Historia · Personajes

El misterio de la piqueta de Hans Ulrich Rudel

Este controvertido personaje, famoso piloto alemán de la segunda guerra mundial, vivió en la argentina en Villa Carlos Paz en la provincia de Córdoba entre 1948 a 1956, cuando el presidente Perón fabrico el legendario avión argentino a reacción Pulqui II

Enrique Bolsi

Edición: CCAM




Allá por el año 1978, caminando por una de las veredas de la Villa de Carlos Paz, y en uno de sus jardines veo a un conocido amigo, Cacho Iovane, realizando trabajos de jardinería con un piolet de grandes dimensiones, mango de madera, pico recto y largo, sin lugar a dudas muy antiguo. Me llamó tanto la atención que le consulté, “ Cacho si te traigo una zapa mas cómoda para este trabajo me la cambiarías? “ Fue rápida y afirmativa su respuesta.

Hans Rudel en la cima del Llullaillaco, Salta


A partir de ese momento use  ese piolet, sin interesarme de su procedencia,  me valía de el para determinados usos, piolet-bastón y piolet-ancla, entre otros. Solo unos pocos años después, tal vez seis,  cuando pude conseguir herramientas más modernas, el viejo piolet de madera fue a parar a la parte superior de la chimenea de la  casa, como decoración y, a decir  verdad quedó excelente.

Pasó el tiempo, diría muchos años…….y en el 2007 nos vamos al volcán Llullaiyaco con unos amigos a disfrutar de ese hermoso lugar con tanta historia, en gran parte todavía oculta.

A nuestro regreso a la ciudad de Salta, fuimos a visitar el MAAM ( Museo de Arqueología de Alta Montaña ) invitados por nuestro amigo Christian Vitry En la primera sala del museo están expuestos varios elemento del montañismo, explicando esa relación con los hallazgos casuales de la arqueología de alta montaña, allí pude ver en  un viejo diario ( década del 50 ) cuyo titulo decía “ Al asalto del Llullayaco, que  se descubrieron ruinas incaicas a casi 7.000 mts de altura “. Esto me sorprendió y  pude ver que, entre varias otras personas  ,figuraba  Hans U. Rudel, cuyo nombre me era conocido, de inmediato tuve la seguridad que mi amigo Eldor Bertorelo conocería la historia de este hombre y su paso por Carlos Paz.

Hans Rudel en el campamento durante el ascenso al Llullaillaco, Salta

 

Dainz, compañero de Hans Rudel en el Llullaillaco, Salta


Hans U. Rudel  llega a  Villa Carlos Paz

Se radico  en la Villa entre 1948-1956, llego acompañado del profesor Kart Tank (este construyó la maquinaria del reloj Cu-Cu de la Villa) ambos con el objetivo de desempeñarse en la fabrica militar de aviones de Córdoba como piloto de pruebas del Pulqui ll. Aunque  solo me interesaba conocer su faz deportiva, me parece importante mencionar unas pocas líneas lo que pude conocer  sobre su actuación en la Segunda Guerra Mundial, en donde intervino  con el grado de Coronel. Su  trayectoria militar tuvo características de heroicas, con 2.530 misiones de vuelo realizadas  con los famosos Stukas, destruyó 519 tanques rusos, 18 en un solo día (ya que había descubierto que atacándolos por la parte trasera con cañones de 37mm se los destruía fácilmente), hundió tres buques de guerra y  fue el primer piloto que hundió un acorazado sin ayuda (buque soviético Marat).

Fue derribado varias veces y herido en cinco oportunidades, en una de ellas (la más importante el 9 de abril de 1945) una esquirla del fuego antiaéreo impacta en su muslo derecho, perdiendo parte de la pierna por debajo de la rodilla, lo que no fue impedimento para que luego de colocársele una prótesis siguiera en combate, su cabeza tenía un precio muy importante.

Hans Rudel en su casa de Villa Carlos Paz, Córdoba

 

Hans Rudel tirandose a nadar desde el puente carretero, Lago San Roque, Carlos Paz


El Piolet

Prosigo ahora  con este relato  ya que  cada vez que miraba el piolet colgado en mi chimenea me intrigaba más y más su posible origen.

Sabía que estaba cerca de develar esta incógnita y fue así como, a principios del 2010 me vuelvo a encontrar de casualidad con Cacho Iovane (ya muy mayor ), aquel que me lo había entregado a cambio de una zapita para jardín, la charla fue así “ Cacho te acuerdas de aquella piqueta que me cambiaste hace años, Respuesta : si me acuerdo, Pregunta : sabes de quien era ¿ Respuesta : no, hace tanto tiempo, solo puedo decirte que mi madre le limpiaba la casa donde vivía el dueño, frente a la terminal de micros, ah… algo importante y lo único que recuerdo es que  le faltaba la pierna derecha ¡!! Pregunta: Cacho su nombre no sería Hans Rudel? Respuesta: Si !ese, ese era el nombre….!! Mi sorpresa fue tremenda.

Vuelvo a casa y tomo el piolet en mis manos, no lo podía creer, acaricio el mango de madera cuyo largo era de 84cm. y de tanto mirarlo noto unas pequeñas letras y escuditos al costado del pico, solo visibles con una potente lupa, le coloco un poco de desoxidante y aparece un nombre “P. Aschenbrenner “ (más adelante haré una aclaración sobre esto.)

Después de tanto preguntar por la Villa pude cerrar varios círculos pude conocer algo sobre  la historia social y deportiva de Hans U. Rudel que es lo que me interesaba.

Piolet utilizado por Hans Rudel en el Llullaillaco

 

Piolet utilizado por Hans Rudel. Vitrina del MAAM en el museo de Salta

 

Enrique Bolsi con la piqueta de Hans Rudel


Su vida en Carlos Paz

Su llegada por Villa Carlos Paz comienza a mediados de 1948, fijó su lugar de residencia frente a la actual terminal de ómnibus sobre la calle Alvear ( chalet Mary), sobre la vereda hay dos faroles cuya protección son crampones de diez puntas soldados entre si con las puntas hacia afuera, lo que es una huella de su paso por esa vivienda, Además  era poseedor de un perro Bull Dog, el primero de esa raza en ser visto en el pueblo, y para sus movimientos contaba con una moto BMW”guerrera” y un automóvil Ford modelo 40. Curiosamente, a  pesar de su pierna ortopédica, pasó a desempeñarse en la fábrica militar de aviones como piloto de pruebas de los famosos Pulqui II.

La faz deportiva de Rudel ocupaba un espacio muy importante en su vida, hablando con varios vecinos de la villa me entero que además de ser piloto de aviones, en épocas de verano, cuando venían esas tremendas crecientes del rio San Antonio, se sacaba la prótesis de la pierna y se lanzaba al agua desde lo alto del puente carretero. Fue asiduo visitante del pueblito de La Cumbrecita, jóvenes del lugar lo seguían hasta la llamada “cascada grande “y desde lo alto (aprox. 14 mts ) se tiraba a las profundidades de la olla.

Otra actividad fue el tenis que lo practicaba asiduamente con el padre de una vecina del pueblo.

Entre el año 1948 y 1956 que estuvo por Villa Carlos Paz, realizaba permanentes viajes a Bariloche para esquiar y competir en pruebas de descenso, practicar montañismo con socios del Club Andino Bariloche.

Su pasión fue la montaña,y hasta  logré conseguir en Alemania una foto de Rudel escalando en roca por Los Gigantes! Además de su actividad en el volcán Llullaiyaco (lo asciende en dos oportunidades), también ascendió  el Aconcagua. La última vez que estuvo por V. Carlos Paz fue en 1978 (para el mundial de futbol) visitando a sus viejos amigos, tenia una cita que lo hizo famoso “perdidos son solamente los que se abandonan “. Fallece unos años después,  en 1982, en Alemania.

Libro Stuhas y Andes, cuyo autor fue Hans Rudel

 

Construcciones incaicas en el Llullaillaco, Hans Rudel, Salta


La donación

Mi pregunta era, después de todo lo que había averiguado,  que hacer con el piolet. ¿Era positivo  que yo lo tuviera en mi casa? Entonces, habiendo comprobado que  tenía una relación histórica y directa con el volcán Llullaiyaco, (fue el primero que informa de construcciones incas en su cumbre) y  que el dueño del piolet había sido Hans U. Rudel, decidí donarlo al MAAM (Museo de Arqueología de Alta Montaña) a través de Christian Vitry. Es así como, a mediados del 2010, a mi regreso del Nevado de Chañi, me reúno con Christian en la estación de peaje de ingreso a la ciudad de Salta y,  allí, se lo entrego en sus manos. Vitry,luego de una hermosa charla, me obsequia un hermoso libro de bolsillo del volcán sagrado de los Incas. Hoy el piolet está en una de las vitrinas de ese  excelente museo y el libro artesanal en mi biblioteca.

Me quedaba una sola duda, el nombre que figuraba en el piolet era el de P. Aschenbrenner, quién era? la respuesta la pude corroborar en Alemania, “Peter Aschenbrenner “nació en Ebbs, Tirol, el 6 de mayo de 1902, fue guía de montaña de la localidad de Kufstein, un personaje histórico del alpinismo alemán-austriaco con innumerables escaladas, fue compañero de Willy Merkl en las expediciones de 1932 y de 1934 al Nanga Parbat, tan trágicas para el montañismo alemán.  Fue jefe de los escaladores de la expedición alemana al Nanga Parbat de 1953 donde Hermann Buhl hace cumbre en solitario y  primera ascensión. Fue en 1930 cuando P. Aschenbrenner diseña y fabrica el piolet de esta historia cuyo nombre era “Aschenbrenner Eispickel “de 84cm. de alto. Aschenbrenner fallece el 25 de enero de 1998 a los 96 años.

De esta manera, pude cerrar la historia de un antiguo  piolet que permaneció entre mis manos durante varios años.

Carta de agradecimiento a Enrique Bolsi por la donación del piolet de Hans Rudel al Museo de Salta MAAM

 

Enrique Bolsi con la piqueta de Hans Rudel


Hans-Ulrich Rudel

(nace en 2 de julio de 1916 y fallece el 18 de diciembre de 1982)
Era hijo de un pastor protestante de la Alta Silesia (Polonia) pasando su juventud en varias poblaciones de dicha región. Tenía dos hermanas. Desde temprana edad desarrolló gusto por los deportes y el montañismo. Aunque su padre deseaba para él una carrera profesional, comenzó a perfeccionarse en educación física hasta la entrada de Alemania en la Segunda Guerra Mundial. En sus tiempos libres practicaba el deporte y paseaba en motocicleta. Llegó a competir en el decatlón y a ser instructor de deportes. Sus calificaciones escolares eran deficientes, pues su único interés radicaba en la actividad deportiva, donde logró excelentes rendimientos y un notable estado físico que, posteriormente, en más de una ocasión le ayudaría a salvar la vida. Cuando ascendió al poder el partido nazi se adhirió a las Juventudes Hitlerianas.

Hans Rudel. Foto: www.guntherprienmilitaria.com.mx


Su vida después de la guerra

La ocupación soviética de Alemania obligó a Rudel y su escuadrilla a entregarse a los estadounidenses, quienes lo recibieron bien y gozó del reconocimiento de su fama. Fue trasladado a un campo de oficiales de alto rango en Inglaterra, donde convaleció de sus dolencias en el muñón de la pierna amputada.

Interrogado por los aliados, se le mostraron pruebas fotográficas del exterminio judío, declarando desconocer los alcances de esa situación y se defendió comparando estas masacres con los bombardeos efectuados por británicos y norteamericanos con bombas de fósforo sobre Dresde y Colonia. A diferencia de otros militares, Rudel se mantuvo firme en su ideología nazi, incluso después de revelarse los crímenes del Holocausto del régimen de Hitler.

No se le encontró culpable de crímenes de guerra ni de lesa humanidad, a pesar de las solicitudes de extradición por parte de la Unión Soviética, fue liberado en 1948 y regresó a Alemania. Escribió el libro "Piloto de Stuka - 2.500 vuelos contra el bolchevismo", donde relata sus experiencias durante la guerra, en particular sus expediciones en el Frente Ruso.

El lema de su vida fue: "Verloren ist nur, wer sich selbst aufgibt" ("Solamente está perdido, el que se da por vencido").

Hans Rudel y Juan Domingo Perón en 1974


Se divorció de su esposa en 1950, con la que tuvo dos hijos. Estuvo algunos años (1948-1956) en la Argentina, junto a otros ases de Alemania, tales como Adolf Galland, pero su marcado pensamiento pro nazi lo hicieron impopular entre sus pares, quienes terminaron por mantener cierta distancia. Entre sus negocios estaba la representación de la compañía Mengele, y advirtió que incluso ayudó a escapar al fugitivo Josef Mengele hacia Paraguay. Rudel asesoró a la Fuerza Aérea Argentina, siendo muy cercano al presidente Perón y desde esta posición cumplió un rol clave acercando a ex-dirigentes nazis a las altas esferas del poder en Argentina, Paraguay y Brasil.

Escaló el Aconcagua y otras alturas andinas un par de veces a pesar de su pierna ortopédica. En 1953 escaló el Llullaillaco, descubriendo por primera vez el Santuario de Altura inca cerca de su cumbre.

Luego viajó de regreso a Alemania, donde se dedicó a la industria y tuvo alguna participación en política intentando hacer renacer el nacional-socialismo sin éxito. Falleció en Rosenheim a la edad de 66 años, sin renegar nunca de sus convicciones políticas y su filiación nazi, defendiendo sus ideales de patriota, la causa de Hitler a quien consideró un auténtico líder.

Hans Rudel escalando en Los Gigantes, Córdoba

Videos:
Pulqui II diseñado por Kurt Tank

 

Hans Ulrich Rudel como piloto de la fuerza aérea alemana

 

 


 







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