El cambio climático es hoy una realidad, los glaciares europeos han reducido su tamaño, derritiéndose y develando cuerpos congelados de otros tiempos
Noticia publicada el 15/08/2018 -
El pasado 14 de julio un guía del monte Cervino, en los Alpes suizos, encontró el cuerpo de un alpinista que llevaba años sepultados y que más tarde fuera identificado como un ciudadano japonés de 67 años de edad, sin conocerse aun cuales fueron las circunstancias de su desaparición.
Hace ahora justo un año, un empleado de la empresa Glacier 3000, que administra los teleféricos en el monte Cervino, encontró, mientras paseaba por el glaciar Tsanfleuron, los cadáveres congelados, en perfecto estado de conservación, del matrimonio formado por Marcelin y Francine Dumoulin, desaparecido el 15 de agosto de 1942. Junto a los cuerpos, que vestían ropas de la Segunda Guerra Mundial, fueron hallados un reloj, una mochila y un libro. “Hemos pasado nuestras vidas buscándoles, sin parar”, declaró entonces al periódico Le Matin Marceline Udry-Dumoulin, la hija más joven del matrimonio, que tuvo cinco hijos y dos hijas.
El glaciar alpino Aletsch, también en el cantón de Valais, devolvió en 2012 los cadáveres de los hermanos Johann, Cletus y Fidelis Ebener, de quienes no se tenía noticia desde marzo de 1926, cuando partieron para realizar una expedición en el glaciar. Dos montañeros británicos que recorrían la zona en verano se toparon con restos humanos, botas y equipamiento de montaña, un descubrimiento que resolvió una desaparición ocurrida casi 90 años antes.
En 2014, fueron hallados casi en la cima del monte Cervino los restos de Jonathan Conville, que nunca regresó de la escalada que emprendió por la montaña en 1979. Ese mismo año fue encontrado en un glaciar del cantón de Berna el cadáver de un explorador checo, perdido desde 1974.
Un año después, también en el monte Cervino, un grupo de montañeros se topó con los cuerpos de los japoneses Michio Oikawa y Masayuki Kobayashi, desaparecidos el 18 de agosto de 1970. Según informó entonces la policía suiza, los dos jóvenes japoneses, de 22 y 21 años respectivamente, habían pasado la noche anterior en un refugio con la intención de ascender por la cara norte de la montaña, cuando “fueron sorprendidos por una tormenta de nieve”. En 2016, fueron descubiertos los restos de un alemán extraviado desde 1963 en el glaciar de Morteratsch, en el cantón de Graubünden.
Los casos son muchos y la policía de Valais en Suiza señala que en la zona que corresponde al mencionado monte Cervino han desaparecido, desde 1926, al menos 280 personas sin dejar rastro, por lo que con el derretimiento, sin duda, se seguirán encontrando cuerpos como los mencionados.
Para que se tenga una mejor idea de los efectos del calentamiento global y de la erosión, la organización GLAMOS, integrada por universidades de Suiza y con el apoyo financiero de la Oficina Federal de Medio Ambiente (FOEN), MeteoSwiss y SCNAT,ha señalado, por ejemplo, que el glaciar Tsanfleuron ha perdido una longitud de 1926 metros desde 1884, mientras que el Morteratsch ha perdido 2804 metros desde 1878.Glamos mide anualmente los cambios en los glaciares de la región alpina suiza.
El cambio climático es una realidad, por más que algunas personas se nieguen a aceptarlo por completo. En Suiza cada verano ven cómo sus glaciares se derriten en los Alpes, por lo que a los ciudadanos, desesperados, se les ha ocurrido la idea de cubrirlos con mantas y sábanas para protegerlos.
Los habitantes en las cercanías del glaciar del Ródano, uno de los lugares más emblemáticos de los Alpes suizos, llevan unos ocho años cubriendo el glaciar con sábanas blancas durante el verano, intentando disminuir el ritmo con el que se derrite (al evitar el contacto directo con los rayos solares). Afortunadamente, la idea parece funcionar.
David Volken, un experto en glaciología, aseguró en una entrevista que las sábanas pueden reducir el derretimiento del glaciar en hasta un 70%, durante las temporadas más calientes de los Alpes.
Los suizos aseguran que durante el último siglo el glaciar ha reducido su tamaño considerablemente. De hecho, incluso las postales turísticas que incluyen fotos tomadas a lo largo de los siglos XIX, XX y XXI lo demuestran. Se ha comprobado que unos 40 metros del hielo han desaparecido apenas durante los últimos años. Expertos aseguran que cubrir de nieve artificial los glaciares también puede ayudar a reflejar la luz del Sol y, por tanto, reducir el derretimiento de los glaciares.
En los últimos 160 años han desaparecido unos 350 metros del glaciar de los Alpes suizos. Desde que existen registros, en 1880, la longitud y el grosor de los glaciares suizos no han dejado de mermar, según GLAMOS, una red integrada por varias universidades suizas y financiadas por el Ministerio de Medioambiente del país. De acuerdo con sus registros, el glaciar Tsanfleuron ha perdido desde 1884 una longitud de 1.926 metros y el Morteratsch, 2.804 metros desde 1878. En 2017, solo un glaciar conservó su tamaño, mientras que un total de 80 experimentaron nuevos retrocesos. El del Mont Blanc ha perdido más de un kilómetro durante los últimos cien años. Estudios realizados en glaciares como el Sforzellina muestran que el retroceso ha sido más intenso en los últimos diez años que en las décadas precedentes.
Lo singular ahora, sin embargo, es lo que la recuperación de los cadáveres dice del estado del clima en Europa: se viven días calientes, tan calientes que glaciares que habían sido capaces de congelar durante décadas los restos de personas desaparecidas se están evaporando para siempre.
Estamos frente a una situación en la cual el progresivo aumento de las temperaturas a lo largo de todo el globo, es en una tendencia que podría transformar la Tierra para siempre.
Fuentes: - www.elpais.com
- www.fayerwayer.com
- www.lanacion.com.ar
- www.es.gizmodo.com
- www.magnet.xataka.com
Centro cultural Argentino de Montaña 2023