Historia · Montañismo en Argentina

Una historia secreta

Está detenida en la Alcaidía Penal de Tribunales en Buenos Aires, acusada de drogar y asaltar a un ferretero, se presentaba como montañista, rescatista, periodista, educadora canina y bombera

Edición: CCAM



Noticia publicada el  15/12/2019 -

 

En el Centro Cultural Argentino de Montaña  conocimos a Cristina Ares en el año 2012 cuando participamos en el Proyecto Escuelitas y Comunidades de Frontera, el cual  nació como un evento público en Facebook, a partir de la iniciativa de Roberto Kapelist y de  ella, con la propuesta de conseguir donaciones a escuelas rurales.

En Agosto de 2012, cerca del Volcán Domuyo en la cordillera del viento se encuentra en el departamento de Chos Malal la escuela número 310 de Cochico en la provincia de Neuquén y fue allí a donde  se donaron 2 toneladas de alimentos, ropa, útiles escolares y juguetes que se obtuvieron de la colaboración de centenares de personas. En esa oportunidad acompañamos la iniciativa solidaria y publicamos en nuestra Revista Digital de Montaña la noticia (Ver articulo: El CCAM colaboró en el Proyecto Escuelitas y Comunidades de Frontera).

 

Cristina Ares en una entrevista radial en Cochico, Chos Malal, Neuquén. Julio de 2012


En este año  2019 nos volvimos a encontrar con otro proyecto organizado también desde Facebook por ella desde un grupo llamado Montañas Solidarias, el cual realizo dos conferencias, una con el fotógrafo Gustavo Cherro en el Centro Asturiano y la otra con  el arqueólogo y montañista Cristian Vitry en la Casa de Salta. Por lo que se nos dijo que este  grupo supuestamente tenía el propósito de ayudar a la gente necesitada de las zonas de montañas de nuestro país.

Fue sorprendente tomar conocimiento de otros  aspectos de la vida de esta persona con quien mantuvimos esporádicos contactos relacionados con temas de solidaridad, los cuales, a decir verdad, los organizó  exitosamente.

A modo de metáfora… en la montaña como en la vida hay ocasiones en que elegimos por lo que vemos y así decidimos que ruta tomar y hay también otros momentos en que percibimos lo que no se ve, percibimos señales que nos indican imperceptiblemente el camino, lo importante es creer en las dos maneras de “ver”, de esa manera estaremos en el camino del medio.

Será ahora la justicia la que determine su futuro frente a los hechos que son de público conocimiento.

 

Cristina Ares, durante la conferencia del fotógrafo Gustavo Cherro para el grupo Montañas Solidarias.
Foto: Natalia Fernández Juárez

 

Conferencia del fotógrafo Gustavo Cherro para el grupo Montañas Solidarias. Foto: Natalia Fernández Juárez

 


Su historia secreta

Por Leonardo Nieva - Editorial Perfil

Haciendo lo que amo”. Cristina Ares (47) aparece en una foto rodeada de niños en la salita de un jardín de infantes. En el posteo que hace desde una de sus cuentas de Facebook no aclara en qué institución se encuentra, pero asegura que es “bombera voluntaria” y que forma parte de un programa para nenes que ella misma diseñó. Cristina es la mujer que fue detenida, acusada de ser la “viuda negra”sedujo, durmió y despojó de sus ahorros a un ferretero de 71 años, en el barrio porteño de Parque Patricios. En su casa de la calle Lavardén la Policía de la Ciudad de Buenos Aires recuperó el dinero que le robó al comerciante ($ 300 mil y US$ 30 mil), pero también halló cerca de un millón y medio de pesos más, precintos de plástico como el que utilizó para inmovilizar a su última víctima, una pistola Bersa calibre 22 y ocho municiones. Los investigadores sospechan que esta mujer habría asaltado a otras personas más, aunque por el momento no recibieron nuevas denuncias. A Cristina Ares la conocen como “Tini”, aunque ella se hace llamar “la hija de la roca”, por su pasión por el montañismo, una de sus tantas facetas

Actualmente se encuentra detenida en la Alcaidía Penal Roberto Pettinato, ubicada en los tribunales de la calle Lavalle, cuenta con un historial de violencia, amenazas y extorsiones. PERFIL contactó a cinco personas que llegaron a formar parte de su círculo más cercano, y que tiempo después terminaron convirtiéndose en víctimas de esta mujer. Los que la conocen coinciden en un punto: es una gran “fabuladora”. “Tini” solía presentarse como periodista y contaba que había trabajado como productora en los canales de noticias C5N y A24, aunque no existe registro real de su actividad profesional. También aseguraba que era adiestradora canina, bombera voluntaria y montañista, pero lo único cierto es que no tenía un trabajo fijo.

Cristina Ares en Cochico, Neuquén. Julio de 2012

 

Cristina Ares en la escuela Nro 310 de Cochico, Chos Malal, Neuquén. Julio de 2012

 

Cristina Ares


Los que la conocen coinciden en un punto: la acusada actúa como una  "gran fabuladora"

En el barrio todos saben quién es porque tuvo conflictos con muchos vecinos. Y cada uno tiene una historia para contar. En el canil del Parque de los Patricios conoció a un grupo de jóvenes con los que entabló una relación de amistad, aunque a la luz de los últimos hechos entienden que el objetivo de “Tini” era otro: ganar su confianza para después chantajearlos. Ardid. Cristina se acercaba a los hombres que estaban en pareja con la intención de seducirlos, aunque luego los extorsionaba con el objetivo de obtener dinero. “Si me pagas 6 mil pesos borro los chats y acá nadie se entera de lo que pasó”, solía decirles a sus potenciales víctimas.   

Para caer bien en el grupo contaba historias increíbles

Por ejemplo, que había sido una de las testigos que participaron del recordado allanamiento al departamento de Cristina Fernández de Kirchner. También repetía que se había casado con un ingeniero naval con el que supuestamente vivió en el exclusivo country de Nordelta, que perdió un embarazo a los seis meses de gestación y hasta que había sido sometida sexualmente por su abuelo, aunque en este caso siempre aclaraba que su mamá nunca le había creído. “Tini” decía que había nacido en Lanús, que tenía dos hermanas, que su familia era propietaria de una empresa de matafuegos, pero que había perdido todo contacto con ellos. “La conocimos en el barrio a la noche, cuando íbamos a pasear a nuestros perros. Al principio nos dijo que era adiestradora y con el correr de las semanas nos hicimos amigos, venía a nuestras casas, se quedaba a comer y hasta traía su ropa para que se la laváramos. Todos los días nos enterábamos de una historia nueva”, cuenta a este diario una de las víctimas.

Conferencia del fotógrafo Gustavo Cherro para el grupo Montañas Solidarias

 

Gustavo Cherro, Guillermo Martin en la Conferencia para el grupo Montañas Solidarias.
La primera de la derecha es Cristina Ares


Cuando estaba en problemas e intentaba recomponer la relación con sus amigos, Cristina elegía victimizarse casi al extremo: por ejemplo, les decía que tenía cáncer, que estaba viajando cada dos días hasta la ciudad de La Plata para hacerse un tratamiento de quimioterapia y que como mucho los médicos le auguraban dos años más de vida. En diciembre del año pasado les contó que viajó por trabajo a Mar del Plata, pero para justificar unos golpes que tenía les dijo que había sido golpeada y violada por un hombre. “Después de lo que pasó con el ferretero, suponemos que fue a robar y que el hombre se dio cuenta, la golpeó y la echó”, especula uno de sus ex amigos.

En octubre pasado agredió a la novia de un joven al que supuestamente había intentado extorsionar. “Sos una cornuda de mierda, te voy a cagar a trompadas. Voy a matar a tu perra, voy a hacer que te quedes sin trabajo. Yo conozco a muchos taxistas y voy a hacer que caguen a palos a tu amigo”, le dijo a la mujer antes de golpearla, según consta en la denuncia policial radicada el 9 de octubre pasado en la comisaría vecinal 4A, la misma que intervino en el caso del ferretero. La víctima manifestó su miedo en la sede policial y hasta dejó registrado por escrito que temía por su integridad física; para ella la atacante era una persona “agresiva y conflictiva”. El tiempo le dio la razón. Cuando supo que Tini había sido detenida, lo primero que sintió fue alivio, aunque al mismo tiempo tomó real dimensión de lo que podía ser capaz Cristina, la “viuda negra” de Parque Patricios, que buscaba amigos para seducirlos y chantajearlos con un claro objetivo: obtener dinero a cualquier precio.

Conferencia del arqueólogo Christian Vitry para el grupo Montañas Solidarias

 

Conferencia del arqueólogo Christian Vitry para el grupo Montañas Solidarias


El extraño vínculo con la víctima

La “viuda negra” vivía a tres cuadras de la casa y el local del ferretero de 71 años que presuntamente drogó y asaltó el pasado sábado 23 de noviembre. No era una simple clienta, aunque él reconoció que solía hacerle algunos arreglos en su domicilio. De hecho, cuando la mujer le roció la cara con gas pimienta, lo durmió e inmovilizó con los precintos de plástico que el hombre había llevado a su casa con sus herramientas para destaparle una cañería. La relación entre ellos no era nueva, según manifiestan allegados a la acusada. Cristina les decía a todos que era su amigo, y hasta tenía confianza como para que otras personas le dejaran algunas cosas en el local. Como por ejemplo, cuando le reclamó a un vecino que le devolviera dos camperas que le había regalado.

“Dejalas en la ferretería que después yo paso a buscarlas”, le propuso. Los investigadores sospechan que ella se le insinuó al comerciante cuando supo del dinero que guardaba. Después apostó a que por pudor el ferretero –quien está casado– no se animara a denunciarla. Para ello lo retuvo en su domicilio entre las 11 de la noche del sábado 23 y las 3 de la madrugada del día siguiente. Como a todos, pensaba chantajearlo. Pero la jugada le salió mal, porque la víctima  le contó a su hija lo que le había pasado y ella lo convenció para que se presentara en la comisaría y desenmascarara a la “viuda negra”.

Por Leonardo Nieva
Editorial Perfil

Conferencia del fotógrafo Gustavo Cherro para el grupo Montañas Solidarias

 







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