Los alumnos de la Escuela de Montaña puneña lograron escalar con éxito sus primeros 6.000 metros
Noticia publicada el 06/04/2013 -
Son alumnos de la escuela de Montaña inaugurada en 2012 en la puna salteña.
De las montañas siempre se aprende. Ellas enseñan el valor de la existencia. Muestran que son más que moles de roca y nieve. La historia humana palpita en ellas. Tal vez por eso la vocación de escalar es tan profunda y el sueño de la cumbre es un intento reiterado y vital. Acaso sea un embrujo el intento de volver una y otra vez a respirar el aire enrarecido de las alturas, a caminar en silencio, abrazar la soledad y medir el infinito.
Ana, de 18 años; Mariana, de 15; Paulo, de 16; Yanina, de 18 y Matías, de 17, vivieron la emoción de hacer cumbre en el la sagrada montaña Quewar. Son alumnos de la Escuela de Alta Montaña de san Antonio de los Cobres, fundada en agosto del año pasado, y lograron sus primeros 6.000 metros. Ascendieron con la guía de su instructor Jaime Soriano y el apoyo de los montañistas Mariela del Valle Flores, Alejandro Díaz Patrón y Mercedes López.
Caminaron a la vera de arroyos, bebieron agua de las vegas con hierbas aromáticas de la puna, observaron la fauna de altura, soportaron vientos helados y muchos grados bajo cero para besar la cima del emblemático Quewar luego de tres días de escaladas y campamentos a los 4.400 y 5.100 metros.
Escalar convoca extrañas sensaciones que trascienden la ascensión en sí misma. Dicen los que saben que hay que subir y llegar para encontrar emociones que yacen dormidas al pie de la montaña.
“La escuelita se creó en agosto del año pasado en San Antonio y vino a llenar muchos espacios en la vida de los chicos de esta zona. Los contiene y generar valiosos vínculos entre ellos. Se nota un nuevo espíritu solidario en la comunidad. Veo un gran crecimiento personal de los chicos que al aprender a escalar incorporan los valores y la ética del montañismo”, contó Mercedes López.
Jaime Soriano es el impulsor y el instructor estable de la escuela de montañismo que cuenta con el apoyo permanente de la Municipalidad de San Antonio y con el auspicio de mineras instaladas en la región. Soriano, con 30 años, ya tiene en su haber 17 cumbres en el Aconcagua, y trabajó en ese parque provincial mendocino adquiriendo invaluable experiencia. El otro maestro es el experimentado montañista Matías Rangeón. Ellos planearon este sueño que se hizo realidad y capacita a los chicos de San Antonio para poder ser guías de montaña en el futuro.
Mercedes López comentó que “por ahora la escuela tiene 17 alumnos. Son chicos de 8 a 19 años y se reúnen en la palestra (muro artificial de práctica) los viernes y sábados. Durante la semana practican mucho porque el montañismo es una pasión. Están muy entusiasmados porque esta escuela vino a cubrir una gran necesidad en la zona”.
Los alumnos de esta escuela ya lograron hacer Cumbre Blanca en el Acay, a 5.600 m; el Macón en Tolar Grande, y ahora el volcán Quewar, de más 6.000 metros.
“El cambio de los chicos es increíble. Las familias los apoyan y se comprometen en sus sueños de cumbres. Hay una revalorización de los chicos y eso no tiene precio. El proyecto es ambicioso pero por ahora queremos ver crecer a la escuela de San Antonio que es un bien preciado para toda la comunidad”, aseguró Mercedes.
La escuela de San Antonio es un modelo para imitar, única en su tipo en la Argentina. Tienen algunas carencias que con mucho sacrificio, superan. Quienes deseen colaborar con este proyecto donando bolsas de dormir, botas de escalar y equipos nuevos o usados, podrán contactarse con Jaime Soriano al 0387-155187870 o con Mercedes al 0387-155851041.
Fuente: www.eltribuno.info
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