Descubriendo sus cumbres y volcanes Provincia de Catamarca
Porque hemos pasado décadas en áridos altiplanos, rodeados de paisajes casi idénticos, entre elevaciones romas que apenas tienen un cima? Porque para algunos de nosotros la clásica montaña “Europea” emergiendo nevada entre bosques y lagos no es suficiente? Como describir el ánimo casi religioso en que hemos caminado cada ladera? Que buscamos en estas soledades?
Dice Stefan Oscieki integrante de la Expedición del Club Alpino Varsovia de 1937: “… El Valle de la Salina de la Laguna Verde forma una extensa cuenca de unos 80 kilómetros de largo por 30 de ancho. El fondo esta ocupado por tres grandes lagos salados, unidos por un salitral donde desembocan centenares de quebradas secas. Su deslinde esta formado hacia el norte por los Nevados Tres Cruces y Ojo del Salado; al oeste por el Cerro de los Patos, hacia el sur por el enorme macizo nevado del Pissis y por fin hacia el Este por una serie de cerros desconocidos que elevan directamente sobre el Portillo
El valle de la Salina de la Laguna Verde, tal vez de origen “tectónico”, esta rodeado de cerros tan altos que aunque siempre supera los 4000 m aparece profundamente sumergido en el paisaje.
Pese a que un sector del valle, atravesado por una senda de mulares era conocido ancestralmente, quedó fuera de los habituales recorridos andinistas por obligar a largos traslados con animales.
La cuenca de la Salina de la Laguna Verde hechiza las aguas de la región en una trampa que las confina en salares y lagunas de las que no pueden escapar. En el sector sur las lagunas Esmeralda y Amarga, tan familiares para quienes visitan el Nevado de Pissis. En el centro la Salina de la Laguna y la Laguna de la Salina o Laguna Tres Quebradas. En el extremo norte el río Salado y sus fuentes termales, “los Ojos del Salado”.
El nombre de ” Los Ojos del Salado” denominaría a la región donde nace el Rio Salado, haciendo referencia a las vertientes – “ojos” – donde se origina el curso de agua, pasando después a nombrar al volcán mas alto del mundo.
El Salado, un extravagante río de agua tibia, alimenta desde el norte la Laguna de la Salina o Laguna Tres Quebradas atravesando colinas donde ha debido perforar un pequeño cañón que hoy permite el acceso al valle superior, los Ojos del Salado.
El territorio esta enmarcado al oeste, norte y sur por buena parte de las mas altas montañas del continente: al oeste el Vn. Tres Quebradas o Los Patos (6239 m), Co. Puntiagudo y Lamas (5960m), en el centro el Vn. Laguna Corral ( 5.720 m) y Las Yamilas ( 5124 m); al norte por los Volcanes Tres Cruces ( 6.748 m) y Solo ( 6.205 m), al noreste por el Cordón de los Arrieros con sus cuatro cimas de casi seis mil metros, y al oeste por el Ojos del Salado ( 6.879 m) y Cazadero – Walter Penck ( 6658 m).
Ocupando cerca de 100.000 ha, el territorio esta contenido en la carta topográfica 1:100.000 “ Cerro Ojos del Salado” del IGM (hoy IGN). Amén de que la escala es poco útil al andinista contiene errores toponímicos: las menciones de “portillo”, “cordón de los Arrieros”, “Cerro Nacimiento”, “Cerro Bayo” y probablemente “Puntiagudo y Lamas”.
El lugar esta dominado por las manifestaciones internas de la tierra, cubierto de lava, erizado de conos volcánicos, perforado por cráteres, tapizado de ceniza y piedra pómez. No hay población permanente ni temporal y solo en el sector suroeste se encuentran antiguos rastros humanos, sendas, pirqueados, apachetas.
Las cimas que hoy se escalan en los Ojos del Salado parecen ser casi todas volcanes. Tres de ellos se consideran activos en los últimos 10.000 años; Ojos del Salado, Cazadero – Walter Penck y satélites y Solo.
El Volcán Tres Quebradas o Los Patos tiene la típica geometría de un estratovolcán, con cierta concavidad en la zona intermedia de las laderas y un empinamiento en alrededor de la cima. Solo hacia el sur un largo filo utilizado para el primer ascenso rompe la simetría.
Con sus 6748 m, el Nevado Tres Cruces, de una atractiva forma cónica, mantiene en su ladera sur glaciares que establecen un contraste único con el paisaje desierto. Establecido en el extremo sur de una enorme cadena de conos volcánicos, tiene rasgos que lo diferencian de otros estratovolcanes “típicos”: las laderas tienden a la convexidad debido a que algunas coladas de lava – probablemente la composición y temperatura impidieron que el material se delizara mas lejos – han “rellenado” el cuerpo de la montaña “engrosando” laderas que deberían ser mas estrechas.
También mantiene la forma cónica de un estratovolcán el Cerro Solo, aunque no hay un cráter evidente.
En ninguna de las cimas del Cordón de los Arrieros se observan cráteres como tampoco en el Co. Puntiagudo y Lamas. En cambio hay uno enorme con una laguna en el fondo en el Vn. Laguna Corral.
Las dos cimas de Ojos del Salado, Chilena y Argentina, corresponden al borde de un gran cráter que hacia el norte no se ha conservado.
Aunque el Cazadero – Walter Penck tiene una casi perfecta forma de domo no es una montaña linda, apenas destaca sumergido entre alturas interpuestas. Hacia el oeste mantiene una colada de lava, tan corta como ancha, “las barbas del Walter Penck”. Sobre esa cara hay elevaciones volcánicas superiores a los 6400 metros recientes, la mas alta (Sierra N/D Negra) sin cráter observable.
La mayoría de estas montañas ha desprendido materiales que alejándose de sus laderas han rellenado y tapizado el valle formando el paisaje actual. Los rasgos mayores están dados por acumulaciones de lavas y flujos piroclásticos.
El volcanismo en esta región es explicado siguiendo la “Teoría de Placas” según la cual la corteza del planeta se divide en mosaicos llamados placas. En el interior de las placas la situación geológica es estable pero en los bordes, donde las placas se encuentran unas con otras se producen fenómenos como el vulcanismo y los terremotos.
En la zona dos placas, Sudamericana y de Nazca, se encuentran en una fosa marina cercana a la actual costa Chilena. La placa de Nazca, por estar constituida por rocas mas densas es mas pesada y se sumerge debajo de la placa Sudamericana.
Las rocas sumergidas toman temperatura con la profundidad y se convierten en magma. Que ese material fluido alcance o no la superficie, o en que lugar lo haga depende del ángulo con el cual las placas se deslizan: si es un ángulo grande enseguida la profundidad es suficiente para la fusión y los volcanes surgen en el mar o en la costa. A medida que el ángulo disminuye el volcanismo se va desplazando hacia el interior del continente y si es muy bajo existe el “silencio volcánico”: el magma, incapaz ya de alcanzar la superficie, queda varado en las entrañas de la tierra como una intrusión.
En la Puna la actividad volcánica ha edificado centenares de estratovolcanes, pintorescas elevaciones cónicas acumuladas alrededor de los centros de expulsión de material. Cuando desde una cumbre puneña se observa el horizonte se tiene una idea aproximada de la vastedad de ese fenómeno.
En los Ojos del Salado el clima es seco y frío, el viento una constante, la amplitud térmica notable.
Normalmente los cielos son diáfanos tendiendo en todo caso a aparecer cierta nubosidad por las tardes. Las cimas parecen tener un nivel de precipitación preferencial respecto a los escasos 100 mm anuales que se calculan para los valles.
El único curso de agua permanente es el Rio Salado y no es potable. Durante el período de primavera tardía y verano a ciertas horas del día las laderas suelen poblarse de furiosos arroyos. La topografía volcánica tiende a crear depresiones donde suelen formarse lagunas por deshielo de los alrededores, algunas a gran altitud, estacionales, con ciclos de congelamiento y descongelamiento.
Es habitual la existencia de grandes y perdurables manchones de nieve, a veces cubierto de endurecidas nieves penitentes. Hay algunos cuerpos glaciares que en general no muestran signos de movimiento, excepto los glaciares de la cara sur y este del Nevado Tres Cruces.
Tomando eje en el río Salado puede decirse que el sector oeste conserva todavía la fisonomía de la alta montaña Catamarqueña, con resguardos donde crece algún pastizal.
En cambio el sector este, a los pies del cordón Nacimiento-Cazadero-Ojos del Salado es de una aridez notable. Aquí los rastros de actividad volcánica son mas recientes, coladas y cráteres están apenas erosionados, existiendo actividad termal y fumarolas.
En los Ojos del Salado no hay árboles ni arbustos, y siquiera brotan plantas tipo cojín (yaretas o cuerno de cabra).
Hemos visto algunos zorros, parinas y patos, pequeños insectos, nunca guanacos o vicuñas.
No sabemos que haya otra agua potable que la nieve o el hielo.
La altura mínima en la región sobrepasa los 4000 metros, la mayor parte de los campamentos desde donde se comienza a caminar esta sobre los 4.500 metros. De tal modo el andinista deberá pagar por adelantado un tiempo de aclimatación para adaptarse a otra de las condiciones del lugar.
La falta de vida en el paisaje explica mejor que ningún texto lo que son condiciones ambientales adversas, exceso de radiación, extremos de temperatura, falta de agua, escaso oxígeno.
Hemos recorrido la zona en invierno, primavera, verano y otoño: Es raro que el delicado humano del siglo XXI se encuentre cómodo: hace demasiado frío, o demasiado calor, o demasiado viento o demasiado sol.
En el sentido puramente estético se pueden separar “los Ojos del Salado” en dos zonas.
Al oeste, norte y noreste, Volcanes 3 Quebradas, Puntiagudo y Lamas, Laguna Corral, Solo y Cordón de los Arrieros, ciertas pautas de simetría ( Tres Cruces, Tres Quebradas ), repetición (Tres Cruces – Solo y Cordón de los Arrieros) y contraste ( rocas, nieve/hielo y cielo ) crean al panorama que animó a un geólogo viajado como Walter Penck ( científico alemán que exploró la región entre los años 1912-1914) a decir que el Tres Cruces era una de las montañas mas hermosas que había observado en toda Sudamérica, opinión compartida por los integrantes de la expedición Polaca de 1937.
En cambio al este, aunque se elevan algunas de las cumbres mas apetecibles, el horizonte es francamente feo. El problema es que las acumulaciones de material volcánico solo a muy duras penas sobresalen en un entorno tan alto. Ya no hay simetrías ni contrastes, escasea la nieve, el terreno luce monótono, el relieve aparece poco vigoroso. Solo la cumbre en forma de domo del Cazadero – Walter Penck consigue - por el tipo de erupción que la formó - una simetría atractiva.
En sentido cromático también se puede hacer alguna observación porque la zona se podría separar en un eje norte-sur que parte del mismo cerro Solo: al oeste los colores son “convencionales”, mas parecidos a los que se encuentran en la zona del Vn. Pissis. En cambio al este eventos volcánicos recientes ( por ejemplo hace algo mas de 1000 años el Ojos del Salado liberó gran cantidad de “pumita” roca porosa, liviana y clara) depositaron enorme cantidad de material claro que el viento viene relocalizando día tras día. Entonces predomina un paisaje insólitamente claro, a veces tan “overo” (manchado) que se pueden confundir planchones de piedra pómez o nieve.
Desde el valle las cumbres de los Volcanes Tres Quebradas o Los Patos; Tres Cruces y Solo son las que destacan por su despegue respecto del horizonte circundante.
A pesar de su altitud “modesta” que roza los seis mil metros el Cordón de los Arrieros también consigue un lugar en las miradas porque a sus espaldas, en la vertiente Chilena, no hay ninguna montaña alta y cercana. Así las cimas, aunque separadas por collados demasiado altos, destacan nítidas contra el cielo.
Ni el Puntiagudo y Lamas, ni el Vn. Laguna Corral, y menos el Cazadero – Walter Penck y sus satélites (ATA, N/D Sierra Negra) consiguen destacarse, sumergidos entre alturas antepuestas o circundantes.
Un caso bastante raro es el del Ojos del Salado, que aunque visible desde el fondo del valle esta tan lejos y rodeado de tales alturas que solo con un conocimiento detallado se consigue discernir cual es la cumbre del volcán mas alto del mundo.
Los estratovolcanes o volcanes compuestos son acumulaciones alternando períodos de quietud y otros de erupción son edificadas a lo largo de miles de años. Durante la erupción se adiciona material sobre el terreno preexistente: los diferentes tipos de materiales expulsados, cenizas, lapilli, bloques, lava, flujos piroclásticos, etc. terminan apoyándose en el relieve previo siguiendo la gravedad, modificando por ejemplo la red hidrográfica (lechos sobre los que suelen los escaladores aproximarse o encaramarse en los cerros).
A veces el fenómeno de acumulación puede ser extremadamente rápido modificando el paisaje en días, horas o incluso minutos en el caso de las “nubes piroclasticas” (Campo Bayo ?).
Como sea, cualquier acumulación comienza de inmediato a ser erosionada (el mismo período eruptivo puede ser especialmente erosivo), aunque por lo que parece, la mayor parte de los volcanes de la zona no están en una etapa avanzada de erosión. En ese ámbito general, el sector este (Cordón Ojos del Salado-Cazadero) parece ser mas joven y Las Yamilas podrían ser en cambio restos de un volcán mas erosionado.
Sin embargo hay que decir que la vida de los estratovolcanes montañas es muy variable. Es común que una altura sea erigida y derruida muchas veces a lo largo de su historia como elemento positivo del paisaje.
Mas que nada ha sido el agua (excepción por ejemplo caras sur y este Nevado Tres Cruces, tal vez Q. de las Chullpas, cara norte Vn. Tres Quebradas) la responsable de socavar el terreno y brindar hoy al andinista algunas “pistas” en la topografía.
El problema es que habitualmente al agua le cuesta hacer su trabajo sobre los porosos materiales volcánicos que infiltran la mayor parte sin alterar la superficie. En la zona hay que agregar una sequía que dura ya eones.
De manera que podría decirse que la erosión estaría demorada por el clima. Esto se traduce en un paisaje de alta montaña inhabitual donde en vez de predominar las concavidades labradas por el hielo, predominan las convexidades. Es un paisaje “lleno”, a la erosión le cuesta hacer su trabajo. El agua, para colmo de que escasea, termina fácilmente infiltrada, de modo que los lechos aparecen tan tímidos que a veces no se los distingue de la ladera.
A veces eso crea cierta impresión “caótica”. Para el andinista el problema es mas evidente cuando transita regiones de actividad aparentemente reciente, donde el “desorden” es a veces desconcertante (Cara suroeste del Ojos del Salado, Cara Oeste del Co. Cazadero).-
En este terreno lo abrupto no existe y por eso la terminología elaborada para otro tipo de montañas – “clásicas” – es un idioma que la puna no reconoce.
Normalmente no tenemos como describir los accidentes del terreno (esa situación se agrega a una natural estrechez del nuestro idioma en esas cuestiones). Seguramente los ancestrales habitantes, los peregrinos Incas, los arrieros sabían como llamar a las cosas. Pero todo eso se ha perdido en los tiempos. Hoy caminamos inventando palabras porque muchas veces apenas podemos comunicar a nuestros compañeros adonde queremos ir.
Por ejemplo, como los términos “valle”, “quebrada”, “estero” a veces parecen inaptos, en un uso impropio, hemos usado la palabra “cañada” para describir particulares hendiduras longitudinales, estrechas y playas que pueblan las laderas. Las “cañadas”, han sido abiertas por obra del agua, que corre y mucha en ciertas épocas del año y momentos del día.
El centro del valle suele estar ocupado por afloramientos de lava generalmente informes y a veces por grandes rocas oscuras desperdigadas que se pueden confundir con pirqueados, todo ello en medio de arena de colores claros con pequeñas partículas oscuras magnéticas.
Muchas de las “cañadas” y varias de las laderas montañosas terminan en grandes abanicos aluviales, conos de deyección formados por materiales arrastrados por las corrientes de agua con vértice en los arroyos. Estas formas, habituales en zonas áridas, están aquí disimuladas por la acumulación de materiales volcánicos volados.
Los abanicos aluviales se forman por corrientes de agua intermitentes que en períodos de crecida van extendiéndose radialmente por desborde. El abanico en cierta forma anticipa el cambio entre el valle y sus laderas. El agua baja de las alturas por grandes pendientes, confinada por las laderas, con toda su fuerza concentrada. Al llegar al valle, con mas espacio y menor pendiente, la energía del agua disminuye y repentinamente no es capaz de transportar todo el material sólido que arrastraba, comenzando a depositarlo.
Aunque, sobre todo a mayores alturas, se observan afloramientos de roca (coladas y escarpes de lava, algunos escarpes por erosión ) la mayor parte del terreno aparece “ahogado” bajo materiales sueltos de todos los tamaños.
Esa situación impone una condiciones al andinismo: no puede hablarse de “nueva ruta” con las pautas tradicionales cuando los cerros pueden subirse casi por cualquier parte. Además es fácil encontrar lugar de acampe, la limitación vendrá de la necesidad de reparo o la ubicación de agua liquida o sólida.
Al este y en el norte de los Ojos del Salado la superficie esta cubierta parcialmente por roca volcánica clara porosa y liviana que el viento ha acomodado a su antojo. Como se ha dicho, podría deducirse que la expulsión de ese material es un acontecimiento no demasiado antiguo, como en el enorme “Campo Bayo” al que nos referiremos mas adelante.
En la altura la temperatura es lo suficientemente baja como para que se produzcan fenómenos criogénicos. El mas extendido es que la roca suelta que cubre el suelo está seleccionada: por efecto de las leyes criogénicas son expulsados hacia la superficie los materiales gruesos, quedando los finos en profundidad. También hemos observado “nichos de nivacion”, cavidades donde la nieve, perdurando año tras año realiza un trabajo particularmente erosivo (los nichos de nivación son considerados embriones de esas grandes formas que son los circos glaciares).
Es probable que la mayoría de las pendientes de materiales sueltos sufran una lenta migración por fenómenos como la solifluxión y congelifluxión, sin que se hayan observado suelos estructurados en polígonos o bandas.
Sobre los 5500 m o en invierno es difícil allanar el suelo para acampar debido al “permafrost”, congelamiento permanente del suelo.
Como son poco abundantes los afloramientos rocosos, la fragmentación por congelamiento (crioclastismo) y su consecuencia (conos de talud) son poco evidentes. Los glaciares de escombro – masas de roca suelta con hielo intesticial que se deslizan con la gravedad como glaciares – son una rareza.
Es probable que en las depresiones se produzcan perturbaciones criogénicas (abombamientos y domos) porque a esos sitios va a dar mucha agua de deshielo que termina confinada y congelada entre el material suelto. Lamentablemente la mayor parte de esas depresiones esta a gran altura y su estudio se hace arduo.
No es evidente la actividad glaciar, valles en U, morenas, hombreras, etc. aunque el Cordón de los Arrieros, especialmente la Quebrada de las Chullpas merecería una mirada mas atenta y sabia que la de andinistas apurados y cansados.
El viento es posiblemente el que mas hace en el modelado del paisaje. Las grandes manchas que dan el aspecto overo a las montañas son mas que nada resultado del volado o deposito de materiales volcánicos porosos y claros.
Son comunes también las acumulaciones con forma de “barjanas” pequeñas y largas crestas onduladas que cubren decenas de kilómetros cuadrados (Campo Bayo por ejemplo).
El viento también es responsable de otras formas particulares: la nieve es volada y depositada en zonas reparadas, pero allí también van a dar finos (y no tan finos) materiales volcánicos que la cubren, a veces en varios estratos. Ese material impide la ablación, ocultando la nieve a los ojos del observador que solo percibe la vastedad del fenómeno cuando camina sintiendo el suelo hueco, o cuando da con empinados cortes o pequeños túneles y grutas que crean las corrientes de agua. Por supuesto que estas acumulaciones mayormente son anuales y desaparecen en el verano.
Casi todas las piedras, del tamaño que sean, aparecen labradas en una forma típica, son los ventifactos Muchas aparecen perforadas, otras con canaletas alineadas. Las que están sueltas, pequeñas o grandes, tienen un facetado típico, los “dreikanter”, muchas veces pirámides de tres caras: el viento y la arena pulen la roca en una de sus caras hasta que la roca se gira y entonces el trabajo se hace en otra de las caras y así sucesivamente.
Hay que destacar la existencia de uno o varios niveles de terraza alrededor de los cursos de agua continuos o esporádicos, elemento que corresponde a un período climático previo al actual, mas húmedo, situación coherente con los estudios que indican que algunos miles de años atrás las lagunas pudieron tener mayor profundidad sumergiendo lo que hoy se observan como salares.
Quien guste coleccionar piedras llamativas no terminará nunca de llenar los bolsillos, vítreas y brillantes, ásperas, porosas y livianas, compactas y pesadas, facetadas por el viento, manchadas y coloreadas en mil tonos.
En la tradicional división hay tres clases de rocas.
Las sedimentarias están formadas por los restos de otras rocas (sean sedimentarias, metamórficas o ígneas) o por precipitación de sustancias contenidas en el agua. Constituidas con materiales de “segunda mano” y – todavía no consolidadas – cubren la mayor parte de la superficie de la tierra: los acarreos, las arenas gruesas o los cantos rodados de los arroyos, los suelos de una vega son rocas sedimentarias en proceso de formación.
Las metamórficas son las que expuestas a presiones y temperaturas extraordinarias han variado sus características originales. El metamorfismo es una cuestión de escala, en los grados mas bajos la roca es casi igual a la roca original, en los grados altos de metamorfismo la roca casi ha fluido y podría considerarse una roca ígnea.
Las rocas ígneas son las que sometidas a grandes temperaturas fluyen formando una masa homogénea. La forma en que se enfríen les dará su apariencia: si lo han hecho repentinamente, como cuando son expulsadas por un volcán, se las denomina rocas volcánicas o extrusivas, tienen grano fino y no se les notan cristales. En cambio las ígneas enfriadas lentamente (se las denomina intrusitas) como las rocas graníticas, desarrollan minerales grandes y textura “granuda”.
En la región solo hemos dado con rocas de origen ígneo efusivo (o las sedimentarias generadas por la destrucción de estos materiales), muchas de ellas porosas por la cantidad de gases que contenía la erupción, predominando los colores negro, rojizos, y claros.
Algunas rocas ígneas habituales en la zona, tienen un carácter intermedio llamado “porfídico”, una masa homogénea donde contrastan partículas de otro color que son cristales minerales.
Existen zonas donde la roca aparece “alterada” (cambios en la roca por eventos posteriores a su formación que suelen relacionarse a potencial minero), coloreada de rojo (Vn. Laguna Corral) o amarillo (Puntiagudo, vertiente oeste Cazadero ). En algunas partes (al oeste de la zona ATA-Cazadero) hay grandes acumulaciones de azufre, incluso cimas enteras.
La arena que se encuentra en el valle y sobre las laderas contiene pequeñas partículas oscuras y magnéticas.
No hemos observado rocas sedimentarias como en los afloramientos de yeso de la margen este del valle de la Salina de la Laguna Verde ni metamórficas como esos hermosos mármoles grises del Abra del Campo Negro.
La “Orometría” tiene por objeto proporcionar una expresión numérica del relieve. Con base en las montañas Alpinas se elaboraron diferentes índices numéricos, las alturas medias (de cumbres y collados), el índice de indentación, el índice de aireación (o vaciamiento).
La prominencia es la diferencia de altitud entre la cima y el collado mas alto que la une a la montaña mas alta mas próxima.
Este número intentaría determinar la “importancia subjetiva” de una montaña (Roger Coque. Geomorfología, pag. 434 y siguientes), en parte porque también se puede visualizar como la cantidad de metros que deberían ascenderse desde aquel collado alto.
En la mayoría de los cordones montañosos conocer el índice de prominencia de una montaña da buenos resultados para tener una noción de importancia: grandes prominencias son características de las mas montañas mas apetecibles para los montañistas. En la zona que nos ocupa – especialmente en el sector Ojos del Salado – Cazadero - la complejidad de la topografía hace tambalear esas nociones: solo desde alguna cima se podrá apreciar la verdadera importancia altitudinal del Ojos del Salado y de su socio, el Cazadero – Walter Penck.
Dentro de estas pautas, John Biggar aplica un criterio de 400 metros de altura de reascenso para considerar a un pico dentro de su listado de picos de 6000 metros en los Andes, resultando los primeros ocho lugares dentro de esa pauta.
MONTAÑA | ALTITUD ABSOLUTA | PROMINENCIA | |
1 | Vn. Ojos del Salado | 6879 m | 3688 * |
2 | Vn. Tres Quebradas o Los Patos | 6239 m | (1514) |
3 | Nevado Tres Cruces | 6748 m | (1418)* |
4 | Co. Solo | 6205 m | (690) |
5 | Vn. Cazadero – Walter Penck | 6658m | (630) |
6 | Co. Chulo Bayo | (5895m) IGM 5890 m | (565) |
7 | Co. Puntiagudo y Lamas | 5960 m | (550) |
8 | Las Yamilas (cumbre principal ) | 5124 m | (503) |
9 | Vn. Laguna Corral | (5720m) | (273) |
10 | Co. de las Chullpas | (5880m) IGM 5898 m | (220) |
11 | N/D Sierra Negra | (6449m) | (167) |
12 | Co. los Arrieros | (5860m) | (158) |
13 | Co. de los Grillos | 5.768 m | (61 m) |
(*)El cerro mas alto con el que se referencia no aparece a la vista por lo que no tiene significación subjetiva para el observador Alturas entre paréntesis son solo estimadas Se han respetado las altitudes de la carta topográfica 1:100.000 del IGM excepto en los cerros Chulo Bayo y de las Chullpas.- |
Continuará….
Fuentes:
- La expedición Polaca 1937 en la zona del cerro Ojos del Salado, Revista Andina. Osiescki, E.
- Región Ojos del Salado: una geografía ausente en la bibliografía, Bravo Claudio.
- Expedición CAT 88 a la Región del Ojos del Salado. Boletín nro. IV 1989 Club Andino Tucumán.Claudio Fernando Bravo.
- Los Andes. Biggar John
- Olmedo, Santiago. El Cóndor Cordillerano. Catamarca, 2003.
- Curso de geografía Física. C.P. Patton, C.S. Alexander, F.L. Kramer.
- Geomorfología. Roger Coque
- Geomorfología. Mateo Gutiérrez Elorza.
- Geomorfología. Gerges Viers.
- Geomorfología. Max Derruau.
- Pagina Grupo Rosarino de Actividades de Montaña. (www.gram.com.ar/catamarca/catamarcadef.html)
- Pagina Grupo de Estudios y Seguimientos de Volcanes Activos. (www.gesva.gl.fcen.uba.ar/grupo.htm)
- Datos y fotografías expediciones 1/2000, 8/2001, 4/2004, 3/2006, 3/2007, 3/2008, 11/2010, 3/2011, 11/2011, 3/2012.
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