El verdadero papel de las montañas en la atmósfera terrestre
Los procesos que liberan dióxido de carbono a la atmósfera terrestre son contrarrestados parcialmente por algunos procesos que hacen lo contrario, extraer dióxido de carbono de la atmósfera. Uno de ellos es la erosión química, que se produce en algunos procesos que deshacen la materia pétrea convirtiéndola en tierra. Las moléculas de dióxido de carbono y la lluvia se combinan para disolver la roca, y los productos de esta erosión, incluyendo sedimentos, llegan tarde o temprano, y a través de corrientes de agua, al mar, donde parte del CO2 queda atrapado en el fondo oceánico y en arrecifes de coral y conchas marinas.
Nota de fecha - 25/02/2013 -
Durante años, los geólogos creyeron que las montañas, debido a sus pronunciadas pendientes y altas tasas de erosión, eran contribuyentes importantes a dicho efecto de extracción de CO2 atmosférico. Pero un nuevo estudio realizado por el equipo de Jane Willenbring, de la Universidad de Pensilvania en Estados Unidos, sugiere que las montañas no desempeñan un papel importante en esta actividad, contradiciendo ese paradigma geológico del papel destacado de las montañas, y poniendo en tela de juicio las conclusiones de estudios anteriores, las cuales sugirieron que los pequeños ríos de montaña eran los que más contribuían al flujo de sedimentos que llega a los mares del mundo.
Lo que estos otros científicos olvidaron tener en cuenta, según Willenbring, fue que incluso las laderas más pronunciadas y de mayor erosión representan sólo una pequeña fracción de la superficie de la Tierra. Así que aunque estas cuestas empinadas tienen ciertamente tasas muy altas de absorción de carbono por unidad de superficie, se ven sobrepasadas por los terrenos de pendientes suaves, que son mucho más abundantes.
Para los estudios anteriores no se disponía de una nueva técnica de investigación que fue desarrollada hace relativamente poco tiempo. Con este método se realiza un examen de nucleidos cosmogénicos, que son formas raras de elementos químicos, que se producen sólo cuando una estrella explota en forma de supernova, enviando radiación de alta energía a la Tierra, y desintegrando otros átomos. Contar estos isótopos químicos permite a los investigadores determinar cuánto tiempo el sedimento ha permanecido en una cuenca específica, permitiendo medir periodos muy largos de tiempo.
En cambio, las técnicas usadas anteriormente, en las que se mide físicamente el flujo de sedimentos en ríos y arroyos, sólo capturan información sobre erosión y tasas de flujo de sedimentos para un período corto de tiempo.
Los investigadores analizaron datos publicados sobre concentraciones de nucleidos cosmogénicos de todo el mundo para determinar los niveles de flujo de sedimentos durante un período de tiempo de miles a cientos de miles de años. También recopilaron datos topográficos para determinar las laderas presentes en los alrededores. A continuación, extrapolaron estas tasas de deposición de sedimentos a la superficie completa de la Tierra.
Con Willenbring, también han trabajado Alexandru Codilean del Centro Alemán de Investigación en Geociencias (GFZ), y Brandon McElroy de la Universidad de Wyoming en Estados Unidos.
Fuente: www.noticiasdelaciencia.com
Centro cultural Argentino de Montaña 2023