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Ocho argentinos realizaron la Primera Expedición Argentina al Polo Norte

Tardaron 10 días en unir 111 kilómetros por el casquete polar, soportando temperaturas de hasta -25°C



Integrantes: El general Figueroa, ex director Antártico que ya comandó la expedición al Polo Sur en el 2000, Gustavo Curti, Ignacio Carro, Luis Cataldo, Emiliano Curti, Juan Pablo de la Rúa y Santiago Tito, militares de entre 28 y 59 años con amplia experiencia en la montaña y en la Antártida. El último integrante y único civil es el fotógrafo Tomás Heinrich, el primer argentino que hizo cumbre en el Everest.

Propósito: Concientizar sobre el cambio climático y el derretimiento de los polos. Es un llamado a repensar las acciones nocivas que el hombre ejerce sobre su propio hábitat.

 

Expedición argentina al Polo Norte 2016. Foto: Facebook Expedicion Argentina Polo Norte 2016

 

Dicen que el Ártico es como un paisaje lunar vestido de blanco. Y el camino hacia el Polo Norte, una masa ondulante de hielo de diferentes espesores, desprovista de todo rastro de vida... Salvo por la humanidad y el pulso de ocho aventureros que durante 10 días de travesía profanaron el silencio polar e imprimieron en el campo de hielo sus huellas hasta plantar bandera en el punto más boreal del mundo: el Polo Norte geográfico.

El 22 de Abril de 2016, a las 13.15 hora del Ártico (8.15 hora local), ocho hombres de entre 28 y 60 años, enrolados en la primera expedición argentina al Polo Norte, conquistaron los 90°00'' de latitud Norte. Fue luego de trajinar unos 110 kilómetros por el casquete polar sobre esquíes, arrastrando trineos con 50 kilos de peso, que contenían la logística expedicionaria. Quizás, hasta pueden haber sido unos cuantos kilómetros más de trajín por la deriva que, sobre la masa polar, ejercen las indómitas corrientes marinas.

 

 

Expedicionarios antes de partir en el Aeropuerto de Ezeiza, Argentina. Foto: Facebook Expedicion Argentina Polo Norte 2016

 

El General Victor Figueroa en el Aeropuerto de Ezeiza hacia la expedición al Polo Norte. Foto: Facebook Victor Figueroa

 

El General Victor Figueroa junto a su familia antes de partir a la Expedición al Polo Norte. Foto: Facebook Victor Figueroa

 

Eufórico, sin rastros de cansancio ni de frío por los borbotones de adrenalina tras semejante hazaña, el grupo se fotografió en el inhóspito terruño de su conquista. Luego, en un gesto simbólico hacia el cielo, blandió la encíclica papal LaudatoSi'. El rito tuvo -y tiene- el propósito de concientizar sobre el cambio climático y el derretimiento de los polos. Es un llamado a repensar las acciones nocivas que el hombre ejerce sobre su propio hábitat.

No es la primera vez que un argentino conquista esas latitudes boreales. Tres años atrás, el 10 de abril de 2013, el andinista Juan Benegas completó la misma hazaña en siete días junto a cinco expedicionarios rusos. Ésta es la primera vez, sin embargo, que una expedición íntegramente argentina logra esa proeza.

A un ritmo de avance medio de 11 kilómetros diarios, en jornadas de ocho horas de caminata y temperaturas de -25°C, el grupo demoró tres días más de lo previsto en llegar a la meta. "Este lugar va mucho más allá de la palabras. Es inhóspito, hostil, es frío y a la vez cálido", describió el andinista Tommy Heinrich.

El primer argentino en alcanzar el Everest (y otras tantas veces el Aconcagua) documentó esta aventura que compartió con siete hombres, todos miembros del Ejército, con entrenamiento especial de alta montaña. Dos de ellos -los antárticos Víctor Figueroa y Luis Cataldo- en una histórica travesía vaivén en motos de nieve, de más de dos meses y unos 5000 kilómetros recorridos, ambos conquistaron el Polo Sur en el 2000.

 

Ruta realizada desde la Base Borneo y escudo utilizado por la Expedición Argentina al Polo Norte 2016

 

Preparativos de entrenamiento antes de comenzar el primer día de expedición. Foto: Tommy Heinrich

 

Finalmente, desde Barneo, la pista está en buenas condiciones y podemos volar hacia el Polo Norte.
Foto: Facebook Expedicion Argentina Polo Norte 2016

 

Liderada por el general Figueroa, la expedición al Polo Norte estuvo integrada por los coroneles Gustavo Curti e Ignacio Carro; los tenientes Emiliano Curti y Juan Pablo de la Rúa; el ingeniero Santiago Tito, oficial de reserva; el mencionado suboficial Luis Cataldo, guía polar y responsable de conducir al grupo por suelo seguro, y Heinrich. Un noveno integrante, Mauricio Fernández Funes, permaneció en la base rusa de Barneo (sobre el casquete polar), para servir de enlace en las comunicaciones y encargarse de eventuales salvatajes.

El inicio de la expedición debió postergarse más de una semana debido a fracturas en la pista de aterrizaje de la base Barneo. Esa pista es la vía de conexión con el archipiélago noruego de Svalbard. Opera sólo dos meses al año y es "esculpida" en el hielo por el Instituto Antártico-Ártico ruso.

En Svalbard, expedicionarios debieron esperar hasta que los rusos construyeran otra pista alternativa. Finalmente, iniciaron su aventura el 13 de abril, a las 20.37 hora del Ártico (17.37 hora argentina).

Fue luego de un vuelo de 30 minutos en helicóptero que los llevó hasta el punto de partida, la desolación del campo de hielo, en los 89°00''de latitud N y 140°00''de longitud E.

Pero más allá de la épica extrema, del entrenamiento previo en el Tronador y en Caviahue, y del mensaje ambiental, el equipo colaboró perforando el pack de hielo y recolectando muestras de agua a cinco metros de profundidad. El objetivo es poder hacer comparaciones entre las condiciones en ambos polos.

La hazaña se llevó adelante durante la primavera boreal, signada por noches blancas (días de 24 horas de luz solar), a fin de aprovechar la ventana climática para la transitabilidad sobre el océano Glaciar Ártico.

Esta vez desde el Polo Norte no se vieron las estrellas. Pero ese horizonte blanco fue a la vista y al cuerpo tan estremecedor como lo es sentir el haber caminado por el punto más al norte y más frío del planeta. 

 

Comienzos de la travesía en el Polo Norte. Foto: Facebook Expedición Argentina Polo Norte 2016

 

Comienzos de la Travesía en el Polo Norte. Foto: Facebook Expedición Argentina Polo Norte 2016

 

Dos de los expediciorarios
Izq.: Santiago Tito. Der.: Teniente Juan Pablo De La Rua. Foto: Tommy Heinrich


Una hazaña por el cambio climático

 

La primera expedición argentina al Polo Norte consiguió su objetivo esta mañana. Los ocho expedicionarios llegaron a las 7.15 (hora argentina) a la latitud 90 00” 00’ N, guiados por un GPS que les indicó el camino hasta “el punto donde todos los caminos conducen al Sur y donde todos los caminos conducen a casa”, frase que usó el jefe de la expedición, Víctor Hugo Figueroa, en la última arenga para llegar hasta su objetivo.

En los 120 kilómetros que recorrieron sobre esquíes desde la Base Borneo hasta el Polo, debieron afrontar temperaturas de hasta 38 grados bajo cero en las diez jornadas de marcha que les llevó esta expedición y que consiguió plantar en el casquete polar ártico la misma bandera argentina que dos de los expedicionarios ya habían llevado hasta el Polo Sur.

“Estamos acá, en el Polo Norte. Fueron diez días duros, los tres primeros más difíciles que los demás, porque tuvimos muchos desniveles que nos hacían avanzar muy lento, eso sumado a la adaptación de estar a 25 grados bajo cero de promedio”, relató a Clarín Santiago Tito, uno de los expedicionarios desde el Polo Norte, donde la patrulla esperaba la llegada del helicóptero que los llevará de vuelta a la Base Borneo y de allí al pueblo noruego de Svalvard, para luego emprender el regreso a la Argentina, prevista para el lunes 25.

 

 

“Los días del medio avanzamos un poco más rápido y los últimos días además la deriva nos avanzó un poco”, añadió Tito. En promedio, marcharon entre 11 y 15 kilómetros por día. Las jornadas se dividieron en 8 horas de  marcha sobre esquíes y el correspondiente descanso. Y al final de cada uno de los días de marcha, después de armar el campamento en el que pasarían la “noche” (en el Polo Norte nunca se pone el sol), dedicaban la energía que les quedaba para hacer el barreno (la toma de muestras del hielo ártico para su posterior estudio). Es que el objetivo de esta expedición era llevar al mundo un mensaje de alerta sobre el cambio climático.

Y el día de llegada al Polo Norte no pudo ser más oportuno: hoy se celebra el Día de la Tierra, que busca generar conciencia sobre el calentamiento global y promover la preservación de nuestro planeta.

Sobre el momento de la llegada, Tito contó que fue muy emotiva. “Llegamos todos juntos, nos dimos un gran abrazo y cantamos el himno con la bandera argentina. Sentimos un orgullo enorme, la mitad nos pusimos a llorar”, relató.

Se trató de la primera conquista de carácter nacional, luego de que el 10 de abril de 2013 otro argentino, Juan Benegas, completara la misma hazaña en siete días junto a cinco expedicionarios rusos.

“Esta expedición es el resultado de un anhelo de unir simbólicamente los dos Polos geográficos de la Tierra y de la necesidad de atraer la atención del conjunto de la sociedad sobre la problemática medioambiental: el cuidado de la Tierra y el calentamiento global son circunstancias que conciernen a todos los habitantes”, explicó la organización Criteria, que financió el viaje, en su página web.

 

Con una sensación térmica cercana a los - 30ºC uno de los momentos más difíciles del día es levantarse. Foto: Tommy Heinrich

 

En uno de los campamentos en el Polo Norte. Foto: Tommy Heinrich

 

Durante la travesía al Polo Norte, Espedición Argentina al Polo Norte 2016. Foto: Tommy Heinrich


El Papa Francisco envió una carta de apoyo a la primera Expedición Argentina al Polo Norte

 

También el papa Francisco, quien habitualmente llama a tomar conciencia sobre cambio climático, les hizo llegar ayer una carta de apoyo a los expedicionarios, en la saludaba que llevaran adelante una iniciativa que “ayuda a tomar conciencia sobre la degradación del ambiente, el agotamiento de las reservas naturales, la contaminación y también por la gravemente desigual distribución de las riquezas”.

La primera Expedición Argentina y Sudamericana 2016 al Polo Norte por el Cambio Climático, desarrollada por la Fundación Criteria y apoyada por Scholas Occurrentes (creada por el Papa Francisco), recibió una carta de apoyo del Sumo Pontífice, en momentos en que se encuentran a sólo 16 kilómetros de la meta y tras haberse cumplido 8 días de recorrido.

En su carta, el Papa remarca que está convencido de que el problema del medio ambiente "es grave" por lo que iniciativas como éstas "ayudan a tomar conciencia sobre la degradación del ambiente, el agotamiento de las reservas naturales, la contaminación y también por la gravemente desigual distribución de las riquezas".

"Hoy esta travesía que están protagonizando muestra que con amor, con esfuerzo y trabajando en equipo, es posible transformar los viejos muros en puentes", dijo el Pontífice.

"Gracias por llevar la bandera de los jóvenes de Scholas y su mensaje, gracias por dejar el grito de Laudato SI en el hielo polar para las futuras generaciones. Gracias por su audacia y su compromiso en demostrar que todo es posible. Y gracias a sus familias por acompañarlos desde la distancia", finalizó.

 

Quinto día de marcha. En la foto los vemos a Santiago Tito, Luis Cataldo, Juan Pablo De la Rua y Emiliano Curti posando con la bandera Argentina. Foto: Tommy Heinrich

 

Caminando hacia el Polo Norte 

 

El grupo de expedicionarios argentinos en la llegada al Polo Norte. Foto: Facebook Expedicion Argentina Polo Norte 2016

 

Resumen de la Expedición argentina al Polo Norte 2016. Foto: Facebook Expedici´´on Argentina Polo Norte 2016


 

 


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