El primer hombre que coronó una montaña de 8.000 metros
Maurice Herzog (Lyon, Francia; 1919) sobrevivió a la montaña y, en otra vida posterior, a la política. La vejez se lo llevó anteayer, a los 93 años de edad, seis décadas después de protagonizar uno de esos raros hitos que hacen que los mortales admiren a sus semejantes. El 3 de junio de 1950, Herzog, en compañía del también alpinista francés Louis Lachenal, holló la cima del Annapurna (8.091 metros), convirtiéndose de paso en el primer ser humano en la cima de una de las 14 montañas de una altura superior a los 8.000 metros. Entonces fue como poner un pie en la Luna, una aventura de una dimensión tan seria y apasionante que zanjó una pugna nacionalista por adjudicarse esa primera. Hubo en su conquista algo de justicia poética: parecía de recibo que un ciudadano del país donde nació el alpinismo conquistase también las alturas desproporcionadas del Himalaya.
Nota de fecha - 14/12/2012 -
Con todo, no fue esta la mayor aportación que realizó Herzog al mundo del alpinismo, sino el relato épico de su expedición y su tragedia personal recogidos en un libro eterno:Annapurna, primer ochomil. Nunca la literatura había contribuido de forma tan directa y radical a la idealización de una actividad muchas veces incomprendida. Dicha obra fue el motor y la fuente de inspiración de casi todas las generaciones inmediatamente posteriores, fascinadas por el realismo, la pasión y los valores invocados por el autor en el relato de una conquista años después teñida de cierta polémica. Herzog y sus compañeros escaparon del Annapurna a golpe de determinación y sufrimiento. No es de extrañar. Hoy esta montaña es famosa porque las estadísticas la señalan como la más mortífera de losochomiles. Allí, Herzog perdió todos los dedos de pies y manos, cerró para siempre su carrera de alpinista y adquirió una relevancia social de tal calibre que en 1958 el general De Gaulle lo incorporó en su Gobierno en calidad de secretario de Estado de Deportes de Francia, cargo que desempeñó hasta 1965.
Después figuró como diputado durante 17 años y 9 más al frente del Ayuntamiento de Chamonix, al pie del Mont Blanc, donde nació el alpinismo. También en política hizo gala de su tremendo carácter, abiertamente crítico ante cualquier postura que le disgustase. Sin embargo, hubo al menos dos grandes olvidados en esta conquista: Louis Lachenal y Lionel Terray, auténticos iconos, por no hablar también de Gaston Rebuffat, todos alpinistas legendarios ninguneados o convertidos en comparsas por la prensa francesa, rendida ante el porte, la elegancia y las amputaciones de Herzog.
Sin embargo, en el 2000, justo un año después de celebrar el 50 aniversario de la conquista del Annapurna, un libro de un periodista norteamericano (Annapurna, un asunto de cordada) tiñó de sospecha la tan cacareada conquista. Ya antes de su publicación, corrió el rumor en los mentideros alpinísticos de que los diarios privados de Louis Lachenal contenían una revelación tremenda: no habían hollado la cima, habían mentido para responder a la presión mediática, chovinista y popular que acompañaba a la expedición realizando un pacto “inviolable”. Libro y rumor pasaron de puntillas, dejando bien colocado a Herzog en su alto pedestal. Hoy, solo otro libro puede derrumbar el mito: su hija Félicité le acusa de no ser un héroe público sino una víctima de sus delirios de grandeza.
· Gran Oficial de la orden de la Legión de Honor.
· Cruz de Guerra, 1939-1945 con citaciones.
· Comendador del Mérito Deportivo.
· Orden del Mérito con estrella (Alemania).
· Orden del Mérito (Austria).
· Valerosa Mano Derecha Gurkha (Cruz de Guerra Gurkha, Nepal): único civil y extranjero en recibir tal distinción.
· Gran Cóndor de Oro (Argentina).
· Orden Olímpica.
Licenciado en Derecho por la Universidad de París y en Ciencias Exactas por la Universidad de Lyon.
1939-1945: Oficial de artillería antiaérea, labores de Resistencia en la Oficina Civil y Militar, comandante de una Brigada Roja Internacional (BRI) en el frente de los Alpes, capitán de la compañía de Francotiradores y Partisanos de Montaña 27º BCA.
1958-1966: Secretario de Estado de Juventud y Deporte durante el gobierno del general Charles de Gaulle. Desde este cargo fue el autor, en 1965, de la primera ley antidopaje del mundo.
1962-1982: Consejero ejecutivo del grupo Thomson.
1962-1978: Diputado del Ródano y de la Alta Saboya.
1966-1977: Consejero ejecutivo de Crédit Lyonnais.
1968-1974: Fundador y presidente de la comisión de Ciencia y tecnología del Parlamento.
1968-1977: Alcalde de Chamomix.
1975-1978: Presidente de la Comisión de Finanzas de la región Ródano-Los Alpes.
1981-1985: Presidente de la Sociedad del Túnel del Mont Blanc (construcción de la primera autopista de peaje).
Miembro del Comité Olímpico Internacional (COI) desde 1970.
Fuente: www.deportes.elpais.com
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