Gonzalo es un guía de montaña dedicado al rescate de personas vivas en avalanchas, y lo hace junto a su inseparable perra India, que ha entrenado desde los 45 días de vida, teniendo la experiencia de haber participando en numerosas acciones de socorrismo y rescates en los principales centros de esquí de Argentina y de Europa, esta es su historia
Siempre escuchamos decir que “el perro es el mejor amigo del hombre”. Frase que remite a su condición de mascota fiel y amorosa. Pero los perros también son grandes trabajadores y por qué no decir, “buenos profesionales”. Están los “perros policías” a quienes se los entrena para detectar drogas y explosivos. Son utilizados en misiones especiales contra el narcotráfico o para evitar ataques terroristas. Pueden encontrar cualquier sustancia en cuestión de minutos.
También están los “perros bomberos o perros de rescate” que, adiestrados, son de mucha utilidad para salvar personas enterradas por un accidente natural o por escombros, pudiendo detectar cuerpos ocultos. No temen a las alturas, tienen buena visión nocturna y su gran poder de concentración es lo que les permite no distraerse ante ruidos, ante otros animales o ante el fuego.
Los “perros de terapia” son otros trabajadores caninos que por su actitud calmada, afable y paciente los convierte en los perfectos compañeros de personas que tienen que mejorar sus niveles de seguridad, que presentan trastornos disruptivos, problemas de socialización o autismo. Por último, están los “perros de compañía”, son los que se encuentran a nivel doméstico, y sin un adiestramiento específico. No obstante, son los que, ante un escape de gas o un intruso cercano, pueden avisar a su dueño que algo no va bien, y también pueden servir de alerta para los vecinos en el caso de que su dueño se viera impedido de pedir ayuda dentro de una casa.
De todos ellos, nos vamos a detener en los perros de rescate en montaña y en avalancha de nieve. Sabemos que su olfato, sus capacidades y su entrenamiento, les confieren unas aptitudes imposibles de conseguir con ningún otro medio. No existe nada más rápido ni más eficaz que un perro entrenado para localizar personas sepultadas bajo la nieve. Para conocer sobre estos perros, compartiremos la historia de Gonzalo Fano y la de su perra de búsqueda y rescate de personas vivas, India, ambos actualmente del equipo de patrulla de Cerro Catedral Bariloche durante la temporada de invierno 2021.
Cuando se certifica la formación y el entrenamiento de un perro de rescate, se dice que se ha conformado un “binomio”. El nombre de éste es el del perro y el del guía. En nuestro caso sería “El binomio Gonzalo Fano-India”.
Gonzalo Fano nació en Olavarría. En el 2000, se fue a Bariloche a estudiar el profesorado de Educación Física. Ello lo llevó a radicarse allí y tener un abanico de posibilidades. Es guía de montaña y de rafting, también es pistero socorrista 1º y 2° grado de la Asociación Argentina de Ski y Snowboard y Pisteros Socorristas de Argentina (ADIDES). Además es instructor de Zonas Agrestes y guía canino en la especialidad avalancha de la International Dog Rescue Organizations. Ésta última es una organización que regula mundialmente los parámetros que se tienen que utilizar para la búsqueda y rescate en las diferentes especialidades, no solamente la que él hace –avalancha- sino de restos humanos en zonas colapsadas, grandes áreas, rastro específico etc.
India, la perra rescatista de Gonzalo, actualmente tiene seis años. Está con él desde los 45 días después del destete y de las vacunas. Es de raza Border Collie. Nació en Bahía Blanca en un criadero. Gonzalo la compró para un cumpleaños suyo. En el año 2015, llegó a Esquel donde, en ese momento, estaba viviendo por trabajo en el Centro de esquí La Hoya. India lo fue acompañando a cada lugar que su trabajo lo llevaba: Esquel, Cerro Catedral, Las Leñas y Parque Nacional Los Glaciares. Siempre se encontró con la misma dificultad: los obstáculos para transportarla. El problema se solucionaba después de realizar un sin números de trámites.
Desde los 45 días de vida, India y Gonzalo han sido inseparables. Desde entonces, él ha sido el encargado de adiestrarla. Al principio, durante un año y medio o dos, se la inició en el trabajo de búsqueda en situación de avalancha; de obediencia (sentarse, acostarse, pararse en el lugar, caminar junto a uno cumpliendo secuencias; caminar y sentarse, caminar y mandarlo a echarse, pararse a distancia); en destrezas, por ejemplo, pasadas de módulos haciendo un ejercicio determinado, entrar a un túnel, salir y quedarse acostada, búsqueda con trabas y con dificultades y también se la entrenó en direccionamiento con voz de mando a distancia, haciéndola ir hacia la derecha, la izquierda, hacia el centro y atrás.
Los entrenamientos básicos empezaron en la casa, en el patio y en el garaje. En lugares controlados para que no tenga interferencias. Cuando India fue controlando y aprendiendo, salió de su casa.
El adiestramiento de los perros rescatistas requiere ser especializado y muy estricto. Necesitan disciplina y una educación adecuada para que cumplan con sus misiones. Siempre hay que tener en cuenta que el objetivo es salvar vidas humanas, por lo que es necesario un grado de responsabilidad muy alto.
La edad que tiene que tener un perro rescatista para comenzar a entrenar puede empezar desde muy chiquito, incluso desde que no han abierto los ojos. Para hacer una buena elección del perro, en este caso del cachorro, uno trata de ver las diferentes motivaciones que tiene el perro a nivel natural y ahí elegir al que veamos que quizás pueda lograr lo que nosotros queremos para lo específico que tiene que rendir.
Los entrenamientos caninos deben realizarse, como mínimo, una o dos veces por semana, entrenamientos de corta duración para que sean efectivos esto durante todo el año de por vida para lograr cie PRE estar al cien.. Tienen que estar bien preparados para cualquier circunstancia climatológica, deben adaptarse a cualquier tipo de situaciones, temperaturas, terrenos y estar disponibles en cualquier momento, tanto de día como de noche, durante un día o varias jornadas.
Los perros de búsqueda y rescate deben ser ágiles y energéticos, con alta resistencia y excelente forma física para poder enfrentarse al trabajo y superar cualquier dificultad. También es muy importante que sean de carácter inteligente puesto que tendrán que decidir cómo reaccionar en determinadas situaciones. Durante el entrenamiento de India, se fueron atendiendo todas estas singularidades.
Otra de las características de los perros rescatistas es que deben tener un instinto de presa, mantener la atención sin distraerse y preocuparse con cumplir su objetivo y sus obligaciones sin rendirse.
El adiestramiento de India se realizó en diferentes lugares de la Argentina: Bariloche, Esquel, Calafate, Chaltén, Mendoza etc lugares donde se iba moviendo Gonzalo por cuestiones laborales.
Durante este período, India fue socializada con diferentes personas y animales. Un buen perro de búsqueda y rescate debe ser socializado con personas de ambos sexos y de todas las edades. No obstante, para Gonzalo, a los perros de trabajo no se les permite tocar ni llamarlos ni abrazarlos o darles de comer. Él lo resume en la frase “no se mira, no se toca, no se le habla”. El propósito es no entorpecer la capacidad de atención hacia el guía a nivel laboral, es no interferir en la obediencia y en la concentración. Si en horario de trabajo está con uno o con otro o le dan de comer o lo abrazan, eso hace que en una búsqueda no tengan la conexión necesaria con su guía. Puede pensar que está en un juego y nunca termina de conectar con la orden que es buscar.
A India también se la familiarizó con varios ambientes para acostumbrarla a los ruidos del tráfico, a las grandes multitudes, a helicópteros, motos de nieve, máquinas pisa nieves y a terrenos diferentes.
Con sus actuales seis años, India se sigue entrenando para trabajar en todo lo que sea rescate de personas vivas. Un día de entrenamiento de ella consiste en ir a algún lugar para hacer ejercicios de búsqueda y de rescate. Estos ejercicios varían según los requisitos de certificación que se van actualizando cada dos años. Por lo tanto, India tiene que estar siempre actualizándose con la ayuda de Gonzalo.
Un pedido que están haciendo por parte de la Asociación Argentina de Ski, Snowboard y Pisteros Socorristas y Binomios de perros de búsqueda y rescate es poder lograr una Certificación Nacional por parte del Ministerio de Seguridad de la Nación y no sólo de la Organización Internacional de Perros de Búsqueda y Rescate con sede en Salzburgo, organización global para el trabajo de perros de búsqueda y rescate y social de la ONU. Esta institución une a más de 250.000 personas en todo el mundo con alrededor de 2.000 perros certificados de búsqueda y rescate.
El adiestramiento se suele prolongar durante toda la vida laboral del perro, siempre acompañado de un guía que reconocerá como su líder. Pero se estima que a los dos años de intenso entrenamiento emocional, físico y altas exigencias en disciplina están para pasar a la acción con previa importancia de una certificación que avale el trabajo.
Su entrenador sostiene que siempre conviene motivarla para “trabajar”. Una forma de hacerlo es con la frase clave “vamos a trabajar”. Ejerce su trabajo gracias a su desarrollado del olfato, su personalidad, el adiestramiento y su gran deseo de trabajar con complacer. Hace casi dos años, el binomio Gonzalo Fano-India trabaja con la Comisión de Auxilio de Bariloche del Club Andino Bariloche, en la Subcomisión Canina.
Aunque para los perros de rescate su trabajo es un juego, la realidad es que desempeñan unas tareas muy duras, se le enseña a caminar por tarimas, a pasar por túneles, por zonas inestables, zonas desagradables, eso es lo que le hace ejercer la destreza para poder desenvolverse, para que el perro a la hora de actuar no le tenga miedo a un lugar. Todo esto requiere una gran exigencia y esfuerzo físico, por lo que se suelen jubilar, muy merecidamente, cerca de los diez años de edad.
Cualquier raza vale para convertirse en un perro de rescate. Sin embargo, conviene que tengan algunos rasgos que los hacen más aptos para ello. Se buscan animales juguetones, que tengan muchas ganas de divertirse con el mordedor (que funciona como un premio o como un elemento motivador), con mucho instinto de presa (pero a nivel de juego, no por agresividad), muy buen olfato y con muchas ganas de trabajar. Por otro lado, tienen que ser perros muy sociables, que puedan trabajar sin problemas rodeados de mucha gente.
Para Gonzalo, hay algunas limitaciones. No es lo mismo un Gran Danés que un Chihuahua. Éste puede buscar pero su contextura es demasiado chiquita; por lo tanto quizás no sirva porque se puede enterrar en la nieve y no ser ágil en ese lugar. Igualmente, el Gran Danés, por su tamaño, no puede entrar en algunos lugares. Además, por ser tan pesado, le cuesta correr.
Si bien cualquier raza es apta para desempeñar el trabajo de búsqueda y rescate, incluso los mestizos, lo cierto es que hay algunas más comunes en las unidades de salvamento. Estas son el pastor belga malinois, el pastor alemán, algunos retriever como el labrador o el Golden y el border collie como India. Obviamente, aunque la genética de estos animales es determinante, es esencial que se les entrene para el trabajo de rescate, son perros de aprendizaje rápido, pueden memorizar muchas palabras -más de 60 palabras- uno puede decirles distintas acciones y las hacen porque tienen mucha memoria, son perros justamente específicos para rescate.
Gonzalo nos cuenta sencillamente acerca de si los perros sufren del llamado soroche o mal de altura, sostiene que esto va a depender de cada raza y también de la edad. Afirma que es fundamental el lugar donde reside un perro de rescate. Tiene que estar en la zona donde trabaja, para adaptarse a la altura, como los humanos.
Los perros de rescate en Perú, por ejemplo, que tienen alturas de más de 4500 msnm, tienen que estar alrededor de diez días para adaptarse a esa altura. De lo contrario, comienzan con los síntomas como la deshidratación, no respiran de forma normal, babean, están mareado, pueden vomitar o tener palidez o sangran por la nariz, pueden tener el pulso acelerado o presentar fiebre, les falta coordinación, tienen letargo, suelen tener neumonía, diarrea. Por supuesto que todo esto va a depender de la sensibilidad de cada perro y de su adaptación. En general, se adaptan muy bien a la altura.
Los perros de rescate, no reciben una alimentación especial los días de trabajo. Sus instructores llevan más de dos litros de agua y comida, pero ellos comen y toman según su necesidad. No les exigen comer y/o beber ya que cada perro elige su momento para hacerlo.
Gonzalo nos comenta que los perros tienen menos dificultad para el ascenso a una montaña que los humanos. Cuando cambia la morfología del terreno o cuando no se puede seguir el tránsito, tenemos que adecuarnos con cuerdas para poder seguir, dependiendo de dónde esté buscando a la persona.
El motivo principal de llamadas que reciben los rescatistas son de personas perdidas que fueron a caminar y no encuentran el lugar de vuelta o se desorientaron o bien de personas que fueron sepultadas o semi sepultadas a causa de una avalancha.
En el Club Andino Bariloche, por ejemplo, la unidad canina hace varios años que participa activamente de rescates.
India junto con Gonzalo participó de siete u ocho rescates. Ninguno con víctima totalmente sepultada.
El rescate empieza con un llamado. El telefonista recopila información acerca de dónde sucedió el incidente, qué sucedió, cuántos son, si tienen teléfono, etc. Se da aviso al jefe de pista; luego al jefe de guardia quien activa los protocolos de búsqueda. Se mandan dos o tres personas, chequean para dar una respuesta rápida. Luego, salen otros con diferentes materiales para no transportar mucho sin sentido.
En estas ocasiones, Helitronador ha ayudado y ayuda al Club Andino Bariloche. La empresa siempre está muy predispuesta a lo que es trabajo de rescate y colabora a nivel social y humano con @aadidess, institución educativa, formadora de pisteros socorristas y de perros de búsqueda y rescate en avalanchas.
En estas circunstancias, los perros rescatistas, en la montaña, caminan por lugares donde son muy ágiles así, llegan antes para ubicar personas perdidas o sepultadas por una avalancha.
A los perros se les enseña a marcar la víctima, esto se le conoce como marca pasiva. Esta consiste en que el perro rescatista haga algún gesto (levantar el pie, acostarse). También puede realizar una marca activa a través de un ladrido hacia la víctima o rascando el lugar.
Cuando hacen su trabajo, los perros rescatistas usan un chaleco que dice “búsqueda y rescate” o bien un collar refractario.
El equipamiento personal, de seguridad y de comunicación, tanto para el perro como para el guía, si no trabajan para un centro de esquí, se lo tienen que pagar ellos mismos. Lo que limita y dificulta poseerlo, a veces tarda años en conseguirlo.
Gonzalo nos cuenta el por qué cree él que tiene que todo Centro de Esquí tener un perro de rescate.
Es una necesidad en la Argentina y en todo el mundo. Es una herramienta más de búsqueda. En la búsqueda organizada se utiliza ARVA el DBA( detector de búsqueda de avalancha )
El término ARVA significa: Appareil de recherche de victimes d'avalanches, es decir, aparato de búsqueda de víctimas de avalanchas (A.R.V.A.), y sirve para designar de forma genérica a estos ingenios.
El ARVA es un aparato transmisor y receptor. El otro sistema es el RECCO que incorporan algunas prendas y equipamientos. Estos sistemas sólo reflejan una señal emitida por unos emisores especiales que llevan los servicios de socorro profesionales. Un ARVA no puede detectar un reflector Recco.
Estos dos sistemas son sistemas muy caros de difícil acceso a la compra para los montañeses.
Por este motivo hay pocos Centros de Esquí que los utilizan.
Es importante hoy día los perros de rescate ya que una persona sepultada en la nieve no tiene más de 15 minutos de supervivencia, por eso tiene que ser muy rápido el operativo de rescate, para poder sacar con vida a una persona sino fallecen por asfixia hipotermia o por los traumatismos severos por la misma avalancha.
Gonzalo nos cuenta que respecto del cambio climático, hay más llamadas de rescate en los últimos años por dos motivos; uno es que hay más avalanchas debido al calentamiento global o cambio climático y lo otro que observó fue que la gente sale cada vez más a caminar y eso también influye bastante, cada vez hay más gente en la montaña.
Gonzalo nos dice que hay otros factores que influyen también para el aumento de las llamadas de rescate y ellos son que a la gente, a veces, no las ve preparada físicamente y psicológicamente para ascender una montaña.
Gonzalo está convencido que para mejorar los rescates no alcanza con los perros rescatistas, sin desconocer que son fundamentales. Asegura que son necesarios más helicópteros para el traslado de una o varias personas y para el acceso más rápido y efectivo.
Sin síntesis, una y otra vez, los perros de rescate han demostrado ser más que nuestros mejores amigos ¡Son héroes! Los binomios caninos de búsqueda y rescate siempre están listos y dispuestos para prestar ayuda, para salvar vidas o para recuperar los cuerpos de personas. Estos perros no están entrenados para cazar o ser agresivos. Muy por el contrario, son animales dóciles y amigables: son perros criados con amor. La historia de Gonzalo e India sirve para mostrarnos como los “héroes peludos”, los perros rescatistas, tienen una gran responsabilidad, pues trabajan contrarreloj para salvar vidas, y se distinguen porque siempre están dispuestos y de buen humor para recibir una caricia o un premio, como su juguete favorito, que reconozca su trabajo. También nos revela que sin un guía esto no sería posible. Por eso, la denominación “binomio” resalta el trabajo en equipo que supone el rescate. Y la relación de respeto, amistad, confianza y construcción durante años entre quienes lo conforman.
A @helitronador por su colaboración a nivel social humano a @aadidess institución educativa, formadora de pisteros socorristas y perros de búsqueda y rescate en avalanchas al Ministerio de Seguridad de la Nación (cinotecnia nacional) por su interés en la especialidad avalancha y al @clubandinobariloche por su seriedad, predisposición a la búsqueda y rescate de turistas y sociedad barilochense.
• Pistero Socorrista 2do Grado EASP AADIDESS
• Observador Nivo Meteorológico AADIDESS
• Guía de Perros de Búsqueda y Rescate en Avalanchas. Certificación IRO y EASP
• Instructor WFR y Primeros Socorros Urbanos RCP y DEA. AIDER
• Guía de Rafting G4. PNA
• Guía de kayaks de Travesía. PNA
• Brigadista Forestal. APN
• Guia de Montaña AAGM
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