Mi historia personal

Para iniciar este relato debo decir que actualmente tengo 70 años.

El despertar de mi pasión por la montaña comenzó a la temprana edad de 11 años, cuando mis padres me envían al campamento de un colegio a Sierra de la Ventana, en el Suroeste de la provincia de Buenos Aires.

Allí fuimos en pleno julio, experimentando por primera vez el intenso frio, el viento, la comida diferente, ciertas incomodidades, el lavar los cacharros de cocina en un arroyo escarchado, las noches alrededor del fogón, las historias de extraterrestres y fundamentalmente las estrellas como un océano sobre mi cabeza.

Cumbre del pico Austria, al fondo el Huayna Potosi
 

Ubicación de la Cordillera Real en Bolivia

Siempre atrás, rezagado del grupo, cuando encarábamos pendientes o empinados escalones en la roca de los cerros que nos proponían subir.

No tenía la más mínima experiencia, y por ello, muchas veces el esfuerzo por alcanzar al grupo llegaba hasta las lágrimas.

Ubicación de los cerros de la Cordillera Real

Así y todo, algo estaba naciendo en mi, y no me daba cuenta.

Pasaron los años, y al concluir el secundario, fuimos de viaje de fin de estudios en octubre de 1971 a San Carlos de Bariloche.

Recuerdo como si fuera ahora, que unos kilómetros antes de llegar, el micro se detuvo para sacar fotos. Allí me deslumbraron las montañas nevadas que en el horizonte surgían. Una especie de Nirvana.

Con un pequeño grupo del colegio realizamos salidas aparte del grupo principal. Así fue que subimos al cerro Catedral y Otto, en la nieve y con zapatillas enfundadas en bolsas de nylon. También fuimos varias veces a las Cuevas de los Leones, en la entrada a San Carlos. Para nosotros era toda una aventura apasionante.

Luego de ello, realice algunas salidas a Sierra de la Ventana, al Champaqui, y los refugios de Bariloche, Lago Puelo y El Bolsón. Siempre aprendiendo de lo que observaba de otros grupos, sobre todo, lo correspondiente al equipo y el paso al caminar.

Detalle de las zonas del Condoriri e Illimani

Con los sueños siempre puestos en la montaña, pero con exiguos recursos económicos que me permitieran los viajes y mejorar el equipo, y siguiendo una carrera universitaria, decidí a los 23 años buscar un lugar de referencia. Dicho lugar fue el CABA Centro Andino Buenos Aires.

Al poco de entrar conocí a los principales referentes del mencionado Centro, los que había conocido por medio de artículos leídos en revistas. Entre ellos: Guillermo Vieyro, Avo Nacachian, Eliseo Bustos, Héctor Cuiñas, Edgardo Porcellana, Jorge Jason, Jorge González, Jorge Vitón, Werner Lion, Peter Friedrich, Marcos Couch, Alberto Bendinger, Eduardo Brenner y otros.

Allí escuché de historias y lugares que nunca había escuchado nombrar.

Comenzando a escalar

Al poco tiempo realice con el CABA cursos de escalada en roca en Los Gigantes, Córdoba y Sierra de la Ventana.

Respecto al equipo personal, este era rudimentario y era lo que se podía conseguir.

En ciertas oportunidades, al CABA acudían montañistas extranjeros que para no pagar exceso de peso en el avión, vendían parte del equipo. Allí pude ver los primeros anoraks de Goretex, zapatos dobles Koflach, colchonetas de poliuretano expandido, un manjar para los ojos.

Los precios eran importantes, por lo tanto mis primeros elementos de cierta categoría fueron: zapatos simples Kastinger, piqueta y martillo para hielo Stubai, grampones Stubai, mochila Fugate, bolsa de dormir y saco de duvet Vieytes.

En esa época eran famosos los zapatos dobles franceses Galibier. Eran de cuero, por lo que con el uso en nieve y hielo y el frio de la noche atentaban con su postura en la mañana.

Mi primer anorak de Goretex y anteojos Everest, los compré al regreso de la expedición al Manaslu de 1978, comandada por Guillermo Vieyro.

Luego en enero de 1981 efectué mi primer curso de escalada en hielo en el Ventisquero Negro del Tronador.

Paralelamente comencé el mejoramiento necesario de mi condición física, llegando a realizar hasta ahora 9 maratones, muchas medias maratones, 9 triatlones medio Ironman, triatlones olímpicos.

Alcanzando grandes logros

El curso de hielo y mi condición física mejorada me potenciaron hacia lo que vendría, explicitado en el siguiente cuadro:

Muchos años más tarde y a la edad de 60 años, efectué mi segundo curso de escalada en hielo, en el mismo lugar que lo había hecho antes.

La hermosa Cordillera Real

En la gran cordillera de los Andes, la llamada “Cordillera Real” de Bolivia tiene un lugar destacado.

A poco de salir de Sorata a CB de Ancohuma

Con sus 180 kilómetros de largo y varios picos por encima de los seis mil metros, esta gran cadena montañosa formada por roca, hielo y nieve, salpicada de intrincados pasos y cañones, tiene una gran importancia por la enorme cantidad de agua que aportan sus ríos y glaciares. Actúa como barrera natural entre el Altiplano y la Amazonia.

Daniel Geist en las afueras de Sorata

A sus pies está el lago Titicaca, que junto a la Cordillera Real  tiene un destacado espacio en la mitología del pueblo Aymara.

Daniel Geist en el CB Illampu/Ancohuma

Muchos de sus cerros se distinguen por tener bellas formas piramidales y conformación de glaciares similares a los que se pueden encontrar en la cadena del Himalaya.

Hacia C1 del Ancohuma

La cordillera se inicia a 50km al SE de la Ciudad de La Paz (3.640 m), concluyendo aproximadamente en el NO en el pueblo de Sorata (2.680 m).

Gregorio en C1 de Ancohuma

La Paz, es la capital administrativa más alta del mundo, ubicada en la meseta del Altiplano de los Andes.Contigua y a mayor altura se extiende la ciudad de El Alto (4.150 m), con el espectacular nevado Illimani de fondo, con sus 6.438 m de altura. Se puede acceder al grandioso entorno de la ciudad a través del nuevo sistema de teleférico existente.

C1 con Illampu al fondo

Los deshielos de sus glaciares abastecen de agua a los ríos que bajan hacia el lago Titicaca, al Altiplano y Los Yungas y al mismo tiempo alimenta los grandes lagos de altura y las represas que suministran agua (Represa de Tuni Condoriri, etc.) y electricidad (Represas del Valle de Zongo) a las ciudades de La Paz y El Alto.

Cocinando en C1

Entre sus abras, mesetas y faldas se encuentra una infinidad de caminos precolombinos pertenecientes a la cultura Tiahuanacota que cruzan la cordillera y llegan a los valles de Los Yungas.

Tiene una diversidad de fauna natural de altura excepcional, por ejemplo la llama y la alpaca. Se puede encontrar una gran variedad de aves de altura como el cóndor, el águila e incluso se puede llegar a apreciar flamencos rosados. Entre los mamíferos se pueden destacar el zorro andino y el puma.

Macizo Illampu/Ancohuma desde Sorata

Debido a las características climáticas de la Cordillera Real, en la flora prevalece una variedad de cactus y plantas que pueden desarrollarse a grandes altitudes (yareta, queñua).

De sur a norte las principales alturas sobre el nivel del mar, se manifiestan en los nevados siguientes:

Desde Buenos Aires, se accede generalmente por vía aérea, normalmente con un trasbordo en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra.

Ya al llegar a La Paz el impacto de la altura se hace muy evidente. Por ello, el tiempo que se le dedique a la aclimatación allí, es fundamental, imprescindible e ineludible.

Otro detalle a tener en cuenta en esas alturas es mantener la suficiente hidratación, sugiriéndose el agua mineral embotellada. Por experiencia personal sugiero la ingesta de alimentos en restaurantes de probada calidad.

Huayna Potosi (6.088 m)

Este cerro es el más cercano a la ciudad de La Paz, pudiéndose llegar muy fácilmente mediante la contratación de un taxi, ya que el camino se encuentra en condiciones adecuadas.

Huayna Potosí al fondo, camino al Charquini

Se accede al campo base represa de Zongo (4700 m), en 2 horas aproximadamente. 

En poco tiempo desde la ciudad, se puede observar este cerro de dimensiones y formas espectaculares.

Canal/Acequia yendo hacia el glaciar del Charquini

Con el fin de una adecuada aclimatación es aconsejable realizar en este lugar algunas caminatas o ejecutar prácticas de escalada en hielo, ya que la lengua del glaciar se encuentra a tan solo un paso, cruzando hacia el Norte el murallón de la represa. Es de destacar la excelente calidad del hielo.

Canal/Acequia tallado en la roca yendo hacia el glaciar del Charquini

En el campo base se encuentran dos refugios de orden privado, los que pueden utilizarse mediante previo pago. Aquí como en los refugios de mayor altura, se propone cuidar las pertenencias.

Lengua del glaciar del Charquini

Otra forma de aclimatación, y mucha más movilizadora, es intentar la cumbre del nevado Charquini (5.390 m). 

Filo cumbrero del Charquini

Antecumbre del Charquini

Este cerro no tiene condicionamientos técnicos, es muy disfrutable.La diferencia de nivel desde Zongo son 700 m, por lo que el intento se realiza en el día.

Campo Argentino en el Huayna Potosí.

Destrepando hacia el CB del Huayna Potosí

A poco de salir de la zona de refugios se encuentra un canal/acequia tallado en la roca, que va accediendo muy paulatinamente hacia la lengua del glaciar del Charquini.

Cordón del Condoriri

Se encuentra al norte de la ciudad de La Paz. Se accede por la ruta que se dirige hacia el pueblo de Sorata y hacia el Lago Titicaca. Se puede contratar el servicio desde La Paz de un taxi para llegar en 3-4hs aproximadamente.

Llegada al valle del Condori. Foto: Leonardo Carini
 

Daniel Geist. Preparando el equipo. Valle de Condori. Foto: Leonardo Carini
 

A pocos metros de la cumbre del pico Austria, al fondo el Lago Titicaca

Rumbo al cerro Tarija

Cumbre del Tarija

En este camino se pueden observar pequeñas lagunas de altura, y variada fauna de llamas y alpacas.

En este lugar se debe dejar el vehículo, pudiéndose acordar con algún poblador, el traslado de las cargas mediante mulas, hasta la laguna Chiar Kota, CB para todos los cerros de este cordón. El trayecto dura aproximadamente 1 a 2 hs.

Un descanso durante la aproximación. Foto: Leonardo Carini

 

Jorge Alessi durante el ascenso. Foto: Leonardo Carini

Para lograr un reducido equipo (tienda, calentador, marmita, combustible) durante el viaje desde Buenos Aires y una adecuada logística, contrate siempre los servicios de Bolivia Mountain Guide.

De esta empresa, destaco el nivel técnico y la calidad de la persona de Gregorio Mamani Quispe y de su hermano Eduardo. Lamentablemente el primero fallecido en pandemia.

Este cordón que forma parte de la Cordillera Real, está formado por varios cerros, entre los más destacados están:

• Condoriri (5.648 m)
• Pequeño Alpamayo (5.370 m)       Cumbre en 2014 y 2015
• Pico Austria (5.350 m)                   Cumbre en 2014, 2015 y 2018
• Pico Tarija (5.320 m)                      Cumbre en 2014 y 2015

Inicio de la pendiente final del Pequeño Alpamayo

Cumbre del Pequeño Alpamayo
 

Gregorio Mamani Quispe en la cumbre del Pequeño Alpamayo. Foto: Leonardo Carini
 

Vista hacia el Este, zona de yungas

Para lograr la necesaria aclimatación, se sugiere intentar el Pico Austria, de fácil acceso y ruta de ascensión. En el día se puede lograr la cumbre y regresar al Campamento base. 

Pequeño Alpamayo desde el Tarija
 

Vista del Pequeño Alpamayo. Se puede observar en su ruta a la cumbre dos cordadas en pleno ascenso. Foto: Leonardo Carini

Gregorio sobre el glaciar

Luego de ello, se puede pretender hacer cumbre en el Pequeño Alpamayo. Para ello se debe salir temprano 4AM. En una hora desde el Campamento base se llega a la lengua del glaciar, de aquí en adelante el trayecto es con un tránsito por nieve y hielo.

Panorámica del Condoriri

Las primeras luces nos pueden encontrar en las cercanías del pico Tarija.

Este hay que destreparlo por tramos de roca suelta y con bastante pendiente, para acceder luego a un nuevo glaciar que acomete a la fuerte pendiente del Pequeño Alpamayo. 

Laguna Chiar Kota al fondo

Pendiente final del Pequeño Alpamayo

Desde su cumbre se pueden observar Los yungas hacia el este.

Escalando en la pared terminal del Pequeño Alpamayo

Escalando en la pared terminal del Pequeño Alpamayo

CB con Leonardo Carini

El regreso al campamento base se realiza a las 16-17 hs aproximadamente.

CB luego de la nevada

Atardecer sobre el macizo

Illimani (6.438 m)

Que en Aymara significa “por donde nace el sol”, se ubica al Sur de la ciudad de La Paz.

Se llega a sus proximidades por la ruta que se dirige hacia el pueblo rural de Pinaya (4.200 m). Logré ir allí en dos oportunidades, en el 2014 y 2015.

Illimani desde teleférico La Paz-El Alto

Bastante antes de llegar se atraviesa el lecho seco de un río con estructura de cañón con paredes coloradas. El viaje desde La Paz es largo y cansador, mediante transporte público de mini buses o taxi.

Cañón camino a Pinaya

Al igual que en el Condoriri contraté al antes mencionado guía Gregorio, el que me transportó mediante una camioneta 4x4, tanto en el 2014 como en el 2015.

Cañón tallado

Al llegar a una canchita de futbol, se puede contratar a algún poblador dispuesto a llevar la carga con mulas hasta el campamneto base. Nunca entendí como podían jugar al futbol a esa altura.

Panorámica del Illimani

Desde Pinaya hasta el CB el trayecto es muy agradable, surcando algunos mallines con la presencia de manadas de llamas. El recorrido puede llevar de 1 a 2 hs.

Hacia CB del Illimani

La majestuosidad del Illimani a medida que se gana altura es impactante, por la cantidad de glaciares que descuelgan de las alturas.

Glaciares colgantes hacia Nido de Cóndores

Desde el CB hasta el C1 (Nido de Cóndor), el trayecto puede realizarse en el día, atravesando un lugar llamado Puente Roto. Puente antiguo que utilizaban los mineros. Pueden verse varios socavones en este recorrido. Se encuentra suficiente agua al atravesar un arroyo de deshielo.

CB del Illimani

Este día puede hacerse largo y pesado, teniendo en cuenta el sostenido aumento de cota. Una opción es acampar antes, llevando agua, antes de la acometida al filo de rocas que conduce al C1.

Nevado Sajama al fondo

El acampe en C1 se realiza sobre nieve/hielo. Saliendo 3 AM desde este campo se logra llegar a la cumbre con el amanecer, para luego retornar al C1.Todo el trayecto se realiza sobre glaciar con importantes pendientes.

Desde el C1 puede seguirse directamente hasta el CB. En mi caso, pernocté en el C1 para bajar a la base al día siguiente.

Es un macizo de dimensiones siderales y dispone de una destacada calidad de hielo, cualidades que lo hacen, a pesar de la altura, un cerro muy disfrutable.

Comentario Final

La Cordillera Real es una zona altamente recomendable por su cercanía con Argentina, sus fáciles accesos a los CB, y la alta calidad de la nieve y el hielo.

La época más propicia para ir es durante los meses de julio a septiembre.

Por otro lado, y a pesar de haber sufrido cáncer de próstata (2017), colocación de un stent (2019) e impedimento de mi compañero de aventuras por problemas neurológicos, todavía sueño con posibles objetivos en nuestra prolífica cordillera.

En caso de dudas o mayores detalles de cualquier lector, contactarse a esta dirección: jorge_alessi@yahoo.com.ar