La ubicación del Incahuasi, lo convierte en el 6500 más accesible de la Puna, Provincia de Catamarca
La especial ubicación del Incahuasi, dominando el área del paso San Francisco, lo convierte en el +6500 más accesible de la Puna. En sus laderas, el inglés Flint protagonizó en 1854 el primer intento moderno de escalar un +6500 en los Andes. Sin embargo, los Incas habían ascendido hasta su cumbre unos 400 años antes y construido en ella un adoratorio, el tercero más elevado de la cordillera. La especial relación del Incahuasi con el hombre se mantiene hasta hoy, presentándose su inconfundible silueta como representante esta parte de los Andes ante el turista, que sin dejar la carretera ingresa en sus dominios para admirarlo y postrarse ante su magnificencia.
En la provincia de Catamarca y se accede por la ruta 60 hasta su misma base cerca de la frontera con Chile. Se eleva dentro del área denominada Los Seismiles y muy cerca del Paso de San Francisco que conecta la cuenca de la laguna de igual nombre y el valle de Chaschuil con la de la laguna Verde en Chile. Apenas al Sur de la carretera que recorre este corredor andino, comunicando Fiambalá con Copiapó, se eleva el Incahuasi, punto limítrofe entre ambas naciones. Su mole coincide con el cambio de dirección de la línea de máximas alturas de los Andes, ya que hacia el N se mantiene la habitual dirección N - S mientras que tras ella ésta cambia y se dirige por unos 50 Km al Oeste, hasta volver a tomar rumbo Sur en el Tres Cruces. Este particular tramo incluye asimismo al Ojos del Salado, Tres Cruces y Walter Penck. El centro urbano más cercano es Fiambalá.
El Incahuasi es un volcán de corte cónico al cual se adosan otros muy menores, que no consiguen hacerle perder su fisonomía típica. Visto desde el Sur presenta una curiosa forma de campana.Su cuerpo principal está coronado por un gran cráter apagado sobre el cual se elevan las cumbres Principal o Norte (6.638 m) y Sureste (6.562 m). Cerrando el cráter al SO de la Principal el pico Sur (6.541 m). Adosada a su cara E se encuentra la vistosa cumbre secundaria conocida como Inca Chico (5.861 m). Al pie de su cara NE apenas se eleva un conjunto de pequeños y oscuros conos de escoria rojiza fundidos entre sí y conocidos como los volcancitos Gemelos (5.106 m) y a veces llamado el Murciélago, por sus formas y color oscuro. La montaña carece de glaciares, pero la depresión central de su vasto plateau cumbrero está cubierta de nieves perpetuas. El nevero Este baja desde allí directo hacia el collado con el Inca Chico, mientras que los más pequeños Noreste y Suroeste lo hacen protegidos por sendos filos rocosos en las partes altas de tales laderas.
Cumbre | Altitud | Fuente | Coordenadas | Prominencia | Dominancia | Aislamiento |
Principal | 6638 | IGN Arg | 27°02′02″S / 68°17′45″O | 1531 | 23,06% | 25,6 km |
Incahuasi Sur | 6541 | IGM Chile | 27°02′24″S / 68°17′57″O | 81 | 1,24% | 0,8 km |
Incahuasi SE | 6562 | IGM Chile | 27°02′12″S / 68°17′39″O | 32 | 0,49% | 0,4 km |
Inca Chico | 5861 | IGM Arg | 27°02'07"S / 68°15'48"O | 171 | 2,92% | 3,3 km |
Literalmente “Casa del Inca”, en quechua. Históricamente esto se interpreta en función de las construcciones incaicas en su cumbre, acerca de las cuales se fue manteniendo el conocimiento de su existencia por tradición oral, entre otras cosas mediante la utilización de este nombre. Sin embargo, algunos autores, encuentran otra acepción a la denominación y traducen huasi como “morada”, entendiendo que esta denominación no habla de las construcciones que utilizaron el pueblo, la cultura inca, sino específicamente define el lugar de habitación de su monarca, conocido como el Inca. Esto lleva a la concepción de esta montaña como la “morada del noble incaico”, lo cual podría tener un significado tanto simbólico como práctico en términos funerarios. Aunque esta teoría no es la de mayor consenso, es el único santuario con un importante desarrollo que lleva ese nombre.
Al igual que el Llullaillaco y otras altas montañas de los Andes el Incahuasi fue un sagrado sitio de adoración a las deidades del culto incaico y las cumbres de estos dos +6500 mas el Mercedario, Antofalla y Veladero poseen las construcciones mas altas del mundo y puntos de adoración mas cercanos al cielo literalmente.
En el Incahuasi el camino inca comienza en el tambo de la vega de San Francisco (27° 0'25.6"S / 68°10'13.3"O, 4.020 m) y asciende bordeando la colada ENE hacia una empinada quebrada que se orienta hacia el NE de la cumbre. El campamento de altura se encontraba sobre los 5.150 y es conocido como Plataforma Noreste. Los incas preferían ascender por los acarreos por lo cual marcaban el sendero e incluso lo apuntalaban en ciertos tramos. Luego bordea un nevero que es claramente visible desde Las Grutas llegando hasta el plateau cumbrero a 6250 y de allí hasta las construcciones a pocos metros de la cumbre.
Durante la ocupación y culturización Inca de esta parte de la cordillera, aproximadamente entre los años 1480 y 1533, seguramente se han llevado a cabo varios ascensos con fines ceremoniales a la cumbre. Era habitual, que anualmente se organice una peregrinación a la cumbre a fin de ofrendar al Apu y de esa manera obtener una año con buenas cosechas, agua y en paz para los habitantes de la zona.
El santuario del Incahuasi si bien fue observado por el geólogo alemán Walther Penck en 1913, durante el primer ascenso moderno a la cima, el europeo no lo consideró vestigio incaico. Witold Paryski, uno de los polacos que participó de la histórica expedición de 1936 /37 a los Andes, describe el sitio de cumbre en sus crónicas como construcciones pre hispanas, probablemente de los indígenas, quienes realizaron uno o varios asensos anteriores al de Penck construyendo las pircas y dejando el trozo de madera observado por el alemán. Anders Bolinder, explorador nacido en Suecia, durante su viaje a la Puna en 1956, y siguiendo las palabras de Paryski señala que el primer ascenso lo realizaron indios atacameños dejando el madero en la cumbre.
Pero varias décadas mas pasarán para que se estudie el sitio de la cumbre. Recién en marzo de 1985, el conocido antropólogo norteamericano Johan Reinhard junto con Louis Glausser describen el sitio de la cumbre, En 1989, la Agrupación de Montaña Calchaqui (Catamarca) organiza una expedición al Incahuasi con fines deportivos. Luego de alcanzar la cumbre y observar parte del santuario, decidirán volver en 1990 y 1991 ya con fines arqueológicos y con los debidos permisos provinciales para estudiar los restos arqueológicos. Estos ascensos y sus prospecciones en la zona cumbrera serán los que finalmente den con los restos mas importantes hallados hasta la fecha.
Probablemente aún falta descubrir muchos secretos en las laderas del Incahuasi. Solo el tiempo dirá si se cumplen los presagios de Antonio Beorchia Nigris, quien escribió luego de la expedición de Reinhard “tengo sin embargo para mi que sobre alguna de sus laderas deben existir ruinas de magnitud…el tiempo dirá si tengo la razón.
El primer intento moderno por alcanzar una cumbre de +6500 lo protagonizó el inglés E.A. Flint en 1854 cuando trabajando en las prospecciones para construir el ferrocarril transandino, intentó, seguramente por la ladera Oeste, el ascenso al Incahuasi.
En diciembre de 1913, el geólogo alemán Walther Penck, contratado por el gobierno argentino y durante su segunda campaña en la Puna de Atacama, ingresó por Las Lozas hacia la cara sur del Incahuasi e instaló su campamento de altura en la base del Ojos de las Lozas. Desde allí el 20 de diciembre inició el ascenso en mula hasta los 5400 metros y luego caminando llegó al borde del cráter cerca de la cumbre sur y continúo el ascenso hasta la cima logrando hollar la cumbre por primera vez en tiempos modernos. A su regreso informó haber encontrado en la cúspide un madero por lo que consideró que Flint habría llegado antes que él a ese punto, aunque en realidad era una señal mas del adoratorio cimero.
Del diario de Walther Penck, traducido y brindado al andinismo magistralmente por el Ingeniero Enrique Funk rescatamos las palabras del alemán
19.12.1913: Campamento al pie del Ojos de las Lozas, 5220 m.: Recién ahora hemos registrado la altura de nuestro campamento. Tenemos - 3,5°C. y ya son las 20.00 hs. Hay algo de luz de día, aunque las sombras de la noche se acercan.
20.12.1913: Hoy día he vencido el Inca Huasi. Una lata de conserva con una tarjeta mia se encuentra en su cumbre. La excursión salió bien y mejor que la del San Francisco. Cuando nació el sol, comienza nuestra salida. Los animales no han demostrado cansancio hasta los 5600 m.
Bastante rápido avanzamos. También Graef subió algo ligero, y llegó hasta 6000 m. Allí fue alcanzado por la puna y no pudo acompañarme hasta la cresta. Caminé paulatinamente hacia la cumbre, pero sí con algunas interrupciones y descansos. En muy pocas ocasiones me debía sentar y descansar. Con una casi incomparable frescura llegué a la cumbre.
¡Vaya sorpresa! Hace tiempo cursaron versiones en Tinogasta, de que oportunamente escaló este Inca Huasi un ingeniero inglés. También fue afirmado, que este hombre escaló uno de los colosos más altos de la región. Entonces - ¡esto es cierto! Encontré en la cresta un "muñeco" de piedras y un bastón, pero ningún otro indicio. Me encuentro en una curiosa plataforma, la cresta es como un grupo dentado. La cima se desplaza como una larga curva, ascendiendo hacía el norte.
A las 13.30 hs. puse pie en la cumbre. Impresionante ha sido el precipicio, estimo que son unos 600 m. Los demás cuernos y esqueletos rocosos se agrupan en un circulo como bordes. Estos son los restos de un cráter.
La idea nació junto a una boda, en la que pasaríamos la luna de miel en una cumbre de nuestra patria, el Cerro de Incahuasi, en enero de 1959 (Eduardo Nuciforo, Cerro Volcán Incahuasi, Córdoba, 2010)
Esta hermosa historia, relatada en el libro antes mencionado, como así en crónicas de la época, cuenta el ascenso del autor y su novel esposa Ana María Varco, a la cumbre del Incahuasi como luna de miel.
El 10 de enero de ese año dejaron Fiambalá en camión y viajaron, no sin contratiempos, hasta Palo Blanco, al norte del poblado catamarqueño. Allí, junto a la tropa liderada por el Maño Álvarez, atravesaron el cordón de Las Planchadas a lomo de mula, para ingresar durante los días siguientes hasta la base del Ojos de Las Lozas e instalar el campo base en un lugar cercano al de Walther Penck, pero mas de 43 mas tarde. El 14 de enero parten junto con Luis Sable hacia el campo de altura que planean instalar sobre los 5800 metros. Pronto Sablé sucumbe ante los efectos de la puna y solo los novios avanzan hasta el campamento que llamarán La Pirca.
La mañana del 15 de enero los encuentra avanzando con paso firme hacia la cumbre. Nuciforo relata:
El sol se deja ver a las 8.00 hs aproximadamente, el camino que al principio tomamos en la oscuridad, se ve ahora iluminado por los rayos solares que hacen resaltar la grandiosidad del mar de montañas que se avistan alrededor. Las horas pasan en la lucha por ascender mas y mas, la puna y el viento, que se vuelve huracanado, lo que junto con el polvillo que vuela no son obstáculos a nuestra lenta marcha. A las 17,15 hs penetramos por una paso, bordeado de columnas de rocas que se asemejan a ruinas. Encontrarse a esa altura, en medio de ese lugar, hace que uno se sienta transportado a un palacio oriental revestido de oro. Tal vez la altura nos haga soñar con esos exotismos. La lucha se hace dura a cada momento. Siguiendo por este callejón en dirección este y lográndose con ello mayores alturas, avanzando hacia una cresta que se observa a lo lejos y que luego determinamos es parte de la cumbre propiamente dicha, al fin parece ser que llegamos a la cumbre…
Finalmente descendieron recién a las 19,20 hs y no alcanzaron el campamento, viéndose obligados a vivaquear durante una gélida noche puneña. Dicen las crónicas, que esa noche, la novia estuvo abrazada al novio como luego no recordará durante sus 50 años de casados.
Luego de los Nuciforo, un grupo de Gendarmería Nacional encuentra los testimonios de ellos y presumiblemente continúan hacia la cumbre principal, logrando lo que se considera el tercer ascenso.
Pese a su posición relativamente accesible desde el camino internacional, el Incahuasi permanece prácticamente olvidado y dentro de un halo de incertidumbre y pocos ascensos. En 1973 el trotamundos norteamericano Michael Kelsey lo asciende desde el Oeste, llegando a la cumbre el 14 de enero, aproximándose desde la Laguna Verde. Johan Reinhard por la misma ladera, pero por un filo mas firme (NO) lo asciende el 27 de marzo de 1985 junto con Louis Glauser. En febrero de 1988, luego de ascender el Pissis, Alain Delclaud y Jean Christophe Calvel realizan el primer ascenso deportivo de la ruta arqueológica. Hay noticias de un ascenso chileno durante el mismo verano austral de 1988.
La Agrupación de Montaña Calchaquí (Catamarca) organizará expediciones en 1989, 1990 y 1991. Durante la primera, el 14 de enero, alcanzan la cumbre por una nueva ruta, que con el tiempo se convertiría en la normal Oscar Agüero, David Lucero, Rubén Perea y Rudy Bulacios. En el campo base aguardará Víctor Manuel Bulacios, convencido que el gran cerro guardaba secretos precolombinos en su cumbre. Al año siguiente regresan con una autorización de la Dirección General de Antropología de la Provincia de Catamarca para realizar trabajos de prospección arqueológica y bajo el liderazgo de Víctor M. Bulacios confirmarán que están sobre el camino inca que lleva a la cumbre (ruta arqueológica) y el 17 de noviembre de 1990 Marcelo Brandan y Demetrio Soraire completarán la ruta y serán los primeros en describir el sitio pircado de la cima. Cuando comienza 1991 Ewald Ruf alcanzará la cumbre solo por la ruta del Col y nuevamente Bulacios dirigirá otra expedición en noviembre. Por la ruta Arqueológica llegarán a la cumbre exactamente un año mas tarde que el anterior ascenso (17/11) Marcelo Brandán, Angel Ireba, Adolfo Quiroga y Sergio Caletti. Los dos primeros se quedarán en el sitio y descubrirán una estatuilla femenina de plata y una bolsita de lana (chuspa) rellena de hojas de coca.
Cumbre Sureste (6.562 m): Marcelo Brandán, Angel Ireba y Nicolás Pantaleón el 24-03-2004 siguiendo la ruta arqueológica. Al Inca Chico (5.861 mts.) ascendieron por primera vez Martín Masa y Juan José Rubio (España) el 17/01/2004.
El primer ascenso invernal lo lograrán el 17/7/2003 Fernando Santamaría, Eduardo Dangelo, Ulises Corvalán, Constanza D’Angelo, Mijel Lotfi, Claudio Gialorenzo y Pedro Torres por la ruta Arqueológica.
Si bien la ruta lógica para ascender el Incahuasi es la arqueológica, dibujada por los incas hace 500 años, a lo largo de los años se ha impuesto la ruta del Col como Normal, seguramente por la posibilidad de instalar un cómodo campamento de asalto a la cumbre.
Para intentar esta ruta se parte del refugio de Las Grutas (a 179 Km de Fiambalá sobre la RN 60) y se toma el camino de tierra que se dirige al Sur hacia las termas de San Francisco. Pronto hay una bifurcación a la izquierda, que conduce al sitio incaico San Francisco, y luego varias más, pero siempre se debe seguir el camino principal. Se van dejando a la izquierda el edificio de las termas (Km 2), otro sitio arqueológico y una cantera de ripio (Km 3,6), hasta alcanzar en el Km 6,7 las márgenes de la laguna San Francisco. El camino la va bordeando a cierta distancia y al encontrarse con un escorial comienza a seguir su borde con rumbo SO. Cuando éste permite acercarse definitivamente a la montaña, en el Km 17,4, se alcanza el Campo Base El Escorial (26°58’55”S / 68°15’20”O, 4.370 m). No hay agua y no es más que un lugar de paso donde se deja el vehículo.
En este lugar es posible pernoctar, si el grupo necesitara otra noche de aclimatación, pero el escaso tiempo que lleva alcanzar el sitio (no mas de una hora desde Las Grutas), obliga a continuar camino, con las mochilas al hombro hacia el campo de altura.
Tras superar la loma transversal que se alza frente al Campo Base El Escorial por la izquierda (E), se avanza largamente con rumbo SO, directo hacia el cono principal de la montaña, por una suave ladera cubierta de lomadas de livianos y claros guijarros volcánicos y surcada por filos de oscuro escorial. A la derecha baja un acarreo suelto que compone el terreno ideal para el descenso. Justo atrás de los volcancitos Gemelos hay un sitio apto para instalar el primer campo de altura (27°00'33"S / 68°16'08"O, 5.050 m). Hay que ser extremadamente cuidadoso en la elección del sitio de acampe y atender la posibilidad de caídas de rocas por las laderas del Incahuasi. El sector mencionado no es el único apto para acampar y actualmente hay varios sitios con pircados de campamentos recientes.
Al otro día, se continúa por un valle de altura que se recorre con rumbo S hasta una seca quebrada que conduce al collado entre el Inca Chico y el cuerpo principal donde existen varios pircados a distintas alturas. El lugar habitual de campamento es en el punto 27º 02’ 00” S 68º 16’ 18” O 5680 m.
La jornada de cumbre se inicia por un acarreo buscando llegar a la base de un gran nevero (27º01’51”S 68º16’30” O, 5.780 m), y cruzándolo se gana el inclinado filo que asciende a su derecha (N), y se progresa hacia el O por las grandes e inestables rocas que lo componen. Finalmente se accede al inmenso plateau cumbrero (27º01’52”S 68º16’59” O, 5.250 m), cubierto por una sucesión de acarreos y neveros. Se debe recorrer su suave pendiente en dirección O y luego NO. Tras un breve tramo apenas más inclinado y luego de pasar frente al pircado del sitio arqueológico cumbrero se accede al filo que forma el borde del cráter en la cumbre Principal.
Arkaitz Ibarra, el montañero que mas veces recorrió esta ruta hasta la cima (a la fecha 9 cumbres) define esta ruta como la mas simple de los 6500 hasta el campo 2 y la jornada de cumbre como una de las mas duras. Sin dudas una gran definición a tener en cuenta al momento de intentarla.
1) RUTA DEL COL (NORMAL)
Cara: Norte / NE
Base: CB El Escorial (4.370 m)
Dificultad: F
Desnivel: 2.268 m
Primer ascenso: O. Aguero, R. Bulacios, D. Lucero y R. Perea en 1/1989
Descripción: Como ya se detalló, dos campamentos de altura y una jornada de cumbre intensa.
2) RUTA ARQUEOLÓGICA
Cara: Noreste
Base: CB El Escorial (4.370 m)
Dificultad: F
Desnivel: 2.268 m
Días de actividad: 2 días.
Primer ascenso: Habitantes del incaico Tahuantinsuyu, entre 1480 y 1533. Modernamente, A. Delclaud y JC Calvel en 2-1988.
Descripción: Se sigue la Ruta Del Col (1) hasta el vasto plano arenoso ubicado entre los volcancitos Gemelos y el cono principal. Allí se tuerce al SO, tomando un planchón de pedrero rojizo que conduce hasta una empinada quebrada, en la cual se asienta más arriba y se continúa según la temporada por firme acarreo o nieve. Junto al pie del nevero Noreste se instala el campamento Balcón (27°01’14”S / 68°16’52”O, 5.800 m). Al otro día, se recorre el nevero, que puede aparecer discontinuo y con tramos de hasta 40°, hasta alcanzar el plateau cumbrero, el cual se transita con dirección SO hasta alcanzar la cumbre Principal. Desnivel: 838 m. Distancia recorrida: 2,4 Km. Tiempo de actividad: 6 a 7 hs.
Variante: 2.1 Inferior: (M. Brandán y D. Soraire en 11/1990). Justo al O del planchón de pedrero rojizo existe una canaleta firme que alcanza la quebrada por debajo del campamento Balcón. En caso de estar cubierta de nieve, es sin dudas la mejor opción.
3) RUTA FILO NORTE
Cara: Norte
Base: CB Argentino (4.790 m)
Dificultad: F
Desnivel: 1.848 m
Días de actividad: 2 días.
Primer ascenso: Roberto y Horacio Gratton, Ruth Reynoso, Nora Varela en 1/1995
Descripción: Tras recorrer un valle en dirección SE hasta el cambio de pendiente, seguido de un tramo arenoso, se alcanza el amplio y empinado filo Norte. Se lo remonta largamente con rumbo S, instalando el C1 a 5.450 m cerca de un manchón de nieve. Más arriba el filo se diluye en una ladera en la cual se alternan acarreos y pequeños neveros, y se sigue al S hasta alcanzar tras un resalte a los 6.400 m e ingresar en el plateau cumbrero, el cual se debe transitar largamente hasta la cumbre Principal (coincidiendo este último tramo con la ruta 6). Distancia recorrida: 5,3 km
4) RUTA SUR
Cara: SE / S
Base: CB Ojo de las Lozas (4.500 m)
Dificultad: F
Desnivel: 2.138 m (2.838 m)
Días de actividad: 2 días (3 en total)
Primer ascenso: Walther Penck en 12/1913
Descripción: Para alcanzar el Ojo de las Lozas, se deja al O la RN 60 en un punto del valle de Chaschuil (27°11’35”S / 68°06’19”O, Km 0) cercano a su confluencia con el río de las Lozas, a 140 Km de Fiambalá y 6 Km del refugio de Vialidad Las Lozas. Tomando rumbo NO se alcanza el sitio Angostura de las Lozas (27°10’19”S / 68°08’01”O, 3.800 m) donde se deja el vehículo.
Se continua hacia el NO por el arenoso cauce sembrado de rocas volcánicas del río de las Lozas. Pronto unos oscuros filos rocosos caen al valle, generando una breve angostura que dificulta levemente el paso. Más allá, la quebrada presenta claras faldas arenosas. Cuando el río gira al SO se asciende por ellas manteniendo el rumbo NO, abandonando así su cauce e ingresando a un vasto altiplano. Avanzando hacia el Ojo de las Lozas, justo al N del filo de éste suele haber manchones de nieve. Junto al primero de ellos, a unos 4.500 m, se instala el CB Ojo de las Lozas.
El ascenso propiamente dicho, que no es mas que el histórico primer ascenso de Penk. Implica ascender con rumbo NO por un suave cauce que apenas se dibuja en las poco inclinadas laderas de oscura piedra volcánica, y a unos 5.000 m se pasa por las inmediaciones de un pircado incaico. Tras un resalte se accede a un desdibujado canal que sale al plateau cumbrero. A 5.400 m el terreno se pone más empinado, y justo antes de ello y en las cercanías de unos manchones de nieve se levanta el Campo 1.
La segunda jornada implica avanzar por el empinado cauce con rumbo N, directo hacia la abertura que se observa en el plateau. Al alcanzarlo sobre los 6.200 m se busca la loma que se encuentra rumbo NO, la cual ya forma parte del filo somital. Luego se transita el plateau, cruzando algunos neveros hasta alcanzar la cumbre Principal.
5) RUTA DE LAS PELADAS O SURESTE
Cara: SE
Base: CB Ojo de las Lozas (4.500 m)
Dificultad: F
Desnivel: 2.138 m (2.838 m)
Días de actividad: 2 días (3 en total)
Primer ascenso: G. Almaraz, E. Namur, N. Pantaleón en 4/2008
Descripción: Se asciende con rumbo NE por el seco cauce que desciende desde el collado Incahuasi – Inca Chico. Luego de transitar por irregulares laderas se comienza a rodear el cuerpo del Inca Chico dejándolo a la derecha y continuando por el cauce hasta el col propiamente dicho donde se instala el campamento de altura cerca del Nevero Este (27°02’12”S / 68°16’25”O, 5.750 m).
El segundo día, se asciende por el empinado nevero este tratando de evitar los penitentes si los hubiera. En la parte final de éste la pendiente gana gradiente (40º) y se sale por roqueríos que requieren algún paso de II grado alcanzando finalmente el plateau cumbrero (27º02’12”S 68º17’03” O, 6.300 m). Desde aquí por la sucesión de acarreos y neveros del plateau hasta llegar cerca del borde del cráter y rodeándolo hasta la cumbre.
6) RUTA FILO NOROESTE
Otros Nombres: Filo Internacional o limítrofe
Cara: Norte
Base: CB Chileno (4.950 m)
Dificultad: F
Desnivel: 1.688 m
Días de actividad: 2 días
Primer ascenso: Johan Reinhard en 3/1985
Descripción: Partiendo del retén de carabineros Laguna Verde se transitan 11,4 Km al E (y 7,6 Km al O del Paso San Francisco) por la RN 31, en una planicie llamada Pampa de Negrillar, una huella muy sutil (26°54’11’’S / 68°21’40’’O, Km 0) deja hacia el S la carretera. Poco más adelante ésta comienza a subir por la arenosa quebrada San Francisco en dirección E, y se debe seguir por terreno muy suelto directo hacia una loma rojiza, sin prestar atención a otros valles. En el Km 4,5 la loma y la quebrada Incahuasi quedan a la derecha (S), y se sigue manteniendo el rumbo E. Finalmente el valle se amplía y va tomando dirección S, ingresando en el Km 9,1 a una gran depresión al pie del filo Incahuasi - San Francisco. En el Km 13,1 se supera un paso que permite tomar un amplio valle proveniente del SO, y manteniendo el rumbo, se llega en el Km 15,4 a un derruído tambo incaico con excelente vista del Incahuasi. Un km al SE se halla el mojón que indica el Paso Internacional Incahuasi, no habilitado y por lo tanto de cruce prohibido. Se debe seguir en cambio al S, y en el Km 17,7 se llega al sitio del CB Chileno (26°59’56”S / 68°19’34”O, 4.950 m), en un inhóspito arenal justo al pie del cuerpo principal del Incahuasi.
Desde el CB Chileno (4.950 m) se supera el contrafuerte frontal a través del valle que se abre en él, tras lo cual se tuerce a la izquierda (E) y se avanza por un claro acarreo hasta ganar el filo Noroeste. Luego se progresa al SE por su pendiente relativamente suave hasta los 5.650 m, donde se instala el expuesto campamento de altura cerca de algún manchón de nieve. Más arriba el filo se va haciendo más escarpado, y a 5.900 m se pasa por otro posible sitio de campamento. Finalmente, tras un resalte, se accede a 6.400 m al extenso plateau somital, el cual se debe transitar por más de una hora en dirección S antes de alcanzar la cumbre Principal.
7) RUTA LADERA OESTE
Cara: Oeste
Base: CB Chileno (4.950 m)
Dificultad: F
Desnivel: 1.688 m
Días de actividad: 2 días
Primer ascenso: Michael Kelsey en 1/1973
Descripción: Tras superar el contrafuerte frontal a través del valle que se abre en él, se tuerce a la derecha (S) y se avanza por una suave quebrada que conduce a la abierta y arenosa ladera O del Incahuasi. Se progresa por ésta en dirección SE y, tras una noche a 5.700 m y un sector final más empinado, se accede al vasto plateau somital y a la cumbre Principal.
8) RUTA FILO OESTE (RUTA VASCA)
Cara: O
Base: CB Chileno (4.950 m)
Dificultad: F
Desnivel: 1.688 m
Días de actividad: 2 días
Primer ascenso: Jabi Txikon y Arkaitz Ibarra Martínez en 2/2012
Descripción: Se supera el contrafuerte frontal a través del valle que se abre en él, siguiendo la primera parte de la ruta 7. Se continúa por una suave quebrada, en general con penitentes, con rumbo SE hacia el filo que parece recortarse en el horizonte. Se instala el C1 a 5.480 m (27°01’07’’S / 68°19’30’’O aprox) en un sitio “claramente reconocible porque se cruza un barranco con agua” según los primeros ascensionistas. Por la ladera se alcanza un lomo para luego con rumbo E continuar hasta la base de un gran nevero. Siguiendo por él o bordeándolo se alcanza el cráter a 6.160 m y superando pendientes bastante abruptas se lo rodea sobre paredes de roca volcánica. Se continúa por el plateau hasta la cumbre.
Observé por primera vez el Incahuasi desde Las Grutas en noviembre de 1997, pero recién en 2008 intentaría su cumbre. Su proximidad fue postergando el tiempo de buscar su cumbre, porque siempre parecía que al estar ahí nomas, era posible subirlo cuando tuviéramos unos días disponibles.
Fue así que junto con Nicolás Pantaleón y Eduardo Namur partimos el 10 de abril con rumbo al paso de San Francisco, llegando al día siguiente al refugio de Cazadero Grande, instalando allí nuestro primer campamento a unos 3600 m para comenzar con el período de aclimatación.
Nuevamente el viento fuerte era el protagonista y el rio transparente y ágil se robaba las primeras fotografías del viaje. Esa noche algunos pedazos de carne a la parrilla y unos vasos de vino sirvieron para ir entrando en clima.
El 12 a la mañana luego de desayunar partimos con Eduardo en busca de algún objetivo de aclimatación. El cerro elegido fue el que se alza sobre la planicie de las Peladas y que llega a 4670 metros. Nos atraía la posibilidad de que fuera virgen, ya que no teníamos noticias de algún ascenso anterior y además podríamos ver el Incahuasi desde su cumbre estudiando una eventual ruta desde allí.
Luego de varias horas de caminar entre flojos acarreos y cuando la brisa se transformaba en viento, hollamos la cumbre, teniendo el privilegio de ser los primeros. Erigimos una pirca, dejamos nuestro testimonio y decidimos nombrarlo como Cerro de las Peladas (4.645 m). Volvimos anocheciendo y cenamos junto al fuego.
Al otro día nos trasladamos a Las Grutas y nos alojamos en el Obrador de Vialidad. Si bien siempre supimos que el gran objetivo del viaje era el Incahuasi, ahora que estábamos ya a sus pies, empezábamos a definir el plan y comenzaban una vez mas las conjeturas sobre si era posible encontrar una nueva ruta en este 6500. Concebimos el andinismo en la puna como exploración y como regla intentamos siempre tratar de escalar las cumbres si es posible por un itinerario novedoso, buscando recorrer valles o laderas que puedan esconder alguna belleza especial o facilitar o enriquecer la escalada de la montaña.
El planteo estaba sobre la mesa y estuvimos todos de acuerdo en buscar un acceso por el valle de las Peladas que aparentemente nos llevaría a la planicie sur del Incahuasi, cerca del campamento base que utilizara Walter Penk en 1913 durante el primer ascenso de la montaña, y desde allí abrir una ruta sobre el flanco SE del Incahuasi
Para completar la aclimatación en los días siguientes escalamos con el Falso Morocho (4484 m) y el Volcán Bertrand (5265 m) en un día largo, muy ventoso y frio.
El 16 bien temprano partimos con todo cargado hacia Las Peladas con idea de encontrar el paso y establecer el campamento base. Varios km, mejor dicho muchos km, extensos arenales y enormes pedreros flojos, no nos permitieron llegar al collado deseado. En los mapas habíamos visto que existía una suave pendiente entre el Morocho y el Cerro de las Peladas y hacia allí nos dirigimos. Intentamos en varias quebradas y ninguna llevaba al lugar buscado. Luego de cada intento fallido, alguien encontraba “una quebrada nueva” para subir, estaban los entendidos con la carta, que leían terrenos francos para avanzar, o aquellos que por sus años de montaña vislumbraban que “atrás de aquellas peñas seguro que se abre”. En definitiva cada intento llegó al mismo fin, la camioneta parada y los tres mirándonos hasta que alguien asumía que por acá tampoco se podía. Con la cola entre las patas regresamos a Las Grutas y fuimos a apagar nuestras penas a Gendarmería, a ver si nos convidaban unos mates. Mates no había, y en realidad el grupo allí apostado no parecía interesado en recibir visitas, pero por suerte entre ellos había un gendarme del grupo de rescate de alta montaña y si estaba dispuesto a charlar con nosotros. Le contamos nuestros males y la idea que se desvanecía de abrir uno de los últimos itinerarios lógicos del Incahuasi (además quedaría la cara SO), entonces pronunció las palabras que queríamos escuchar: se puede rodear la laguna de San Francisco hacia el SE y luego alcanzar el portezuelo entre el Morocho y el Inca Chico a 4700 m y de esa manera llegar a la ladera buscada. El itinerario lo había realizado en moto, pero un Unimog había llegado a unos 500 metros del portezuelo.
Nuevamente en carrera regresamos a Vialidad y nos dispusimos a disfrutar el asado que habían preparado los viales y que generosamente nos invitaban. Luego de la cena y para terminar el vino, nos entregamos a largos desafíos a los dados, los que pierden lavan!!
La mañana siguiente amaneció frio pero despejado y con menos carga que el día anterior, ya que no armaríamos CB, partimos de Las Grutas.
Avanzamos por la huella que discurre hacia la laguna, y tal como nos indicaran seguimos un sendero apenas marcado que torcía al SE. Perdimos la imperceptible huella varias veces, pero avanzamos francamente hacia nuestro objetivo. Pasamos por recodos hermosos, formados por la lava y engalanados por la laguna. Disfrutamos de la fauna autóctona y nos detuvimos a fotografiar el tambo a los pies del Incahuasi. Desde allí los incas iniciaban el ritual ascenso del nevado para ofrendar a sus divinidades.
Para las culturas sudamericanas precolombinas la naturaleza fue considerada sagrada. Las montañas eran dioses o apus que cuidaban las comunidades asentadas a sus pies.
Cuando la cultura inca conquistó a los pueblos andinos desde el sur de Colombia hasta la provincia de Mendoza dispuso la construcción de adoratorios en las cumbres principales. Hoy se han descubierto mas de 200 santuarios en distintas cimas de Perú, Bolivia, Chile y Argentina, donde se ofrendaron desde pequeñas estatuillas hasta vidas humanas.
Los adoratorios de altura más altos del mundo son los construidos en las cumbres del Llullaillaco, Mercedario, Incahuasi, Antofalla y Veladero.
Desde el tambo (4000 m), muy cerca de la laguna de San Francisco, comenzamos a ascender con la 4x4 hacia el aún lejano collado entre el Morocho y el Inca Chico, avanzando primero por un terreno firme y luego por arena bastante floja. A unos 500 metros por debajo del collado no pudimos avanzar más debiendo volver para buscar otra alternativa. Intentamos mas arriba y tampoco pudimos. Luego y antes de abandonar el intento, buscamos por la parte baja donde parecía que la arena era aún mas floja, pero en baja pudimos seguir, alcanzando finalmente el col.
Una vez allí nos descolgamos entre grandes guijarros y esquivando piedras hasta la ladera SE del Incahuasi. Desde allí tuvimos una visión de la cordillera poco usual, ya que muy pocas expediciones transitaron estos terrenos. Detuvimos el vehículo a los 4600 mts y desde ese punto comenzamos a caminar con las mochilas. Avanzábamos por el cauce seco de un arroyo que es el origen del rio de Las Lozas. A nuestras espaldas veíamos la planicie de Las Peladas y el paso que quisimos franquear el día anterior y no pudimos.
Luego de cuatro horas de caminar establecimos a 5200 metros el campo 1. Después de una tranquila noche continuamos el ascenso hacia el gran nevero Este donde se origina el cauce que seguíamos. En al base del nevero a 5750 metros colocamos el campo 2. Por delante tendríamos una noche apacible y no tan fría, el clima seguía acompañando y la luna llena nos iluminaba.
A las 6 de la mañana del 19 de abril de 2008, comenzamos a calentar el desayuno. A las 7,30 hs salimos de la tienda y encolumnados con las frontales avanzamos hasta el nevero. Con los grampones empezamos a escalar y luego de varias horas salimos hacia nuestra derecha para intentar superar un oscuro filo rocoso de mucha inclinación que requirió algunos pasos de escalada. Pasado el mediodía llegamos al plateau (6250 m) y tuvimos una vista franca hacia la cumbre. Un extenso campo nevado nos separaba de ella y luego de un par de horas de escuchar los grampones entrar en el hielo logramos alcanzar las construcciones del adoratorio. Unos metros mas allá y caminando ya entre las rocas alcanzamos la cumbre.
Una cruz señalaba el lugar, un pensamiento que nos surgió es si corresponde colocarla en un santuario, pero de hecho está y también habla de tolerancia y convivencia.
Fotos, testimonio y la satisfacción de haber inaugurado un nuevo itinerario que llamamos Ruta de las Peladas.
Centro cultural Argentino de Montaña 2023