Noticia publicada el  11/03/2013 -
 

Josenildo Correia da Silva llegó a Mendoza una obsesión: alcanzar la cima del Aconcagua. Este brasileño, de 48 años, ya lo había intentado dos veces en 2004, pero en ambas falló. Incluso llegó a sufrir el congelamiento de sus dedos y tuvo que ser evacuado en helicóptero. Este año probó suerte nuevamente y, aparentemente, logró hacer cumbre. Pero no todo salió como lo había planeado: se perdió a 6.900 metros de altura y desde hace 8 días nadie sabe nada de él.

Aventurero. Correia da Silva con la bandera de su ciudad, Guarabira, en una foto subida a Facebook en diciembre.
Foto: www.clarin.com

Correia da Silva llegó al país con un grupo de cuatro compatriotas. “¡Buen día! Estamos en Mendoza, partiremos hoy para Puente del Inca, abrazos!”, fue el último mensaje que escribió en su cuenta de Facebook el 21 de febrero.

Tras un período de adaptación a la altura, el grupo –que se conoció a través de Internet– partió en busca de la cima el 4 de marzo desde el refugio Berlín, ubicado a 5.930 metros. Algunos abandonaron la aventura por el frío extremo, la fatiga y el intenso viento que, por ejemplo, se llevó una tienda de campaña y una bolsa de dormir.

Cerro Aconcagua. Foto: Agencia AP, www.lavoz.com.ar

Sólo Correia Da Silva y Ademir Silva (43 años) continuaron el ascenso. Y sobre lo que pasó desde ese momento, hay versiones encontradas. Según comentó el director de Recursos Naturales de Mendoza, Daniel Gómez, “el martes pasado, después de hacer cumbre, emprendieron el descenso. El compañero llegó al campamento Berlín y estimaba que detrás de él debía llegar Correia Da Silva. Pero no lo hizo y dio el alerta”.

Otra versión señala que Ademir desistió de intentar llegar a la cumbre por el agotamiento que le provocó la caminata de 10 horas con temperaturas que oscilaban entre los 17 y 30 grados bajo cero. Josenildo, gerente de una empresa distribuidora de bebidas en Guarabira (estado de Paraíba), habría seguido solo en busca de la cima y nunca regresó al campamento.

“ Su sueño era llegar al Aconcagua ”, relató su esposa Alessandra Pereira. “Dijo que iba a intentar llegar a la cumbre, pero sabía el límite de su cuerpo.

Correia Da Silva y Ademir Silva (43 años). Foto: www.sitioandino.com

Tenía comida sólo para un día y desapareció hace mucho. Tengo esperanzas, pero al mismo tiempo estoy angustiada por no saber lo que pasó”, agregó la mujer al diario O Globo.

Desde el miércoles, el andinista brasileño es buscado intensamente por la patrulla de rescate y un helicóptero. “Lo buscamos por distintas rutas. Si hizo cumbre, pudo desviarse hacia la ruta hacia Plaza Argentina. En algún momento, se pudo haber ido por la otra ruta adyacente”, comentó Gómez.

Sin embargo, al estar sobre el cierre de la temporada de ascensos, las tareas de rescate se complican por la falta de montañistas. “Hay muchos menos andinistas recorriendo el Parque y menos expediciones. Por ello dificulta más salir a buscarlo”, agregó el funcionario mendocino.

Otro problema que complica las tareas de búsqueda es el mal tiempo. Experimentados andinistas calificaron esta temporada como una de las más desfavorables de los últimos años, por el intenso frío, las nevadas y el viento en altura. Y en el caso de Correia Da Silva, “las malas condiciones climáticas pueden haber borrado las huellas ”, dijo Gómez.

Parque Provincial Aconcagua, Mendoza. Foto: www.agenciaviajemdp.com.ar

Esta temporada ya hubo 30 rescates de casos graves y cinco muertes en el Aconcagua (ver “Una temporada…”). Las malas condiciones climáticas no son las únicas causas del gran incremento en la cantidad de víctimas fatales. Para los andinistas mendocinos, no es una casualidad que la totalidad de fallecidos sean extranjeros. “ No respetan al Aconcagua ”, señalaron. Además indicaron que el cerro es visitado por cada vez más turistas y menos montañistas. Y mientras los segundos están preparados para intentar el ascenso, los primeros no toman por lo general los recaudos necesarios.

Fuente: www.clarin.com