La renombrada esquiadora extrema sueca de 30 años, representante del 'freeride' (estilo libre), murió en Santiago de Chile, donde estaba hospitalizada luego de quedar atrapada en una avalancha en la zona de Farellones, cerca de Santiago, mientras grababa una película para Red Bull
Los deportistas extremos coquetean con el peligro. Sin embargo, lo que le pasó a una esquiadora sueca fue lo más terrible que alguno pueda imaginar. Matilda Rapaport, 30 años, murió en Santiago de Chile, donde estaba hospitalizada luego de quedar atrapada en una avalancha mientras grababa un video de su bajada en la Cordillera de Los Andes.
Nota de fecha - 24/07/2016 -
“Era su segunda bajada del día, en una jornada en condiciones adversas para el esquí. De repente se desencandenó la avalancha y pese a que la esquiadora trató de evitarla en un primer momento, finalmente acabó por atraparla. Pese a que se actuó con rapidez, se tardó una hora y media en sacarla y llevarla al hospital de Santiago de Chile, donde se la dejó en coma inducido después de que la falta de aire la asfixiara”, fue el comunicado de la Federación Sueca de Esquí.
Rapaport filmaba en la zona de Farellones, cerca de Santiago, cuando la avalancha la atrapó la semana pasada. Después de varios días en coma, su cuerpo no resistió las heridas. “A pesar de la atención médica intensiva y el tratamiento durante los días posteriores, no fue posible salvar su vida”, explicó Red Bull, empresa patrocinadora de la esquiadora sueca.
Pese a sus escasos 30 años, Rapaport era una renombrada representante del 'freeride' (estilo libre), disciplina extrema que consiste en subir a la cima de una montaña o a un lugar fuera de los caminos señalizados y bajar por nieve en polvo, evitando avalanchas y grietas. Exrider de esquí alpino, la sueca se convirtió en un miembro muy respetado y querido de la comunidad freeride, situándose en lo más alto del Freeride World Tour desde hace varios años. Además fue ganadora de los famosos Scandinavian Big Mountain Championships en 2011. Por todo eso, la noticia fue recibida con mucho dolor entre los apasionados del deporte extremo.
La joven esquiadora fue llevada de urgencia en helicóptero a un hospital de Santiago de Chile, donde llegó en pésimas condiciones, fue inducida a un coma y finalmente murió por falta de oxígeno, según los primeros reportes. "Miembro de la familia Red Bull desde 2013, Matilda será extrañada por la comunidad esquiadora, sus fans y auspiciantes", señaló la marca en un comunicado. La grabación había sido anunciada ayer, lunes, por esa bebida energizante.
"Se convirtió en una miembro muy respetada y querida de la comunidad freeride, situándose en lo más alto desde hace varios años", continuó la carta.
La Federación de Esquí de Suecia también ha emitido un comunicado en el que explica cómo sucedió la tragedia. Según se indicó, era la segunda bajada del día para Matilda, en una jornada de condiciones adversas para la práctica de este deporte, aun para profesionales de su calidad y experiencia. Súbitamente, una avalancha sorprendió a todos. La esquiadora sueca intentó esquivarla, pero finalmente fue atrapada. Los equipos de rescate demoraron una hora y media en sacarla de allí –un tiempo rápido para las condiciones climáticas y el lugar, pero fatal para el destino de la bella deportista– y trasladarla a un cento médico en la capital chilena.
Rapaport estaba casada con otro reconocido profesional del esquí, el pretigioso Mattias Hargin. Su marido vio todo y no pudo salvarla pese a los desesperados intentos. No era la primera vez que un alud la aplastaba.En los primeros meses de 2014 le sucedió algo similar en Alaska, pero pudo sobrevivir y continuó pese a los temores iniciales. "Creo que esquiaré siempre, hasta los 80 años", había dicho en esa oportunidad.
Rapaport estaba casada con otro reconocido profesional del esquí, el pretigioso Mattias Hargin. Su marido vio todo y no pudo salvarla pese a los desesperados intentos. No era la primera vez que un alud la aplastaba.En los primeros meses de 2014 le sucedió algo similar en Alaska, pero pudo sobrevivir y continuó pese a los temores iniciales. "Creo que esquiaré siempre, hasta los 80 años", había dicho en esa oportunidad.
Matilda Rapaport tanto en su sitio web (http://www.matildarapaport.com) como en el Blog de la Revista Women's Health, escribía con el propósito de inspirar a otras mujeres. Esta fué una de sus últimas publicaciones:
MIEDO VS. FLUIR
He escrito anteriormente sobre el entrenamiento mental y el impacto que tuvo en mi forma de pensar con respecto al año pasado. Entonces, ¿qué me llevó a considerar el entrenamiento mental? Creo que la razón por la que no se sentía muy bien sobre la temporada anterior ni el verano pasado fue el miedo al fracaso que estaba experimentando. Yo tenía miedo de no estar a la altura de las expectativas de los demás y sobre todo las expectativas que tenía sobre mí misma. Estaba más preocupada, sí preocupada en lugar de sentir curiosidad, acerca de lo que la próxima temporada tenía reservada para mí. El miedo al fracaso superó toda la emoción que tenía y lo más importante es que estaba superando toda la alegría y la felicidad que me hace sentir el esquí. Me había olvidado por qué yo estaba en él, y lo que estaba haciendo.
Cuando me encontré con la entrenadora mental, Cecilia Duberg, fué la primera vez que me ayudó a ver este patrón de pensamiento. Ella no me dió inmediatamente ninguna respuesta, pero por primera vez se dio cuenta de la cantidad de energía que estaba poniendo en pensamientos como "¿Qué pasa si. ..", "estoy haciendo algo significativo", "Soy lo suficientemente buena para hacer esto "," ¿qué van a pensar mis socios / decir si fallo ", etc. eran estos pensamientos de alguna ayuda? Bueno, pero ciertamente no me llevaba a donde yo quería estar. Así que lo primero que aprendí fue esto. Por preocuparse por el futuro o lamentando el pasado evitamos el presente. Y el presente, el aquí y ahora, es el único que realmente puede afectar. Eso no significa que no pueda afectar el resultado de algo, como la preparación para una carrera de concurso, pero sigue siendo hacer algo en el presente que podría tener un impacto sobre un evento futuro.
Aprendí cómo canalizar mi energía que podía ahorrar hasta tener algo para los momentos que realmente lo necesitaba. Debido a preocuparse requiere energía, que se podría usar para otra cosa. También aprendí que podía elegir dónde dirigir mi atención - el cerebro en realidad puede ser reconectado al igual que un ordenador, pero es necesario en realidad practicar en pensamientos que me ayuden una y otra vez . Suena complicado?
El 3 de septiembre Cecilia y yo como co-anfitrión de un taller en Estocolmo, hablando de nuestro viaje desde dos perspectivas diferentes. Hemos optado por llamarlo El Flowcode como el flujo, sabes que la sensación de que todo es fácil y posible, es algo que creemos. Vamos a compartir teorías de entrenamiento mental y anécdotas personales con respecto al año pasado y esperamos llenar una tarde con inspiraciones y pensamientos motivadores, ejercicios y consejos que pueden ayudar a los participantes en su vida diaria. Si está luchando con altas expectativas, miedo al fracaso, la competencia y la baja autoestima esto podría ser lo correcto para ti.
Matilde, 22/06/2016
Fuente: - www.clarin.com
- www.clarin.com
- www.womenshealth.se
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