° grados bajo cero, menores a las que se registraban en la Antártida.

“Durante esos días de frio me toco ir al yacimiento a trabajar y tanto hombres como maquinas habíamos sufrido las consecuencias del frio polar. Ser petrolero no es cosa fácil en invierno”

La última semana de julio hubo un clima muy inestable, un día había sol al otro  caían 40 cm de nieve con un temporal. Ademas debemos considerar que  las condiciones en el Fin del Mundo son de escasas horas de sol y de una amplitud térmica muy reducida, que quizás se hace sentir en una o dos horas al día, entre las 12 y las 14 hs. Por estos factores estuvimos toda la semana levantándonos a la madrugada a chequear el pronóstico, visualizando las calles de los barrios de Ushuaia, para ver si las condiciones se daban para emprender el viaje por Ruta 3, hasta la base del Monte Olivia. Nos llamamos y suspendimos tres veces el intento.

Ascenso al Monte Olivia, Tierra del Fuego

Vamos entrando de a poco al portezuelo, nos encontramos con los balcones cubiertos de nieve y hielo


En busca de la cumbre

El jueves 30 de julio salimos confiados que el windwuru nos daba despejado todo el día.

“Durante esos días había experimentado sol pleno en el valle de Olum, frio intenso en el cordón Martial, humedad en la cascada de hielo del Velo de la Novia y viento frio con sol en el cerro Cortez. Y ya habíamos suspendido el Olivia ya no se cuentas veces, tantas que ya estaba convencido que pasarían meses antes de volver a hablar del tema...”

Cuando empezamos a ascender, ya la aproximación empezó a demostrar bastante acumulación nívea. Cuando llegamos al límite del bosque, en la ladera sur del cerro había muchísima nieve; este tramo que por lo general se hace en 1 hora en estas condiciones nos costó 2 horas, haciendo pasos y liberando nieve con la pala de la piqueta. Con estas condiciones era imposible mantener la línea de la ruta, teníamos que improvisar escaladas en los resaltes de roca que en oportunidades se nos presentaba en forma de balcones, donde teníamos que escalar con una piqueta y una mano para poder elevarnos. Así de tortuoso fue hasta llegar a la canaleta central, de donde sale al filo del famoso conejito (Torre Norte del Macizo Olivia, formadas de roca y cubiertas de hielo que tiene un parecido a las orejas de un conejo). Allí la imagen eran de Torres de  hielo cristal, blanco y brillante, tan bello como imponente.

“ingenuamente pensaba que aquello era bueno, ya que a la subida se avanzaba con paso lento y constante. Y que a la bajada nos ahorraríamos varios rapeles”

Ya en la Canaleta pudimos ver la acumulación de nieve de aspecto granulado, que es como se  presenta cuando hubo una avalancha recientemente. La canaleta de la ruta normal termina en balcones de más de 30 metros, es una zona que causa muchas desorientaciones en los escaladores; allí se pueden ver clavos y cordines viejos, esta zona es conocida como el Comedero. En las condiciones que nosotros estábamos escalando se presentaban como toboganes de hielo lavado por donde descarga nieve al valle.

“iba progresando por las canaletas y recuerdo en ciertos momentos mirar como detrás mío se erigían desde el abismo esos enormes pilares de hielo y piedra, mirar hacia arriba todo lo que aun faltaba por subir y mirar a mi costado nieve y hielo que se iba desprendiendo e impactaban en mi”

Seguimos subiendo y aun de buen animo

Dejamos ya muy atras la linea de bosque y entramos en la canaleta central

Escalando los sistemas de canaletas que se forman en el filo que recorre de Norte a Sur hasta la Cumbre del Monte Olivia


Cuando empezamos a transitar en ensamble la canaleta observamos que al medio de la misma había una zanja de un metro de profundidad y debajo de la misma una placa de hielo, esta zanja se prologaba hasta el primer rapel antes de la zona del embudo. Esta situación nos confirmaba que en los últimos días y a causa de los temporales recientes había habido avalanchas en la zona, lo que nos ponía en alerta. Ante lecturas que íbamos haciendo en el transcurso del ascenso trazábamos variantes a la ruta, esquivando estas zonas de peligro, por ello escalábamos los resaltes de roca por fuera de la canaleta, lo que nos llevaba más tiempo y más complicación técnica para sortear los pasos.

“La nube que siempre esta caprichosa sobre las cumbres del Olivia llego para quedarse, estábamos dentro de la nube escalando, dentro del frio y de la humedad. Cada vez el entorno se volvía más irreal. Estábamos escalando nubes o rocas con hielo? Aun no estoy seguro de la respuesta”

saber que para encarar una montaña técnica, en condiciones técnicas, las lecturas se hacen paso a paso porque las condiciones  son tan cambiantes como peligrosas, que un topo de las rutas tiene relativas modificaciones para vadear o sortear pasos en los que se pude causar una rotura de placa y provocar un desplazamiento de las misma en forma de avalancha. Esta situación a una ruta normal le puede cambiar la dificultad técnica y el trazado.

“Buscar una piedra o un poco de nieve dura, buscar un paso o donde clavar la piqueta eran luchas constantes”

El cerro desde casi la base lo empezamos escalando con todo el material y en ensamble, asegurando resaltes de roca y hielo.

“En estas condiciones, el gigante no da respiro alguno”

Comenzamos a encontrar condiciones mixtas de roca, hielo, nieve compactada y en polvo

Escalando en nieve la zona llamada El Comedero, al principio del ascenso

Ascenso a la Cumbre del Monte Olivia


Cuando logramos superar en embudo y llegar al Col que une Torre Norte con las formaciones de Torres de la cumbre, llevábamos ya  5 horas de tránsito y escalada muy agotadora, lo que en condiciones de primavera es casi el tiempo del itinerario hasta la cumbre nosotros lo habíamos hecho sin descanso hasta el Col. En ese momento las nubes y ráfagas de viento blanco se habían posicionado sobre el Monte, lo que nos daba luz plana y escases de visión.

“Se congelaba todo, los guantes, los lentes, las cuerdas, incluso nosotros mismos”

Cuando empezamos escalar el filo observamos que estábamos muy por arriba del piso de los anclajes, que era imposible llegar hasta ellos, y que nos enterrábamos hasta arriba de la cintura, lo que nos obligaba a tallar pasos en el hielo que tuvieran las crestas de roca para poder avanzar. Nunca en una ascensión utilice tanto la pala de la piqueta y empotre la hoja para elevarme sobre las crestas de roca. Progresábamos en una especie de horizonte blanco que no dejaba ver nada. Buscábamos los cuernos, grietas de rocas sumergidas en una pileta de nieve.

“A través de las medias, luego de la plantilla de las botas, pasando por las suelas y hasta la púa derruida del grampon debíamos ser capaces de sentir alguna roca o algo de nieve endurecida o de hielo en el cual poder afirmar el pie para poder seguir subiendo, cada paso hacia arriba era una pequeña victoria, la guerra estaba lejos de llegar a un armisticio”

Ya a esa altura estábamos muy mojados y Daniel tenía seriamente comprometidos los dedos de sus manos, yo me encontraba con la planta y punta delantera de los pies súper debilitados de cramponear sobre el hielo abriendo la ruta. Cuando alcanzamos la zona que bifurca la el filo este con la canaleta de la ruta del Padre Franciscano María De Agostini, estuve media hora buscando los anclajes para asegurar esa parte, que tiene un balcón con caída a una canaleta de 80 grados de inclinación, ruta que conozco porque la escale como cordada en septiembre del 2016 con el gran escalador y guía de montaña Felipe Randis.

Ya no teníamos mucho tiempo y el viento blanco que se levantaba nos debilitaba, así que decidí armar un mono anclaje con la misma línea de cuerda alrededor de un peñón de roca y hielo que sube al balcón que hay entre la cumbre norte y sur, y de ahí tener la suerte de encontrar el clavo para asegurar al compañero. Así fue como hice ese largo en condiciones de hielo semiconsolidado y cuando encontré un anclaje desprendido con la roca a causas de los desprendimientos de hielo y el clavo en perfectas condiciones, asegure ese largo y  a Daniel con un agotamiento que  empezaba a ser evidente. El frio se hacía sentir en ese lugar, que es un pequeño balcón estético con caídas verticales para ambos, y la cumbre se presenta delante como un hongo de nieve perfecta, imponente, cercano...

Entramos a la zona llamada "conejito" observamos nubosidad densa que cubre las cumbres del cerro 5 hermanos

Ascenso a la Cumbre del Monte Olivia


“En dos ocasiones tuve que darle seguro a Pablo mientras él iba camino al siguiente anclaje, las dos ocasiones, luego de armar los sistemas me quede ahí, anclado con mis manos en la cuerda viendo como el compañero se perdía tras una esquina o subida. Preparado para lo peor, ese momento en que se tensa de repente la cuerda y se siente la sacudida, el seguro actuando y esperar frenar una caída. Ahí estaba, inmóvil, expuesto a los elementos y con el hielo ya formándose dentro del guante esperando lo peor y deseando que la cuerda se afloje y el compañero empiece a recoger cuerda desde el otro extremo. VENITE! - VOY!”

Cuando Daniel llega  me informa que sus manos están comprometidas. Esta situación nos obliga a atacar la cumbre muy rápido, ser solventes, prácticos y salir rápidamente de esa zona. Ante tal panorama decido no poner seguros en ese largo y ascender lo más rápido posible, llegar a la cumbre y asegurar de segundo a Daniel rápidamente. Este tramo se presentaba muy expuesto con hielo en el piso y sobre la roca del balcón. En la cumbre, el anclaje no lo pude liberar de la nieve, asique decidí asegurar  de hombre de muerto a Daniel para ahorrar en tiempo y descender rápidamente.

“Los últimos metros a la cumbre fueron tortuosos, venia insultando a diestra y siniestra. Un paso y me hundía! Nieve a la cintura, las manos firmes a los piolets enterrados de lleno en la nieve. El viento se levanta y me congela los lentes, no puedo ver por dónde voy, me los quito protestando a mí mismo, continúo subiendo, entre mis insultos y el viento escucho las arengas de Pablo ya en la cumbre muy expuesto a los elementos. Tengo que subir a como dé lugar. La cumbre está ahí nomás”

En la cumbre no tuvimos mucha visibilidad, ya a esa altura estábamos con los lentes congelados. Se puede decir que escalamos en una nube blanca donde no veíamos mucho, estábamos casi ciegos.

“Me diría Pablo en el auto camino a casa de que yo no mostré alegría por haber logrado la cumbre, se debió quizás a que, bien consiente era de que la cumbre era la mitad del camino. No hubo tiempo de celebraciones, un par de fotos, un video y luego a armar el sistema para rapelear la cumbre, debíamos empezar el descenso cuanto antes”

Comenzamos la parte mas tecnica, dificil, expuesta y peligrosa del ascenso, la nubosidad empieza a cubrirnos

Vista parcial de la antecumbre cubierta por hielo y nieve en polvo, aun falta un buen trecho para lograr coronar al Olivia

Descanso antes de escalar la canaleta del Conejito, antes del filo cumbrero


El descenso

En la bajada hicimos el rapel de cumbre sur y pasamos al balcón de cumbre norte con un sistema de cuerda fija y polea. Cuando desde ahí tiramos para sacar la cuerda que nos sacó de la cumbre se nos trabo en una fisura de roca, así que tuve que remontar parte del ascenso a la cumbre y tirar hasta que se destrabo y volver al balcón de la cumbre norte.

“Estuvimos un buen rato entre los dos tratando de recuperar la cuerda, entre el frio y el viento blanco, afortunadamente no se tuvo que desandar todo lo bajado, solo un tramo. Un cambio de ángulo y un par de tirones mas bastaron”

Hicimos el rapel de cumbre norte, que es un rapel aéreo y decidimos desescalar en ensamble todo el cerro, donde nos agarró la noche y donde nos pegaba la nieve en la cara y nos congelaba las pestañas, circunstancia que nos dejó ciego por un momento, por lo que descendíamos a pura intuición, en un nube blanca que parecía que era un sueño de cielo.

“Al principio de la desescalada, estaba ciego por el hielo en cejas y pestañas. Con las manos congeladas y con la rodilla que quería resentirse. Luego cuando íbamos en mitad, el agotamiento empezaba a asomar. La noche cada vez más cerca. Que más se podía hacer que no fuera seguir bajando? No quedaba de otra, agachar la cabeza y seguir bajando a la seguridad del bosque y al confort de un mate cocido azucarado que llevaba ya tibio dentro del termo en mi mochila cubierta de hielo”

Daniel Cueto posando en la Cumbre del Monte Olivia

Valle Carabajal desde la Paredes del Filo de la Cumbre Norte, ruta de clavos viejos sin nombrar

Pablo Winnie en el temporal del descenso


El cansancio nos fue superando en la noche cuando llegamos  abajo, nos esperaban nuestros familiares preocupados a punto de activar el protocolo de emergencia, ya que teníamos más de 13 horas de permanencia en una ruta técnica y en condiciones de temporal. A pesar de ello la noche se abrió y la luna brillo sobre el hielo del Monte Olivia, abajo se veían las luces de la Ciudad de Ushuaia resplandeciendo sobre el Canal Beagle, esta imagen motivo para que des escaláramos uno de las montañas más fascinantes de la Patagonia Sur, rica en historias de cordadas e imponente en todas sus imágenes.

“13 horas de batalla constante, el Olivia no nos dio descanso alguno, los elementos nos golpearon sobremanera. La luna se asomo entre las nubes para mostrarnos algo de compasión y nos acompaño en las últimas horas de bajada. Luego de un día nublado, frio y ventoso, la luna nos traía calma y la seguridad de pronto estar a salvo. Pasaron un par de días y en ocasiones no puedo evitar levantar mi vista hacia el coloso vestido de blanco y pensar en cómo fue posible que lográramos con éxito tal empresa”   


Contactos

Pablo Winnie: pablo.ruiz69@yahoo.com.ar

Daniel Cueto: jagdalbatros@outlook.com

 

Vista de Ushuaia desde el Monte Olivia, Tierra del Fuego


Video:

 


 







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