Capacitaciones · Eventos educativos

"Mujer Montaña", un proyecto sudamericano

Un desafío que han elegido distintas mujeres de sudamérica Primera Parte

Griselda Moreno

Edición: CCAM



- Por Griselda Moreno -
Perteneciente al Makalu Team

Fotos: Griselda Moreno, Mariela del Valle Flores y Lixaida Vasquez


 


Integrantes: Denys Sanjines (Bolivia, Andean Secrets),  Gri Moreno (Argentina, Makalu Team), Lixayda Vasquez (Peru, Andean Destination),   Anee Bialek (Francia, Thaki Vogajes), Mercedes Lopez ( Cam – Argentina), Mariela del Valle Flores (Cam - Argentina), Helen Turpaud (Argentina).

Leía la historia de Annie Peck (1850-1935) una montañista aventurera americana, y pensaba si  ella en ese entonces no sentía la soledad de su género en su vida.  Las páginas de su historia se tiñen de agallas y ambiciones. De una inteligencia destacada se graduó con honores en leyes, en lenguas clásicas y fue profesora de arqueología y latín. Viajera apasionada, también incursionó en la aviación y fue una fuerte militante feminista.  Subió diferentes montañas alrededor del mundo, pero puso sus ojos en un desafío único, ser la primera mujer en ascender el pico más alto de Perú: El Nevado de Huascarán de 6.746 metros.
 

Integrantes del Proyecto Mujer en una explanada antes de la cumbre del Huayna Potosi

En 1908 cuando Annie tenía 58 años, encabezó la primera expedición que llegaría con éxito al pico norte de este Nevado a más de 6.500 metros, marcando en ese entonces, el record de ascensión femenina en el hemisferio occidental. Los medios escritos de su tiempo, le dieron el apodo de “dama de los glaciares y de los montes”.

Historias como la de Annie, llevan a pensar en esas mujeres de siglos pasados, que se guardaron sus talentos, inteligencias, ilusiones, y se quedaron  limitadas y confinadas a  una vida casi armada, casi pensada por otros. Había que ser renegada, mirada, señalada para marcar la diferencia rompiendo los moldes propuestos por las épocas que perfilaban los comportamientos del género. Había que ser Annie Peck, Alexander David Neel y tantas otras y proyectarse más allá de los muros que la sociedad les imponía. Cuantos sueños simplemente murieron sin quisiera intentarse, sin siquiera expresarse, pero por fortuna hubo algunos sueños que se levantaron en lucha, que pudieron cumplirse y que sembraron el camino de las capacidades y reconocimientos femeninos que hoy tenemos.

Historias como ésta, nos hacen replantearnos como mujeres en nuestro tiempo y sin dejar de mirar atrás, mirar hacia adelante pensando en eso que como seres humanos podemos aportar a la sociedad. Luego de tantos años caminando las montañas, compartiendo experiencias, emocionándome en las cimas con puras barbas y sobre todo aprendiendo paso a paso esta actividad en el marco de expediciones masculinas, pensaba que ya no había necesidad de la soledad del genero, porque ahora era otro tiempo, y podíamos ser cada vez más  para compartir el maravilloso escenario  de la montaña y enfrentar por nosotras mismas  los desafíos que nos brindan las altas cumbres.

Paisaje del entorno de la localidad de las Peñas, Bolivia

Almuerzo comunitario en la Localidad Peñas, Bolivia

Por suerte desde hace una buena parte de tiempo hasta hoy, mujeres de distintos países de Sudamérica, (actualmente el ámbito geográfico que nos interesa trabajar con Mujer Montaña) han tomado la iniciativa de primeras ascensiones, primeras expediciones femeninas a ciertas montañas, tanto en los Andes como en los Himalaya. Sobre todo, Argentina y Chile vienen dejando una impronta importante en el ámbito de la escalada y el montañismo. Quizás, el corredor andino Bolivia, Perú y Ecuador, por las mismas características de países que aún funcionan con un marcado machismo, esto les esté costando más a las mujeres, pero solo costando un poco más. 
 

Mujer Montaña, es nada más y nada menos que una propuesta que aspira a promover la práctica de alta montaña y los deportes de aventura en mujeres sudamericanas.
 

Mujer Montaña es un proyecto de identidad binacional. Tiene su antecedente en la primera expedición femenina al Nevado de Cachi, Salta, Argentina, expedición que organice y lideré  y que llevó  a mujeres de diferentes décadas generacionales a ascender en octubre de 2012 la emblemática montaña calchaquí, con la ilusión de motivar al género a iniciativas semejantes sin importar el momento de la vida que estuvieran transitando.  A partir de esta iniciativa,  nace la continuidad del proyecto y se extiende geográficamente a Sudamérica. Esta vez, una propuesta que pensamos junto a mi amiga Denys Sanjinés, una de las más experimentadas y reconocidas montañistas y escaladoras de Bolivia.

Ruta abierta "Mujer Montaña" 7a en Peñas, Bolivia

Denys examinado la nueva ruta abierta en Peñas llamada "Mujer Montaña"

Mi amiga Denys es una mujer atípica para su país. Es pequeñita en su envase, pero muy grande en su corazón y en sus ambiciones. Siempre quiso ser bombera, tenía las condiciones físicas para superar cualquier maniobra, cualquier actividad de esfuerzo que se le pusiera adelante, pero el mundo de los bomberos no es para mujeres  y a pesar de que superaba en capacidades a muchos de sus compañeros, nunca pudo ser una bombera oficial. Algo parecido le sucedió cuando comenzó con el montañismo,  algunas envidias la hicieron sufrir, luchar más de cuenta, estar siempre a la defensiva, aprendiendo con tensiones, y quizás viviendo la soledad del genero, porque no.  Y si, su historia en el montañismo es distinta a la mía, donde no obstante de haber convivido muchas veces con meros hombres en la montaña, jamás me hicieron sentir menos por ser mujer y jamás pusieron piedras en mi camino para no dejarme avanzar. Quizás, por lo triste e injusto que me resultaron algunas cosas que me contó Denys, decidimos que la primera edición de este proyecto fuera en su país, en Bolivia y que fuera su propia voz, su propio cuerpo, el protagonista de una manera distinta de sentir y compartir la montaña.

El 4 de Junio del 2013 llevamos a cabo la conferencia de apertura del proyecto Mujer Montaña y su primera edición con epicentro en diferentes montañas bolivianas. No se trataría de una expedición femenina a una montaña específica, sino que sería un encuentro-expedición que duraría unas 4 semanas.  Estábamos entusiasmadas, solo sentíamos  la alegría de esta iniciativa y la posibilidad de que mujeres bolivianas se animen a las actividades en ámbitos de escalada y montaña. (Leer Objetivos generales y específicos del proyecto aquí: https://www.facebook.com/MujerMontana/info).

Rapel en Peñas, técnicas de autorescate

Mariela del Valle Flores escalando en Peñas


Decidimos dividir este 1er Encuentro - Expedición en 4 Etapas

1ª Etapa: Aclimatación. Actividades de escalada en roca en la localidad de Peñas. Apertura de una ruta, la cual será nombrada la vía “Mujer Montaña”. Convivencia con la gente de Peñas.
 

2ª Etapa: Circulo Glacial de Condoriri. Rutas: Normal del Alpamayo chico, directa del Alpamayo chico, Ala derecha del Condoriri,  Cabeza del Cóndor. Ala Izquierda del Condoriri. Curso primeros pasos en glaciar a un grupo de mujeres principiantes. Ascenso al Pico Tarija.
 

3ª Etapa: Nevado Huayna Potosi (6.080msnm) Rutas normal y francesa.
 

4ta Etapa: Nevado de Illimani: Primera Integral femenina. Ruta normal del Illimani.
 

Por supuesto, cada una de estas etapas estaría supeditada a las condiciones del clima. Si hay algo que no podemos torcer por más que el corazón quiera todo lo contrario, con las inclemencias climáticas, sobre todo, los cambios intempestivos que muchas veces te llevan a abortar el camino a la cima, cuando se está 100 metros de ella.

Revisión y preparación del equipo en el campamento base, Condoriri

Camino en ascenso por el Glaciar Condoriri rumbo al Pico Tarija y al pequeño Alpamayo

Griselda Moreno en ascenso al refugio del Huayna Potosi


Primera Etapa

Peñas está impregnada del amor del Padre Topio. Un italiano que vive en esta parte del mundo desde hace años, volcando el amor y el respeto por la naturaleza, viviendo una vida sencilla, junto a quienes necesitan de cariño y contención.  El padre, quien también es un apasionado de la montaña,  supo de nuestro proyecto y no dudó en apoyarnos y ofrecer las instalaciones de su hogar en Peñas para que pudiéramos llevar adelante la primera parte de este proyecto.

Peñas está solo a una hora y media de la ciudad de La Paz camino al lago Titicaca. De fácil acceso y con gran potencial de escalada, dicen, es parecido al Hatun Machay de Huaraz, en el país vecino, Perú. Descubrimos en ese hermoso paraje un bloque al que llamamos “Yakilo” (por los pajaritos que habitan el lugar), un bloque grande con posibilidades de abrir varias rutas. Esta localizado en el Valle de Colegio, detrás de la ruta del “techo del topio”. Inmediatamente al final de esta ruta hay una rampa rocosa que lleva directo a la base del bloque y de ahí se levanta imponente una extra-plomado de 25 metros. Rodeado de palestras de todo tipo e inclinaciones. Cuenta con la ventaja de estar ubicado en un círculo rocoso que podría oficiar como un cómodo campamento base y desde donde fácilmente podemos cruzar al otro valle para explorar otras rutas.

Estuvimos tres días en Peñas, realizando actividades de escalada en roca y propusimos la apertura de esta nueva ruta a la cual llamamos Mujer Montaña. En esta etapa además de repasar conocimientos básicos de escalada e iniciar el periodo de aclimatación para las etapas sucesivas, vivimos  jornadas hermosas al compartir con la gente local almuerzos  comunitarios, cantos y bailes tradicionales. El cariño recibido fue tan sincero y mágico, que se transformó en la pócima hecha canción del resto de este encuentro.

A pocos metros de la cima del Pico Tarija. Cordada por el Circulo Glaciar Condoriri

Mirando el pequeño Alpamayo desde la cima del Pico Tarija
 


Segunda Etapa

Ocho días estaban destinados a permanecer en el Circulo Glaciar de Condoriri. La camioneta del Padre Topio nos acercó hasta el puesto donde comenzar a caminar para llegar al campamento base de Condoriri. Las reservas de comida eran bastantes.

La primera cima del proyecto fue el  Pequeño Alpamayo,  un hermoso pico de 5.400mts. Lo ascendimos por el Filo Sur-Oeste con una inclinación de 45-55° en los últimos 250mtetros. Para llegar a este pico es necesario pasar por la cumbre del Pico Tarija de 5.300mts, realizar un vertiginoso descenso rocoso (a veces con hielo)  y luego encarar la  maravillosa estética de las laderas  del Pequeño Alpamayo.
 

El clima fue empeorando a medida que pasaban los días, nevaba copioso, lo que no permitía hacer muchas cosas. Las expediciones que compartían el campamento base con nosotras, muchas de ellas numerosas y extrajeras, estaban estancadas por la nieve, nadie quería arriesgar salir, las grietas se habían cubierto  y  los ascensos eran peligrosos. La única posibilidad era el Pico  Austria de 5.340mts y no todos se le animaban, nosotras sí.

Silueteo a la cumbre del Pequeño Alpamayo

Mercedes, Gri y Helen en ascenso al Huayna Potosi. Amanece

Camino rumbo al campamento de altura de la Cabeza del Cóndor

Sin embargo antes de que el clima se malograra del todo, hicimos un intento a la Cabeza del Cóndor, punto máximo del Circulo Glaciar Condoriri (5600mts) con un nivel técnico difícil. El clima nos permitió ascender la canaleta casi completa con una inclinación de 70 grados entre nieve, hielo y roca. Pero su cima no nos fue posible, la visibilidad de tornó nula, el clima amenazante y la retirada fue inminente.
 

Cómo parte de esta II etapa, y en nuestra intensión de hacer escuela de nuestros conocimientos, brindamos  un curso básico de primeros pasos en glaciar y equipo indispensable a un grupo de jóvenes entre mujeres y hombres que deseaban introducirse a la actividad. El curso se cerraba con el ascenso al Pico Tarija desde la madrugada. Los primeros pasos en glaciar de estos y estas aspirantes fueron bien profundos, el ascenso fue con nieve hasta las rodillas, las continuas nevadas habían borrados las huellas.  Una  valiosa experiencia, para saber que muchas veces la montaña dispone.
 

Las dos primeras etapas nos prepararon para afrontar las dos que seguían, no solo en el sentido de aclimatar a la altura y esfuerzo de nuestros cuerpos, sino también como grupo, en el sentido de la convivencia, del compañerismo, de la complicidad y sobre todo de la amistad que impone el compartir valiosas experiencias en las montañas.

Vista de Cabeza de Condor

Escalando por la canaleta en Cabeza del Condor

Ascenso con el grupo al Pico Tarija

Ascenso al Pico Tarija

En el Pico Tarija

En la cumbre del Huayna Potosi. Proyecto Mujer Montaña

Video:

Primera y Segunda etapa del Proyecto Mujer Montaña, Bolivia 2013

 

 



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