Cultura · Literatura y libros

Libro: Desafiar al Cuerpo

Del dolor a la gloria. El deporte llevado al extremo

Federico Bianchini

Edición: CCAM



EDITORIAL: Aguilar

AÑO: Primera Edición Abril de 2015

FORMATO: 23 x 16 cm.

PÁGINAS: 160

IDIOMA: Castellano
 

Tapa del Libro Desafiar al Cuerpo. Del dolor a la gloria. El deporte llevado al extremo

Autor: Federico Bianchini


Introducción

Corremos, escalamos, entrenamos hasta el momento en que nos sentimos cansados y pensamos en tomar agua, parar un rato, bañarse o volver, ¿podríamos seguir? Podríamos y seguramente las piernas y los brazos responderían: la cabeza suele ser más perezosa que el resto del cuerpo. ¿Cómo cruzar el umbral? ¿Cómo sobrepasar nuestros propios límites? En “Desafiar el cuerpo”, publicado por la editorial Aguilar, Federico Bianchini compendia historias de hombres que van más allá, que no frenan cuando aparece dolor, que no abandonan cuando están cansados, porque como dice uno de los personajes: “El dolor pasa, después llega la gloria”. Un libro para descubrir que la mayoría de las veces no nos detenemos  por falta de entrenamiento, sino por desconfianza en nosotros mismos.

Un hombre de 28 años nada en el río 88 kilómetros en ocho horas y diecisiete minutos y establece la marca más rápida de la historia en el maratón acuático internacional Hernandarias-Paraná. Dos hermanos argentinos que están por hacer un récord en el Everest, lo suspenden por rescatar a unos españoles que no quieren ser rescatados. Un corredor equivoca el camino en una maratón en el cerro Champaquí y, después de caer a un precipicio, que en una cornisa esperando durante 42 horas. Un médico que participó de la peor tragedia del andinismo argentino cuenta qué siente un hombre que, luego de recibir un llamado, va en busca de la muerte. Otro, de 59, al que operaron ocho veces del corazón, es un adicto al deporte capaz de esquiar 15 kilómetros, correr 22, hacer 10 en kayak y pedalear otros 40 en mountain bike, todo en unas seis horas y media para ganar en su categoría el tetratlón de Chapelco. Una mujer que perdió una pierna a los cuatro años cuenta a sus 45 de sus experiencias como nadadora en las aguas heladas del Beagle, del Báltico, de Malvinas, de la Antártida. Un hombre que a lo largo de una década recorrió en bicicleta casi 90.000 kilómetros a través de 70 países. Estos son los datos duros de algunas de las crónicas que componen Desafiar al cuerpo, un puñado de historias de deportistas en las que los esfuerzos físicos, con sus correspondencias mentales, exploran sus límites mientras experimentan músculos que van haciéndose de goma o de piedra, temperaturas bajo cero, vómitos, comidas en plena competencia y riesgos, riesgos de heridas graves o de muerte. Federico Bianchini, editor de la revista digital Anfibia y autor de este libro, entrevistó a fondo a los protagonistas de estos textos y en varios casos además los acompañó para asistir de cerca a detalles y voces de sus persistencias, horas estoicas para subrayar voluntades forjadas en días y años de entrenamientos, dietas, vocación de competencia con los otros y sobre todo con ellos mismos.

La foto del rescate - Damián Benegas y Matoco Erroz rescatan al español Lolo González en el Everest. Foto: Damián y Willie Benegas

Historia de un rescate - Damián Benegas y Willie Benegas. Foto: Damián y Willie Benegas

Historia de un rescate - Damián Benegas y Willie Benegas. Foto: Damián y Willie Benegas

“Algunos de los personajes entrevistados para el libro se confiesan adictos al deporte: el placer que las endorfinas generan en el cuerpo se les vuelve necesario. Hay casos de deportistas de alto rendimiento que, cuando el cuerpo no les da más, terminan drogándose para poder recuperar esas sensaciones. Creo que (sin llegar a tanto), en general nuestras vidas suelen ser bastante rutinarias y este tipo de desafíos (como en un plano más detenido, quizás, el que permite la literatura) nos ayudan a escapar de la aburrida sucesión de los días”, dice Bianchini.


Prólogo

En este libro el cuerpo manda. Y la mente obedece a la energía que se desplaza por las aguas de un lago patagónico, por la cima del monte Lothse; que trepa en bicicleta una pendiente etíope, o bracea los 88 kilómetros de una maratón acuática sobre el río Paraná. La mente de estas criaturas extraordinarias pintadas con la mirada y el oído descarnados de Federico Bianchini, gobierna a su manera, como si desde las alturas observase el cuerpo que se mueve, extremo, indómito, poderoso en su capacidad de vencer el dolor y la muerte.  De eso habla este libro: del dolor, de la muerte, y de la resistencia, el sobreponerse, de la entrega, y habla, sobre todo de un grupo de personas que abandonan el sentido común.
 

Este es un libro sobre el cuerpo del siglo XXI. El que llevamos hoy es un cuerpo de cazador, como el que tuvieron nuestros antepasados más remotos. En este tiempo, aún con sus limitaciones, se vuelve poderoso por imperio de la tecnología y la ciencia. Su conciencia artificial de ubicación mediante localizadores electrónicos, las prótesis variadas que podemos usar, el alimento diseñado por laboratorios químicos,  el vestuario producto de la nanotecnología, el oxígeno que puede hacernos soportar alturas siderales, ante todo ese maremágnum el cuerpo sigue queriendo solo una cosa: ganar, imponerse, sentir el poder de la fuerza física por sobre el mundo y sus leyes naturales.
 

La mujer con una sola pierna que cruza a nado el canal de la Mancha habla en clave filosófica y prefiere citar escritores europeos para explicar lo que el frío y el tiempo le producen durante esas horas de nado incesante. El hombre que se cae mientras corre una maratón en la montaña y queda enganchado de una cornisa a 2300 metros de altura se inventa una rutina para no enloquecer. Sabe que “la muerte se esconde ahí nomás”, como escribe Bianchini en nombre del rescatado.  El cronista escucha, pregunta hasta el hartazgo, y al fin, después de indagar en el hueso de esos cuerpos frágiles ya fortalecidos, los hace hablar ante nosotros. Es posible, entonces, en todas estas historias, escuchar las voces de estas criaturas extremas. Son musicales y desgarradoras; impiadosas y ciertas.
 

Cristian Gorbea, gerente del banco hipotecario (historia de un rescatado), cuando se reencuentra con sus dos amigos después de pasar 42 horas en una cornisa

María Inés Mato. La historia de una mujer que quiere sentir las partículas del agua

El frío es como el fuego, avanza y quema, dice Bianchini. Y el escozor que producen sus crónicas enciende las alarmas y no nos deja abandonar a sus criaturas solitarias. El cronista habla de gente, dos personas, muriendo de frío en el monte Lothse, con  la idea de un triunfo sponsoreado aunque doloroso, al límite de la amputación. A pesar de que ellos se niegan a usar oxígeno a 7 mil metros de altura, dos hombres intentan salvarlos. Al salvarlos, podrían morir; aunque digan que eso no importa tanto. Ambos parecen gritarnos: yo existo más allá de mi cuerpo. Por eso el hombre que nada ocho horas sin parar siente luego, en su cama, mientras descansa, que “el cuerpo sigue en el río”. En el río vivió y murió: en el río se volvió un obsesivo que cumple una rutina para salvarse: comer exactamente cada hora, y tomar pastillas, gel nutricional, agua, sin salir del agua, como una foca que recibe pescados de su entrenador. Las rutinas pueden ser una manera organizada del sufrimiento. Un hombre, que corre 80 kilómetros y ansía un final lleno de dolor y éxito, hace un inventario de su calvario: los pinchazos que se extienden por las piernas. En ese inventario del dolor Bianchini da en el blanco de sus deportistas extremos.
 

En este libro pueden leerse alucinaciones y poesía, sangre y espiritualidad, pasión mística y goce neurótico; las obsesiones de seres que eligen la deriva controlada por el entrenamiento extremo; el que mejor se prepara menos sufre en el campo de batalla. En Desafiar al cuerpo los hombres y las mujeres no quieren morirse. Como el que tiene once operaciones en el corazón y sigue siendo un veloz y certero esgrimista, un campeón de los triatlones de montaña. Lo más sorprendente de estas historias atravesadas por el dolor es que son el relato de una felicidad utópica: la de los que vencen su conciencia de la muerte. En ellos el vértigo vital del riesgo se resbala por la ladera empinada y amenaza con aplastarnos. Pero no: allí estamos, al pie de la montaña, sentados escuchamos el soplido de sus confesiones.

Cristian Alarcón

En Sinai, Egipto febrero 2007. Foto: Pablo García

En Tuz Golú - Turquía 2008. Foto: Pablo García


Índice General

Prólogo

La historia de un hombre que piensa mientras nada

La historia de un rescatado 

La historia de un rescatista

La historia de un rescate    

La historia de un hombre que se cree lento

La historia de una mujer que intenta sentir las partículas de agua 

La historia de un hombre que se arriesga, creyendo que así alarga su vida 

La historia de un hombre que pedalea hasta que duele 

La historia de un deportista con problemas cardíacos

Cómo se prepara mentalmente un deportista de alta competencia
pág. 11

pág. 15

pág. 27

pág. 45

pág. 57

pág. 73

pág. 87

pág. 103

pág. 113

pág. 125

pág. 141

 

En el desierto de Gobi - Mongolia 2010.
Foto: Pablo García

En el desierto de Gobi - Mongolia 2010.
Foto: Pablo García

Tapa del Libro Desafiar al Cuerpo. Del dolor a la gloria. El deporte llevado al extremo Autor: Federico Bianchini


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