Unos días antes de que se cumpla el aniversario del mayor accidente minero de la historia de Argentina, el jueves 8 de septiembre pasado la mina Veladero en la provincia de San Juan, volvió a tener un accidente por un derrame de solución cianurada, los vecinos de Jáchal se movilizaron a la plaza central para exigir explicaciones por las reiteradas negligencias de la empresa minera
Como hace un año, lo que empezó como un rumor terminó siendo verdad. Unos días antes de que se cumpla el aniversario del mayor accidente minero de la historia del país, la mina Veladero que explota Barrick Gold en San Juan volvió a ser noticia por un derrame de solución cianurada, que ocurrió el jueves 8 de septiembre pasado en el valle de lixiviación del yacimiento, pero que recién se conoció el 14 de septiembre a última hora. La empresa canadiense asegura que no llegó al río Potrerillos, pero los vecinos desconfían de esa versión y el Gobierno anunció el cierre temporal del proyecto.
"El día 8 de septiembre reportamos a las autoridades correspondientes un incidente dentro del valle de lixiviación producto del desacople de una cañería corrugada de 18 pulgadas con solución de proceso", admitió Barrick Gold en un comunicado enviado a Infobae. "De acuerdo con las investigaciones preliminares, el desacople se habría producido por el impacto de un trozo de hielo", añadió.
La minera aseguró que "no hubo contacto (de la solución) con ningún curso de agua ni con canales de desvío" y que "por las características del incidente no hubo amenazas para la salud de los trabajadores, las comunidades, o del medioambiente".
"Después del incidente se ha intensificado todos los monitoreos ambientales de agua superficial y subterránea en la zona, no habiéndose detectado ningún tipo de anomalías. De hecho, desde entonces Veladero continuó operando normalmente", completó la compañía.
Sin embargo, los vecinos de la localidad de Jáchal recordaron que hace un año, cuando ocurrió el derrame de millones de litros de solución cianurada al río Potrerillos, Barrick Gold también hizo todo lo posible para ocultarlo y negó la llegada del líquido al río.
"Nos dicen que fue un derrame interno en el valle de lixiviación, pero eso mismo dijeron hace un año", le dijo a Infobae el vecino Saúl Zeballos, quien presentó una denuncia en el escuadrón de Gendarmería.
Los vecinos de Jáchal se movilizaron a la plaza central para exigir explicaciones. El intendente Miguel Vega se hizo presente en el lugar junto a algunos concejales, alegando que no estaba al tanto del nuevo derrame, pero se vivieron momentos de tensión y tuvo que ser protegido por la policía. Se refugió en la comisaría.
Frente a este panorama, el gobernador Sergio Uñac anunció la suspensión de las actividades en Veladero. "Resolví que se constituya inmediatamente en el lugar el Ministro de Minería (Alberto Hensel) con técnicos y profesionales del Ministerio, a fin de evaluar la magnitud y real situación, y en forma preventiva detener la actividad de la mina Veladero hasta que se determine que no existe riesgo alguno", informó.
Sin embargo, desde la Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas reclamaron que el proyecto sea clausurado definitivamente. "Barrick Gold ha demostrado que no está en condiciones de operar. En base a los principios básicos del derecho ambiental, la mina Veladero debe ser cerrada de forma precautoria en forma inmediata", declaró a Infobae el abogado Enrique Viale.
Entre el 12 y el 13 de septiembre del año pasado, la mina Veladero derramó al río Potrerillos millones de litros de la solución con cianuro y otros metales pesados que se usa para separar la roca del mineral con valor comercial. Este es el quinto derrame confirmado, luego de que una investigación de este medio detectara que hubo otros tres vertidos en 2011 y 2012 que no se hicieron públicos.
No obstante, varias fuentes consultadas, inclusive algunos ex empleados de la minera, sostienen que desde septiembre hubo varios derrames, incluido uno bastante grande en febrero, que no pudo ser corroborado de manera independiente.
El mayor de todos los vertidos fue, sin dudas, el de septiembre, aunque no se sabe a ciencia cierta cuánto líquido se volcó, ya que el cálculo fue groseramente manipulado por Barrick Gold, como demostró el borrador de un informe elaborado por la Subsecretaría de Control y Fiscalización Ambiental, que luego fue modificado por el Ministerio de Ambiente para quitarle sus partes más contundentes.
A su vez, con el objetivo de minimizar el impacto, el gobierno provincial contrató para analizar la calidad del agua post-derrame a la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS) y al Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), que midieron "concentraciones promedio", que según explicó a este medio el experto Robert Moran, "es una forma de esconder los impactos ambientales".
A su vez, la UNOPS no era creíble, ya que había firmado con el gobierno provincial un contrato por 2.147.346 dólares para auditar la minería en San Juan. Y utilizó para sus análisis al laboratorio ALS CORPLAB, que trabajó para Barrick Gold en Veladero.
Aun así, los análisis confirmaron que se contaminó la zona, pero desde la UNOPS hicieron hincapié en que no se afectó a las poblaciones cercanas. Se ocultó la verdadera noticia.
Esa última afirmación contradice los análisis de la Universidad de Cuyo, que concluyeron que el agua en las localidades de Mogna y Tamberías contiene metales pesados por encima de los límites recomendados.
El nuevo accidente ambiental es un revés para los intereses de Barrick Gold, que busca lavar su imagen para sacar adelante el proyecto binacional Pascua Lama, frenado por la Justicia chilena por contaminar los glaciares Toro 1 y Esperanza. La idea es, como mínimo, intentar explotar Lama, del lado argentino, e incluso se está hablando de la posibilidad de evitar los métodos a cielo abierto por el desprestigio de la utilización de cianuro. El costo interno lo pagó el gerente general de Veladero, Rick Baker, que habría sido despedido.
El derrame también afecta los intereses del Ejecutivo provincial, que está en pleno proceso de búsqueda de inversiones y, de hecho, el gobernador está por viajar a China para participar de una feria minera donde intentará atraer capitales.
La minera canadiense reconoció el hecho; manifestantes reclaman explicaciones a las autoridades provinciales y nacionales; en conferencia de prensa el gobernador Sergio Uñac dijo que la mina debe suspender su actividad.
En conferencia de prensa el gobernador Sergio Uñac dijo: "Se debe detener totalmente la actividad de la mina Veladero". Y agregó: "Hemos determinado que se constituya en el lugar el ministro de Minería con técnicos y profesionales de la repartición a fin de evaluar la magnitud y la real situación. En forma preventiva detener totalmente la actividad de la mina Veladero hasta tanto se determine que no existe riesgo alguno. Y en tercer lugar sostuvo: "Exigir a la empresa Barrick Gold la estabilidad laboral y salarial de sus trabajadores aun en el periodo determinado por la detención".
Según dijo el gobernador, ha evaluado en forma personal con su equipo la situación y concluyó que esto es lo que la provincia de San Juan debe realizar. "Como gobernador entiendo que tenemos primero que determinar la magnitud del incidente y a partir de ahí, como ahora estoy comunicando esta detención de actividades, comunicaré otra cosa cuando tenga otra situación que comentar", dijo. "Por ahora quiero llevar tranquilidad de que la mina detiene su actividad hasta tanto nos podamos munir de los elementos pertinentes".
En la carpa de la asamblea "Jáchal no se toca", decidieron a través de las redes sociales pedir explicaciones a las autoridades nacionales y provinciales. El siguiente es el texto de la publicación:
La asamblea Jáchal No Se Toca y pueblo jachallero en general EXIGE al Ministro de Minería de la Provincia: Alberto Hensel, al Ministro de Medioambiente de la Nación Sergio Bergman y a las autoridades de Policía Minera de San Juan que en el plazo de 24 horas den las explicaciones pertinentes sobre un nuevo derrame que habría ocurrido en la mina Veladero entre el miércoles y jueves de la semana pasada.
Nos mantiene en vilo la posibilidad de nuevos desastres ambientales y habiendo riesgo permanente de que ellos ocurran, EXIGIMOS INMEDIATA RESPUESTA.
- 17/09/2016 -
Los ánimos están caldeados en esta ciudad 150 kilómetros al norte de la capital provincial luego de que se conoció un nuevo derrame de agua cianurada en la mina Veladero, que administra la minera canadiense Barrick Gold.
Anoche, los vecinos realizaron una marcha y un bocinazo en las calles de la ciudad. Y por la mañana, después de que el gobernador Sergio Uñac se reunió con algunos miembros de la asamblea Jáchal no se toca, un grupo lo increpó y le tiró huevos y agua.
"Basta de mentiras, no tenemos información. Todos somos conscientes de que hay ocultamiento", cuestionó Saúl Zeballos, uno de los líderes de la asamblea.
El ministro de Minería provincial, Alberto Hensel, afirmó ayer: "No hubo presencia de cianuro en ninguno de los puntos examinados". Sin embargo, entre los vecinos de esta localidad reina la incertidumbre.
Aunque se especuló con que el gobierno sanjuanino iba a anunciar qué sanción le iba a aplicar a la minera, Hensel, sólo indicó que el reinicio del trabajo en la mina, dependerá de las evaluaciones que se hagan en la empresa. "Suponemos que se va a apurar en resolver estas cuestiones porque de eso depende la continuidad de su actividad y que no tengamos más problemas en el valle de lixiviación [donde se produjo el derrame]. Por ahora no hay actividad, están todos los procesos parados", agregó.
Carlos Ibarbe, uno de los vecinos que el jueves pasado acompañó al ministro y a un grupo de periodistas a recorrer la mina, señaló a LA NACION que la visita fue diseñada por la empresa y que nadie esperaba encontrar "nada" una semana después del incidente.
Ayer al mediodía, -después de que Uñac se reunió con los intendentes de Jáchal e Iglesia, donde está la mina de oro-, comenzaron a circular rumores, que no se confirmaron, sobre otro incidente ambiental. "Estamos acostumbrados, siempre es así", señaló Argentina, una de las vecinas de Jáchal.
El asambleísta Faustino Esquivel fue quien -después de varios llamados- logró que el senador Ruperto Godoy (Frente para la Victoria) le confirmara el derrame del 8 pasado. "Los datos nunca están del todo; hasta ahora las especulaciones son más que los detalles", admitió.
Son varias las mujeres con actitud combativa entre los asambleístas. De ese grupo habrían lanzado los huevos a Uñac. "Estamos hartos; no avisan que vienen, llegan y quieren la foto, pero no quieren firman nada", sostuvo una de ellas. Por la mañana, el gobernador intentó cruzar de la municipalidad hacia la carpa que tiene instalada la asamblea en la plaza del lugar. En ese tramo, Zeballos se le acercó. Cuando el mandatario le respondió que no aceptaba cerrar definitivamente la mina, comenzaron a arrojarle huevos. Rápidamente, debió guarecerse en la Municipalidad. "Fueron violentos, pero yo los respeto. Que no esperen de mí una respuesta en ese sentido. Primero porque no corresponde y segundo porque tengo que arrimar posiciones y conciliar", dijo Uñac.
El gobierno provincial aseguró que fue informado el mismo día del incidente, pero después de que la Policía Minera se fuera del yacimiento. Aunque habían pasado 10 horas del problema, nadie los notificó. "¿Qué tipo de controles se hacen si no detectaron el derrame estando en el lugar", se preguntó Zeballos.
Hensel explicó que la orden de que la minera cese las actividades es de carácter preventivo, establecida en el Código de Minería: "La empresa tiene que realizar algunas mejoras, tiene varias actas de infracción, hoy [por ayer] les comunicamos la medida precautoria vinculada a garantizar la seguridad pública y el derecho a gozar de un ambiente sano".
Voceros de Barrick señalaron a LA NACION que los casi 100.000 litros de agua con solución de proceso que se fugaron por el desacople de una cañería quedaron "dentro" del valle de lixiviación y que lo que salió de ese área fueron unos 100 metros cúbicos de piedras del valle que terminaron en un terreno de unos 200 metros cuadrados. "El líquido no tomó contacto con ningún curso agua ni con canales de desvío", plantearon.
En Jáchal y pueblos aledaños del departamento -donde viven unas 22.000 personas- la incertidumbre sigue. "Que las autoridades se hagan cargo de lo que repiten y firmen, eso es lo que le dije hoy al gobernador", apuntó Zeballos.
Tanto los abogados de la asamblea, Enrique Viale y Diego Segui, y el letrado José Torres efectivizaron denuncias judiciales. Los dos primeros pidieron directamente que la mina deje de operar. Torres además de ir al juzgado provincial de Pablo Oritja -que lleva la causa por el derrame anterior se presentó ayer ante la justicia federal. Viale señaló a que los vecinos "viven en la incertidumbre y la angustia hace un año. Las dudas cada vez son más". En la asamblea explican que la mitad del departamento consume agua de pozo del río Jáchal, que es monitoreada cada 30 o 40 días por la Municipalidad con profesionales de la Universidad Nacional de Cuyo.
Fuente: - Juan Parrilla, www.infobae.com
- Enrique Merenda, Gabriela Origlia, www.lanacion.com.ar
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