Historia · Personajes

Entrevista al escalador Martín Heredia

"La aventura la podés encontrar en cualquier montaña"

La Cachaña

Edición: CCAM



Martin Heredia, contó sus comienzos en la escalada y sus aventuras por estas montañas. También sobre la transformación del deporte en los últimos años, los clavos de Maestri y los nuevos escaladores.

Nota de fecha - 12/2012 -

 

La Cachaña: ¿Cuándo comenzaste a hacer montaña?

Martín Heredia: Llegué al sur en el 1992/93 con mi familia a trabajar. Yo llegué medio fresquito, sin tener mucha idea, pero me gustaba. Nunca había hecho montaña antes. Ya instalado en El Calafate conocí a Diego Batllosera, él no escalaba pero salía mucho a la montaña, era muy entusiasta, así que empecé a salir a caminar con él, montaña, glaciares, sin tener conocimientos, entonces enseguida me junté con la gente del Club Andino.

En temporada trabajábamos, él de guía de turismo y yo en el local de artesanías con mi familia. En invierno, salíamos a la montaña, fuimos al Glaciar Frías, al Buscaini, lugares así… entrando por los valles, muy de principiante, sin equipo, con bombacha de gaucho, camperita, bien argento.

Después, cada tanto nos veníamos a hacer montaña acá en El Chaltén, fuimos a Paso del Viento, en el 95-96 intentamos la Vuelta al hielo, siempre en invierno. Acá ya tenía muchos amigos, los hermanos Schulz, Max O´Dell, Gabriel Falcón. Así comencé.

En el verano del ´97 me vine a vivir acá. Hasta el 2000 fue una etapa de aprendizaje. Escalaba poco, porque todavía en esa época era la escuela antigua, mucho respeto a la montaña, no teníamos los pronósticos meteorológicos que tenemos ahora, era todo un poco más cuidado, como que las escaladas quedaban solo para los gringos con experiencia que venían de afuera.

Después del 2000, después de haber trabajado un par de temporadas como ayudante de guía y porteador, y haber hecho varias Vueltas al Hielo y porteos, y esto que lo otro, hice el curso de guía en el 2001, en Mendoza, Cavihaue. A partir de ahí empecé a escalar de lleno. Me fui a Europa, escalé un poco, las Dolomitas, hice unos trekkings por la zona del Mont Blanc, después me fui a Perú, la cordillera Blanca.

LC: ¿Cuál fue tu primer montaña?

Martin Heredia: El Cerro Solo fue mi primer montaña, siempre había caminado valles, pero nunca una cumbre. Salí solo como a las 2 de la mañana y volví solo, y estaba re contento. Eso habrá sido en el ´98-´99, antes de irme a Europa, y para mi eso ya era un montañón, más yendo solo, que no tenía un compañero con quien compartir ideas o decisiones, eso me ayudó un montón como para afianzarme. En el Co. Solo no se escala tanto, es montañismo clásico, si vas por buen camino, solo caminás, pasás por un glaciar, hay grietas. Hoy por hoy, ya es algo fácil para mi y para muchos, pero en esos años, con esa poca experiencia, para mi fue un desafío. Eso me ayudó y a partir de ahí, es como que arranqué con ese estilo de montaña, medias caminables.

 

Con Matías Villavicencio (el Tibu) hice el Fitz la primera vez (para los dos) en el 2006-07 fuimos por la Franco Argentina, con muy buen clima. El primer intento lo había hecho en el 2004 con Max O´Dell, nos volvimos para colaborar en un par de rescates.

La segunda ascensión la hice en 2009 con Manu Quiroga y Mirko Gianini por la Supercanaleta. Con Manu fuimos guiándo a Mirko, un amigo suizo italiano que iba como cliente. Esa fue mi primer guiada, y creo que última, al Fitz Roy. Fue una experiencia buenísima, aprendí un montón y me di cuenta que es mucho el riesgo, que está bueno, que es algo para aprender, saber lo que es, pero no me interesa. Después he guiado a la Guillaumet, a la aguja de la S, etc.

El Fitz para mi fue la primera que subí, de las grandes, fue la que más veces estuve en la cumbre, así que tengo un cariño muy especial, le fui por tres lados, por la cara Oeste fui dos veces, por la Franco Argentina, por la cara Sureste fui una vez y por la Norte también, entonces le tengo un cariño, lo conozco, es como ahí, el amigo grandote que puedo ir a verlo cada tanto.

Del cordón del Fitz Roy, subí casi todo y algunas varias veces. Del cordón del Torre no, me faltan bastantes, hice el Torre por la Oeste, el Doblado, el Grande. Me hubiera gustado subir el Torre por la Vía del Compresor.

LC: ¿En el 2010 también subiste al Fitz Roy por una nueva vía?

Martín Heredia: En diciembre 2010, nos metimos en el Pilar Norte del Fitz Roy, Pilar Goretta, con dos amigos, Luciano Fiorenza y Serginho Tartari de Brasil y abrimos una vía nueva, en la cara Oeste. Era una línea que Luciano vio hacía un año atrás, escalando otra cara de la pared del Fitz. La vía se llamó Al Abordaje. El nombre salió porque fue como los piratas cuando están por atacar un barco e ir a robarlo, a todo o nada, o saltamos al otro barco y nos metemos y que sea lo que sea, o nos quedamos en el molde.

 

Fuimos por dos días y nos pasamos cuatro, con una brecha que nunca llegó. Pasamos tres vivacs de nieve y viento, teníamos comida para dos días, teníamos un pedazo de manteca y lo compartimos entre los tres y eso nos duró los dos días. Estuvimos un poco mojados porque nevó, muy húmedo.

Ahí, lo que estás pensando todo el tiempo, es si seguís o bajás, que no sabés donde vas, ¿qué vendrá?, ¿encontraremos un muro liso o fisuras?, ¿será escalable? En eso te gira la cabeza todo el tiempo, y que no pase nada. Pero bueno, estuvo buenísimo, ahí hubo hermandad, espalda para todos. Luciano escaló todo de primero y nosotros le dimos el apoyo que necesitaba.

Luciano Fiorenza es un escalador que admiro y un amigo, tiene la aventura ahí, a él le gusta ir a explorar, tener esa pizca de incertidumbre, eso es algo que me gusta en un escalador. Que vaya recontra cagado en las patas sin saber qué se va a encontrar. El no saber con qué te vas a encontrar.

LC: ¿Cómo se decide el nombre de una vía?

Martín Heredia: El bautismo de una vía tiene que ver un poco con todo, igual yo no tengo mucha experiencia en poner nombres porque no abrí demasiadas vías, pero creo que va saliendo después de que bajaste, te va quedando algo, o una experiencia, o un momento en especial, o algo que te quedó dando vueltas de otro lado pero queda relacionado ahí, todo junto. A veces se charla entre los compañeros, otras veces es como que hay un dueño de la vía, ¿no?, el que decidió y el que quiso ir ahí, es como que es más el dueño, pero bueno hay otras rutas, por ahí más sencillas, que he abierto yo, de escalada deportiva, les he puesto nombres más pedorros o divertidos.

LC: ¿Qué planes tenés para la temporada?

Martín Heredia: Planes hay, si logro coordinar varias cosas, no quiero hacer algo de lo conocido, tampoco inédito pero si un poquito más fuera de lo convencional, porque también ahora están llegando más escaladores y ya molesta un poco la cantidad de gente. Ya ir a Paso Superior a partir de diciembre, me da bronca, porque algunos escaladores de hoy en día no son tan respetuosos con la montaña, con el lugar. La mugre que hay, no es lo mismo que los escaladores de antes, que venían y agradecían al lugar por poder estar ahí.

Por ahí me equivoco, pero creo que hoy vienen a las montañas y vienen a hacerlas para tacharlas, y tildárselas de hechas y si tienen que dejar una bolsa con basura la dejan, si tienen que hacer caca en un lugar donde va a dormir el resto de las personas, también lo van a hacer, y eso, realmente, me molesta.

LC: ¿Ha cambiado mucho el deporte en los últimos años?

Martin Heredia: A partir del año 2004-2005, se empezó a conocer el pronóstico por internet, acompañado de que hubo más lugares para vivir en el pueblo, entonces que un escalador viniera, pudiera alquilar algo o vivir en un hostel, o estar en un camping teniendo un lugar para cocinarse, ya descartó el campo base, encima está a dos horas, no tiene ningún sentido estar sufriéndola ahí, porteando, bajando a bañarse.

Hoy además, sería absurdo no utilizar el pronóstico por internet, porque la aventura la vas a encontrar igual. Antes esa ayuda no la tenías, la concretabas porque realmente la brecha era buena y estabas ahí, pero dependía de tu barómetro, de poder darte cuenta de ir. Yo lo que veo ahora es que no avanzamos, todas estas generaciones nuevas repetimos vías, más rápido, más lento, pero nadie se mete a aventurarse como se aventuraban antes sin internet.

Ahora todos se cierran en el Fitz y en el Torre, pero acá hay un montón de caras, un montón de lugares, la aventura la encontrás no necesariamente en la pared más larga del Fitz, la podés encontrar en otra pared más corta, sea de la Guillaumet, sea de la aguja de la S, o mismo en el Techado Negro, o el Mojón Rojo, el Solo, el Grande. ¿Y por qué no van ahí?, porque no es el Torre, o porque no es el Fitz. Entonces, ¿dónde está el avance? realmente, no hay avance, cuando se empiecen a abrir vías con la misma velocidad con la que se repiten rutas…

 

LC: ¿Qué opinás del uso obligatorio de la radio, cómo sucede en algunos parques?

Martin Heredia: Tengo sentimientos encontrados, si no tengo radio y tengo experiencia para ir a la montaña y conozco mis límites, ¿quién me puede juzgar? o sea, ¿por qué no me van a dejar pasar?. El que no quiere llevar la radio, que no la lleve, que sea consciente que no va a tener comunicación, entonces, si le pasa algo, la gente va a llegar mucho más tarde que si tuviera la radio, pero no tiene que ser una obligación. Ahí hay un problema con la cultura del nuevo escalador, no se da cuenta que tiene que asumir ese riesgo y bancársela. Quiere la infraestructura, quiere la comodidad, no quiere llevar radio para ir más liviano… todo no se puede.

Yo llevo radio, porque para mi es mi mejor botiquín, si me pasa algo sé que gano tiempo con la radio, no me va a solucionar el problema pero gano tiempo. Yo recomiendo que lleven radio.

LC: Estuviste en desacuerdo el año pasado cuando sacaron los clavos de Maestri. ¿Sabés que hay un rumor que los van a volver a colocar?

Martin Heredia: Estaría buenísimo que vengan a colocar los clavos pero para mi ya no tiene sentido, es una pena que los hayan quitado. Porque ya está, nadie le devuelve al Torre nada, es solo para ellos, para salir en las revistas.

Además, en realidad nadie pasó por el mismo lugar sin tocar los clavos, ni Jason Krurk y Hayden Kenedy, ellos hicieron otra variante, en algunas partes pasaron en artificial, con ganchos y péndulos y otras cosas, pusieron otra chapa de otra cordada, pusieron otros puntos fijos, pusieron un parabolt para poder hacer un péndulo. Quitás uno y utilizás otro. Entonces es absurdo. En el ´70 Maestri necesitó 100 y hoy vos necesitaste uno, es la evolución, pero respetá lo que ya está, es absurdo el pensamiento, se contradice.


Fuente: La Cachaña – el diario online de El Chaltén, www.lacachania.com.ar

 


 







www.facebook.com/ccamontania
info@culturademontania.org.ar
+54 11 3060-2226
@ccam_arg

Centro cultural Argentino de Montaña 2023