La Sierra del Veladero, supera los 30 kilómetros de largo, se encuentra en la provincia de la Rioja en Argentina, a unos 27 km del límite fronterizo con Chile.
Cuando el Centro Cultural Argentino de Montaña a través de Guillermo Martin, me invito a escribir algún relato sobre montañismo (gesto que agradezco) me quedó grabada mi última experiencia de diciembre de 2016, expedición organizada por mi amigo Jorge E. Gonzalez (montañista con amplia experiencia), gustoso participo de ella.
Dejo en sus manos el relato de la expedición con la cumbre incluida, yo quería ocuparme de otros aspectos, como docente de una escuela de guías de Trekking de Villa Carlos Paz, siempre trato de transmitir la importancia de utilizar los recursos históricos, culturales, arqueológicos, geológico, que tenemos a nuestra disposición.
Conozco esta vasta región de los Andes de Atacama desde hace varios años, intercalando trekking y ascensiones, pude leer excelentes relatos de montañistas de la talla de Antonio Beorchia Nigris (1986) Jaime Suarez (1998), Guillermo Almaraz (primera invernal 2006), M. Scanu, y M. C. Ceruti, todos ellos con excelente información.
Pero en el año 2009 durante una salida a esta zona y con un grupo de amigos entre los que se encontraba Jorge A. Gonzalez (montañista y escritor) pudimos visitar varios sitios arqueológicos y cerros ascendidos por Antonio Beorchia Nigris (Toni), con el correr de los días el nombre de Toni estaba a cada paso que dábamos, a nuestro regreso a Vinchina, nos hospedamos en la hostería de “ Yoma “, se nos acerca un Sr. (resultó ser el arqueólogo Barcena) que nos dice: ¿ustedes buscan a Antonio Beorchia?, ¡¡¡nos quedamos sorprendidos!!!, el se está duchando y viene a charlar en un rato. ¡¡¡Qué sorpresa!!!, luego de tanta soledad, nos juntamos con este tremendo aventurero de una personalidad atrapante, un encuentro casual que me marcó profundamente, para darme cuenta que ”la aventura no era cuestión de edad”.
En ese momento Toni, venia de cabalgar por el Qhapaq Ñan (sistema vial andino) desde el tambo de Calahoyo (limite entre la provincia de Jujuy y la republica de Bolivia), hacía tres meses de su partida y cuyo destino final seria la provincia de San Juan, donde reside.
Relata Toni: ¿Cuántas veces oí a un amigo preguntarme: “Pero Antonio,¿que ves de lindo en tus andanzas por la cordillera, cuando los cansancios son extremos, el clima es agresivo, las comodidades nulas y hasta pagas para estar allá? ” Y yo siempre contesto: “ El secreto está en saber filtrar todo lo negativo, para quedarse con las maravillas que valles y nevados te regalan. Además está el acicate del desafío, el saber que aún puedes hacerlo”.
En los alrededores del Veladero, existen innumerables sitios arqueológicos, tanto en cerros cercanos como en la cercanía de la laguna brava, tambos, conjuntos de plataformas ceremoniales, pircados circulares con leña en su interior etc. y como eje central la laguna Brava.
Cabe destacar que la plataforma ceremonial Incaica de la cumbre del Veladero está a 6436 mts., que no es poca cosa y mide 7,10 x 9,9 cm., y el muro de contención-nivelación es de 0,60 cm de alto x 0,60cm. de ancho, interiormente rellenado con material fino y cascajos (C.I.A.D.A.M. 1986).
Hoy la plataforma de cumbre se encuentra vacía, en su cercanía, un pico demuestra la acción de huaqueros (saqueadores). Otro tema, es que se acrecientan las huellas de vehículos que conducen al tambo de la laguna (¡caminen un poco!), se nota, más excavaciones en las plataformas cercanas a la laguna, resumiendo: el deterioro es irreparable, esta región necesita con urgencia de una protección estatal realmente efectiva, si bien es una reserva provincial y declarada sitio Ramsar en el 2003, creo que podría tomarse como ejemplo, los trabajos de Christian Vitry en el Llullaillaco, investigación y protección van de la mano.
Y si a los recursos históricos culturales le sumamos, la cadena de refugios construidos entre las administraciones de Mitre y Sarmiento que unían Tinogasta con Copiapó (pasos de Pircas Negra y Comecaballos). El famoso avión bimotor C47 Curtis, que allá por 1963 tuviera un aterrizaje forzoso sobre la laguna, proveniente del Perú con caballos de carrera, es esta una historia más dentro del vasto repertorio de mitos, leyendas y tradiciones, con las que un guía de montaña puede amenizar sus expediciones.
Esta vasta región de la provincia fitogeográfica Puneña y Altoandina predomina el clima árido andino-puneño de gran amplitud térmica. De noviembre a marzo, es la época recomendable para ser visitada.
En diciembre de 2016, decidimos tomarnos la revancha en el Volcan. Veladero, ya que un año atrás el viento nos corrió a los 6000 mts.
El domingo 11 de diciembre salimos desde Córdoba, en dos camionetas, Enrique Bolsi (65) José Luis Vazquez (51), Juan Pablo Nogueira (29), Nicolás Catriel Meyer (25) y Jorge E. Gonzalez (57).
Llegamos por la tarde a Vinchina por la Ruta Nacional 76 y luego de reportarnos en las oficinas de Gendarmería Nacional continuamos viaje rumbo a “El Peñon” (3600 mts.), donde hicimos la primera parada de aclimatación.
La segunda parada la hicimos en Barrancas Blancas (4000 mts.) donde pasamos otra noche, (Aduana Argentina y Chilena, Gendarmería Nacional y obrador de Vialidad Provincial), se encuentra a 22 km. del paso fronterizo de Pircas Negras.
El martes por la mañana descendemos unos 30 km hasta cerca del Refugio Veladero, próximo a Laguna Brava donde abandonamos la ruta rumbo norte y nuestro futuro campamento base.
Transitamos unos 8 km. por la huella que conduce a la Corona del Inca para luego continuar con rumbo NO otros 10 km. por un pedregal fino hasta el campo base (4700 mts.).
El miércoles a las 10 hs. salimos del campo base hacia el Campamento 1, Nico, Juan, José y yo, llevábamos entre 20 y 21 kg. por persona, peso que incluía piqueta y crampones.
Seguimos una línea casi recta hacia la cumbre, en dirección NO, durante 2 y ½ hs, recorriendo 3.1 km. hasta alcanzar los 5300 mts. donde montamos el campamento el Campamento 1.
Al día siguiente continuamos la marcha hacia el Campamento 2 con rumbo O-NO.
Partimos a las 10:10 hs. y nos tomó 4 y ½ hs. alcanzar los 5700 mts. de altura en la que teníamos previsto montar el campamento. Cruzamos dos neveros grandes de unos 30º de inclinación con la nieve en condiciones ideales y sin necesidad de usar los grampones.
Recorrimos 1.6 km. desde el Campamento 1 y llegamos en medio de una pequeña nevada que se extendió durante algunas horas.
A la nieve le siguió un viento fuerte y frío.
Derretimos nieve, picamos algo, preparamos el equipo para el día siguiente, e intentamos dormir algo. La idea era despertarse a las 4 am para estar saliendo 5:30 hs.
El viento se fue incrementando. A las 4 hs. suena el despertador y el viento estaba imposible. Igual nos vestimos y decidimos esperar… pasaron las horas y cerca de las 10 hs. el viento mermó un poco. Decidimos salir “apostando” a que mas tarde mejoraría.
A las 10:40 hs. estamos en camino, nos quedan por recorrer 2.8 km y superar un desnivel de 760 mts. hasta la cumbre.
Por fortuna el viento disminuye y nos permite seguir. Los últimos 350 mts. de desnivel lo encaramos por el lado oeste del glaciar. En forma directa, utilizamos los grampones y piqueta en mano por seguridad.
Luego de 6 hs. de una marcha tranquila, tomándonos el tiempo necesario para filmar y documentar el ascenso, llegamos los 16 hs. a la cumbre, la vista es sorprendente, a la lejanía la laguna Brava, los cerros Baboso, Bonete, lejos el Pissis y regresamos a pernoctar al Campamento 2. El descenso al campo base se realizó por la misma ruta de ascenso.
El miércoles 14 de diciembre, en el campo base me despido de mis compañeros, ellos rumbo al Veladero, yo rumbo a una quebrada que separa en forma de triángulo al Veladero, el Reclus y el Baboso.
Cuando en el 2010 pudimos ascender la cumbre del volcán Veladero con otro grupo de excelentes amigos, pude divisar ese lindo glaciar que tiene el Baboso en el sector sur y un nudo de cerros menores entre el Reclus y el Veladero.
Tenía todo el día para disfrutar y admirar tanta soledad, sin huellas por delante, tenia la sensación de ser el primero que pisaba este lugar, revisando un poco la zona no pude ver vestigios del pasado, fijé la meta en un cerro de aproximadamente 5300 mts., donde llegué a las 17 hs. amontoné unas piedras que por el fuerte viento me costaba hacerlo, pensando en los primeros exploradores de esta zona me tome el atrevimiento de bautizarla con el nombre de “Don Antonio” (Antonio Beorchia Nigris) montañista, explorador, investigador, escritor y no sé cuántos títulos más podría definir la personalidad de Don Antonio.
De regreso al base ya de noche, esperé entre días de buen clima, tormenta y nevada de por medio, a mis compañeros, y sí, el que espera, desespera, dice el dicho. Pero teniendo el mate como compañero, la soledad como amiga, la posibilidad de ver como se forman las tormentas, que duran pocas horas. Luna llena, reflejando y haciendo brillar aún mas la mole del Veladero, creo estar bendecido por permitirme seguir disfrutando de este mundo de las montañas. No dude que mis compañeros tenían la cumbre bajo sus pies, esperaba verlos aparecer detrás de una loma para ofrecerles un mate y un abrazo.
Centro cultural Argentino de Montaña 2023