Dos terremotos, de magnitud 6.2 y 6.3 respectivamente y con el epicentro a unos 200 km de distancia del Monte Logan donde ella estaba escalando cambiaron su historia
La montañista argentina Natalia Martínez Marín, que había quedado varada durante cinco días en el Monte Logan, en Canadá, fue rescatada exitosamente el pasado viernes 5 de mayo. Cuando el clima dio la oportunidad, el equipo de rescate entró en acción, sabiendo que probablemente tenían una pequeña ventana para trabajar y, de esa manera, un piloto de Trans North Helicópteros pudo rescatarla a las 2.30 horas de Argentina.
Nota defecha - 07/05/2017 -
Sian Williams de Icefield Discovery, la compañía de viajes que realizo el rescate hasta dejarla en el campamento base, había dicho a la Canadian Broadcasting Corporation. "Quiero decir, las Elias Mountains son una parte muy salvaje del mundo. Estamos esperando tormentas con fuertes vientos durante los próximos días, y ella todavía está en la cresta. Esperemos que todo lo que estaba suelto ya se haya caído, pero podría haber otros peligros que están acechando allí “
Martínez fue rescatada en buen estado de salud aunque shockeada por la experiencia. Así lo confirmó Camilo Rada, el novio de Natalia, quien señaló: "La aventura en el Logan terminó con un final feliz. Natalia está con una tremenda sonrisa, sana y salva en el helicóptero con el equipo de rescate". Rada había indicado antes de que se produjera el salvamento que al revertirse la situación climática Natalia fue avisada de que debía estar lista porque la buscarían en una hora y media a dos horas, que era el tiempo que estimaban que el clima daría una posibilidad.
Después de que el rescate había sido postergado para mañana, Tom Bradley, el piloto de Icefield Discovery que estaba en las cercanías de la zona, observó una mejoría en las condiciones y tras comunicarlas al piloto del equipo de rescate y confirmarlo con Natalia, se revirtió rápidamente la decisión y se inició el rescate a las 19:30 hora local, que terminaría exitosamente a las 22:30, ¡con Natalia comunicaron desde el equipo de trabajo de la mendocina luciendo nuevamente su hermosa sonrisa en la base de Icefield Discovery, en Kluane Lake!”
Natalia Martínez es una fuerte andinista argentina con experiencia, que ha protagonizado notables expediciones de exploración junto a su compañero Camilo Rada. Ambos completaron, en 2013, la segunda ascensión al Monte Sarmiento (2.207 m) en Tierra del Fuego, 57 años después de la primera, y en 2015 hollaron el Mt. Malaspina (3.776 m), la montaña virgen más alta de Norteamérica en las St. Elias Mountains de Yukon (Canadá).
Esta primavera, había regresado a Yukon para enfrentarse a una aventura en solitario: completar la travesía del Mt. Logan (5.959 m), el pico más alto de Canadá. Su idea era ascender la arista este hasta la cima y descender posteriormente por la otra vertiente, a través de la denominada King's Trench. En total, preveía nueve dias para realizar todo el recorrido.
Sin embargo, cuando se hallaba en su Campamento 5, situado en un glaciar colgante a unos 3.900 metros de altitud y separada del plató somital por un campo de grietas, un suceso inesperado ocurrido el lunes 1 de mayo cambio toda su planificación. En aquel momento, se preparaba para soportar una inminente tormenta, bien pertrechada en su tienda y con comida suficiente para 12 días. Pero antes de la llegada de la tormenta, dos terremotos, de magnitud 6.2 y 6.3 respectivamente y con el epicentro a unos 200 km de distancia de la montaña, se dejaron sentir en todo Yukon y el norte de la Columbia Británica
Si bien estaba preparada para las tormentas, Martínez no esperaba terremotos, dijo Rada. Ella estaba en su tienda el lunes por la mañana cuando escuchó lo que describió como un tremendo rugido. "Todo el suelo alrededor de ella estaba temblando y se movía mucho. Estaba muy asustada, ella no sabía que era un terremoto. Pensó que el glaciar donde se encontraba estaba derrumbándose”, dijo Rada, quien estaba en contacto regular con Martínez teléfono vía satélite desde su casa en Columbia Británica.
Cuando ella salió de su tienda se encontró con restos de las avalanchas que cubrían el suelo, lo que lo hacía demasiado peligroso para continuar la caminata que había había planificado durante dos años. Después de ponerse en contacto con Rada, comenzaron a planear su rescate. Cuando la tormenta empezó a cobrar intensidad, la montañista se dio cuenta de que cualquier rescate probablemente demoraría varios días.
Su equipo contaba así el suceso, en la página web que sigue su expedición: "A las 5:30 hs. de la mañana, Natalia se despertó con un estruendo terrible y sintiendo como el glaciar bajo ella se movía. Al salir vio enormes avalanchas de seracs que cayeron en las cercanías. El episodio se repitió un par de horas más tarde. Sin embargo, el campamento elegido por ella era seguro y no sufrió ningún daño, pero como se podrán imaginar se llevó un grandísimo susto".
Natalia posteriormente movió cuidadosamente su campamento a una elevación ligeramente más baja, poniendo su tienda bajo una estrecha cresta que ofrecía mejor protección contra los escombros que caían, quedando en un lugar relativamente seguro.
Rada dijo, durante la espera, que confiaba en que Natalia sabría cómo mantenerse segura “Estos han sido días muy difíciles para ella, primero encontrando su ruta devastada por un terremoto, obligándola a abandonar el sueño de la cumbre, luego debido a una espera forzada en medio de una seria tormenta", dijo el miércoles. "Sin embargo, ella está haciéndolo extraordinariamente bien, manteniéndose segura incluso bajo todas estas circunstancias. Espero que vuelva pronto y esto se convertirá en una gran historia para contar. "La montañista subsistió entre los fuertes vientos y nevadas gracias a un iglú, una bolsa de dormir, carne disecada y sopas que le permitirían alimentarse por varios días.
Rada dijo también que Natalia había estado trabajando duro para mantener su campamento seguro y también para mantenerse ella a salvo. Y que su experiencia en Patagonia la habían preparado para soportar los fuertes vientos y el frío extremo. "Ella se ha encontrado antes con tormentas serias, agrego. Pero eso no significa que es fácil - es muy fatigoso, especialmente si tienes que hacerlo solo", dijo.
El Monte Logan (en inglés Mount Logan) es la montaña más alta de Canadá y la segunda más alta de toda Norteamérica después del monte Denali, en Alaska. Está situado en el sector suroccidental del Territorio del Yukón, en el ámbito de los montes San Elías, junto a la frontera con el estado de Alaska. Fue llamado así en honor de Sir William Edmond Logan, un geólogo canadiense fundador de la Comisión Geológica de Canadá (CGC). El monte Logan se encuentra dentro del Parque y Reserva Nacional Kluane1 en el sudoeste del Yukón. Aquí nacen los glaciares de Hubbard y Logan. Se cree que el monte Logan tiene la circunferencia de base más grande de cualquier montaña no volcánica de la Tierra (un gran número de volcanes de escudo son mucho más grandes en tamaño y masa), formando un macizo que contiene once picos por encima de los 5.000 msnm. 2 3
Debido al levantamiento tectónico, el Monte Logan aún se está elevando. Antes de 1992, la altura exacta del Monte Logan se desconocía y se estimaba entre los 5.959 metros y los 6.050 metros. En mayo de 1992, una expedición de la Geological Survey of Canada fijó la medición actual de 5.959 m usando GPS.2
Las temperaturas son extremadamente frías. En la meseta de 5.000 mts., la temperatura del aire ronda los -45 °C en el invierno y alcanza casi bajo cero en el verano, con una temperatura media para todo el año de alrededor de -27 °C. El 26 de mayo de 1991 se registraron -77,5 °C, la temperatura más fría jamás registrada fuera de la Antártida. Sin embargo no se cuenta como la temperatura más baja de toda Norteamérica, pues fue registrada a una altitud muy elevada. Un fundido mínimo de la nieve lleva a una significativa capa de hielo, alcanzando casi 300 m en algunos lugares.
En 2005, se vivió una situación similar en el Monte Logan. Tres montañistas del equipo de rescate North Shore Search and Rescue de North Vancouver quedaron varados en la montaña. Se necesitó de una operación conjunta entre fuerzas canadienses y estadounidenses para rescatar a los tres escaladores mediante helicópteros. Los montañistas sufrieron lesiones debido a las temperaturas extremas, pero gracias a la rapidez del rescate todos ellos pudieron ser evacuados con vida.
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