Esta nota nos cuenta sobre el primer simulacro de rescate y capacitación en la Caverna del Salado, en Las Lajas, provincia de Neuquén, coordinado por la Comisión Nacional Argentina de Espeleosocorro (C.N.A.E.) en el año 2019
Para llegar a contarles la experiencia de este simulacro de Espeleosocorro, fue necesario que durante 2018 y 2019 se capacitaran en Neuquén un grupo de personas en la actividad de Espeleosocorro, mientras que en forma paralela otro grupo de socios del G.A.E.M.N. retoma la actividad espeleológica reencontrándose o descubriendo las cavernas neuquinas.
Capacitación en Espeleosocorro en Neuquén por María Eugenia Carro.
El grupo de Espeleosocorro en la provincia del Neuquén surge como resultado de acciones vinculadas a la reapertura de las cavernas con fines de investigación, recreativos y turísticos. Para llevarlo a cabo, se organizaron Cursos de Espeleosocorro buscando realizar tareas de concientización y formación del personal que pudiera ser apto para trabajar en accidentes e incidentes y/o en un rescate en estos espacios confinados.
Los Cursos de Espeleosocorro fueron coordinados por la Comisión Nacional Argentina de Espeleosocorro (C.N.A.E.) que contaron como instructores a miembros de la Escuela Latinoamericana de Espeleosocorro (E.L.E.) en los Niveles A1 (2017 y 2018) y A2 (2018) donde participaron espeleólogos de Costa Rica, Uruguay y principalmente de Argentina, y a los que se sumaron integrantes de organismos públicos como el Ejército Argentino, la Policía Federal, Gendarmería, Turismo, Defensa Civil y Bomberos, así como otros relacionados con el quehacer privado como prestadores de turismo, trekking y guías de montaña.
Las capacitaciones de la E.L.E. y la Federación Espeleológica de América Latina y del Caribe (F.E.A.L.C.) fue solicitada por el Ministerio de las Culturas a la Federación Unión Argentina de Espeleología (U.A.E.), que posee la representación oficial ante la F.E.A.L.C.
Equipo de capacitadores:
Instructores Principales | Instructores Asistentes |
Efraín Mercado Vázquez (ELE, Puerto Rico) | Nicolás Zerbos (CNAE-UAE, Argentina) |
Mariel Zoé Padilla (ELE, Puerto Rico) | Mario Contreras (CNAE-UAE, Argentina) |
Erick Mendez Fernández (ELE, Costa Rica) | Dino Mendy (CNAE-UAE, Argentina) |
Carlos Laó Dávila (ELE, Puerto Rico) | Juan Busaniche (CNAE-UAE, Argentina) |
Raúl Carrizo (CNAE-UAE, Argentina) | Franco Testa (CNAE-UAE, Argentina) |
Lucas Oliva (CNAE-UAE, Argentina) | Mario Mora (CNAE-UAE, Argentina) |
| Rubén Cepeda (CNAE-UAE, Argentina) |
Fuente: Elaboración propia G.A.E.M.N.
Actualmente, la Argentina cuenta con un total de 89 espeleosocorristas, divididos en los NIVEL A1, en que se consideran referentes para formar parte de un equipo de espeleosocorro, y NIVEL A2 compuesto por los que han perfeccionado la técnica y tienen las herramientas para liderar un equipo de espeleosocorro, aunque no están habilitados para estar al frente de capacitaciones.
Dentro de la provincia del Neuquén, se cuenta con un grupo activo de espeleosocorristas dentro de los cuales se encuentran los socios del G.A.E.M.N.: CARRO, María Eugenia (A1); CASTRO, Miguel Ángel (A1 y A2); FUENTES, Horacio Alberto (A1); MANRIQUEZ, Cristian Jesús (A1 y A2); RASMUSSEN, José Omar (A1); REYES, Ramiro Gonzalo (A1 y A2); ROSAS, Ernesto Arturo (A1 y A2) y HUARTE, Francisco Gabriel (A1).
Todo el grupo está preparado para acompañar a los integrantes del G.A.E.M.N. que participen de campañas espeleológicas, siendo sumamente respetados por los compañeros por su capacitación profesional y actitud de servicio.
Información de la ficha del Catastro Nacional de Cavidades Registradas de la Unión Argentina de Espeleología- UAE
La Caverna Salado I, a 790 m.s.n.m., tiene un desarrollo de 130 m y un desnivel con la superficie de 12 m. Se accede por una sima o “ventana” de colapso, de 2 m de diámetro y una altura de 2,5 m. En el sector sur de la cavidad está la “Sala de las Aves”, que por un pequeño talud comunica con una galería amplia que se va estrechando hacia el interior, de unos 25 m de largo y que comunica con 2 salitas. Paralela a ésta hay otra galería, en una posición topográfica más alta, sumamente concrecionada. El piso de la caverna está constituido por materiales finos, arenas limos, etc. Con bloques en sectores y restos de un antiguo suelo estalagmítico. Recientemente, se observó en un nivel inferior la presencia de agua.
Paredes y bóvedas muestran las facies de anhidrita nodular gris y laminada parda (mineral sedimentario compuesto de calcio, azufre y oxígeno conocido como sulfato de calcio). Por meteorización y posterior disolución de ésta, se ha producido en algunos sectores el colapso de calizas suprayacentes. El aparato kárstico está representado únicamente por la zona de conducción.
Litológicamente, está compuesta de sedimentitas clásticas y evaporitas representadas por areniscas (cuarzolíticas, grauváquicas, yesíferas), fangolitas, calizas, dolomitas, yeso y anhidrita (GROEBER 1946, LEANZA et al. 2001). Sus afloramientos se distribuyen ampliamente al norte de la dorsal de Huincul, a lo largo del área central y septentrional de la cuenca Neuquina. Sus mayores expresiones cársticas se manifiestan en el Cordón del Salado (BARREDO, Et. al., 2012). Se considera que pertenece a la Formación Huitrín (Barremiano superior - Aptiano inferior, Cretácico inferior) y que es integrante del Grupo Rayoso (LEGARRETA Y GULISANO 1989) o Grupo Bajada del Agrio (LEANZA et al. 2001.)
por Graciela Nancy Martínez
Fecha: SÁBADO 12 DE MAYO
Participantes: 6 socios del G.A.E.M.N.: Rolando Vergara, Néstor Chemor, Marcelo Henríquez, José e Iván Rasmussen y Graciela Martínez
Esta campaña fue muy especial. En esta exploración se encontraron el socio fundador del G.A.E.M.N., Rolando Vergara y Néstor Chemor, uno de los pioneros de la organización, siendo ambos nuestros guías para localizar la caverna. Se sentía la sensación de traspaso generacional y más si tenemos en cuenta que nos acompañó también el hijo de José Rasmussen, quien con sus 13 años estaba fascinado con la experiencia. En lo personal, sentí una gran admiración por ellos, teniendo en cuenta la localización de la caverna, su aislamiento geográfico, su accesibilidad por caminos durísimos, y que ellos, lo hicieron, muchas veces, hace más de 30 años, llegando incluso a proteger el acceso con rejas, cuando observaron muchos actos vandálicos en el interior de la caverna, el suelo aún hoy está lleno de estalactitas rotas por seres desaprensivos para con la obra que a la naturaleza le había costado tanto tiempo crear.
Desde Neuquén Capital recorrimos 240 km hasta Las Lajas, donde nos reabastecimos de combustible y continuamos 58 km hacia el norte por la Ruta Nacional Nº 40 hasta tomar el desvío a la derecha para ir hacia las cavernas Salado I y II, atravesando el Cordón del Salado (1428 msnm). A 17 km hay una bifurcación a la derecha que nos lleva durante 12.4 km hacia el Puesto de Cipriano Jara. Y posteriormente, hasta el Puesto Aguada Chico, donde se dejan los vehículos. En total desde Las Lajas a la Caverna Salado I, son 86.3 km de camino en vehículo y 2,5 km caminando, con dificultad baja.
Reconocer el terreno de acceso y la caverna permitió definir con mayor precisión el equipamiento individual que se le requiere a los participantes en una campaña (indispensable los cascos y linternas, entre otros elementos propios de la espeleología) y la preparación y acondicionamiento del equipamiento grupal para la campaña.
Dado que es importante que nos cuidemos entre nosotros y también de no impactar la naturaleza, esta salida hizo que se previeran pautas de protección del medio ambiente, entre ellas no dejar ningún tipo de residuos en el lugar, caminar sin salirse demasiado de la huella, ingresar con una cantidad mínima de personas dado el frágil suelo de la caverna, entre otras pautas.
Todo fue enriquecedor para la planificación de nuestras acciones futuras en la zona, colaborando la información recabada para la elaboración del Plan de Evacuación Médica, documento dinámico, que en forma constante o para cada campaña, se debe ir adecuando a la realidad.
por Luis Edgardo Chironi
Fecha: DOMINGO 01 DE JULIO
Participantes: Fuimos de la partida 22 gaemnianos: Lucía Britos, Mercedes Castillo, Daniel Cocco, Néstor Chemor, Luis Edgardo Chironi, Rodolfo Doorish, Josefina Dorish, Sofía Dorish, Tomás Dorish, José Luis Guaytima, Juan Lundgwist, Patricia Mac Williams, Graciela Martínez, Irma Orellana, Iván Rasmussen, José Rey Riveiro, Martina Stockli, Jorge Taub (nuestro médico) y los espeleosocorristas Miguel Castro, Francisco Huarte, Ramiro Reyes y José Rasmussen.
En esta oportunidad, desde Bajada del Agrio, partimos temprano hacia la Caverna del Salado I, recorriendo 11.3 km hasta la ruta nacional nº 40, desde ahí, a la izquierda hacia el sur, se recorren, 22 km hasta el acceso, a la izquierda, hacia el Cordón del Salado. Después de un duro camino de tierra, nos estacionamos en el puesto y nos dirigimos inmediatamente hacia la caverna, guiados por Graciela Martínez.
En el trayecto nuestra geóloga Martina nos fue interiorizando sobre las características del terreno y los procesos geológicos que lo conformaron.
Al llegar a la caverna ingresamos en 6 grupos sucesivamente, con no más de 6 personas por grupo, teniendo en cuenta la capacidad ambiental del lugar. Se descendió con la colaboración de una escalera desplegada por los encargados de la seguridad y respetando el protocolo de emergencias planificado.
Ésta tiene un recorrido tipo en V, que no llega a unirse, motivo por el que se regresa por el mismo lugar, atravesando una gran riqueza y variedad de espeleotemas (estalactitas, estalagmitas, columnas, coladas y “repollitos”, para los que recuerdan el nombre asignado por Mercedes Trebino a unas formaciones especiales...).
Es sorprendente, la cantidad de estalactitas rotas sobre la superficie del piso y también algunas pinturas en su interior. Eso nos llevó a todos inmediatamente a reflexionar sobre la fragilidad de estos sistemas y el importante grado de conciencia que hay que tener para acceder y conocer los mismos. Una acción imprudente destruye en un instante lo que a la naturaleza le llevó miles de años construir.
El último grupo, integrado exclusivamente por nuestros espeleosocorristas bomberos, Jorge (médico oficial de la campaña que hoy nos acompaña desde el cielo) y Graciela, se abocó a explorar un nivel inferior (dos meses antes, Rolando Vergara había observado dos pozos por donde se podía ver agua en el interior). Se pudo descender por las aberturas unos 2 metros y medir, desde arriba, una superficie de agua de 5 metros cuadrados, con una profundidad entre 2,5 y 3 metros, estimada por Miguel con un instrumento láser que llevaba entre su equipamiento. También, se exploraron otros sectores, dejando para próximas campañas la continuidad de este trabajo, con mayor equipamiento.
Promediando la tarde volvimos al campamento donde nuestros “chefs” Rodolfo y Daniel nos esperaban con carnes y verduras asadas a la parrilla que disfrutamos con el orgullo de la labor cumplida. Finalmente emprendimos el regreso a casa pasadas las 18 h. arribando alrededor de las 22 h. a nuestras localidades de origen.
por Graciela Nancy Martínez
Fecha: SÁBADO 10 DE AGOSTO
Participantes: Santiago Bassani (Jefe Departamento de Espeleología de la Dirección Provincial de Patrimonio Cultural), socios del G.A.E.M.N.: Daniel Cocco, Belén D´Agatta, Emma Galimberti, Jorge Omar Haddad, Analía Gatica, Fernando La Cruz, Isabel Martínez, Graciela Martínez, Laura Mena, Iván Rasmussen, Roxana Villoldo y Gustavo Zingaretti. y socios espeleosocorristas del G.A.E.M.N.: María Eugenia Carro (Nivel I), Miguel Castro (Nivel II). José Rasmussen (Nivel I) y Arturo Rosas. (Nivel II).
Previo a la realización de la campaña, el grupo de espeleosocorro propuso a la Subcomisión EspeleoGAEMN llevar a cabo un simulacro de rescate en la caverna, a lo que inmediatamente accedimos acordando no comentar esta situación entre los participantes, quienes de una manera u otra iban a cumplir un rol en esta propuesta.
Durante los días anteriores a la campaña elaboramos con José, el PLAN DE EVACUACIÓN MÉDICA con la colaboración del geólogo Ignacio Hernando y el espeleosocorrista Miguel Ángel Castro. Este documento es requerido por la Dirección Provincial de Patrimonio Cultural para aprobar cualquier campaña de espeleología en territorio de la Provincia del Neuquén. El mismo contiene datos relacionados con los organismos a los que se puede acudir ante una emergencia (Hospital, Policía, Bomberos, Ejército, Gendarmería, Defensa Civil, según el caso, - en forma prioritaria en la localidad más cercana, Las Lajas y en forma complementaria en las ciudades de Zapala y Neuquén Capital -), direcciones, teléfonos, frecuencias radiales, ubicación en mapa de las localidades cercanas; protocolo de actuación, acciones de prevención ante la emergencia, teniendo en cuenta la tendencia actual que impone que ante todo para evitar un suceso no deseado, hay que PREVENIR (contemplando comunicaciones, seguridad, cantidad de vehículos, botiquín de primeros auxilios, equipamiento complementario y ficha médica que completan los participantes, entre otras acciones).
También, se evaluaron los peligros potenciales de la caverna y los riesgos que se pueden correr y que pueden materializarse en incidentes o accidentes (torcedura, fracturas, aplastamiento, aislamiento por derrumbe con o sin lesiones) y las acciones a realizar ante esas eventuales situaciones.
Durante la reunión efectuada en la sede del G.A.E.M.N. para acordar aspectos de logística de la campaña y socializar los roles asignados a los participantes dentro del Plan de Evacuación Médica, José Rasmussen y Miguel Castro nos enseñaron, como una capacitación más de las que se están realizando en nuestra asociación, a cómo armar la camilla sked ante una eventualidad. Hubo sorpresa por la propuesta, pero el grupo sabe que siempre se implementan nuevas capacitaciones, así que todos participaron con predisposición.
La campaña se realizó tal cual estaba planificado, con el aviso a nuestros compañeros del norte neuquino: Beto y Ale que en esta oportunidad no iban a poder llegar y con el placer de contar entre nosotros a Fernando Lacruz, socio nº 8, pionero del G.A.E.M.N. De acuerdo al Plan de Evacuación Médica, se dividieron los participantes en tres grupos de 8 personas cada uno para ingresar a la caverna. Mientras entró el primer y el segundo grupo, algunos compañeros cumplimos con otros objetivos que teníamos:
Arturo y Gustavo tenían que chequear el funcionamiento de las radios. En este caso, las mismas funcionaron correctamente en el interior de la caverna (no siempre sucede esto) pero en el exterior, no se pudieron comunicar con Repetidora Norte. Esto implica que no se puede solicitar auxilio utilizando esa herramienta. En una próxima campaña se va a intentar lo mismo con la Repetidora Cerro Banderitas.
Por otro lado, Analía Gatica, Laura Mena y yo fuimos a reconocer el terreno del camino de evacuación hacia el Noreste de la caverna, buscando una conexión directa con el camino de acceso, para evacuar una camilla, de ser necesario, sin tener que volver hasta donde se dejan los autos estacionados. La misión la cumplimos, dejamos indicado en GPS cuál era el camino (2,5 km), establecimos referencias visuales, constatamos el tiempo empleado para aplicar con certeza en caso de emergencia y regresamos justo a tiempo para ingresar en el tercer grupo.
Cabe aclarar, que, a esta caverna, se accede por una sima de colapso, de 2 m de diámetro y una altura de 2,5 m., se avanza por una galería estrecha hasta encontrar dos pequeñas salitas al fondo. Cuando estábamos finalizando el recorrido, en la parte más estrecha, casi al final, Analía con nuestro acuerdo simuló su caída, con torcedura de tobillo y fuerte dolor en la espalda. Inmediatamente se dio inició al protocolo indicado en nuestro Plan de Evacuación Médica. Fue espectacular como cada uno asumió su rol, se escucharon las palabras de Arturo controlando el estado de Analía, después sus órdenes indicando lo que teníamos que hacer cada uno de nosotros, mientras yo le comunicaba por radio a José, que estaba en la boca de la caverna lo que estaba sucediendo. Eugenia solicitaba elementos de primeros auxilios y se los íbamos pasando, Iván y Omar fueron a buscar la camilla, y realizaron muchas acciones más que permitieron asistir a Analía, abrigarla, contenerla, colocarle el chaleco de extricación, empaquetarla, ponerla en la camilla y trasladarla bajo indicaciones estrictas hasta la boca, donde José y Miguel ya tenían implementado un sistema de aparejo con poleas para alzar la camilla completa, en forma vertical, al exterior.
Desde ese momento, otros compañeros comenzaron el traslado hacia los vehículos mientras algunos de nosotros volvíamos al interior de la caverna a buscar las mochilas que habían quedado en su interior. El operativo se detuvo a 300 m y ahí, las caras de nuestros compañeros fueron muy expresivas, primero se sintieron mal, como engañados cuando revelamos la estrategia de simulacro, realmente estaban angustiados, otros sonrieron porque intuían que algo raro había en el operativo, pero finalmente cuando pudimos todos recuperarnos del momento se manifestó un gran agradecimiento por la situación vivida, que nos preparó de esa manera para enfrentar un evento de esas características que se pudiera presentar en el futuro.
Una evacuación implica mucho trabajo, y es importante destacar el comportamiento de todos los participantes que en todo momento acataron las órdenes impartidas por el grupo de espeleosocorro. Nuestros compañeros evaluaron lo actuado ponderando la planificación, el ingreso por grupos, la organización y la rapidez con que se instrumentaron las acciones de espeleosocorro.
por Roxana Villoldo, participante de la campaña.
Con mucho entusiasmo nos inscribimos para realizar la experiencia Caverna Salado I, con mi esposo Fernando Lacruz y mi nuera Belén D´Agata. Luego de varias horas de viaje, compartiendo vehículo con Vanesa Mena, llegamos finalmente al puesto donde dejamos autos y emprendimos caminata cargando nuestros equipos, comida y demás elementos con todo el grupo: miembros del G.A.E.M..N y espeleosocorristas del G.A.E.M.N., en un clima organizado, sereno, con consignas claras y mucha buena onda.
Luego de la caminata, un poquito más de 2 km llegamos al lugar, tuvimos una charla informativa. Los guías organizaron los grupos de ingresos, y con gran respeto por la naturaleza ingresamos a la caverna. Pudimos observar muchas bellas formaciones que te dejan fascinado: estalactitas, estalagmitas, huecos, grietas, pasadizos, sala, corredor, también observamos presencia de algunos animalitos, encontramos dos arañas, un cascarudo, caca de. .. (también algunas inscripciones y roturas que muestran cuánto debemos aprender aún y que no por nada hay una reja en el ingreso a la caverna).
Sentí que tuve tiempo para admirar, recorrer, descubrir, disfrutar ese maravilloso lugar, con acompañamiento y mucho respeto. Esta sensación creo que fue también la del grupo.
Una vez finalizada la experiencia quedaba colaborar afuera con el almuerzo: carne asada y ensalada. Todas las tareas compartidas, salvo la de los asadores.
En un momento una voz alerta sobre una compañera accidentada, necesita ayuda. Inmediatamente el grupo es organizado para asistirla, ella se vuelve la prioridad. Algunos ayudan inmovilizándola, otros armando camilla, despejando el corredor, preparando cuerdas para la extracción, alistándose para el traslado, todo bajo el mando del socorrista. Impecable.
Resultó ser un simulacro, en lo personal, ni me lo imaginé. Así que... aplausos y corriendo al asado. Riquísimo todo y sin variar la mucha buena onda. Estar ante un imponente paisaje patagónico (y con semejante asado) no tiene precio.
Emprendimos el regreso con un contratiempo, una falla en la camioneta de José, en un lugar desolado, que demoró el regreso a casa de varios, pero especialmente a ese grupo en cuanto a demora y preocupación. Cosas para mejorar, seguramente. La experiencia inolvidable. ¡Agradecimientos muchos!
Centro cultural Argentino de Montaña 2023